Bruselas, Bélgica | AFP |por Toni CERDÀ y Clément ZAMPA

El acuerdo entre la Unión Europea (UE) y los países del Mercosur permite "anclar a Brasil en el Acuerdo de París" sobre clima, defendió la comisaria europea de Comercia, Cecilia Malmström, para quien la aplicación del pacto podría demorar "dos años como mínimo".

La liberal sueca, de 51 años, defendió en una entrevista con la AFP un “buen acuerdo” que “no sacrifica” la agricultura europea, uno de los últimos bajo su mandato --que finaliza el 31 de octubre-- tras los alcanzados con Japón y Canadá.

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- El 28 de junio, la UE y Mercosur alcanzaron un acuerdo comercial tras 20 años de negociación. ¿Cuál es el horizonte para su entrada en vigor? Se habla de dos años.

-Dos años es realista. Pero es difícil de saber. El tratado debe traducirse en las 23 lenguas europeas y debemos hacer una revisión legal. A continuación, corresponde a los Estados miembros decidir el buen momento y del voto en la Eurocámara. Sí, yo pienso que dos años como mínimo.

- ¿Qué responde a quienes aseguran que se sacrifica la agricultura europea para vender vehículos alemanes?

- No es cierto. Algunos no han leído realmente este acuerdo y difunden rumores, falsas interpretaciones que dan miedo a la gente. Aquellos que trabajan en la agricultura hoy están preocupados por el futuro. Es normal. Pero, en verdad, la agricultura no se sacrifica en este acuerdo.

-¿Aquellos que critican el acuerdo hacen gala de un oportunismo político?

-Hay que estudiar realmente el texto en sí mismo. En el sector vacuno, abrimos una cuota de 99.000 toneladas [de carne del Mercosur] para toda Europa. Francia, por sí sola, produce 1,3 millones de toneladas anuales. Es realmente diminuto. Esto no supone una amenaza para el sector del vacuno en Francia.

Hay que ver también el contexto geopolítico. Vivimos momentos difíciles en Europa. Grandes países ya no creen en el multilateralismo, en las reglas internacionales que creamos tras la Segunda Guerra Mundial, que actúan de manera unilateral, que son proteccionistas. Es importante que Europa y otros países aliados crean en el multilateralismo.

-El candidato izquierdista a la presidencia de Argentina Alberto Fernández abrió la puerta a revisar al acuerdo. ¿Su llegada al poder podría suponer una amenaza al acuerdo?

-Nosotros hemos cerrado este acuerdo durante la presidencia argentina [del Mercosur], que ha tomado un papel muy importante para concluir. Hay elecciones en todos los países todo el tiempo, ya veremos lo que pasa en Argentina. Son las elecciones de los ciudadanos argentinos, no corresponde a la UE tener una opinión de esto.

-¿Usted confía en el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en materia medioambiental?

-Hacer un acuerdo comercial con los cuatro países del Mercosur no quiere decir que estemos de acuerdo con todas las políticas de estos países, pero es una manera de anclar a Brasil en el Acuerdo de París. Un acuerdo comercial no puede resolver todos los problemas, pero es una herramienta.

El presidente estadounidense [Donald Trump] intenta que otros líderes políticos se sumen a él y salgan del Acuerdo de París. Aquí, el presidente Bolsonaro escogió y vino con nosotros.

-¿De qué manera el acuerdo sería vinculante de manera medioambiental?

La UE no puede enviar policías, pero puede activar mecanismos de consultas, como hicimos recientemente con Corea del Sur sobre normas laborales.

Es obligatorio comprometerse con la sociedad civil y hacerlo todo de manera transparente. El comité de expertos puede publicar un informe que será público en todo el mundo. Esto servirá de presión.

¿Esto permitirá realmente resolver el problema? Lo ignoro, pero tenemos las herramientas que tenemos. También tenemos una referencia al principio de precaución.

-Francia considera que el acuerdo no es suficientemente robusto en términos ambientales. ¿Se podría reabrir el acuerdo?

-El texto ya está finalizado. Hay un acuerdo. Habrá que comprender exáctamente qué quiere Francia que no esté incluido y podremos discutir de una declaración política o algo similar. Pero hay que saber qué quiere exáctamente Francia.

-Las normas europeas sobre los productos sudamericanos se respetarán, pero ¿se puede decir lo mismo de las normas de producción?

- No podemos forzar a ningún otro país a adoptar leyes. Pero mirando las vacas que están en la región pampeana toda su vida, también hay situaciones bastante mejores que en Europa. Y, al final, corresponde al consumidor europeo escoger [el origen del producto].

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