La extracción de sangre se hace hoy y mañana en la firma Timbo, donde 150 funcionarios donarán. La necesidad de sangre a nivel país es de 95.000 anual, según Salud.
Un equipo de profesionales del Centro Nacional de Servicios de Sangre (CENSSA) se encuentra efectuando la colecta sanguínea extramural en la firma “Timbo”. Esta empresa dedicada al rubro de equipos de transporte cumple un año más de aniversario y decidió festejarlo con esta jornada donación voluntaria y altruista, y al mismo tiempo enfatizar su apoyo a los enfermos renales.
Unos 150 donantes fidelizados que trabajan en dicha compañía realizarán la donación voluntaria del vital elemento que salva vidas. Las unidades colectadas durante estos días permitirán cubrir la demanda de sangre de al menos 450 pacientes adultos o 700 pacientes pediátricos, según informó la Dra. Elsi Vargas, responsable del CENSSA.
Vargas señaló que la necesidad de sangre a nivel país es de 95.000 anual, de ahí la importancia de realizar continuamente colectas y la adherencia de más donantes voluntarios altruistas.
Indicó que en Paraguay, el tipo de sangre con mayor requerimiento para las transfusiones es el O RH+, grupo sanguíneo con el que cuenta más del 70% de la población.
El mayor porcentaje de la sangre colectada va destinada a accidentados. Otro volumen importante es utilizado en pacientes con cáncer, principalmente aquellos que padecen leucemia; asimismo se proporciona a pacientes trasplantados, a mujeres con complicaciones de parto, con trastorno de coagulación, hemofílicos y otros.
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Madre denuncia falta de medicamentos para su hijo con trastorno de Hunter
Una desesperada madre oriunda del distrito de Juan León Mallorquín, Alto Paraná, denunció la falta de medicamentos para la enfermedad de Hunter (patología genética rara) que padece su hijo. Natividad Fernández contó que retiraba la medicación del Hospital de Clínicas, pero desde abril se suspendió el tratamiento porque se agotó el stock en la farmacia.
“Yo ya tuve un hijo con la misma enfermedad, hace un año y tres meses que falleció. Y le diagnosticaron otra vez a su hermanito la misma enfermedad. Es una enfermedad rarísima. Estábamos con medicamentos hace tres meses, pero después entró en falta y sin ese medicamento se va a ir empeorando más la salud de mi hijo”, señaló a la 1020 AM.
Dijo que la vida de su pequeño pende de esa medicación por lo que clama el reabastecimiento del producto. “Lo que más deseamos es que el Ministerio de Salud pueda pensar un poco en los pacientes con enfermedad rara, porque es una enfermedad que va a ir empeorando en el organismo de la criatura, en el corazón, hígado, vasos. Casi en todos los órganos le afecta esta enfermedad”, expresó.
La desesperada madre pide a las autoridades sanitarias que le provean el fármaco que es muy costoso, conforme expresó. “No está en nuestras manos poder comprar porque es un medicamento muy costoso”, manifestó.
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Comentó que su hijo sigue el tratamiento en el Hospital de Clínicas y la última vez que se le proveyó la medicina fue el 8 de abril. “De ahí no tuvimos más hasta ahora no hay más medicamentos. Cada jueves tenía su goteo, pero después terminó su medicación y de ahí no tenemos más respuesta hasta ahora. Y mi hijo depende totalmente de ese medicamento para poder tener un poco mejor calidad de vida que no tuvo su hermanito que ya padeció esa enfermedad rara”, subrayó.
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Esclerosis múltiple: visión borrosa o dificultad motora podrían ser señales de alerta
El doctor José Medina explicó que la esclerosis múltiple es una enfermedad crónica que puede iniciar en la juventud y afectar el sistema nervioso de forma progresiva. Alertó que ante síntomas como alteraciones en la visión o dificultad motora, es clave acudir al neurólogo.
“Cuando se sospecha la enfermedad, se utilizan tratamientos para los brotes o momentos agudos, como los corticoides. Se puede usar inmunoglobulina. También se pueden usar otros inmunomoduladores”, señaló a la 1020 AM.
Los inmunomoduladores regulan la inmunidad de la persona para que no ataque el nervio. “Ese es un tratamiento de las fases agudas o brotes. Y otro es un tratamiento para evitar que se produzca eso, como un preventivo. Tenemos una cantidad de medicamentos que se eligen, según la intensidad o según la gravedad del paciente”, refirió. El neurólogo sostuvo que el tratamiento de la esclerosis múltiple es de por vida.
“A mí me toca trabajar en el Instituto de Previsión Social; tiene bastantes alternativas hoy día para el tratamiento de esta enfermedad”, resaltó.
Afirmó que la esclerosis múltiple es una enfermedad poco conocida, no es algo usual como la diabetes o la hipertensión. “Es una enfermedad que afecta relativamente a poca gente, pero es una enfermedad crónica que puede iniciarse en la niñez, en la juventud y puede acompañar por el resto de la vida de las personas”, expresó.
Así también, tiene implicaciones en la calidad de vida, puesto que afecta el movimiento de brazos y piernas, así como la visión y otras funciones corporales.
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“Lo importante es que la gente pueda saber sobre esta enfermedad que puede padecerlo. Hay las personas que no lo saben todavía, y que tiene tratamiento que hoy día la ciencia en el mundo ha encontrado muchas opciones para que las personas puedan tener una vida totalmente funcional”, finalizó.
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Cerca de 30 mil casos respiratorios reporta Salud en una semana
Un total 28.521 casos de virus respiratorios se reportaron en la última semana, según datos del Ministerio de Salud, que destaca en su informe el predominio de influenza A y un aumento sostenido del virus sincitial respiratorio, especialmente en niños menores de dos años, siendo estos dos últimos los principales motivos de consultas en los centros asistenciales en la franja de adultos de más de 60 años y pediátrica.
El reporte indica que, si bien hay una disminución en cuanto a los casos de la semana pasada, “la curva de consultas continúa por encima del umbral de alerta”.
Así también, señala que desde hace siete semanas se observa la circulación progresiva de influenza A y el incremento sostenido de virus sincitial respiratorio (VSR) desde hace cuatro semanas, con mayor afectación en niños menores de 2 años (64 %), de los cuales el 29 % requirió terapia intensiva.
En los centros asistenciales se registra 4.454 hospitalizados por infecciones respiratorias agudas graves (IRAG), de los cuales 328 corresponden a ingresos de la última semana, evidenciando un aumento con relación a la semana anterior.
La mayoría de las hospitalizaciones están asociadas a rhinovirus (46 %), influenza A H1N1 (32 %) y virus sincitial respiratorio (14 %). En menor proporción, influenza A no subtipificada, adenovirus y SARS-CoV-2.
El informe indica además que en lo que va del año 102 personas fallecieron por afecciones respiratorias, principalmente por rhinovirus, SARS-CoV-2 e influenza A H1N1 y destaca que de la cifra de fallecidos ninguno contaba con vacunación anual.
Ante la llegada del frío, desde la cartera de Salud instan a las personas a reforzar las medidas de prevención, consultar ante la aparición de síntomas asociados con cuadros respiratorios, así como acudir a los puestos de vacunación para recibir las dosis contra la influenza y el covid-19 que están disponibles.
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“No tiene valor ser un profesional médico muy capacitado sin humanismo”
- Fotos: Pánfilo Leguizamón
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al cirujano especialista en coloproctología Prof. Dr. Isaías Ricardo Fretes. Además de reflexionar sobre el sentido de la vocación y la práctica médica, Fretes insta a la población, en especial a los varones, a superar los tabúes y realizarse los controles de rutina para evitar una enfermedad altamente prevenible, pero que puede afectar de manera dramática la calidad de vida, como el cáncer de colon.
–Nuestros padres nos heredan muchas cosas, pero en tu caso hay una herencia aún más poderosa porque tu padre fue médico, tu madre licenciada en enfermería. ¿Se puede decir que tu cuna fue un hospital?
–Sí, y creo haber tenido el privilegio de ver la transformación de la medicina en el tiempo y una transformación en deterioro en nuestro país. Yo he visto a mi papá llegando a las casas del enfermo y tras atender al paciente, venía siempre un agradecimiento con un chipa guasu o alguna cosa al respecto. Y esa imagen de la persona calificada, que era importante dentro de la comunidad, es la que yo capté.
Y ese es un aspecto que ha ido deteriorándose en la medicina, que es la deshumanización de la medicina, donde el mercantilismo empieza a ser prioritario. Yo tuve en suerte de vida formarme en una generación de médicos donde nos calificaban y tenían una nota muy alta la dación que teníamos con el paciente. Además, no se puede formar un cirujano sin disciplina.
–¿Cuáles son los ajustes que a tu criterio se deben hacer al proceso de formación de los médicos?
–Una de las cosas que yo veo en cirugía, por ejemplo, hoy en el Hospital de Clínicas es que el residente no tiene las condiciones para vivir ahí. Nosotros teníamos nuestra cama, nuestro ropero, estaba el baño comunitario, la residencia, podíamos vivir ahí, vivíamos cómodamente y entonces la primera ventaja no había atrasos porque vos estabas ahí.
Y por supuesto teníamos también nosotros dentro de ese ambiente laboral las condiciones de buen trato. Hay otro factor que es muy preocupante, que hay muchos médicos jóvenes en formación que están pasando por situaciones difíciles por consumo de productos indebidos. Eso en mi generación no existía.
–¿Este consumo podría relacionarse con un estrés de la gestión profesional o son síntomas de este tiempo?
–Yo creo que son situaciones de este tiempo y ha ido por supuesto eso incidiendo en la calidad de la formación médica. En mi época era normal que si cometías una falta, el profesor te diga “usted durante una semana no entra a quirófano” y eso era un golpe bajo para nosotros, porque queríamos entrar en quirófano.
FORMACIÓN
–¿Qué es ser médico militar?
–Muchas veces me pregunto cómo hice para sobrellevar ambas carreras. Ostento y tengo el honor de ser hasta la fecha el único almirante médico. Me encontré con una remesa de oficiales de carrera, son mis camaradas, en quienes me apoyé y que me ayudaron a sobrellevar la dura vida militar. Yo fui el primer médico que se fue a Pozo Hondo, año 84, tardé ocho días en llegar.
Fue la primera vez en mi vida que no me bañé ocho días. Ahí se inició mi proceso de formación militar. El médico que no está imbuido de ese entrenamiento militar no puede soportarlo. Yo viví en Bahía Negra en dos situaciones, bajo sombra con 48 grados o en Bahía Negra inundada, donde nos desplazábamos en canoas.
–Estudiaste en Brasil y estudiaste en Francia en términos de especialidad.
–Sí, al terminar yo la residencia médica en el Hospital de Clínicas escribí a Francia, pero no tuve una respuesta. Entonces fui al Brasil, al Hospital das Clínicas, me encuentro ahí con una jefe de servicio, algo impensable en la época, una gran señora, Angelita Habr-Gama, hoy día la mejor coloproctóloga del mundo.
Tuve la obsesión de querer ir a Europa y volví a enviar y ahí me dijeron “acá se rinde un examen en setiembre, si usted está interesado, venga”. Fui con mucho miedo porque sabía que si no salvaba ese examen, no iba a tener derecho a la bolsa, porque mis padres no estaban en condiciones de pagarme, de mantenerme en Europa. Por lo visto me dieron buena formación porque yo pude obtener esa bolsa, porque había un lugar para el extranjero.
Y así tuve la oportunidad de hacer la especialidad dos veces. Y fue una muy linda mancomunión entre el conocimiento de la patología regional, que lo aprendí en el Brasil, y en Europa conocí la tecnología. Pero me ocurrió lo que le ocurre a todo joven que viene con una formación europea y cree saber todo, hasta que la vida y la práctica médica le da unos akãpete y le enseña que la medicina es un proceso.
Decía un gran cirujano que el cirujano aprende a operar a los cinco años de ejercicio, pero en 30 años aprende cuándo no debe operar.
–Hay algo que escuché en una de sus charlas al respecto de la desprotección que existe con relación a la ausencia de los seguros de praxis. Acá los médicos están bastante desprotegidos al respecto, ¿no?
–A la semana que iba a entrar en quirófano en Francia, me dice mi maestro, el profesor Jean-Claude Sarlès, “¿usted tiene su seguro de mala praxis? Si usted comete un error, yo no voy a ser responsable. Vaya y vea”. Fui a la secretaría, hice las averiguaciones, el 85 % del seguro de mala práctica médica lo pagaba el hospital y el 15 % lo descontaban de mi salario. En ese aspecto nosotros en el Paraguay todavía no tenemos competencia entre varias empresas. Hay una empresa que sí está vendiendo seguros, pero desde un monto muy pequeño.
TABÚ
–Aparte de tener un nombre un poco complicado, la coloproctología es una especialidad que está un poco damnificada por el tabú, la ignorancia, especialmente los hombres, ¿no?
–Mi papá fue un docente de alma, profesor de la Facultad de Medicina, formador de médicos. Y él tenía que hacer sus consultorios a la tardecita, porque el varón que iba a consultar sabía que tenía que tener un tacto rectal. Eso ha cambiado mucho, pero todavía hay un tabú en relación a ello, sobre todo en el varón.
–Quiero pedirte una referencia a un problema que es de tu permanente atención, como es el cáncer de colon, y que nos expliques en qué contexto se encuentra nuestro país en esa problemática.
–Con mis residentes decidimos indagar cómo está nuestra casuística y tomamos como referencia los hospitales más importantes de Central, que es donde se puede operar un cáncer de colon. Para sorpresa nuestra, encontramos que el 30 % de los cánceres de colon son operados de urgencia y eso es inadmisible en una enfermedad que es prevenible.
DIAGNÓSTICO PRECOZ
–¿Por qué?
–Porque el cáncer se inicia de unas pequeñas bolitas, uvitas que cuelgan en la luz del intestino que se llaman pólipos. Si uno a partir de los 50 años, aunque uno no tenga la más absoluta sintomatología, se realiza el estudio, que se llama colonoscopia, y si se encuentra ese pólipo se extirpa, uno está haciendo prevención.
Pero ¿qué sucede en nuestro país? O la información no llega, las sociedades científicas tienen pocos rubros para hacer campaña de concienciación, la difusión cuesta plata o nos topamos con que ese individuo, sobre todo en el interior, no puede acceder a la tecnología o aparece nuestra cultura fuerte con el efecto tabú que hace que, por más que lo conozca, no se hace de rutina ese estudio.
–¿Será que por eso también se demora tanto ya en una situación de afectación?
–Se opera de urgencia y se le tiene que quitar el intestino y ser lo que nosotros llamamos ostomizado. Es decir, abocar el colon a la pared del intestino y hacer su necesidad hacia una bolsita que se adhiere a la pared del abdomen. Y no debería llegarse a esa instancia.
El pronóstico no quiere decir que no se cure, pero el pronóstico es más feo, el sufrimiento es mayor y la persona que tiene un cáncer de colon debe ser conciente de que el proceso hacia la curación es prolongado. Estamos hablando de un año y no solo sufre ese paciente, sino que también detrás de él arrastra a la familia.
Y es un cáncer que es prevenible, como el cáncer de cuello uterino, pero hay una incidencia alta todavía a pesar del gran esfuerzo del Ministerio de Salud.
LABOR SOCIAL
–Hablanos un poco, doctor, antes de despedirnos de esa obra fantástica de la promoción 1983.
–Estábamos en Yataity del Guairá unos tres médicos, pueblo chico, viene un vecino preguntando si podíamos atender a una paciente. Fuimos, vimos a la paciente, era una ancianita, estaba deshidratada. Enseguida nos dimos cuenta de que no iba a poder comprar la medicación que necesitaba.
Fue este colega a comprar el suero, le pusimos antibióticos y la señora insistió en pagarnos y nos pasa seis huevos, a dos huevos cada uno. Ahí nos dimos cuenta de que la satisfacción que obtuvimos al salir de la casa de esa ancianita fue muy importante. Y surge la idea de hacer una atención médica grande en esa misma ciudad.
Y así iniciamos en 2015 la atención médica en Yataity del Guairá. En sus inicios tomamos solamente la parte médica con escaso instrumental o aparataje de diagnóstico. Crecimos en el tiempo gracias a la credibilidad y hoy día somos 185 médicos que nos vamos a poblaciones alejadas y carenciadas de la república a llevar una medicina de muy alto nivel, amparados en el trabajo conjunto con amigos no médicos que vieron honestidad y credibilidad en el proyecto, porque estos 185 médicos no van a poder aplicar su buen arte si no son acompañados por estos amigos no médicos que nos hacen trabajar.
–Este es uno de los proyectos de civilidad más importantes de esta década...
–Este año vamos a ir a Yegros. Estamos hablando de un contingente de 335 personas. El 5 y 6 de setiembre vamos a estar tomando como epicentro a Yegros, pero vamos a abarcar las ciudades de Yuty, 3 de Mayo, Bertoni y Yegros, o sea cuatro comunidades. Es largo hablar del proyecto, pero voy a comentar solamente este hecho. Ya fuimos a conocer las cuatro comunidades porque antes introdujimos una metodología militar.
Es lo que aprendí en las Fuerzas Armadas, el estudio de situación. ¿Dónde íbamos a ir? ¿Qué hay? ¿Qué no hay? ¿Qué tenemos que llevar? ¿Qué prevalencia de enfermedades hay? Y ahí nos enteramos, por ejemplo, que en 3 de Mayo uno puede enfermarse solamente de lunes a viernes de 7:00 a 15:00. Después ya no hay médico.
–Imaginemos una escena que le tocan el timbre o golpean la puerta en la casa y es un chico que hizo un estudio vocacional y encontró que quiere ser médico. ¿Cuáles son dos o tres cuestiones básicas que le recomendaría para que su vida sea de satisfacción y plenitud?
–Hoy día el ejercicio médico es riesgoso si es que uno no está bien formado y no adquiere el concepto de la capacitación constante. Eso está ligado a un costo. Segundo, no tiene ningún valor ser un profesional médico muy capacitado sin humanismo. En la conjunción de ambas cosas viene la aureola de la vocación. La vocación es la que le quita a uno el cansancio y abre la vía para llegar a la satisfacción espiritual, que es el privilegio de esta profesión que vanamente intenta emular al creador.