El embajador paraguayo en México, Víctor Cuevas, informó este miércoles que continúa la búsqueda del paraguayo desaparecido tras el sismo. El mismo fue identificado como José Lin y es un ciudadano oriental nacionalizado paraguayo.
"Hay un ciudadano oriental nacionalizado paraguayo que está desaparecido entre los escombros. Se trata de José Lin y hasta el momento lo siguen buscando. Estuvo trabajando en una fábrica", manifestó el embajador, en comunicación con la 970 AM.
Sostuvo que la propia esposa del ciudadano oriental nacionalizado paraguayo confirmó la desaparición. Rápidamente se inició la búsqueda pero hasta el momento no se logró ubicarlo.
Hasta el momento es el único paraguayo en esta situación. El embajador indicó que la situación en México es crítica luego del terremoto, especialmente en Capital y en Puebla, así como en Morelos.
"Hay paraguayos que no reportaron ningún accidente, felizmente, de localidades cercanas a la ciudad de México. La línea habilitada por la embajada es 52 15 57 85 84 077. Van a seguir trabajando los rescatistas", agregó el el embajador.
Un sismo de 7,1 grados sacudió este martes la Ciudad de México, causando el colapso de varios edificios y escenas de pánico entre sus 20 millones de habitantes, cuando se conmemoran 32 años del terremoto que destruyó la capital en 1985.
El sismo ocurrió a las 13H14 locales (18H14 GMT). El Instituto Sismológico de México estimó inicialmente el terremoto en 6,8, y luego lo situó en 7,1. Hasta ahora, las autoridades no han dado un balance de daños o víctimas en Ciudad de México, donde viven 20 millones de personas.
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Chile: ocho paraguayos rescatados tras tormenta, dos decidieron no abandonar sus camiones
Este lunes, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay confirmaron que ya rescataron a los camioneros paraguayos que se encontraban varados en Atacama, Chile, por una tormenta de nieve. Los compatriotas estuvieron atrapados por cuatro días sobre la ruta 27CH.
El consulado General del Paraguay en Iquique y las autoridades de la Región de Atacama en la Provincia de El Loa, trabajaron en conjunto para poder encontrar a los 10 connacionales que estaban varados desde el 25 de junio pasado como consecuencia de intensas tormentas de nieve.
“Todos los compatriotas fueron hallados sanos y salvos. Ocho de los diez camioneros fueron evacuados en buen estado de salud, tras haber permanecido cuatro días dentro de sus camiones en la ruta 27CH. Los dos restantes optaron por permanecer en sus vehículos”, expresaron en un comunicado.
El clima empeorará
Resaltaron que los dos paraguayos que decidieron quedarse en sus camiones lo hicieron porque no se encontraban directamente afectados por la nieve. Sin embargo, seguirán monitoreándoles y buscarán la manera de que acepten salir de la zona. “Conforme los reportes meteorológicos, el clima va a empeorar en las próximas horas”, detallaron.
Agradecieron a las autoridades chilenas y argentinas, en especial de los Carabineros de Chile, cuyas acciones permitieron concretar el traslado de los compatriotas antes del nuevo frente frío. “El gobierno del Paraguay continúa monitoreando la situación y prestando asistencia a los compatriotas”, expresaron.
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Camioneros atrapados en Chile: familiares piden ayuda a las autoridades nacionales
Este domingo, familiares de los camioneros paraguayos que se encuentran atrapados por la nieve en el desierto de Atacama, Chile, pidieron ayuda a las autoridades de Paraguay para poder rescatar a los compatriotas. El Consulado Paraguayo confirmó que son entre 10 y 20 los connacionales que están varados desde el miércoles pasado.
Según Dahiana Diaz, hermana de uno de los paraguayos atrapados, estuvo en contacto con familiares de los conductores que están en Chile y que hasta el momento suman más de 10 atrapados. Esperan que hoy domingo continúen con los trabajos de rescate y solicitan ayuda de las autoridades nacionales.
“Es la primera vez que mi hermano queda varado. No sabemos nada de Alexander. Pensamos que estaba atravesando por una zona donde no suele tener señal hasta que vimos las noticias. Pensamos que eran cuatro, pero no llegó información de que son más de diez personas”, detalló la joven en C9N.
Indicó que están desesperados porque no tienen noticias y que ayer, cerca de las 16:00, cesaron los rescates por parte de las autoridades de Chile. “Son cigüeñeros todos, estamos preocupados porque no tenemos información de que estén bien. Hasta ahora las autoridades no se comunicaron con nosotros”, refirió.
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Prosiguen con el intento de rescate
Desde Chile confirmaron que hoy domingo, los rescatistas volverán con los trabajos pese a que las condiciones climáticas no mejoran en la zona. Se sumaron a la búsqueda helicópteros de la sección aérea de la zona Carabineros de Antofagasta, que se encarga de ver en qué condiciones está la ruta.
“Tenemos contacto con el Consulado de Paraguay, que tuvo contacto con familiares y que han confirmado que existen entre 10 y 20 paraguayos que se encuentran en camiones resguardados, en espera de ser evacuados. Estos se encuentran entre el kilómetro 60 y el 80, y solo pudimos avanzar hasta el 50”, dijo el coronel Oliver Matteo, prefecto de la LOA, en un comunicado.
Agregó que hay bastante viento blanco y nieve que dificulta poder visualizar la presencia de vehículos. “En los procedimientos de rescate que se realizaron el sábado se logró llegar al kilómetro 50 y se logró el rescate de una pareja de transportistas de nacionalidad brasileña”, puntualizó.
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Más de 4 millones de personas utilizan internet en Paraguay
En siete años, el uso de internet en la población paraguaya aumentó 21 puntos porcentuales, traduciéndose en que un total de 4.017.828 personas utilizan mensajería instantánea, redes sociales y llamadas telefónicas.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó los principales indicadores del acceso de la población a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).
Los resultados provienen de la Encuesta Permanente de Hogares de los años 2017 al 2024.
CRECIMIENTO
Entre 2017 y 2024, el acceso a internet en Paraguay ha experimentado un notable crecimiento. La proporción de la población de 10 y más años de edad que utiliza internet ha aumentado en 21 puntos porcentuales, pasando del 61,1 % en 2017 al 81,6 % en el año 2024.
Esto significa que, en términos absolutos, alrededor de 4.017.828 personas en Paraguay utilizaban internet en el 2024, lo que representa el 81,6 %.
El estudio no incluye los departamentos Boquerón y Alto Paraguay, comunidades indígenas y viviendas colectivas.
En Paraguay, los jóvenes son los que encabezan el uso de internet. Entre los 20 y 34 años de edad, cerca de 9 de cada 10 personas acceden a internet, mientras que en el grupo de 10 a 14 años de edad la cifra se reduce a 5 de cada 10 personas.
POR SEXO
Por sexo, las mujeres tienen una leve ventaja sobre los hombres en cuanto al uso de internet. El 82,1 % de las mujeres utiliza internet, mientras que en el caso de los hombres la cifra es del 81,0 %. En el año 2024, la población de Asunción que utilizó internet fue de 88,9 %. A nivel departamental, se destacan Central (87,6 %), Alto Paraná (87,1 %) e Itapúa (78,2 %) con los mayores porcentajes de población usuaria de internet; en tanto que en San Pedro y Caaguazú se registraron los niveles más bajos de utilización, alrededor de 7 de cada 10 personas utilizan internet
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Es preciso detener la marcha del Reloj del Apocalipsis
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
Las guerras –tantas veces repudiadas en el devenir de la historia universal– una vez más parece estar a la vuelta de la esquina. No es una sorpresa ni mucho menos algo inesperado.
La aldea global cambia. La tertulia invernal en esta tan fría noche en Mar del Plata –unos 1.450 kilómetros al sur de mi querida Asunción– posibilita que emerjan dudas, interrogantes, convicciones y, por qué no decirlo, preocupaciones. Amigos, amigas y debates cruzados. Mi vieja mecedora junto a los leños crepitantes y los copones cargados con un Gran Enemigo, cabernet franc de 2020, añaden calidez a ese “cónclave para pocos… y pocas”, como propuso alguien en tono de broma en “la previa”.
Las guerras ganan preponderancia en el espacio dialógico. El destrato violatorio de los derechos humanos de más de 125 millones de personas desplazadas, según los reportes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), agrega angustia.
“El propósito globalizador amplio que algunos estadistas a izquierda, derecha y centro impulsaron en décadas recientes parece decaer o, por lo menos, perder impulso”, lanza JJT, académico y catedrático. Lector con voluntad inquebrantable de conocimiento, agrega a ello su sorprendente memoria. Alguien coincide y asegura tener la misma percepción.
“Es así a partir del acceso al poder de nuevos líderes y lideresas que en algunos casos –por sus decires, sentires y acciones concretas– parecen dar señales de tener bajos coeficientes intelectuales para lo que se supone y demanda –justamente– a líderes y lideresas”, sentencia DEG, con años de formación en universidades asiáticas, europeas y en Oriente cercano.
Aquí, allá y acullá, conflictos en desarrollo. Terrorismos amenazantes y novedosas prácticas horrorosas. Armados con letales armas de diseño –incluso on demand– algunos gobiernos y corporaciones por debajo de la mesa privatizan las guerras e intervienen en ellas con mercenarios que asesinan a pedido del mejor postor.
SICARIATO A GRAN ESCALA
“¡El estadio superior del sicariato a gran escala!”, enfatiza AS, analista transnacional amateur. Con el pensamiento puesto en todos aquellos fuegos y nuestro propio fuego, entrecierro los ojos. Percibo que nuestros teléfonos inteligentes vibran.
“A los refugios. Suenan las alarmas”, reporta @bettapique –colega periodista galardonada y con larga trayectoria profesional en conflictos y guerras– desde su cuenta en X. “Israel e Irán intercambiaron disparos nuevamente (…) en su enfrentamiento más intenso de la historia, alimentando los temores de un conflicto prolongado que podría abarcar a Medio Oriente”, agrega la agencia francesa de noticias AFP.
Enmudecimos. Las y los integrantes de este grupo tenemos afectos y recuerdos valiosos en ese lugar del planeta. Tal vez, en silencio, propusimos un brindis por la paz que, también sin expresarlo en alta voz, lo aceptamos. Alguien levantó su copón. “¡Por la paz!”.
El ruego colectivo, sin embargo, no alcanza para dejar atrás los pensamientos. “El mejor camino para olvidar es no pensar”, le hizo decir alguna vez el viejo Ray Collins (92)
–tal vez el más grande escritor de historietas vivo en nuestra región después de la partida del admirado Robin Wood el 17 de octubre de 2021, en Encarnación– al teniente Zero Galván, del imaginario precinto 56 en NYC. “Pero, también, es el más largo”, remató aquel duro héroe latino (migrante) de ficción, aunque no tanto.
Ucrania arde. Gaza agoniza. Israel, aterrorizada. Irán, atormentada. República Democrática del Congo, ensangrentada. Sudán, Yemen, Nigeria, Afganistán, Siria, horrorizadas. Profesionalmente trashumé esos paisajes que millones –a través de milenios– llamamos Tierra Santa y algunos creemos que lo es.
Los grupos de poder que con el correr de los tiempos y la emergencia de conflictos múltiples se crearon para que líderes y lideresas resuelvan entre ellos y ellas los conflictos que se desploman sobre millones de inocentes devienen en púlpitos inadecuados, inútiles, para que los unos y las otras –tal vez– se escuchen entre ellos y ellas.
ALARIDOS
¿Quieren oírse? Los tremendos alaridos desgarradores de las y los desesperanzados no parecen conmoverlos. Millones huyen. Atrás quedan niñas y niños arrancados de sus familias para convertirlos en soldados. Los preparan para que sepan cómo ser eficientes para asesinar en masa.
Las y los adultos despojados de esos afectos entrañables, amenazados por lo que creen peor, se lanzan en busca de refugios incansablemente hasta que intuyen, perciben, sienten que –en verdad– van hacia lo peor. Miles sucumben cuando lo intentan.
Ningún lugar queda lejos para las y los desplazados forzados que, en cientos de casos, comprenden que escapar no siempre es llegar al lugar deseado. Al que creen más adecuado o al que, después de la huida, podría ser el nuevo y fértil campo de arraigo para sembrarlo de sueños. ¡Corramos, las balas pican cerca!
Sin embargo, algunas veces es tan aciago llegar que hasta aquel atrás peligroso que indujo la fuga parece perder sentido cuando –en cada playa a la que se arriba, luego de cada frontera que se cruza o muro que se sortea– se hace el recuento de quienes lo consiguieron entre las y los que partieron unidos en la desesperanzada esperanza.
Nunca fueron pocos ni pocas. Ni cuando las llamadas “invasiones bárbaras”, desde el siglo III de nuestra era, ni cuando finalizaba el siglo XIX y comenzaba el XX, en el “período de migraciones”. Sin embargo, por estos tiempos, los desplazados son muchos más. Quienes mueren en los intentos, también.
DESAPARECIDOS
En 2023, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) reportó que, desde 2014, “más de 28 mil personas han desparecido” cuando intentaban llegar desde África a Europa. Lampedusa, esa muy pequeña isla italiana, es uno de los tantos puntos de llegada. Se multiplican allí los campamentos solo asistidos por voluntarios de múltiples organizaciones no gubernamentales (ONG) y programas de organismos multilaterales cada día menos dotados de fondos asistenciales.
El Mediterráneo es la ruta inevitable y, a la vez, un riesgoso desafío. A tal punto que a ese bellísimo mar al que los mapas del Imperio romano señalaban y mencionaban como Mare Nostrum, el papa Francisco unos pocos meses atrás lo describió como “un enorme cementerio”. El simbólico averno también pueden ser las olas gigantescas.
¿Y cuando llegan? “Solo la idea, la sensación y la convicción de ser sobrevivientes nos hace sentir bien, afortunados… pero dura poco.
El recuerdo de las y los ausentes pesa, lastima, hiere. Nos persiguen sin descanso”, me dijo mientras miraba fijamente aquel piso arenoso un desplazado con el que pude conversar periodísticamente.
Por breves momentos, sus ojos se perdían en el estrecho de Gibraltar. Miedos. Fantasmas, pensé y la certeza de estar siempre bajo sospecha. Muy cerca está la tan lujosa como deslumbrante Tanger tachonada de residencias ostentosas de ricos y famosos. El jet set no se fija en gastos.
“Solo, voy con mi pena / Sola va mi condena / Correr es mi destino / Para burlar la ley…”. Manu Chao (francés, español, vasco y gallego), como en aquel tiempo, vuelve a sonar en mis oídos. Ayer, hoy y mañana. Espero que no. “Perdido en el corazón / De la grande Babylon / Me dicen El Clandestino / Por no llevar papel (…) Mi vida va prohibida / Dice la autoridad”.
ARRAIGO Y DESARRAIGO
Algunas y algunos lo consiguen. Pero… arraigo y desarraigo suelen ser asignaturas pendientes, para siempre. “No soy de aquí, ni soy de allá, / no tengo edad, ni porvenir / y ser feliz, es mi color de identidad…”, canta desde 1970 el querido Facundo Cabral (1937-2011), siempre en mi corazón, que un frío sábado 9 de julio se fue desde Guatemala luego de cantar junto con miles en, de, desde, por y para la paz.
Una tormenta de violencia se abatió sobre él a las 5:20 de aquel día. El 8 de abril de 2016 la Justicia condenó a medio siglo de cárcel a quienes lo asesinaron. El narco Alejandro Jiménez, el Palidejo, y sus cómplices lo hicieron. Nunca nadie explicó, sin embargo, qué pasó. Mucho menos… por qué sucedió. ¿Por qué a él?, pregunté alguna vez en Guatemala a un magistrado. “¿Por qué no a él?”, fue su respuesta.
Ucrania arde. Gaza agoniza. Israel, aterrorizada. Irán, atormentada. República Democrática del Congo, ensangrentada. Sudán, Yemen, Nigeria, Afganistán, Siria, horrorizadas. La construcción de muros supera ampliamente al tendido de puentes. Asilamientos. Nacionalismos. Terrorismos. Crimen organizado transnacional de alta complejidad.
Algunas expresiones se repiten una y otra vez. Datos, hechos y supuestos se cruzan y entrecruzan. Incertidumbre y dolor. Las guerras –tantas veces repudiadas en el devenir de la historia universal– una vez más parece estar a la vuelta de la esquina. No es una sorpresa ni mucho menos algo inesperado.
EL RELOJ DEL APOCALIPSIS
Cuando finalizaba enero, el Reloj del Apocalipsis –así llamada esa herramienta científica creada por los más relevantes expertos nucleares en 1947– marcó que, en el año que recién se iniciaba, este 2025, faltan 89 segundos para la medianoche nuclear. Horroriza –más que nunca por estos días– ingresar en https://thebulletin.org/ doomsday-clock/. JJT lo hizo desde su celu. “Adelantamos el Reloj del Juicio Final (así también llamado) de 90 (en el inicio de 2024) a 89 segundos para la medianoche”.
¿Es posible? Los sucesores de Albert Einstein y Roberto Oppenheimer nucleados dos años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial –cuando Hiroshima y Nagasaki ya estaban incineradas– en el ámbito de la Universidad de Chicago son claros en el uso de la palabra. Son concientes de la gravedad del anuncio que realizan. Eligen puntillosamente cada vocablo para consignar que las agujas del Reloj del Apocalipsis precisan que – este 2025– es “lo más cerca que jamás hemos estado de la catástrofe” nuclear.
“El mundo ya está peligrosamente cerca del precipicio, un movimiento de incluso un solo segundo debe tomarse como una indicación de peligro extremo y una advertencia inequívoca de que cada segundo de retraso en revertir el curso aumenta la probabilidad de un desastre global”, puntualizan después.
Como una suerte de crónica del futuro que –como toda proyección histórica hacia atrás o hacia adelante se formula desde el presente, con lo que se sabe y se tiene hoy para medir y analizar– los analistas sostienen que “en cuanto al riesgo nuclear, la guerra en Ucrania, que ya lleva tres años, se cierne sobre el mundo”.
Agrega el breve texto que “el conflicto podría descontrolarse en cualquier momento debido a una decisión precipitada, un accidente o un error de cálculo”. Pero no se queda allí. “El conflicto en Oriente Medio amenaza con descontrolarse y convertirse en una guerra más amplia sin previo aviso”.
ARSENALES
Escalofriante. Revela luego que “los países poseedores de armas nucleares están aumentando el tamaño y la importancia de sus arsenales, invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en armas que pueden destruir la civilización”.
Lamentan y hacen público aquel día que “el proceso de control de armas nucleares se está desmoronando, y los contactos de alto nivel entre las potencias nucleares son totalmente insuficientes dado el peligro inminente”.
Con amargo asombro – tal vez tentados por la desazón– aseguran que “resulta alarmante que ya no sea inusual que países sin armas nucleares consideren desarrollar sus propios arsenales” y, aunque no señalan a país alguno en esa condición, aseguran que esos desarrollos “socavarían los esfuerzos de no proliferación (de armas de destrucción masiva) de larga data y aumentarían las posibilidades de que estalle una guerra nuclear”.
EL FIN DE LA CIVILIZACIÓN
El párrafo final –que JJT lee en alta voz– suena (y resuena) aún en mis oídos. “Continuar ciegamente por el camino actual es una forma de locura. Estados Unidos, China y Rusia tienen el poder colectivo de destruir la civilización. Estos tres países tienen la responsabilidad primordial de salvar al mundo del abismo, y pueden hacerlo si sus líderes inician conversaciones serias y de buena fe sobre las amenazas globales aquí descritas. A pesar de sus profundos desacuerdos, deberían dar ese primer paso sin demora. El mundo depende de una acción inmediata”.
Siento que las agujas de ese Reloj del Juicio Final no se aceleran ni acelerarán por quienes ejercen el derecho humano “a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado”; o “a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”, como lo consignan los artículos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1945.
No y solo no. El abismo está delante de un puñado de poderosas y poderosos. Solo ellas y ellos tienen la potestad de dar o no dar ese último paso al frente para detener el reloj o acelerarlo para siempre. ¿Qué es lo que no se entiende?