El acuerdo entre la UE y el Mercosur es una “oportunidad desperdiciada” por parte del primer bloque para obtener garantías en términos medioambientales y sanitarios, según un informe encargado por el gobierno francés, que alerta por ejemplo del riesgo de que los intercambios aceleren la deforestación.

Este informe, del que la AFP obtuvo una copia, será presentado el viernes al primer ministro francés, Jean Castex, después de que el ejecutivo encargara a una comisión de expertos independientes evaluar el impacto de este acuerdo de libre comercio firmado el año pasado y objeto de una controversia creciente en el seno de la UE.

“El Acuerdo representa una oportunidad desperdiciada para la UE de utilizar su poder de negociación para obtener garantías sólidas que respondan” a las expectativas “ambientales, sanitarias y (...) sociales de sus conciudadanos”, según el informe.

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Concretamente, evalúa el riesgo de deforestación al estimar la superficie adicional de zonas de pastoreo que serían necesarias en el Mercosur para abastecer el aumento de producción de carne bovina destinada a la UE (entre 2 y 4%) y concluye en “una aceleración anual de 5%”.

El informe estima además en “entre 4,7 y 6,8 millones de toneladas equivalentes de CO2” el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero que generaría el Acuerdo y pone en duda que las “ganancias económicas” compensen “los costos climáticos”, en base a un valor del carbono de 250 euros (295 dólares) la tonelada.

Lamenta a la vez que si bien el texto cita el Acuerdo de París contra el cambio climático, no haya “condicionalidades específicas” para que ambas partes del Atlántico se sitúen “frente a sus responsabilidades con las generaciones futuras”. Después de dos décadas de negociaciones, la UE y el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) firmaron el año pasado este ambicioso acuerdo de libre comercio, que debe ser ratificado por todos los parlamentos nacionales.

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Pero últimamente crecieron las voces discordantes entre los países miembros de la UE, debido especialmente a la deforestación en la Amazonía brasileña. El presidente francés, Emmanuel Macron, se opuso el año pasado a firmarlo, en plena crisis diplomática con su par Jair Bolsonaro a raíz de los incendios en esa región. El parlamento austriaco y holandés lo rechazaron en su estado actual. Otros países como Bélgica, Irlanda y Luxemburgo mostraron sus reticencias.

Incluso la canciller alemana, Angela Merkel, cuyo país figuró durante mucho tiempo como uno de sus principales impulsores, expresó por primera vez en agosto “serias dudas” sobre la entrada en vigor del texto, que podría ser sometido al Consejo Europeo durante este otoño boreal.

En su informe, la comisión de expertos formula una serie de recomendaciones, que van desde conceder al Acuerdo de París el estatuto de “cláusula esencial” hasta reforzar la protección de los “sectores agrícolas sensibles” europeos.

Fuente: AFP.

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