Hoy la Academia Nobel dio a conocer los galardonados del galardón de Física. Entre los tres adjudicados, destaca una mujer: Donna Strickland, quien es apenas la tercera mujer en ganar el Nobel de Física en más de 100 años de premiación.
Strickland, que es una destacada investigadora de la Universidad de Waterloo (Canadá), es la tercera mujer en ganar el Premio Nobel de Física en 117 años. Las primeras fueron Marie Curie (1903) y Maria Goeppert Mayer (1963).
El estadounidense Arthur Ashkin, de 96 años, se llevó la mitad del premio, mientras que el francés Gérard Mourou, de 74 años, y la canadiense Donna Strickland, nacida en 1959, compartirán la otra mitad, precisó el jurado del prestigioso galardón.
Sus hallazgos "revolucionaron la física del láser" y "los instrumentos de precisión avanzada que abren campos inexplorados de investigación y una multitud de aplicaciones industriales y médicas", indicó la Real Academia de Ciencias de Estocolmo.
Por su lado, Mourou, egresado de Ecole Polytechnique, una prestigiosa facultad de ingeniería francesa, y su alumna Donna Strickland, fueron galardonados juntos por desarrollar la técnica de la amplificación de los láser, llamada 'Chirped Pulse Amplification (CPA)', que genera impulsos ultracortos y de gran potencia.
Además de su contribución para el estudio del vacío o los agujeros negros, los trabajos de los dos científicos permitieron operar a millones de personas que sufrían miopía o cataratas.
Strickland, profesora de la Universidad de Waterloo, en Canadá, dijo estar honrada con el premio, que sólo recibieron dos mujeres en esta categoría desde que se creó en 1901.
"Pensé que sería más fácil premiar a las mujeres físicas, (...) espero que con el tiempo las cosas vayan más rápido", dijo.
Marie Curie, que en 1911 fue recompensada con el premio de química, fue galardonada junto a su marido Pierre en 1903 con el Nobel de Física. Maria Goeppert Mayer recibió el premio en 1963.
La Academia Real de Ciencias estima que las pocas mujeres galardonadas con premios científicos se explica por el hecho de que los laboratorios durante mucho tiempo les mantuvieron las puertas cerradas.