Taipéi, Taiwán | AFP | por Amber WANG
Miles de personas se manifestaron este sábado en Taipéi para pedir un referéndum sobre la independencia de Taiwán, una movilización de inédita magnitud que supone un desafío a China.
Se trata de la primera manifestación de este alcance para pedir un referéndum sobre la independencia desde que esta isla se convirtió en una democracia, hace más de 20 años.
Las protestas coinciden con el endurecimiento de China frente a Taiwán, cuya presidenta, Tsai Ing-wen, sufre presiones de ambas partes: por un lado, de Pekín, el gigante asiático, y por el otro de los militantes independentistas.
En la marcha participaron unas 100.000 personas, según los organizadores. La policía no dio por el momento ninguna estimación de la participación.
Los manifestantes se concentraron ante la sede del Partido Democrático Progresista (PDP), en el poder, agitando banderas y pancartas en las que se pide un "referéndum de independencia" y gritando consignas como "¡Queremos un referéndum!" y "¡No a la anexión!".
La manifestación fue convocada por la coalición política Alianza Formosa, apoyada por los expresidentes Lee Teng-hui y Chen Shui-bian.
Desde 1949 la China continental y Taiwán están dirigidos por regímenes rivales, tras una guerra civil entre los comunistas de Pekín y los nacionalistas del Kuomintang (KMT), que se refugiaron en Taipéi.
Pekín estima que Taiwán es parte de su territorio que tarde o temprano tendrá que reunificar en la China continental, mientras que Taiwán se considera un Estado soberano aunque nunca declaró su independencia. China ha advertido que usaría la fuerza si Taiwán intentara un divorcio oficial.
Nueva constitución
"Queremos decirle a China que deje de intimidar a Taiwán", afirmó ante la muchedumbre el líder de la Alianza Formosa, Kuo Pei-horng, de 63 años.
"El pueblo de Taiwán quiere ser dueño de su propio destino", agregó.
El activista y legislador Huang Kuo-chang también se dirigió a los manifestantes, pidiendo una nueva constitución.
"Los políticos taiwaneses deberían permitir al pueblo de Taiwán que construya un país normal a través de la celebración de un referéndum", dijo.
Algunas familias fueron a la manifestación acompañadas por sus hijos, aunque la mayoría de los movilizados eran mayores.
"Debemos adoptar acciones concretas, celebrar un referéndum y declarar la independencia" aseguró una de las jóvenes manifestantes, Hung Chen-jen, de 16 años.
"No quiero que Taiwán sea devorada por China", dijo la chica a la AFP.
El ingeniero Rex Yang, de 35 años, describió a Taiwán como “un huérfano en la comunidad internacional.”
Pekín ha realizado una amplia ofensiva para borrar a Taiwán del escenario internacional, tratando de que no participe en foros globales, y coaccionando a sus cada vez menos numerosos aliados diplomáticos.
China ha logrado también, con éxito, presionar a las grandes multinacionales para que incluyan a Taiwán como parte de China en sus sitios en internet.
Una consulta sobre la independencia requeriría una enmienda a las actuales leyes, que prohíben los referéndums sobre un cambio de la constitución o sobre la soberanía territorial.
La Alianza Formosa urge al actual gobierno, que tiene mayoría en el Parlamento, que modifique las leyes para que sea posible una consulta.
Los analistas coinciden en que es improbable que la presidenta Tsai acepte semejante enmienda, lo que constituiría traspasar una línea roja para Pekín.