Londres, Reino Unido | AFP.
Por Patrice NOVOTNY
La City, el mundo británico de las finanzas, vive con desesperación la saga en torno al Brexit tras el nuevo rechazo del Parlamento al acuerdo con Bruselas, e imploraban a los diputados que rechacen este miércoles cualquier salida abrupta y sin acuerdo con la Unión europea.
"Ya es hora de que el Parlamento pare este circo" se queja Carolyn Fairbairn, presidenta de la patronal del país. Tras criticar "el fracaso de los políticos", la directora general de la CBI espera ahora que el legislativo "cierre de forma urgente la puerta" a un Brexit "duro".
El martes, los diputados británicos rechazaron claramente, por segunda vez, el acuerdo difícilmente cerrado por la primera ministra Theresa May con la UE sobre las condiciones del divorcio.
Como consecuencia, este miércoles dirán si aceptan el 29 de marzo un divorcio sin acuerdo, una hipótesis muy temida en las medios empresariales y económicos, que temen una catástrofe.
"Estamos al borde del precipicio. Los políticos de todas las tendencias deben superar sus divergencias", suplicó Catherine McGuinness, la mayor responsable política de la City de Londres, el pulmón financiero de Reino Unido y de Europa.
Los economistas del Banco de Inglaterra han advertido sobre las serias consecuencias para el crecimiento. La libra caería y los precios de las importaciones se dispararían, reduciendo el consumo de las familias. Además las complicaciones administrativas generarían enormes colas en los puertos mercantes.
"Un Brexit sin acuerdo sería catastrófico para la industria automotor. Pondría fin al comercio libre con la UE, costaría miles de millones en gastos suplementarios y acarrearía supresiones de empleos", advirtió el director general de la Asociación británica de constructores automotores (SMMT), Mike Hawes.
Medidas de urgencia
Prueba de que el gobierno se toma en serio la hipótesis de un Brexit “duro” es que ha publicado una serie de medidas que se aplicarían para atenuar sus consecuencias. Entre ellas figuran la reducción de aranceles, que solamente se aplicarían al 13% de los productos importados.
Al revés que los medios empresariales, los mercados reaccionaban sin embargo con tranquilidad al rechazo parlamentario al acuerdo de salida, y la libra se mantenía sólida.
Por su parte la bolsa de Londres se mantenía estable este miércoles aunque algunos valores bancarios o industriales como Rolls-Royce padecían esta incertidumbre.
"El mercado confía en que no haya Brexit sin acuerdo", hipótesis que seguramente rechazarán los diputados la noche del miércoles, dijo a la AFP Michael Hewson, analista de CMC Markets.
Un cierto hartazgo ante el Brexit era visible este miércoles entre los empleados de esta empresa de servicios financieros, según constató la AFP en sus oficinas de la City. Casi tres años después del referéndum, esta interminable e indigesta saga forma ya parte del escenario británico.
Los grandes actores financieros tienen mucho que perder ante la salida de la UE, que implica perder el pasaporte financiero europeo, que les permite proponer sus servicios desde Reino Unido a todo el continente.
Si los diputados votan contra un Brexit sin acuerdo el miércoles por la noche, volverán a votar el jueves para pedir un aplazamiento o no del divorcio efectivo de la UE, previsto el 29 de marzo,
Esta situación obliga al ministro de Finanzas, Philip Hammond, a ser extremadamente prudente en su declaración presupuestaria de primavera, prevista este miércoles a media jornada.
El ministro, llamado "Phil el contable", dijo que mantendría algunas reservas presupuestarias acumuladas en los últimos meses si los diputados rechazaban el martes por la noche el acuerdo propuesto por May, lo que ocurrió en efecto.
Hammond prefiere reservar medios financieros para hacer frente a un eventual Brexit sin acuerdo. También anunciará una clara degradación en las previsiones oficiales de crecimiento del país.