Río de Janeiro, Brasil | AFP | Después de cuatro días prófugo, el llamado "Dr. Bumbum" (Dr. Trasero) fue arrestado este jueves en Rio de Janeiro, acusado de haber causado la muerte de una paciente durante una cirugía estética clandestina en su apartamento. Sin embargo, el médico dijo ser víctima de una "injusticia".
Denis Furtado, famoso en las redes sociales como "Dr Bumbum", fue arrestado gracias a una denuncia anónima en un centro empresarial de Barra de Tijuca, un rico barrio del oeste de Rio, donde había operado a la mujer, informó la Policía Militar de Rio en Twitter.
Su madre, acusada de complicidad, también fue detenida.
El médico era buscado activamente por la policía desde el domingo, por cargos de homicidio y asociación criminal. El caso tuvo gran repercusión en Brasil, el segundo país con más cirugías plásticas después de Estados Unidos.
La empleada bancaria Lilian Quezia Calixto, seducida por la reputación de este doctor con más de 650.000 seguidores en Instagram, recorrió más de 2.000 km desde Cuiaba (oeste) para someterse a un aumento de glúteos con él en Rio.
Tras ser operada el sábado en la noche en el apartamento de Furtado, la mujer empezó a sentirse mal y fue hospitalizada. Después de cuatro ataques cardíacos, falleció.
"Como todo el mundo sabe ocurrió una fatalidad, pero una fatalidad que ocurre con cualquier médico", dijo el "Dr. Bumbum" en un vídeo colgado en su cuenta de Instagram, grabado en una oficina presumiblemente antes de ser detenido.
El médico dijo que operó a la mujer en su "consultorio" y que unas seis horas después, él mismo la llevó al hospital, donde acabó falleciendo.
"Es un misterio todavía la causa de su muerte, pero es una injusticia lo que están diciendo de mí en la televisión", manifestó Furtado, vestido con la misma americana negra con la que fue detenido y visiblemente nervioso.
El "Dr. Bumbum" hacía bioplastias con polimetilmetacrilato, una técnica cuestionada por muchos especialistas, que ha causado problemas y hasta la muerte de decenas de mujeres en América Latina.
El doctor aseguró que, a diferencia de lo que se comentó, tiene su credencial de médico vigente y ha realizado más de 9.000 veces ese procedimiento "habilitado".
La Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica denunció que "la creciente invasión de la especialidad por no especialistas ha promovido cada vez más casos fatales como éste".
© Agence France-Presse
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La conexión Marset-Lozano en el asesinato del exfiscal Pecci
Ayer 10 de mayo se cumplió el tercer aniversario del crimen del exfiscal paraguayo en Cartagena. A pesar de que los autores materiales y logísticos ya fueron condenados, aún falta que la mano de la Justicia llegue hasta los autores morales del crimen.
Sobre esta arista aún por dilucidar de este negro capítulo de la historia judicial del país, surgen varios indicios que conducen hacia una misma fuente sobre la autoría: la mafia asociada al narcotráfico. Uno de los indicios más fuertes lo señaló –no una, sino tres veces– el presidente de la República de Colombia, Gustavo Petro.
La primera vez fue hace tres años, poco después de ganar las elecciones en el país caribeño; ya en esa ocasión apuntaba al uruguayo Sebastián Marset, cabeza de una red de tráfico de cocaína con ramificaciones en la región y que hacía envíos de droga a los puertos europeos. Petro renovó esta acusación hace unos meses en dos ocasiones durante una reunión con su gabinete y en un acto oficial del Gobierno. Pero en esa ocasión además del narco uruguayo incluyó a un conocido mafioso del país cafetero.
En noviembre pasado, el mandatario había sugerido que el responsable de ordenar la muerte de Pecci era un “gran narcotraficante con conexiones dentro de la Fiscalía colombiana”, y en la misma sindicó a Marset de manera explícita, en conexión con su socio, el también narcotraficante Julio Lozano Pirateque.
De acuerdo a las expresiones del presidente Petro, con base en los datos que maneja su gobierno, Marset y Lozano tienen directa relación con el crimen de Pecci, que ocurrió la mañana del 10 de mayo, en la playa del Hotel Decameron, en la isla de Barú.
Diversos medios en Paraguay tratan de instalar la teoría de que los autores morales del crimen del exfiscal no se conocen, cabalgando incluso sobre hipótesis descabelladas, inverosímiles y carentes de fundamentos. Pero lo cierto y lo concreto es que los autores están bastante bien identificados al decir del mandatario cafetero.
Las propias investigaciones surgidas entre la Fiscalía de Colombia y de Paraguay, que han abierto un Equipo Conjunto de Investigación para avanzar en la aclaración completa del asesinato apuntan a que los socios de Marset en Paraguay también tienen un grado de responsabilidad.
En este sentido, los señalados son Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, y Jaime Franco, –ambos en prisión– quienes tenían estrechas relaciones entre sí y se habían visto afectados por las investigaciones que en vida realizaba Pecci. En especial, Franco que cayó detenido gracias a las diligencias y a los operativos encabezados por el fiscal asesinado.
A pesar del trabajo conjunto con las autoridades colombianas, lo que sí se podría cuestionar a la Fiscalía es que hasta ahora no haya habido imputaciones en el caso, lo que para muchos resulta inexplicable en razón de los indicios y señalamientos que existen.
“Estaré tranquilo cuando tengamos resultados”
El fiscal general del Estado, Emiliano Rolón, remarcó que de ningún modo se siente tranquilo o satisfecho la falta de resultados en la investigación del crimen del fiscal especializado en Crimen Organizado Marcelo Pecci, del que se cumplió ayer sábado su tercer aniversario.
“El día que tengamos algún resultado de alguna pista fija, clara y concreta, ese día me podría sentir tranquilo. Hoy simplemente navegamos, como todos, en las dudas, y eso no nos lleva a un final feliz”, expresó el titular del Ministerio Público, durante un acto de homenaje a Pecci que se celebró ayer mañana en la institución.
La ceremonia incluyó la presentación de una ofrenda floral frente al monolito de Marcelo Pecci Albertini en la sede central del Ministerio Público en Asunción, con la presencia de la madre del fiscal Pecci, así como otras autoridades fiscales.
Rolón mencionó que cuentan con un equipo operativo de gente muy comprometida y con mucha capacidad en lo que respecta a la investigación. Indicó que al momento de que exista algún nuevo eslabón que investigar lo estarán haciendo en forma clara hasta llegar al final.
Familia realizó emotivo homenaje
A tres años de su asesinato, familiares, amigos y excolegas se juntaron en la Recoleta para recordar al fiscal asesinado. La Fiscalía también le rindió tributo.
Familiares y allegados del fiscal Marcelo Pecci se congregaron ayer para realizar un emotivo homenaje en el Cementerio de la Recoleta, en coincidencia con el tercer aniversario de su asesinato en Colombia. Uno de sus amigos leyó una conmovedora carta póstuma, escrita en primera persona.
Entre los asistentes se hallaban la viuda del fallecido agente fiscal, la periodista Claudia Aguilera, Francisco Pecci, hermano de Marcelo, además de excompañeros del Colegio de San José, entre otros.
Además de rendir tributo en su memoria, aprovecharon la ocasión para reiterar el pedido de justicia y exigir a la Fiscalía paraguaya que avance en la investigación, a fin de identificar finalmente al autor intelectual del crimen.
Destacan más apertura con Fiscalía colombiana
El agente fiscal Manuel Doldán, director de Asuntos Internacionales de la Fiscalía, destacó el Equipo Conjunto de Investigación (ECI) conformado con los colombianos.
Dijo que esta acción permitió acceder a un cúmulo bastante significativo de cooperaciones jurídicas individuales que se dio en este proceso.
“Esto lo hicimos de manera formal, ya no en cooperaciones individuales y sueltas, sino en el marco de un acuerdo que fue construido con base en normas de Naciones Unidas. A partir de ese momento generamos una facilidad de comunicación”, remarcó.
“Ahora estamos en una fase de investigación de los autores morales del crimen, ya se genera una complejidad mucho más profunda en el ámbito penal, porque se trata de una causa vinculada al crimen transnacional.
Entonces, la conformación del ECI está permitiendo una planificación mucho más jurídica y mucho más estricta de la investigación”, precisó.
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A tres años del asesinato de Pecci: el crimen que sacudió a la justicia regional sigue exigiendo respuestas
- Por Nadia Denis (nadia.denis@nacionmedia.com)
Este sábado 10 de mayo se cumplen tres años del asesinato del fiscal Marcelo Pecci en una playa de Barú, en Colombia, y el caso, lejos de cerrarse, sigue dejando muchas preguntas sin respuestas. El crimen, que estremeció a Paraguay y a gran parte de América Latina, se ha convertido en un símbolo de los desafíos que enfrenta la lucha contra el crimen organizado en la región.
Pecci, fiscal especializado en la lucha contra el narcotráfico, crimen organizado y lavado de dinero, fue asesinado mientras se encontraba con su esposa —la periodista Claudia Aguilera, embarazada de pocos meses— durante su luna de miel, en un atentado que, según las investigaciones del Ministerio Público de Colombia, fue planificado con precisión por redes criminales transnacionales.
“Son tres años y lamentablemente no se sabe todavía quiénes fueron los autores de morales de su muerte. Hasta el momento la justicia está incompleta, pero las esperanzas son las últimas que se pierden, espero que en poco tiempo se pueda llegar a saber realmente quienes fueron”, dijo Maricel Albertini, madre de Pecci en comunicación con La Nación/Nación Media.
Desde entonces, nueve personas han sido capturadas, juzgadas y condenadas por su participación, entre ellos los autores materiales y algunos intermediarios logísticos. Sin embargo, el autor intelectual del crimen sigue en las sombras y se desconoce si fue una persona, un grupo criminal e incluso no se sabe de qué país vino la orden para acabar con la vida de Pecci.
Durante estos tres años, la figura de Marcelo Pecci ha sido recordada en múltiples escenarios como ejemplo de integridad profesional y valentía. Sin embargo, su familia insiste en que los homenajes deben ir acompañados de avances concretos en la identificación y juzgamiento de los verdaderos responsables detrás del asesinato.
“Tengo entendido que ahora hay una cooperación entre Paraguay y Colombia, creo que están intercambiando datos, pero no se sabe realmente, yo creo que la orden no solo salió solo de Paraguay y es un grupo más bien a nivel internacional, pero esas son suposiciones mías, porque no hay mucha información sobre eso”, expresó.
Los indicios apuntan a organizaciones criminales vinculadas al narcotráfico, en grupos asociados al prófugo uruguayo Sebastián Marset, Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, y Jaime Andrés Franco Mendoza, ambos paraguayos recluidos en cárceles de Paraguay. Incluso, el presidente colombiano Gustavo Petro apuntó en reiteradas ocasiones al uruguayo en sociedad con un capo en Colombia como responsables de haber ordenado y financiado este crimen.
El clamor por la justicia
En marzo de este año, la familia presentó una demanda contra el Estado colombiano y el hotel donde ocurrió el crimen, señalando fallas de seguridad y omisiones graves. La familia pide un resarcimiento de USD 2,4 millones y su defensa alegan se suministraron datos de suma relevancia y se facilitó el acceso de los asesinos a lugares reservados.
En Colombia, la investigación ha tenido avances significativos, pero también retrocesos dolorosos. El asesinato en prisión de Francisco Luis Correa, quien habría sido un testigo clave por su rol de coordinador entre los autores materiales y los autores intelectuales, fue un golpe a la causa. Para muchos, su muerte representa una muestra más de la capacidad de las estructuras criminales para obstruir la justicia incluso dentro del sistema penitenciario, puesto que existen severas dudas de que su fallecimiento haya sido simplemente producto de una rencilla entre reclusos.
Desde organismos internacionales hasta embajadas extranjeras, la presión para esclarecer el caso se mantiene. Estados Unidos ha reiterado su compromiso en apoyar la lucha contra el crimen organizado en Paraguay, y asociaciones de fiscales de toda Iberoamérica han elevado su voz para exigir justicia y recordar el legado de Pecci.
En Asunción, este nuevo aniversario estará marcado por conmemoraciones y recordaciones organizadas por la familia Pecci y por sus excompañeros del Ministerio Público, a quien les une el reclamo de poder llegar a la verdad, porque a tres años del crimen, la justicia sigue siendo una deuda pendiente.
“Muere el que es olvidado y él siempre está vivo, a menudo le hacen homenajes y siempre se le recuerda. Él está aunque no esté presente de cuerpo con nosotros, su alma está entre nosotros”, cerró diciendo su Maricel.
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Imputan a segundo presunto involucrado en el asesinato de comerciante en Misiones
Durante un operativo realizado en el barrio San Francisco del distrito Doctor Juan Eulogio Estigarribia, ex Campo 9, en el Departamento de Caaguazú, fue detenido un hombre que estaría involucrado en el asesinato del comerciante Juan de Dios Ayala, reportado el pasado miércoles 9 en la ciudad de San Ignacio Guazú, en Misiones.
El hombre fue identificado como Alcidio Obregón Benítez, de 34 añkos; el mismo cuenta con dos órdenes de captura pendientes y antecedentes penales por hurto agravado. El fiscal de la causa, Édgar Ortiz, confirmó la imputación del mismo por el homicidio del empresario.
“Ayer fuimos informados por la policía de la detención de este hombre en Caaguazú. Aún no podemos divulgar mayores informaciones respecto al proceso y el avance de la investigación. Hasta el momento existen dos personas detenidas e imputadas, una de ellas una adolescente de 15 años”, comentó el fiscal Ortiz.
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El mismo especificó que no puede descartar que más personas sean imputadas en torno al caso, ya que el crimen continúa siendo investigado por las autoridades locales, puesto que es necesario aún aclarar varios puntos en torno al hecho.
En cuanto a si el asesinato se habría tratado de un intento de robo teniendo en cuenta que el vehículo del fallecido fue encontrado a varios metros de la vivienda, el representante del Ministerio Público comentó que la hipótesis principal es que no se trató de un intento de robo, sino que el vehículo fue utilizado para la huida de los autores, quienes finalmente decidieron abandonar la camioneta en marcha.
Juan de Dios Ayala Almirón, de 68 años, más conocido como Sureño, quien era propietario de un supermercado en San Ignacio Guazú fue encontrado sin vida en el interior de una vivienda ubicada en la compañía Arroyo Karē del distrito de Santa María, departamento de Misiones. Su cuerpo presentaba un impacto de bala a la altura del cuello.
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Primer magnicidio: usando como munición la pata de una olla, en 1877 mataron al presidente Gill
Por Lourdes Torres - Periodista - lourdes.torres@nacionmedia.com
Era la mañana del 12 de abril de 1877, el joven presidente de la República del Paraguay, Juan Bautista Gill, que entonces tenía 37 años, estaba realizando su tradicional caminata por la entonces calle Villarrica, hoy Presidente Franco. Al alcanzar el cruce con Independencia Nacional, lo aguardaban los conspiradores que le dispararon con una escopeta a la altura del estómago, causándole la muerte casi al instante.
Semanas atrás, en una edición de Paraguay en la Historia, hablamos del magnicidio en la era democrática, el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña. Pero este episodio no fue el único magnicidio en toda la historia del país, ya que en la post guerra contra la Triple Alianza se dio un episodio similar cuando fue asesinado el presidente de la República, Juan Bautista Gill, a la luz del día y en pleno microcentro de Asunción. Te contamos este negro episodio de la historia.
La Nación/Nación Media conversó con el historiador contemporáneo Claudio Velázquez, quien comenzó explicando el contexto socio-político que vivía Paraguay en la post guerra de la Triple Alianza. Señaló que Juan Bautista Gil asumió la presidencia de la República en noviembre de 1874, en reemplazo a Salvador Jovellanos.
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Favorecido por los brasileños
Durante la post guerra, Gill supo ganarse el favor del Ejército brasileño, que en aquel tiempo ocupaba Asunción. “Para tener una idea de la fuerza que ejercía el Ejército brasileño, había más de 2.000 a 2.500 brasileños que formaban parte del ejército de la post guerra, mientras que el ejército paraguayo, la fuerza de policía le daba con suerte a 700 efectivos, eran muchísimos más brasileros. Gill supo ganarse la causa brasilera y era cuestión de tiempo nada más para que asumiera la Presidencia”, explicó.
Previamente, fue ministro de Hacienda con algunos polémicos cuestionamientos por el despilfarro de los dos grandes empréstitos que hizo Paraguay en el periodo de post guerra. Aun así, asumió el Gobierno, en gran mayoría gracias al favor de los brasileros.
En ese proceso de ser ministro de Hacienda, luego presidente, habiendo ganado el favor de los brasileros, Juan Bautista Gill fue un personaje que en ese camino político se ganó de muchos enemigos. Justamente esos adversarios políticos fueron los que tramaron el primer magnicidio en el Paraguay.
“Gran parte de ese crimen se debe a que, para abril de 1877, ya no estaban las fuerzas de ocupación brasilera en Asunción. Gill ya no tenía protectores que pudieran tutelarle, entonces, esa situación es plenamente aprovechada por sus adversarios para asesinarlo”, precisó.
Mentores y autores del crimen
El historiador señaló que uno de los principales adversarios políticos fue Juan Silvano Godoy, un intelectual del Derecho, político y autor paraguayo. Él fue quien organizó y planificó el asesinato de Gill con ayuda de su hermano Nicanor, Matías Goyburú y José Dolores Molas, el legendario “Pai-Loló”, de la pasada guerra.
“El presidente Juan B. Gill realizaba su caminata tradicional, sobre la calle Villarrica, que hoy se conoce como Pte. Franco. Una cuadra antes de su intercepción con Independencia Nacional, curiosamente la esposa de su vicepresidente Higinio Uriarte, quien era su primo a la vez, lo ve desde una ventana y le advierte que existen rumores sobre una conspiración en la cual pretendían asesinarlo”, comentó.
Gill, en su carácter soberbio, le dijo que no se preocupara que estaba bien cuidado. Pero una cuadra después, llegando a la citada intersección, estaban sus asesinos esperándolo José Dolores Molas y Nicanor Godoy, hermano de Juan Silvano Godoy. El historiador señaló que, de acuerdo a los comentarios, ante la falta de proyectiles usaron las patas de un soporte de ollas.
Indicó que Gill estaba acompañado de dos edecanes (oficiales de alta graduación que eran sus escoltas), quienes también resultaron heridos. A partir de ahí inició una huida de los asesinos de Gill, porque rápidamente reaccionó la Policía ante este magnicidio.
Tras el asesinato del presidente Gill, también ese mismo día fue asesinado su hermano Emilio Gill, quien posterior a su muerte se le desmembró las orejas como prueba de que se cumplió con el encargo.
Proceso judicial
Velázquez señaló que tras el crimen se abrió un proceso contra sus asesinos, tanto Juan Silvano Godoy y su hermano Nicanor quedaron impunes debido a que logran huir, cruzando el río Paraná e instalándose en Corrientes. “Sí se abrieron algunos procesos contra José Dolores Molas, y otros personajes. Algunos injustamente fueron endilgados de culpables en este proceso, uno de ellos fue Facundo Machaín”, precisó.
Respecto a este último, el historiador explicó que existían algunas versiones políticas en contra de Facundo Machaín, a raíz de que fue una eminente figura política, y adversarios suyos como Bernardino Caballero y Patricio Escobar no podían verlo prosperar políticamente.
“No encontraron mejor solución para terminar la brillante defensa que ejercía Facundo Machaín en los juicios, que hacer una supuesta intentona de fuga masiva de la cárcel pública que estaba ubicada al lado de la Catedral Metropolitana. La Policía reaccionó y en ese incidente se aprovecha para acabar con la vida de Facundo Machaín, José Dolores Molas y otros a los cuales se les atribuía haber participado del magnicidio de Gill y de esa forma terminó un poco ese proceso del primer magnicidio en la historia paraguaya”, relató.
Finalmente, señaló que, durante los casi 2 años y medio de mandato, Juan Bautista Gil se destaca como obras de gobierno la firma del Tratado de límites, paz, comercio y navegación con la Argentina, firmados por Facundo Machaín y Bernardo de Irigoyen, en la cual se definían los límites fronterizos con el vecino país, posterior a la guerra de la Triple Alianza.
“Durante su gobierno se implementa el código civil argentino, que fue un cuerpo legislativo fundamental para organizar a la sociedad paraguaya. En lo económico, tomó medidas como el estanco del Tabaco, de tal manera existan ciertas recaudaciones para el Estado paraguayo que en aquellos tiempos estaban por el piso”, concluyó.
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