Una joven paraguaya de nombre María Lucía Acosta conoció a Bruno Brassolatti, un brasileño que se robó su corazón. La pareja se conoció en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realizó en Rio de Janeiro, Brasil, en 2013. Ninguno imaginaba que la química que nació desde el primer saludo se convertiría en un gran amor que los llevaría hasta el altar.

La pareja se casó el pasado 16 de noviembre en la Parroquia Santísima Trinidad, en Asunción. Luego fueron al Vaticano a pasar su luna de miel y estuvieron presentes en la audiencia del pasado 27 de noviembre. Imaginaban que tendrían cerca al Papa Francisco por lo que prepararon un cartel especialmente dirigido para el Sumo Pontífice.

“Nos conocimos en tu primera JMJ en Rio de Janeiro. Ahora estamos... casados!", escribió ella en el cartel que finalmente fue observado por Francisco, quien deseó lo mejor para la pareja.

Ambos publicaron la foto junto a Francisco con la frase: “Cuando para Dios no hay nada imposible”, de parte de María Lucía. En tanto que Bruno comentó la misma frase, pero en portugués: “Quando para Deus nada é impossível”, escribió el brasileño.