Ciudad de Panamá, Panamá | AFP
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, arriba este jueves a Panamá en medio de amenazas del presidente Donald Trump de cerrar la frontera con México si no se detiene una caravana de migrantes hondureños que trata de llegar al país norteamericano.
Pompeo, que el viernes visitará México, llegará al Aeropuerto Internacional de Tocumen, en la capital panameña, en vuelo privado, y será recibido por la vicepresidenta y canciller, Isabel de Saint Malo.
En Panamá, Pompeo se reunirá con el presidente Juan Carlos Varela en el Palacio de Las Garzas, sede del gobierno.
Pompeo y Varela tienen previsto hablar sobre la "colaboración" de Panamá en "prioridades regionales" como la "defensa de la democracia en Venezuela y Nicaragua" y la lucha contra "el narcotráfico, el terrorismo y la migración ilegal", según informó el departamento de Estado.
"El espacio será propicio para reafirmar los fuertes lazos que unen a estas dos naciones", indicó la cancillería panameña en un comunicado.
Una fuente de la embajada de Estados Unidos manifestó a la AFP que no está previsto que Pompeo ofrezca declaraciones tras su reunión con Varela.
La llegada de Pompeo a América Latina se produce en momentos en que una caravana de migrantes hondureños avanza por territorio de Guatemala hacia México con la esperanza de llegar a Estados Unidos.
Esta caravana provocó la ira de Trump, que este jueves amenazó con cerrar la frontera de Estados Unidos con México si no se detenía a los migrantes.
"Debo, en los términos más firmes, pedir a México que detenga este avance, y si no logra hacerlo, llamaré a los militares y CERRARÉ NUESTRA FRONTERA SUR!", escribió Trump en Twitter.
El viernes Pompeo tiene previsto reunirse con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, el canciller Luis Videgaray y el canciller designado Marcelo Luis Ebrard, para tratar entre otros asuntos "la reducción de la migración ilegal", según Washington.
La llegada de Pompeo se produce también en momentos donde la región latinoamericana presenta una oleada masiva de migrantes venezolanos que salen de su país, sumido en una grave crisis económica y social.
El miércoles, un buque hospital de la armada de Estados Unidos cruzó el Canal de Panamá rumbo a Suramérica, dentro de un programa humanitario que busca atender diariamente a cientos de migrantes venezolanos en Ecuador, Colombia, Perú y Honduras.
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El 27 de junio debatirán Biden y Trump
El presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, y su rival republicano Donald Trump celebrarán dos debates electorales en su carrera por la Casa Blanca, el primero de ellos el 27 de junio. Tras meses de incertidumbre sobre si los tradicionales debates se realizarían en esta ocasión, Biden, de 81 años, le propuso este miércoles a Trump (77) dos encuentros de cara a las elecciones de noviembre.
“Dame un gusto, amigo. Estoy listo para hacerlo incluso dos veces”, declaró el presidente en un video publicado en X. “Fijemos las fechas, Donald. He oído que tienes libre los miércoles”, añadió con un dejo de ironía, al hacer referencia a los días que toma una pausa el tribunal de Nueva York en el que el exmandatario es juzgado desde hace un mes.
De inmediato, Trump respondió al desafío. “Estoy listo y con ganas”, replicó en su red Truth Social. “Vamos, listos para la pelea”, añadió. La cadena televisiva CNN anunció que el primer debate se celebrará el 27 de junio en su sede de Atlanta, sin público presente en el estudio. El segundo debate será el 10 de septiembre y tendrá como sede el canal ABC.
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Al confirmar que acudirá al debate en ABC, Biden comentó en tono provocador: “Trump dice que él mismo se ocupará de su transporte. Yo también. Yo iré en mi avión. Pienso mantenerlo cuatro años más”. Además, Trump dijo haber aceptado una invitación del canal conservador Fox News para realizar un tercer debate, un cara a cara rechazado por la campaña de Biden
Biden evitó los tres encuentros propuestos por la comisión bipartidista de debates electorales de Estados Unidos y optó en cambio por ofrecer dos enfrentamientos, en junio y en septiembre, sin público presente y organizados por medios de comunicación. “Donald Trump perdió dos debates contra mí en 2020. Desde entonces, no se ha presentado a ningún otro. Ahora actúa como si quisiera debatir conmigo de nuevo”, había dicho Biden en el video publicado en X.
En Truth Social, el exmandatario describió a Biden como “el PEOR polemista” al que se ha “enfrentado” y tras confirmar su disposición a debatir en “los dos momentos propuestos”, pidió un “lugar muy grande, aunque supuestamente Biden tiene miedo de las multitudes”.
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Calendario
La campaña de Biden envió una carta a la comisión de debates electorales de Estados Unidos informando que rechazaba su calendario para tres debates entre septiembre y octubre. En ella, la jefa de campaña Jen O’Malley Dillon indicó que Biden planea participar en debates organizados por cadenas de televisión.
O’Malley añadió que el formato actual, igual desde hace muchos años, “no está en sintonía con los cambios en la estructura de nuestras elecciones y los intereses de los votantes”. “El debate debe ser de utilidad para los estadounidenses que lo sigan en la televisión, no debe convertirse en un entretenimiento para un público de partidarios y donantes agitados”, escribió O’Malley.
El equipo de Biden propuso el primer debate cara a cara a finales de junio “después de que probablemente termine el juicio penal de Donald Trump en Nueva York y luego de que el presidente Biden regrese de su reunión con los líderes mundiales en la Cumbre del G7″.
El segundo a principios de septiembre permitiría llegar a tiempo para influir en el voto anticipado, pero no mantendría a los candidatos fuera de la campaña electoral en el “período crítico de finales de septiembre y octubre”. En su carta, O’Malley criticó a la comisión por haber sido “incapaz” de hacer respetar en 2020 los lapsos para las intervenciones de cada candidato. Por ello, el equipo de Biden planteó reglas estrictas, como mantener los micrófonos apagados fuera del tiempo asignado, para evitar que hablen unos sobre otros.
Fuente: AFP.
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Joe Biden desafió a Donald Trump a realizar dos debates antes de las elecciones
El presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, desafió el miércoles a Donald Trump a realizar dos debates antes de las elecciones de noviembre, en las que ambos buscan ocupar la Casa Blanca, y su rival republicano aceptó de inmediato.
“Estoy listo y con ganas”, replicó Trump en su red Truth Social al desafío de Biden. “Vamos, listos para la pelea”, añadió el republicano.
Tras meses de incertidumbre sobre si los tradicionales debates se realizarían para esta ocasión, Biden le propuso a Trump realizar dos encuentros.
“Dame un gusto, amigo. Estoy listo para hacerlo incluso dos veces”, declaró el presidente en un video publicado en X.
“Fijemos las fechas, Donald. He oído que tienes libre los miércoles”, añadió con un dejo de ironía, al hacer referencia a los días que toma una pausa el tribunal de Nueva York en el que el exmandatario es juzgado desde hace un mes.
Biden evitó los tres encuentros propuestos por la comisión bipartidista de debates electorales de Estados Unidos y optó por dos enfrentamientos, en junio y en septiembre, sin audiencia y organizados por medios noticiosos.
“Donald Trump perdió dos debates contra mí en 2020. Desde entonces, no se ha presentado a ningún otro. Ahora actúa como si quisiera debatir conmigo de nuevo”, había dicho Biden en el video publicado en X.
Fuente: AFP
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Exabogado de Trump reconoce en juicio que mintió por el exmandatario
Michael Cohen, otrora fiel colaborador y hombre para todo de Donald Trump, reconoció haber mentido por su exjefe y haber ejercido la intimidación, al rendir testimonio este lunes en el juicio en Nueva York contra el exmandatario.
Cohen, exabogado de Trump, fue interrogado por la fiscalía sobre los pagos a una exactriz de cine porno que fueron disfrazados de gastos legales y que han sentado por primera vez en el banquillo a un expresidente estadounidense.
Después del interrogatorio de Stormy Daniels la semana pasada, Cohen es el testigo más importante de la fiscalía, que intenta demostrar que Trump falsificó registros contables para ocultar un pago a la exactriz en plena recta final de las elecciones de 2016.
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Cohen ha declarado ante la justicia que a pedido de su exjefe pagó de su bolsillo 130.000 dólares a Daniels para comprar su silencio por una relación sexual en 2006, que el magnate siempre ha negado. Cuando ya era presidente, Trump se los reembolsó fraccionados haciéndolos pasar como gastos legales, según la fiscalía.
“Hablé con el señor Trump y le expresamos que yo iba a adelantar el dinero para ello, por lo que se mostró agradecido”, dijo Cohen sobre una conversación que él y el jefe de finanzas de Trump, Allen Weisselberg, mantuvieron con el magnate.
“Bien, bien”, dijo Trump según Cohen. “Me afirmó: ‘No te preocupes, recuperarás el dinero’”, declaró ante el tribunal. En la audiencia de este lunes, la fiscal Susan Hoffinger preguntó a Cohen si alguna vez había mentido por Trump, o si había intimidado a la gente. “Sí... Era lo que había que hacer para cumplir con la tarea”, respondió Cohen, que de tanto en tanto se giraba para mirar a Trump, hundido impasible en su butaca.
El exabogado, al que llamaban “pitbull” por el celo que demostraba para proteger a su jefe, ya se declaró culpable y fue condenado a tres años de cárcel -solo cumplió 13 meses y un año y medio en arresto domiciliario-, por mentir al Congreso y por delitos financieros y electorales.
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“Atrapar y matar”
En su testimonio, Cohen aseguró que cuando trabajó para Trump atendió tanto asuntos personales como corporativos. Dijo que el magnate no tenía dirección de correo electrónico por temor a dejar pruebas escritas que pudiesen ser usadas luego en su contra. También detalló cómo se ocupó de promover la publicación de artículos de prensa favorables a Trump y negativos para Hillary Clinton, su rival en las presidenciales de 2016.
Además, relató que pagó para evitar la publicación de informaciones perjudiciales para Trump, una práctica que la prensa anglosajona denomina “atrapar y matar” y que sería lo que ocurrió en el caso de Daniels y también en el de la exmodelo de Playboy Karen McDougal, con quien el magnate habría tenido una aventura.
“Me pidió que tomara el control de esto, que teníamos que impedir que saliera a la luz”, dijo desde el estrado. “Es suficiente con que lleguemos hasta la elección porque si gano ya no será relevante puesto que seré el presidente, y si pierdo ya no importará”, recordó Cohen que le dijo el entonces candidato republicano.
“Respaldado por documentos”
La semana pasada, Daniels contó con todo lujo de detalles el supuesto encuentro sexual con el magnate durante un torneo de golf: desde su pijama, sus calzoncillos y la posición sexual, así como que no usó preservativo. Detalles que la defensa consideró irrelevantes para el caso y por los que intentó, sin éxito, que el juez anulara el juicio.
Durante tres semanas, el jurado que sellará la suerte de Trump ha escuchado de numerosos testigos que Cohen era un personaje difícil, que intimidaba y engatusaba a los demás para salirse con la suya. Para los abogados de la defensa se trata de un mentiroso patológico y un criminal convicto.
“Todo lo que dice está respaldado por documentos”, dijo a la AFP una fuente cercana a Cohen. Trump demandó a Cohen y lo llamó “rata” y éste a su vez demandó a su antiguo jefe y dijo de él que era un “capo de la mafia”.
El candidato republicano, que repitió de nuevo a su llegada al tribunal que es víctima de una “caza de brujas” y de “interferencia electoral”, arremetió el sábado en un mitin en el vecino Nueva Jersey contra el juez, al que tildó de “conflictivo”, y contra el fiscal del tribunal de Manhattan que lo ha sentado en el banquillo, Alvin Bragg, al que calificó de “demócrata radical”.
Además del caso de Nueva York, Trump ha sido acusado en Washington y Georgia de intentar revertir los resultados de la elección de 2020 y de llevarse documentos clasificados al dejar la Casa Blanca en 2021, aunque este juicio ha sido pospuesto indefinidamente.
Fuente: AFP
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¿Quién puede ser el vicepresidente de Trump?
¿A quién elegirá Donald Trump como compañero de fórmula para las elecciones presidenciales de noviembre? Imposible saberlo, pero algunos nombres suenan con fuerza. El expresidente republicano debe elegir con cuidado a su posible futuro vicepresidente si quiere ampliar su base electoral en su duelo contra el demócrata Joe Biden. Estos son algunos de los nombres que más circulan.
Tim Scott
A Donald Trump le gusta el perfil de Tim Scott, el senador afroestadounidense de Carolina del Sur. El expresidente republicano no para de elogiar la lealtad de este hombre de 50 años, antiguo aspirante a la Casa Blanca. “Eres mucho mejor candidato para mí de lo que has sido para ti”, dijo en un mitin reciente.
Con Tim Scott como mano derecha, Trump podría aspirar a ganarse a los votantes negros, que prefirieron mayoritariamente a Joe Biden en las elecciones de 2020. Sus detractores reprochan al senador su falta de magnetismo, sobre todo durante los debates.
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Elise Stefanik
Elise Stefanik, de 39 años, llegó al Congreso con posiciones moderadas, pero su ascenso meteórico entre los republicanos se debe al apoyo de Donald Trump. La congresista por Nueva York ha abrazado sin vacilar cada una de las cruzadas del millonario.
Si la elige como compañera de fórmula, Donald Trump podría ganarse a una parte del electorado femenino, entre el que su apoyo decae, según los sondeos. Pero esta incondicional del candidato republicano también podría ahuyentar a los votantes más moderados.
J.D Vance
J.D. Vance, de 39 años, no ha sido fan de Donald Trump desde sus inicios, algo que el expresidente republicano le reprocha. Pero no por ello hay que borrarlo de la lista. Este exmilitar y senador por Ohio, conocido por haber publicado un libro éxito de ventas sobre la clase trabajadora blanca de Estados Unidos, acaba de entrar en política, pero su perfil ya despierta interés en los círculos republicanos.
Llama la atención sobre todo su capacidad para recaudar grandes sumas de dinero para su partido. Y esto es importante en un país donde las victorias políticas se obtienen a base de miles de millones de dólares.
Marco Rubio
La relación entre Donald Trump y Marco Rubio ha sido tirante en el pasado. En las primarias republicanas de 2016 el senador de Florida se burló del magnate inmobiliario. Desde entonces ambos parecen haber enterrado el hacha de guerra.
Donald Trump sabe que podría sacar provecho del perfil de este senador de 52 años, muy implicado en temas geopolíticos y que podría darle un valioso apoyo entre los votantes hispanos. Pero un sector de la derecha dura nunca le ha perdonado su propuesta de reforma migratoria, presentada hace más de diez años.
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Nikki Haley
La elección de Nikki Haley, la última rival de Donald Trump en las primarias republicanas, sería sorprendente, pero no imposible. Esta mujer de 52 años aún no ha anunciado su apoyo público a la candidatura de Donald Trump. Durante muchos meses el republicano ha llamado a su exembajadora ante la ONU “cabeza hueca”.
Pero la exgobernadora de Carolina del Sur es muy popular entre los votantes republicanos moderados e independientes, votos que de otro modo podrían ir a parar a Joe Biden.
Otros posibles candidatos
También circulan los nombres del gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, y del senador Rick Scott, pero sus posibilidades parecen limitadas por el momento. También lo son las del empresario Vivek Ramaswamy, el congresista Byron Donalds y la expresentadora de televisión Kari Lake.
La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, fue considerada durante mucho tiempo como una posible candidata, pero sus posibilidades se han desplomado desde que afirmó haber matado de un disparo a su perra porque era “indomable”.
Contactado por la AFP, el entorno de Donald Trump se negó a dar detalles sobre el perfil que busca. “Cualquiera que afirme saber quién o cuándo el presidente Trump elegirá a su vicepresidente miente”, dijo uno de sus asesores. “A no ser que esa persona se llame Donald Trump”.
Fuente: AFP.