La Paz, Bolivia | AFP
Una indígena quechua, la mujer más longeva de Bolivia, y probablemente del planeta, cumplió este viernes 118 años de edad, lúcida y en buena condición de salud, informaron autoridades bolivianas.
"Mamá Julia", como se conoce a Julia Flores Colque, nacida el 26 de octubre de 1900 en la región minera de Potosí, en el sur boliviano, festejó su cumpleaños junto a su familia, vecinos y autoridades de Sacaba, poblado de los valles de Cochabamba (centro del país), donde reside actualmente.
La anciana, que es un caso fuera de serie en un país donde la esperanza de vida al nacer es de 71 años, recibió un homenaje del gobierno municipal de Sacaba. Sin embargo, su caso no está registrado en el récord Guinnes.
"Es un día de regocijo para nosotros, festejar a la mujer más longeva de nuestro país", dijo Juan Carvajal, funcionario de esa entidad, al diario Los Tiempos de Cochabamba.
Ataviada de blusón, mantilla y pollera rosados, la habitual vestimenta indígena, la anciana lució además un sombrero blanco de copa, distintivo del pueblo quechua.
En medio del festejo, rasgó un charango (instrumento andino de cuerdas), que en su juventud solía ejecutar con destreza, y disfrutó de un pastel de cumpleaños.
La anciana, que se comunica en quechua, vive en una pequeña casa de adobe con un pequeño jardín donde conviven perros, gatos y gallinas, y actualmente está al cuidado de su sobrina Agustina Verna, de 65 años de edad.
El gobierno municipal de Sacaba se ocupa de supervisar la salud de Julia, quien, por su edad, se desplaza en una silla de ruedas, según Carvajal.
Otro caso, que tampoco está consignado en el libro de récords mundiales es el del indígena aymara Carmelo Flores, que no es familiar de “mamá Julia”, y murió en 2014, en una región del altiplano boliviano, a la edad de 123 años.
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Bolivia: dos candidatos presidenciales de derecha lideran encuestas
Dos candidatos opositores al gobierno izquierdista de Bolivia, que está muy cerca de perder el poder después de casi 20 años, lideran las encuestas publicadas este domingo, las últimas autorizadas antes de las elecciones presidenciales del 17 de agosto. El empresario de centroderecha Samuel Doria Medina, que postula por la Alianza Unidad, está a la cabeza de los sondeos de Ipsos-Ciesmori y Captura Consulting, con un 21,2% y 21,6%, respectivamente.
Le sigue de muy cerca el expresidente de derecha Jorge Quiroga, de la coalición Libre, que figura con 20% en ambos estudios. De confirmarse la tendencia el próximo domingo en la elección, los dos candidatos disputarán un balotaje el 19 de octubre. Desde 2005, el izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS), de la mano de Evo Morales durante tres mandatos (2006-2019) y luego de Luis Arce (2020-2025), ganó todas sus elecciones en primera vuelta.
El MAS ve por primera vez amenazada su continuidad en una elección, en momentos que Bolivia atraviesa una grave crisis económica derivada de la escasez de dólares y que se ha convertido en la principal preocupación de los bolivianos en los últimos meses. El gobierno de Arce casi ha agotado sus reservas internacionales de divisas para sostener una política de subsidios. Importa combustibles para distribuirlos a precio menor en el mercado interno.
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La inflación interanual llegó en julio a un 24,8%, la cifra más alta por lo menos desde 2008. La situación ha castigado al MAS en las encuestas. Su candidato, el exministro de gobierno Eduardo del Castillo, aparece en el séptimo lugar entre nueve candidatos. La principal carta de la izquierda es el presidente del Senado Andrónico Rodríguez, un sindicalista cocalero alejado del oficialismo. Pero Captura Consulting lo coloca en el cuarto lugar (7,2%), mientras que Ipsos-Ciesmori en el quinto (5,5%).
Un fallo judicial que solo permite una única reelección presidencial dejó fuera de la carrera al expresidente Evo Morales, que aspiraba a un cuarto mandato. Morales ahora impulsa una campaña por el voto nulo, que según Ipsos-Ciesmori alcanza a un 14,6% del electorado. Desde octubre se resguarda en la zona cocalera del Chapare, en el centro de Bolivia, de una orden de captura por un caso de trata de menor que él niega.
Fuente: AFP.
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Candidato de derecha anuncia “cambio radical” para Bolivia
El candidato de derecha para las elecciones presidenciales del 17 de agosto en Bolivia, y uno de los favoritos, Jorge Quiroga, anunció ayer jueves un “cambio radical” para el país para poner fin a 20 años de gobiernos de izquierda, en declaraciones a la AFP. El que fue presidente de Bolivia entre 2001 y 2002 aseguró que impulsará “un cambio sísmico en Bolivia, el fin de un ciclo nefasto de lo que ha sido el Movimiento Al Socialismo”, el partido en el poder.
Quiroga, 65 años, figura en segundo lugar en las encuestas de intención de voto detrás del empresario de centroderecha Samuel Doria Medina. Los candidatos de izquierda, el presidente del Senado Andrónico Rodríguez y el exministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, se encuentran muy rezagados. Durante una caminata en La Paz, acompañado por varias decenas de sus seguidores, Quiroga insistió a la AFP en que tras los comicios habrá “un cambio radical (para) recuperar los 20 años perdidos”, en referencia a los gobiernos de Evo Morales (2006-2019) y de Luis Arce, en el poder desde 2020.
Consultado sobre si sus propuestas implicarían medidas de “shock” que podrían generar conflictos sociales, respondió que Bolivia ya vive una situación crítica por la crisis económica. En julio, Bolivia registró una inflación interanual de 25,8 %, la más alta desde 2008. A esto se añade una persistente escasez de combustibles, alimentos y dólares que han exacerbado el malestar ciudadano.
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Ingeniero de profesión, Quiroga era vicepresidente cuando asumió la presidencia de Bolivia en 2001 en reemplazo de Hugo Banzer, quien enfermó de cáncer y renunció. Fue sucedido por el empresario de derecha Gonzalo Sánchez de Lozada tras las elecciones de 2002. Banzer había gobernado de facto a Bolivia entre 1971 y 1978.
Quiroga adelantó que si gana la presidencia promoverá un “cambio de todas las leyes” con el fin de atraer inversión extranjera y firmar acuerdos de libre comercio con todas las naciones, aunque expresó dudas respecto a Estados Unidos debido a las políticas arancelarias del presidente Donald Trump. En lo político llamó a “dejar de estar sumisamente alineados a las tres tiranías trogloditas totalitarias regionales de Venezuela, Cuba y Nicaragua”. Morales y Arce han sido estrechos aliados de los gobiernos de Caracas, La Habana y Managua.
Fuente: AFP.
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Bolivia: ¿adiós al MAS o recomposición del progresismo?
- Por Juan Carlos Dos Santos G.
- Columnista
- juancarlos.dossantos@nacionmedia.com
Las elecciones generales del próximo 17 de agosto podrían marcar un punto de inflexión en la historia política reciente de Bolivia. Tras casi dos décadas de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS), primero bajo el liderazgo indiscutido de Evo Morales y luego bajo el mandato de Luis Arce, el oficialismo llega fragmentado, golpeado y sin una figura dominante. Las encuestas más recientes reflejan un escenario abierto, donde la derecha y el centro parecen tener ventaja, pero donde la izquierda aún mantiene una base electoral significativa que no puede ser subestimada.
De buenas a primera, el mapa político boliviano de 2025 sugiere una posible alternancia de poder. Samuel Doria Medina y Jorge “Tuto” Quiroga, ambos exponentes de distintas variantes de la centroderecha, lideran las encuestas de intención de voto con cifras que oscilan entre el 20 y el 25 %, dependiendo del estudio. Ninguno supera el umbral del 40 % que evitaría una segunda vuelta, pero ambos encabezan la lista en un electorado que se muestra cada vez más indeciso y exigente.
En contraste, el MAS postula a Andrónico Rodríguez, una figura joven, carismática y con orígenes sindicales, pero que enfrenta el desgaste de su partido y el sabotaje interno del ala leal a Evo Morales. La estrategia de Morales de promover el voto nulo y cuestionar la legitimidad de la candidatura de Andrónico no solo fractura al oficialismo, sino que debilita su competitividad en un escenario que ya era complejo. No obstante, el MAS conserva aún un piso electoral sólido, sobre todo en áreas rurales y sectores populares que valoran los logros de los primeros años del proceso de cambio.
Lo interesante del escenario boliviano es que, a diferencia de otros países de la región, la división entre izquierda y derecha no es suficiente para explicar el comportamiento electoral. La fatiga del modelo aplicado por Evo Morales, las denuncias de corrupción, la crisis económica y los escándalos de narcotráfico han erosionado la imagen del oficialismo, pero la oposición tampoco goza de un voto entusiasta. Ni Doria Medina ni Quiroga encarnan una renovación profunda; son más bien representantes del “antimasismo” que buscan canalizar el hartazgo sin ofrecer un proyecto transformador claro.
La gran protagonista de estas elecciones puede ser la segunda vuelta. Todo apunta a un balotaje entre un candidato de centroderecha y otro del MAS o del progresismo, lo que obligará a recomponer alianzas, seducir a los indecisos y evitar una polarización tóxica. Aún si Andrónico no lidera la primera vuelta, su capacidad de captar el voto antiderecha en un balotaje podría reconfigurar el tablero.
Entonces, ¿estamos ante el fin del ciclo progresista en Bolivia? No necesariamente. Más bien, podríamos estar presenciando una reconfiguración del espacio de izquierda, que aún cuenta con adhesión estructural, pero necesita nuevos liderazgos, narrativas y una autocrítica profunda. Del mismo modo, la derecha boliviana enfrenta el reto de ganar sin repetir el elitismo ni la exclusión que caracterizó sus años previos al auge del MAS.
Bolivia llega a estas elecciones como un país cansado, polarizado, pero no resignado. Y eso es una buena noticia para la democracia: porque el futuro aún está en disputa.
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Confirman que niño con sarampión se habría contagiado de parientes provenientes de Bolivia
Este lunes, desde el Ministerio de Salud confirmaron que se detectó el primer caso de sarampión en Paraguay después de una década; el afectado es un niño de 5 años. Tras esto, se ha dispuesto un equipo médico que monitoree y controle, no solo al pequeño, sino que a su entorno más cercano.
La doctora Andrea Ojeda, directora de Vigilancia de la Salud, confirmó que el niño que ahora dio positivo a la mencionada enfermedad habría estado en contacto con familiares que habrían visitado nuestro país desde la zona de Santa Cruz, Bolivia, y que aparentemente tampoco contaban con la vacuna preventiva.
“Quiero recordar que esta es una enfermedad altamente contagiosa y riesgosa para quienes no cuentan con la vacuna, pero es totalmente prevenible con la vacuna. Paraguay se certificó en el año 2015 libre de sarampión y rubéola. Este caso es de un niño de 5 años que no cuenta con antecedentes de vacunación”, comentó la doctora Andrea Ojeda, en conversación con la 1080 AM.
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La misma destacó que actualmente existen brotes importantes en diferentes puntos de América, en especial en Argentina, Brasil, Bolivia, Perú, Canadá y Estados Unidos, por lo que la Organización Panamericana de la Salud ha lanzado varias alertas para que los países estén preparados y refuercen la vacunación, ya que a nivel regional el índice de vacunación ha disminuido notablemente luego de la pandemia.
“En nuestro caso solo quiero recordar que esta vacuna es gratuita y se encuentra dentro de nuestro programa ampliado de inmunizaciones, y que los niños a los 12 y luego a los 18 meses deben aplicarse las dosis y es muy importante que los pequeños estén vacunados”, remarcó la profesional de salud.
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