Ciudad del Vaticano, Santa Sede | AFP |

El papa Francisco recibió el lunes en el Vaticano al cardenal Philippe Barbarin, la mayor autoridad de la Iglesia francesa, quien presentó su renuncia tras haber sido condenado por silenciar casos de pederastia.

La reunión se llevó a cabo en un clima muy discreto, según confirmó el Vaticano, que no dio más detalles sobre el encuentro.

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El papa deberá decidir si acepta o no la renuncia, tal como está previsto por las normas, y para ello puede tomarse todo el tiempo que considere necesario.

Se trata de un caso sumamente delicado para Francisco, que tiene en sus manos el futuro de uno de los mayores jerarcas de la Iglesia católica, quien anunció que apelará la sentencia que le condenó a seis meses de cárcel en suspenso, por lo que no llegaría a ingresar en prisión.

El cardenal fue fotografiado este lunes mientras caminaba por los jardines de la Ciudad del Vaticano.

El papa argentino defendió públicamente al cardenal francés en 2016 tras recalcar que presentar la renuncia antes de la sentencia definitiva se prestaría a "una mala interpretación y sería una imprudencia".

Barbarin, arzobispo de Lyon, cardenal desde 2003, primado de Galia, título honorífico otorgado al arzobispo de Lyon desde el siglo XI, es uno de los pocos jerarcas de la Iglesia que ha sido condenado por un tribunal laico por encubrir casos de pederastia.

El prelado no ha sido sometido a un juicio canónico y por ello aceptar su renuncia representa un verdadero dilema para el papa, quien pone a prueba su credibilidad ante uno de los fenómenos que se ha comprometido a arrasar.

Barbarin, de 68 años, tiene una edad considerada prematura en la Iglesia para retirarse de su cargo.

Un dilema para el papa

El prelado fue condenado el pasado 7 de marzo a seis meses de prisión con suspensión por su silencio frente a las denuncias por pederastia contra el padre Bernard Preynat, un cura que abusaba de niños en los campamentos scouts organizados por esa diócesis en los años ochenta y noventa.

Durante el juicio, el cardenal insistió y repitió que "nunca se escondió y mucho menos encubrió esos hechos tan horribles" al referirse a los informes y consejos dados por el Vaticano sobre el caso.

Sin embargo, la sentencia lo acusa de haber optado por no decir nada a las autoridades francesas "para preservar la institución" del escándalo, con lo que de hecho impidió que otras víctimas denunciaran los abusos sexuales padecidos.

El cardenal Barbarin anunció su renuncia para tranquilizar a su diócesis, donde su actitud ha generado críticas.

Paralelamente decidió apelar su condena basándose en una serie de documentos que demostrarían que una parte de los hechos había prescrito y que no se demostró que hubiera intención de encubrimiento.

El papa deberá decidir si espera el fallo del recurso. Otra opción es que nombre inmediatamente a un administrador apostólico a la espera de que haya una condena o una absolución definitiva. O simplemente que acepte la renuncia y nombre a otro obispo.

El caso Barbarin llega en un momento delicado para las relaciones diplomáticas entre Francia y la Santa Sede.

La fiscalía de París acaba de pedir que se levante la inmunidad diplomática al nuncio apostólico (embajador de la Santa Sede) en Francia, monseñor Luigi Ventura, para interrogarlo en una investigación por "agresión sexual".

El ministerio de Asuntos Exteriores de Francia tendrá que decidir si transmite esa solicitud al Vaticano. Ya a inicios de marzo la ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, instó al Vaticano a asumir sus "responsabilidades".

Para complicar aún más las cosas, Francia aún no ha propuesto un reemplazo para su embajador ante la Santa Sede, quien se retiró hace ocho meses y medio.

Etiquetas: #Papa#Pederastia

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