Naciones Unidas, Estados Unidos | AFP |

Los discursos de los 193 países miembros de las Naciones Unidas se suceden cada día durante 12 horas frente a un auditorio a veces semivacío, y hay cientos de eventos paralelos que pueden dispersar la atención.

Pero para la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, la nueva presidenta de la Asamblea General de la ONU y la cuarta mujer en los 73 años de historia de la organización en asumir este cargo, la gran misa anual del multilateralismo en septiembre en Nueva York sigue siendo "el foro adecuado" para hacer frente a las mayores crisis del planeta.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

La ONU "es el único lugar en el mundo donde los jefes de Estado y de Gobierno pueden venir a decir lo que piensan, tener contactos bilaterales con países muy alejados", destaca en una entrevista con la AFP esta ecuatoriana de 54 años, poeta, doctora en filosofía y varias veces ministra.

"Europa puede así hablar con las islas Pacífico, las islas Pacífico con América Latina, el Caribe con Africa y Asia", subraya.

De 09H00 a 21H00 locales, durante una semana, los discursos se encadenan. Pocos retienen la atención, salvo que ocurran cosas insólitas, como la primera ministra neozelandesa Jacinda Ardern confiando su bebé de tres meses a su esposo durante su discurso ante la tribuna.

O las carcajadas cuando Donald Trump dijo que su gobierno era el mejor de la historia de Estados Unidos, y que lo llevaron a explicar luego que el público se rió con él, y no de él.

"No sé realmente", responde divertida Espinosa. "Su reacción fue muy inteligente, diciendo que no esperaba esa reacción y riéndose también. Acompañó la reacción del público", dice.

Para los discursos, las consignas son claras: 15 minutos como máximo y evitar hablar demasiado rápido para no complicar el trabajo de los traductores. Pero casi no son respetadas, ni por el venezolano Nicolás Maduro que habló 49 minutos, ni por el jefe de la diplomacia china Wang Yi que habló a una velocidad vertiginosa.

"Los dirigentes tienen estilos diferentes, ellos o ellas comunican de manera diferente", dice la jefa de la Asamblea. Un llamado al orden a un presidente es inconcebible.

"El discurso de la presidenta de Lituania, una mujer (Dalia Grybauskait), duró cinco minutos. Fue un discurso completo, poderoso. El año pasado, habló cuatro minutos. Esto quiere decir que la longitud no tiene nada que ver con la calidad. Hay un poco de todo, y todo eso forma parte de la diversidad en la ONU", precisa Espinosa.

“Capital del poder”

Con 450 eventos organizados al margen de la Asamblea, el famoso hemiciclo se ha vaciado desde el discurso de Trump, suscitando dudas sobre este ejercicio costoso que es acompañado por un impresionante despliegue de seguridad.

"Envié el primer día una carta a los Estados miembros para pedirles que estén presentes en la sala. Tuvo un efecto, la sala no está completamente llena pero hay bastantes delegaciones que escuchan", indica.

Con equipos que resumen "los mensajes más importantes, los líderes del mundo saben lo que se dice aunque no estén presentes físicamente en la sala".

"Es verdad que hay una dispersión a causa de eventos paralelos" como este año son "la prohibición de armas nucleares o la tuberculosis, con cientos de ministros de Salud" presentes en Nueva York.

Pero "es simbólicamente muy importante", insiste Espinosa. "Muchos analistas dicen que el multilateralismo ya no es eficaz, los líderes cuestionan su validez. Al mismo tiempo, Nueva York fue esta semana la capital del poder del mundo".

En 2017, asistieron a la asamblea 115 jefes de Estado y de Gobierno, "este año tenemos más de 130", recalca.

"Esto quiere decir que 'el poder del mundo' halla que la ONU sigue siendo el foro adecuado para tener diálogos de alto nivel y para tomar decisiones sobre los problemas mundiales", subrayó.

"Hay mucho por hacer" para las mujeres, muy poco representadas entre los dirigentes, estima asimismo la presidenta de la Asamblea. Durante su mandato de un año, Espinosa pretende "volver a colocar la cuestión del derecho de las mujeres en el centro de la agenda de la ONU".

“Voy a organizar en marzo una reunión únicamente con líderes mujeres, una veintena de dirigentes políticas y jefas de empresas, para tener la voz de las mujeres en el poder sobre los derechos de las mujeres”, precisa, tras deplorar “una regresión bastante importante en estos últimos diez años” en relación a esta causa.

Etiquetas: #ONU

Dejanos tu comentario