Sao Paulo, Brasil | AFP

Una guerra comercial entre Estados Unidos y China puede perjudicar a Brasil, aunque en un primer momento la disputa entre sus dos principales socios comerciales podría generarle algunos beneficios, advirtió el viernes el canciller brasileño, Aloysio Nunes.

"Las implicaciones de una guerra comercial son muy nocivas para el mundo, especialmente para un país en desarrollo como el nuestro, que necesita acceso a los mercados, necesita intercambio comercial y mayores inversiones", afirmó Nunes, citado por la estatal Agencia Brasil, en una reunión con empresarios industriales en Sao Paulo.

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Nunes admitió que las tensiones entre las dos mayores economías mundiales podría generar algunos beneficios para las exportaciones brasileñas, pero que estos serían de corto plazo. "Esa guerra va a llevar a una disminución del ritmo de crecimiento de la economía mundial, y un país que quiere insertarse cada vez más en el mercado mundial, verá menguar sus oportunidades", alertó.

Para Nunes, el comercio está sujeto a reglas "que no dependen del humor de tal o cual gobernante".

Varios analistas afirmaron que los exportadores brasileños de productos agrícolas podrían beneficiarse de un cierre de los mercados chinos a Estados Unidos.

China es el primer socio comercial de Brasil y Estados Unidos el segundo, tanto en importaciones como en exportaciones.

La propia China abogó el viernes por incrementar la cooperación con el grupo BRICS de potencias emergentes (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), en un contexto de crecientes fricciones económicas y comerciales con la mayor economía mundial.

En junio pasado, los BRICS denunciaron el "proteccionismo" de Estados Unidos, que "socava el crecimiento mundial", luego de la decisión de Washington de aumentar los aranceles a productos que importa principalmente de sus países aliados, como el acero.

La semana pasada, Estados Unidos impuso aranceles de 25% sobre unos 34.000 millones de dólares en importaciones de productos chinos, iniciativa que motivó una represalia inmediata y equivalente por parte de Pekín.

La escalada continuó cuando la administración de Donald Trump indicó el miércoles que analizaba una nueva lista por valor de 200.000 millones de dólares en productos chinos a los que impondrá nuevos aranceles.

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