Lima, Perú | AFP | por Luis Jaime CISNEROS

La Corte Suprema de Perú decide este viernes si libera a la líder opositora Keiko Fujimori, tras nueve meses de prisión preventiva en el marco del escándalo de la constructora brasileña Odebrecht, que también salpica a cuatro expresidentes peruanos.

Cualquiera sea la decisión, impactará en el futuro político de Keiko mientras Perú debate una propuesta del presidente Martín Vizcarra de adelantar un año las elecciones para abril de 2020 a fin de superar "una crisis institucional" que causa recurrentes choques con el Congreso bajo control fujimorista.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Si es liberada, Keiko podrá retomar las riendas de su partido, el más votado de Perú, y perfilarse como candidata presidencial por tercera vez, pero de seguir presa esa posibilidad se desvanece.

La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema leerá el fallo de un recurso de apelación de Keiko en una audiencia programada para las 09h00 locales (14h00 GMT).

Se trata de su tercer intento por quedar libre desde que un juez la envió a prisión preventiva por 36 meses, el 31 de octubre pasado.

Ella no estará presente en el tribunal, sino que seguirá la audiencia por teleconferencia desde la cárcel de mujeres de Chorrillos, al sur Lima.

Si el tribunal declara fundada su apelación, quedará libre el mismo viernes. En caso contrario, podrá recurrir después ante el Tribunal Constitucional como una última instancia.

“Recuperar tiempo en familia”

Los analistas especulan sobre qué hará si es liberada.

"Veremos si es capaz de reinventarse ella y el fujimorismo, o simplemente voltear la página y recluirse en su vida privada", dijo a la AFP el analista Carlos Meléndez.

En cualquier caso, "va a seguir siendo una voz de oposición al vizcarrismo, quizás aún con cierto poder", agregó.

En tanto, una fuente del entorno familiar dijo a la AFP que ella "está enfocada en la ilusión de salir, en recuperar tiempo con su familia, pese a que entre sus partidarios la quieren ver ya al frente de una manifestación".

Keiko, de 44 años, está casada con un estadounidense, tiene dos hijas y es la primogénita del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), quien también está en prisión.

La Sala de la Corte que decidirá su futuro la integran cinco magistrados, presididos por Hugo Príncipe, uno de los tres jueces del tribunal que en 2009 sentenció a 25 años de cárcel a Alberto Fujimori por crímenes contra la humanidad.

Keiko lidera del partido Fuerza Popular que domina el Congreso peruano y fue dos veces candidata presidencial (2011 y 2016).

El fujimorismo, movimiento populista de derecha con rasgos autoritarios que apuesta por el libre mercado, es la principal fuerza electoral desde 2016.

Keiko manejaba desde las sombras los hilos del Congreso peruano, según revelaron los chats grupales de los líderes de su partido.

“Organización criminal”

Un juez la envió a prisión a pedido de la fiscalía anticorrupción, que la investiga junto a una decena de colaboradores por supuestamente blanquear 1,2 millones de dólares de aportes ilícitos de Odebrecht para su campaña de 2011. Ella lo niega.

La fiscalía dice que lideraba "una organización criminal" al interior de su partido.

Su defensa acudió a la Corte Suprema luego de que en enero un tribunal de apelaciones rechazó excarcelarla.

Ella cuestiona su prisión, alegando que la investigación de la fiscalía se construyó a partir de una trama de "mentiras".

La prisión de Keiko desató una crisis en su partido, que ha perdido el poder avasallador con el que arrinconó al presidente Pedro Pablo Kuczynski hasta forzar su renuncia en marzo de 2018.

La agrupación perdió la mayoría absoluta del Congreso, donde contaba con 73 de 130 legisladores. Ahora tiene 53, sigue siendo la mayor fuerza en el fragmentado parlamento peruano.

Los sondeos muestran, sin embargo, que una amplía mayoría de peruanos le quitó su respaldo, tras haber sido la más popular entre los políticos de Perú y obtener casi el 50% de votos en los últimos dos comicios (2011 y 2016).

El caso Odebrecht, su rechazo a las reformas anticorrupción de Vizcarra y las pugnas con su hermano menor Kenji debilitaron al fujimorismo. Ahora solo conserva apoyo del 9% de los peruanos, según sondeo de Ipsos.

El escándalo de Odebrecht también salpica a los expresidentes Kuczynski, Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Alan García (1985-1990 y 2006-2011), quien se suicidó en abril antes de ser detenido.

Etiquetas: #Keiko Fujimori

Dejanos tu comentario