Ciudad del Vaticano, Santa Sede | AFP.

Por Catherine MARCIANO

El papa Francisco viaja el jueves a Suiza para un visita relámpago de carácter ecuménico que tiene como objetivo acercar a católicos, protestantes y ortodoxos.

El pontífice permanecerá algunas horas en Ginebra para asistir a la celebración de los 70 años de Consejo Mundial de Iglesias, fundado en 1948 y al que adhieren 350 organizaciones. Se trata de un gesto simbólico con el que el papa argentino quiere fortalecer el “diálogo ecuménico” y afianzar vínculos.

El acercamiento entre cristianos es una de las prioridades del pontificado de Francisco, sumamente marcado por el Concilio Vaticano II (1962-1965), que pregonaba el respeto mutuo y renunció a considerar a la Iglesia católica como la única religión posible tras siglos de cismas, guerras sangrientas y odios obstinados.

Con su viaje a Ginebra, tierra del teólogo y reformador protestante Juan Calvino, el papa desea abrazar a la organización ecuménica más grande del mundo, que comprende entre otras a la iglesia asiria de Oriente, a los ortodoxas orientales y a las diversas Iglesias protestantes (luteranos, menonitas, metodistas, moravianos y reformados) y evangélicas, tales como los bautistas y los pentecostales.

Con la tendencia a la descristianización de Europa, los enfrentamientos entre católicos, ortodoxos y protestantes han mermado mucho. Las persecuciones y los ataques terroristas contra los cristianos en varias partes del mundo también han contribuido a un mayor acercamiento.

“Si el enemigo nos une en la muerte, ¿quiénes somos para dividirnos en la vida?”, reconoció el pontífice. Según el cardenal suizo Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el 80% de las personas perseguidas en el mundo son cristianas.

Discrepancias doctrinales

La Iglesia Católica Romana (1.300 millones de bautizados) no es miembro del CMI, que representa a más de 500 millones de cristianos de iglesias y comunidades que además no reconocen la primacía del papa.

La iglesia católica, sin embargo, continúa a llamar a las iglesias protestantes “comunidades eclesiales” y no les otorga el grado de iglesia debido en buena parte a la interpretación que dan de la eucaristía.

Francisco participará también a una “oración ecuménica” con la que quiere mostrar su compromiso con la unidad de los cristianos.

Para el cardenal Koch, una posible adhesión de la iglesia católica al CMI requiere aún de “estudios teológicos profundos” y por ahora no está prevista. El pontífice celebrará una misa frente a unos 40.000 católicos. Se trata de la tercera visita de un papa al CMI, después de la de Pablo VI en 1969 y la de Juan Pablo II en 1984.

Francisco ha cumplido pasos importantes a favor del acercamiento entre religiones. Viajó en 2016 a Suecia con ocasión de los 500 años de la reforma protestante de Martin Lutero en un gesto histórico.

Sus buenas relaciones con la iglesia luterana, dirigida por una mujer casada y con dos obispos abiertamente homosexuales, generaron críticas de los círculos más conservadores de la iglesia católica.

En febrero del 2016, el inédito abrazo entre el papa y el patriarca ortodoxo ruso Kirill en Cuba resultó otro gesto importante a favor de la unidad de los cristianos por parte de los líderes de las dos iglesias cristianas más grandes y divididas desde el cisma del año 1054.

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