Río de Janeiro, Brasil | AFP | por Anella RETA

Con altos niveles de violencia e indicadores económicos en rojo, el Estado de Rio de Janeiro busca un gobernador que le saque del marasmo. Las encuestas apuntan a un duelo entre el exalcalde Eduardo Paes y el exfutbolista Romário, actualmente senador.

"Rio se halla en estado de calamidad", admitió en febrero el gobernador actual, Luiz Fernando Pezao, después que el presidente Michel Temer confiara a los militares las tareas de seguridad de este Estado, el segundo más rico y el tercero más poblado de Brasil (17,1 millones de habitantes).

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Pezao, del centroderehista MDB (el partido de Temer) será sustituido por quien resulte electo el 7 de octubre (con una segunda vuelta el 28) en los comicios presidenciales, legislativos y de gobernadores del gigante latinoamericano.

El vencedor recibirá como "herencia" un déficit fiscal de casi 10.000 millones de reales (3.200 millones de dólares), pese a los cuantiosos recursos de este estado petrolero y turístico.

Rio tiene "dificultades para pagar a sus funcionarios, brindar servicios básicos (…). Señales claras de una desorganización e incapacidad de cumplir con la gestión más básica", dijo a la AFP el politólogo Michael Mohallem, de la Fundación Getúlio Vargas (FGV).

La recesión que golpeó a Brasil en 2015 y 2016 terminó en 2017 (+1%), pero se prolongó en Rio (-0,6%). Y el Estado registra una de las mayores tasas de desempleo: 15,4% en el segundo trimestre, contra 12,4% a nivel nacional.

Después de los Juegos Olímpicos de Rio-2016, los índices de violencia se degradaron rápidamente, con constantes tiroteos entre bandas de narcotraficantes y policías en las favelas, donde viven un cuarto de los 6,5 millones de habitantes de la capital del Estado. En 2017 hubo 6.731 homicidios dolosos (intencionales), un balance en constante crecimiento desde 2012, cuando se habían totalizado 4.666, según datos oficiales.

Rio, sede de Petrobras, estuvo además en primera línea de los escándalos de corrupción revelados por la "Operación Lava Jato", que involucró a políticos de casi todos los partidos. El exgobernador Sergio Cabral (2007-2014), detenido en 2016, fue condenado a cien años de cárcel.

Un cargo “muy difícil”

Hay doce candidatos en liza para ocupar el Palacio de Guanabara, dispuestos a ejercer un cargo "muy difícil, con muchos desafíos y con un riesgo político muy alto", señala Mohallem.

Los "finalistas" podrían ser el exalcalde de Rio Eduardo Paes, con 24% de intenciones de voto, y Romário, con 14%, según una encuesta de Datafolha realizada del 4 al 6 de septiembre. En tercer lugar, con 10% figura el exgobernador Anthony Garotinho.

Durante su gestión como alcalde (2009-2016), Paes, de 48 años, sacó rédito de épocas de vacas gordas, impulsadas por los valores del petróleo y las inversiones para el Mundial de fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos.

Peas, del partido Democratas (DEM, derecha), "es recordado como un gestor que hizo un buen trabajo" y que "consiguió además alejarse del [escándalo] Lava Jato", estimó Mohallem.

El electorado a veces pide una renovación política, pero también "busca experiencia, alguien que sepa conducir [el gobierno] en un momento de crisis", agregó.

“Denme la oportunidad”

Es la primera vez que Romário, apodado el 'baixinho', se presenta a un cargo ejecutivo, por el pequeño partido Podemos (centro). Sorprendió por su desempeño, aunque en la última encuesta perdió dos puntos porcentuales, en tanto que Paes ganó seis.

"Romário adoptó la estrategia de la hormiga: hace poco ruido y se aleja de las polémicas. Así consigue esconder el poco conocimiento sobre Rio y su gestión (...). Es algo arriesgado, pero parece resultarle", escribió Berenice Seara, editorialista del diario O Globo.

Para Mohallem, Romário puede hacer jugar en su favor sus puntos débiles.

"La falta de experiencia [en un cargo ejecutivo] puede ser vista como negativa, pero el hecho de ser un 'outsider' de la política" le da un lado positivo a ojos del electorado, afirmó.

Gracias a su carrera futbolística, el campeón del mundo en Estados Unidos-1994 es muy popular. Pero en caso de que pase a una segunda vuelta, deberá sufrir más presión para responder sobre sus problemas judiciales por presunta ocultación de patrimonio. "Creo que tendrá muchas dificultades para superar" esa presión, estimó el analista, haciendo referencia a su personalidad más bien reservada.

Romário admite su falta de experiencia, pero afirma que se siente preparado y en un debate le pidió a la audiencia: "Denme la oportunidad".

En todo caso, ya recibió un respaldo vistoso: el de Neymar.

"Estoy aquí para decir que te apoyo", afirmó el delantero de la Seleçao en un video que circula en internet.

“Espero que puedas mejorar mucho Rio de Janeiro, (ciudad de la) que soy frecuentador, amo mucho esa ciudad. Abrazo guerrero. Fuerza y éxitos”, añadió.

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