Beirut, Líbano | AFP
Al menos 15 niños, en su mayoría menores de un año, murieron en Siria en las últimas semanas debido al frío invernal y la falta de atención médica, anunció el martes la ONU.
"Con las temperaturas invernales y la falta de cuidados", al menos ocho niños murieron en Rokban, un campamento de desplazados en el sur de Siria, y otros siete cuando huían con sus familias de un bastión yihadista en el este del país, indicó UNICEF en un comunicado.
"Trece de ellos tenían menos de un año", agregó el comunicado.
"Problemas de salud que pueden ser prevenidos o tratados siguen acabando con la vida de bebés. No hay excusas para eso en el siglo XXI", dijo Geert Cappelaere, director regional de UNICEF para Oriente Medio y África de Norte.
"Sin tratamientos de salud accesibles y fiables, una protección y viviendas, más niños van a morir día tras día en Rokban, Deir Ezzor y otros lugares en Siria. La historia nos juzgará por esas muertes que se pueden evitar", advirtió Cappelaere.
La guerra en Siria provocó desde 2011 más de 360.000 muertos y empujó a millones de personas al exilio o al desplazamiento en el interior del país.
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Siria e Israel pactan un alto el fuego ante conflicto en Sueida
El gobierno sirio e Israel acordaron ayer viernes por la noche un alto el fuego auspiciado por Estados Unidos, pero los enfrentamientos entre tribus locales y combatientes drusos continúan en el sur de Siria y acumulan un saldo de cientos de muertos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa, “acordaron un alto al fuego”, anunció el enviado estadounidense para Siria, Tom Barrack.
Desde el domingo, estos enfrentamientos en la ciudad de Sueida y sus alrededores, bastión de la minoría drusa, dejaron al menos 638 muertos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Las autoridades sirias enviaron sus tropas a la zona, pero las retiraron el jueves después de que Israel, contrario a la presencia del ejército sirio cerca de su frontera, bombardeara Damasco y otros objetivos en el país.
“Llamamos a los drusos, los beduinos y los sunitas a deponer las armas y, conjuntamente con las otras minorías, a construir una identidad siria nueva y unida, en la paz y la prosperidad con sus vecinos”, escribió Barrack en X. La violencia continuó el viernes en Sueida por la llegada de grupos sunitas para apoyar a las tribus beduinas contra los drusos, una comunidad nacida del islam chiita.
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La presidencia siria afirmó que trabaja en el envío de una “fuerza especial” a la zona “para poner fin a los enfrentamientos y resolver el conflicto” tras el estallido de nuevos combates. Según un corresponsal de la AFP, el viernes por la noche unos 200 combatientes de tribus árabes sunitas intercambiaron disparos de armas automáticas y proyectiles con grupos drusos posicionados dentro de Sueida.
Un jefe tribal, Anas Al Enad, dijo a AFP cerca del pueblo de Walgha que vino con sus hombres desde la región central de Hama “para responder a las peticiones de ayuda de los beduinos”. En esa localidad drusa, ahora controlada por fuerzas tribales y beduinas, un corresponsal de AFP vio casas, tiendas y coches quemados o aún ardiendo.
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“Peticiones de ayuda”
Al Sharaa había señalado el jueves que la retirada de sus tropas de Sueida buscaba evitar una “guerra abierta” con Israel, que bombardeó esta semana objetivos gubernamentales en esa provincia meridional y en Damasco. Las autoridades israelíes justificaron el ataque con el argumento de defender a los drusos, una minoría presente en su territorio y en la meseta siria del Golán, ocupada por Israel desde 1967.
Desplegadas en la zona el martes, las fuerzas gubernamentales fueron acusadas por grupos drusos y testigos de ponerse del lado de los beduinos y de ejecutar a civiles en Sueida. Las distintas partes sirias acordaron un alto al fuego el jueves que dejaba en manos de los drusos la responsabilidad de mantener la seguridad en la zona. Sin embargo, la presidencia siria los acusó de vulnerar ese pacto.
Estos enfrentamientos ejemplifican uno de los principales retos del nuevo poder sirio dirigido por Al Sharaa después de derrocar en diciembre al antiguo presidente Bashar al Asad. El nuevo dirigente prometió proteger a las minorías de este diverso país, pero estos incidentes o la matanza meses atrás de seguidores alauitas (la rama del islam a la que pertenecían los Asad) empañan este compromiso.
“No tenemos agua”
En la región de Sueida, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) alertó del “rápido deterioro de la situación humanitaria”. “A la gente le falta de todo”, dijo el jefe de su delegación en Siria, Stephan Sakalian. “No tenemos agua, ni electricidad, empiezan a faltarnos los medicamentos”, contó a AFP Rouba, una empleada del hospital gubernamental de Sueida.
Este centro de salud, el único que sigue funcionando en la localidad, recibió “más de 400 cuerpos desde el lunes por la mañana”, entre ellos “mujeres, niños y personas mayores”, afirmó el médico Omar Obeid. La ciudad carece de agua y electricidad y las comunicaciones están cortadas. “La situación es catastrófica, ya no queda ni leche de fórmula para bebés”, declaró a AFP el redactor en jefe del portal de noticias Suwayda 24, Rayan Maaruf.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió este viernes una investigación rápida sobre la violencia. “Este derramamiento de sangre y esta violencia deben cesar, y la protección de todas las personas debe ser la prioridad absoluta”, declaró.
Cerca de 80.000 personas se han visto desplazadas por la violencia, informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). La comunidad drusa de Siria, con una gran concentración en Sueida, contaba con unas 700.000 personas antes de que comenzara en 2011 la guerra civil.
Fuente: AFP.
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Una semana de combates en provincia siria Sueida deja 940 muertos
Tribus y beduinos sunitas se enfrentaron el sábado a combatientes drusos en la ciudad de Sueida, en el sur de Siria, pese a los llamamientos al alto el fuego, en el séptimo día de violencia que ha dejado 940 muertos, según una oenegé. El gobierno sirio anunció anteriormente el inicio del despliegue de sus fuerzas en la provincia de Sueida, de mayoría drusa, e instó a “todas las partes a respetar” el alto el fuego que había declarado.
En un barrio de la ciudad de Sueida, combatientes tribales, algunos con el rostro enmascarado, dispararon armas automáticas contra sus adversarios, según imágenes de AFP. Columnas de humo se elevaban sobre la capital de la provincia del mismo nombre. “Hemos venido aquí y vamos a masacrarlos a todos en sus casas”, declaró uno de los combatientes tribales, que respondía al nombre de Abu Jasem, refiriéndose a los drusos.
Los enfrentamientos entre miembros de tribus y beduinos sunitas, por un lado, y combatientes de la minoría drusa, por otro, continuaron en el oeste de la ciudad y sus alrededores, según los corresponsales de AFP sobre el terreno. El presidente interino de Siria, Ahmed al Sharaa, que llegó al poder tras derrocar a Bashar al Asad en diciembre, reafirmó su compromiso de proteger a las minorías y destacó “el importante papel desempeñado por Estados Unidos, que confirmó su apoyo a Siria”.
Al mismo tiempo, el Ministerio del Interior anunció el inicio del despliegue de fuerzas de seguridad en la provincia de Sueida" “con el objetivo de proteger a los civiles y poner fin al caos”. Israel, que afirma querer defender a los drusos, minoría esotérica nacida del islam chiita, se opuso hasta ahora a la presencia de tales fuerzas en la región.
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80.000 desplazados
El gobierno sirio, alegando querer restablecer el orden, ya había desplegado sus fuerzas el martes en Sueida, hasta entonces controlada por combatientes drusos, antes de retirarlas bajo la amenaza militar de Israel. Israel bombardeó varios objetivos gubernamentales en Damasco y amenazó con intensificar sus ataques de lo contrario. Al anunciar la retirada, Al Sharaa declaró que quería evitar una “guerra abierta”.
Estados Unidos anunció el viernes por la noche un acuerdo de alto el fuego entre Siria e Israel, y pidió a “los drusos, beduinos y sunitas que depongan las armas”. La Unión Europea saludó ese alto el fuego y afirmó estar “consternada” por la violencia, pidiendo a las autoridads sirias que protejan “a todos los sirios sin distinción”.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), testigos y grupos drusos acusaron a las fuerzas gubernamentales desplegadas en Sueida de luchar junto a los beduinos y cometer abusos. Los enfrentamientos han dejado 940 muertos desde el 13 de julio en la provincia, entre ellos 588 drusos - 326 combatientes y 262 civiles -, 312 miembros de las fuerzas gubernamentales y 21 beduinos sunitas, según el OSDH. Cerca de 80.000 personas se han visto desplazadas por la violencia, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
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“Fosa común”
Según Omar Obeid, médico del hospital gubernamental de Sueida, el único de la ciudad que sigue funcionando, entre el lunes y el viernes recibieron “más de 400 cuerpos”, entre ellos de niños y ancianos. “Esto ya no es un hospital, es una fosa común”, dijo otro miembro del personal del hospital de la ciudad, que no tiene agua ni electricidad y donde las comunicaciones están cortadas.
Estos enfrentamientos ejemplifican uno de los principales retos del nuevo poder sirio dirigido por Al Sharaa en un país marcado por casi 14 años de guerra civil. El nuevo dirigente prometió proteger a las minorías de este diverso país, pero estos incidentes o la matanza meses atrás de seguidores alauitas (la rama del islam a la que pertenecían los Asad) empañan este compromiso.
La comunidad drusa de Siria, con una gran concentración en Sueida, contaba con unas 700.000 personas antes de que comenzara en 2011 la guerra civil. Esta minoría también está presente en Líbano, en Israel y en la meseta siria del Golán, ocupada por el Estado hebreo desde 1967.
Fuente: AFP.
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Siria: fuerzas gubernamentales dejan Sueida a cargo de los drusos
Las fuerzas gubernamentales sirias se retiraron de toda la provincia meridional de Sueida, de mayoría drusa, indicaron este jueves a AFP el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) y testigos. La retirada se produjo tras un acuerdo de alto el fuego proclamado el miércoles. El presidente sirio, Ahmed al Sharaa, había anunciado durante la madrugada la entrega de la seguridad en Sueida a “facciones locales” drusas.
La zona fue escenario de enfrentamientos entre esta minoría, beduinos y fuerzas de seguridad, con un saldo de más de 500 muertos desde el domingo. El presidente sirio, Ahmed al Sharaa, anunció durante la madrugada la entrega de la seguridad en Sueida a “facciones locales” drusas.
“Las autoridades sirias retiraron sus fuerzas militares de la ciudad de Sueida y de toda la provincia, y los combatientes drusos se desplegaron”, declaró a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. Miembros de las fuerzas del gobierno afirmaron a un corresponsal de la AFP apostado en las afueras de la provincia de Sueida que recibieron la orden de retirarse poco antes de medianoche y que completaron el repliegue al amanecer.
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Israel intervino
El presidente sirio, Ahmed al Sharaa, delegó el jueves en la minoría drusa el mantenimiento de la seguridad en la ciudad de Sueida después de los enfrentamientos que dejaron cientos de muertos y desembocaron en bombardeos israelíes sobre Damasco. El dirigente islamista argumentó que quería evitar una “guerra abierta” con Israel, que atacó el miércoles la capital siria en supuesta defensa de esta minoría surgida de una rama del chiismo.
“Hemos dado la prioridad al interés de los sirios en vez de al caos y la destrucción”, afirmó el presidente sirio en un discurso televisado en las primeras horas del jueves. Los enfrentamientos estallaron el domingo entre tribus beduinas sunitas y combatientes drusos tras el secuestro de un comerciante de verduras druso en esta ciudad del sur, bastión de esta minoría.
El gobierno sirio desplegó el martes a sus fuerzas en la zona para intentar restablecer el orden, pero un observatorio de la guerra, testigos y grupos locales las acusaron de cometer ejecuciones de civiles y saqueos. Hostil a toda presencia militar siria cerca de su frontera, Israel intervino el miércoles con bombardeos sobre Damasco, uno de ellos sobre el cuartel general del ejército, y otras zonas del país vecino.
Con tal de evitar “una nueva guerra de amplio alcance”, “hemos decidido que las facciones locales y los jeques drusos asuman la responsabilidad del mantenimiento de la seguridad en Sueida”, dijo Sharaa en su discurso.
“Teníamos dos opciones: una guerra abierta con la entidad israelí a expensas de nuestro pueblo druso, de su seguridad y de la estabilidad de Siria y de la región entera, o bien dar a los ancianos y a los jeques drusos la posibilidad de volver a la razón y priorizar el interés nacional”, afirmó.
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“Ejecuciones sumarias”
Este brote de violencia ilustra los retos del gobierno interino de Ahmed al Sharaa, el líder islamista de una coalición de rebeldes sunitas que derrocó al presidente Bashar al Asad en diciembre después de casi 14 años de guerra civil. Los nuevos dirigentes prometieron proteger a las minorías de este diverso país, pero varios episodios de violencia en los últimos meses contra drusos o alauitas (la comunidad a la que pertenecían los Asad) siembran dudas sobre su capacidad de hacerlo.
Repartidos por Líbano, el sur de Siria y el Golán sirio ocupado por Israel, los drusos son una destacada minoría esotérica de Oriente Medio, cuya religión surge del islam chiita. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una oenegé con sede en Reino Unido y una amplia red de fuentes en Siria, estos últimos enfrentamientos dejaron más de 350 muertos, entre ellos 27 civiles víctimas de “ejecuciones sumarias” de las fuerzas de seguridad.
En su discurso, Ahmed al Sharaa prometió hacer “rendir cuentas” por las agresiones contra “nuestro pueblo druso, que está bajo la protección y la responsabilidad del Estado”. “El Estado sirio intervino para poner fin a los enfrentamientos entre los grupos armados de Sueida y las regiones aledañas”, aseguró.
“Salvó a la región”
El líder sirio también condenó a Israel por recurrir a “un ataque a gran escala de instalaciones civiles y gubernamentales” en su país, lo que “provocó una complicación significativa de la situación”. Según él, “la intervención eficaz de la mediación estadounidense, árabe y turca (...) salvó a la región de un destino desconocido”.
El miércoles, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, anunció que habían “acordado pasos específicos que pondrán fin a esta situación preocupante y horrible”. Poco después, el ejército sirio anunciaba su retirada de Sueida. Aunque es el principal aliado de Israel, Estados Unidos también ha buscado un acercamiento a las nuevas autoridades sirias a pesar del pasado yihadista de su líder, con quien Donald Trump se reunió en mayo.
Durante el miércoles, Israel bombardeó el cuartel general del ejército sirio, un “objetivo militar” en la zona presidencial, el aeropuerto militar de Mazze cerca de la capital y otras zonas del país. Sus soldados desplegados en los Altos del Golán ocupados también lanzaron gases lacrimógenos para dispersar una multitud de drusos reunidos en la valla fronteriza entre ambos territorios para respaldar a los miembros de su comunidad en Sueida.
“Queremos simplemente ayudar a nuestro pueblo. Queremos ayudar a nuestras familias”, declaró Fayez Chaker. “No podemos hacer nada. Nuestras familias están allí. Mi mujer es de allí, mi madre es de allí, mis tíos son de allí, toda mi familia es de allí”, aseguró. Antes de la guerra civil estallada en 2011, la comunidad drusa en Siria ascendía a 700.000 personas, la mayoría de ellas concentradas en Sueida.
Fuente: AFP.
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“Estamos a tiempo, pero hay que tomar acciones”
La situación de probable necesidad energética se instalaría a partir de 2030, esto si no se toman acciones y medidas de manera inmediata. Este tema fue abordado en el programa “Fuego cruzado”, por el exgerente técnico de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), Fabián Cáceres, y el economista y exdirector de Aduanas, Julio Fernández.
Ambos coincidieron que esta situación podría estás en puertas, y el camino es tomar las medidas necesarias para afrontarla. “Es un tema por demás importante, es un tema que realmente hay que encararlo y estamos todavía a tiempo, pero hay que tomar acciones”, expresó Cáceres.
El mismo explicó que actualmente Paraguay cuenta con tres fuentes de generación, de las cuales “Itaipú aporta 6.060 megavatios de potencia, Yacyreta aporta en torno a 1.700, como máximo, la central Acaray, la más antigua de todas 220 estando en optimas condiciones, cosa que actualmente no lo está, si sumamos todo eso, llegamos a los 7.800 megavatios de potencia”.
Cáceres citó como un ejemplo claro de lo que pueda ocurrir a futuro que, “en marzo del 2025 el consumo llegó a 5.122 megavatios de potencia en un horario en verano, si tomamos ese verano y hacemos una proyección de crecimiento histórico del 10 %, allá por el 2030, 2031, nosotros llegaríamos vamos a tener problemas en verano en ciertos horarios”.
En este contexto, sostuvo que hay que entender que esa insuficiencia energética que se avecina no va ser de la noche a la mañana y todo el año, sino se puede presentar por época, esto exige correr contra esa demanda máxima que se podría registrar en momentos de alta demanda a partir de 2030 o 2031.
“CARNAVAL ESTRATÉGICO”
“Creo que el tema de la generación recién ahora surge como algo muy urgente, estamos al parecer muy convencidos del excedente energético, el común de la gente cree que todavía tenemos excedente, entonces no fue un problema visibilizado, 40 años de tranquilidad, con excedente energético, casi un carnaval energético”, refirió Julio Fernández.
Para el experto, esa tranquilidad sobre el excedente de energía, hizo que no se haya previsto energías alternativas para enfrentar una crisis de esta magnitud, en comparación a otros países de la región que registran una importante en todo este tiempo.