Presidente de JBS detenido en Brasil por uso de información privilegiada
Compartir en redes
Sao Paulo, Brasil | AFP |
El presidente del grupo de alimentación JBS, Wesley Batista, fue arrestado el miércoles por presunto uso de información privilegiada en la Bolsa durante las turbulencias provocadas por su propia implicación en un caso de corrupción, informó la policía brasileña.
El arresto se llevó a cabo en Sao Paulo, días después del de su hermano Joesley, una figura central en los escándalos que dejaron al presidente Michel Temer al borde de la destitución.
Wesley Batista es sospechoso de haber realizado pingües ganancias vendiendo acciones de JBS entre el 24 de abril y el 17 de mayo, cuando se reveló que junto a su hermano habían alcanzado un acuerdo de delación premiada en la causa que involucró a Temer.
El ejecutivo también compró en ese periodo una cantidad inusual de contratos derivados nominados en dólares.
Unas iniciativas previsoras, dado que la noticia del acuerdo judicial provocó un derrumbe de las acciones de JBS, la mayor procesadora de carne del mundo y debilitó al real frente al dólar.
La defensa de los Joesley y Wesley Batista consideró en una nota que la detención de ambos hermanos es "injusta, absurda y lamentable".
Los Batista admitieron haber pagado millones de dólares de sobornos a por lo menos 1.900 políticos.
Corrupción
La red de corrupción es de una magnitud similar a las que en los últimos años se desentrañó en otras emblemáticas empresas brasileñas, como la estatal Petrobras o la constructora Odebrecht.
Pero la novedad de JBS fue que la investigación llegó hasta el propio presidente de la República.
Joesley Batista grabó secretamente una conversación con Temer en Brasilia, en la que el jefe de estado parece dar su aval a la compra del silencio de un exdiputado preso.
Esa grabación y los testimonios de los Batista fundamentaron una denuncia del fiscal general Rodrigo Janot contra Temer, por "corrupción pasiva". A cambio de sus confesiones, los hermanos empresarios evitaron ir a la cárcel.
El acuerdo, que causó indignación en el país, fue suspendido el domingo pasado, al revelarse que Joesley Batista pudo ocultar información a los investigadores.
Empresa brasileña muestra interés en sector cárnico y energético de Paraguay
Compartir en redes
La cárnica brasileña JBS podría estar interesada en instalar operaciones de exportación de carne en Paraguay, donde también buscaría poner en marcha su actividad en el sector energético, un mercado en el que acaba de incursionar.
Así lo han afirmado representantes de la compañía brasileña en una reunión con el presidente de Paraguay, Santiago Peña, y el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, en la que han dialogado sobre las oportunidades que ofrece el país sudamericano.
Con este encuentro se ha abierto la puerta a que JBS vaya a instalar operaciones de exportación de carne en Paraguay, tanto de cerdo, como también de la proteína vacuna y de aves (pollo). Asimismo, la empresa ha mostrado su interés por las innovaciones dentro del sector energético, ya que también se dedica a la distribución y producción de energía a través de granjas con luz solares.
Uno de los puntos más importantes que se trató durante este encuentro fue lo relacionado a la Hidrovía Paraná-Paraguay, puesto que desde JBS han expresado que están interesados en que el país encuentre una solución a los problemas logísticos que están existiendo.
“Están interesados en que Paraguay encuentre una solución al tema logístico, sobre todo con inversiones para liberar 50 millones de toneladas del norte de Brasil que van a revolucionar el país en cuanto a la instalación de astilleros y provisión de servicios logísticos”, ha apuntado el ministro.
Entre los avances de JBS en materia energética, cabe señalar que la compañía está trabajando para producir biogás, lo que le permite darle al metano emitido en sus operaciones industriales un nuevo destino.
La inversión en proyectos de biogás en Brasil está en línea con el compromiso de JBS de convertirse en una compañía de cero emisiones para 2040 en toda su cadena de valor. A nivel mundial, JBS lleva décadas trabajando en la captura de metano en sus operaciones.
La empresa de alimentación brasileña JBS (José Batista Sobrinho), actualmente el mayor frigorífico de Latinoamérica, sufrió un ciberataque a fines de mayo. Foto: JBS.
Gigante mundial de la carne pagó rescate de US$ 11 millones a hackers
Compartir en redes
El gigante mundial de la carne JBS, víctima de un ciberataque a fines de mayo, pagó el equivalente a 11 millones de dólares a piratas informáticos, informó el miércoles el director ejecutivo de la filial estadounidense del grupo brasileño.
“Fue una decisión muy difícil para nuestra empresa y para mí personalmente”, dijo Andre Nogueira en un comunicado. “Sin embargo pensamos que esta decisión debía ser tomada para evitar cualquier posible riesgo para nuestros clientes”, aseguró.
“En el momento del pago, la gran mayoría de las instalaciones de la empresa estaban operativas”, comunicó JBS, una de las empresas del sector de la alimentación más grandes del mundo. Eso se hizo para “asegurar que no se fugaran datos” y “para evitar problemas imprevistos relacionados con el ataque”, según el grupo.
Nogueira precisó al Wall Street Journal que el pago del rescate fue hecho en bitcóin. JBS, especializada en los productos a base de cerdo, vaca y pollo, había indicado a las autoridades estadounidenses que estaba siendo objeto de un ciberataque con ransomware proveniente de una “organización criminal probablemente con sede en Rusia”, según la Casa Blanca.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró que no descartaba represalias contra Moscú tras este ciberataque. Los servidores en los que se basan sus sistemas informáticos en América del Norte y Australia habían sido atacados, paralizando las actividades del grupo en Australia y suspendiendo ciertas líneas de producción en Estados Unidos.
Además de Brasil y el resto de América Latina, JBS está presente en Estados Unidos, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y el Reino Unido. Recientemente varias empresas han sido víctimas de ataques informáticos a gran escala.
El grupo Colonial Pipeline, blanco de un ciberataque a principios de mayo, admitió haber pagado 4,4 millones de dólares a los piratas informáticos. El lunes, las autoridades estadounidenses anunciaron que habían recuperado parte de esa suma.
El ataque a Colonial Pipeline generó importantes problemas de suministro de gasolina en el sureste de Estados Unidos durante varios días. El “ransomware” explota los agujeros de seguridad para bloquear los sistemas informáticos. Luego, sus autores exigen un rescate para desbloquearlos. Según la firma de seguridad Emsisoft, el año pasado los piratas informáticos cobraron rescates por al menos 18.000 millones de dólares.
Con la formalización de la denuncia del fiscal general, Rodrigo Janot, contra el presidente Michel Temer por corrupción pasiva, la crisis política brasileña entró en una nueva fase.
La película de suspenso que vive la escena política nacional tiene cinco protagonistas: Joesley Batista, directivo de JBS cuya delación dio pie a las investigaciones contra el Jefe de Estado; Janot, que afirmó en su denuncia que el mandatario "engañó" a los brasileños; Temer, quien vive el momento más amargo de su carrera política; el exdiputado Rodrigo Rocha Loures, en prisión y en la mira de la justicia; el jefe de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, aliado de Temer.
Joesley Batista, el matarife de Temer
Heredó el apetito comercial de su padre, José Batista Sobrinho, cuyas iniciales dieron nombre al grupo JBS, el gigante de la carne brasileña. Con una carrera vertiginosa al frente de la empresa, Joesley, de 44 años, sacudió el país cuando a mediados de mayo se divulgó la grabación de una conversación con Temer en la que éste parecía consentir el pago de sobornos para mantener callado a un exdiputado.
Las delaciones premiadas de Batista y otros ejecutivos de JBS salpicaron a casi 2.000 políticos y permitieron la denuncia formal de Temer por corrupción pasiva.
"La corrupción se volvió regla del juego", dijo el ejecutivo en una entrevista con la revista Época en junio, definiendo a Temer como el "jefe de la organización criminal más peligrosa del país".
Rodrigo Janot. Foto: AFP
Rodrigo Janot, el fiscal acorazado
En 2013, cuando el país enfrentaba protestas y descubría la punta del iceberg de la institucionalizada corrupción brasileña, Rodrigo Janot asumió la Fiscalía General de la República.
En cuatro años, ha emitido pedidos de prisión contra algunos de las personalidades más conocidas de Brasilia, como el exdiputado conservador Eduardo Cunha y el exsenador Delcídio de Amaral, del PT (izquierda).
También pidió investigar a los exmandatarios Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff y no le templó el pulso cuando, en mayo, ordenó prisión preventiva para un fiscal por supuesta obstrucción a la justicia.
"En estos momentos, el único camino seguro es seguir el cumplimiento irrestricto de la Constitución", dijo entonces.
Janot sumó el lunes otro hito a su carrera, formalizando ante el Supremo Tribunal Federal una denuncia contra Temer por corrupción pasiva. Podría acusarlo también de obstrucción a la justicia.
Michel Temer . Foto: AFP.
Michel Temer, un salvador amenazado
Llegó al poder hace poco más de un año cuando el Congreso decidió apartar del cargo a su compañera de fórmula Dilma Rousseff, y ahora es su mandato el que pende de un hilo.
Con 76 años, este veterano estratega que se hizo fuerte en los bastidores de Brasilia se ha convertido en el primer mandatario en ejercicio en ser formalmente inculpado por corrupción en la historia del país.
Su gobierno está en la cornisa desde que a mediados de mayo se reveló una comprometedora grabación en la que se le oía avalar la compra del silencio del poderoso expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, actualmente preso.
Pragmático y con el apoyo de los mercados, Temer parecía apostar por una reforma económica que, de resultar exitosa, le permitiría pasar a la posteridad como el presidente que sacó a Brasil de la peor recesión de su historia.
Pero las reformas avanzan lentamente, la recuperación demora y su popularidad se hunde: la última encuesta Datafolha la sitúa apenas en 7%.
Nadie se atreve a asegurar ahora si este abogado conservador, que llegó al poder prometiendo un gobierno de "salvación nacional", logrará salvarse a sí mismo.
Rodrigo Rocha Loures. Foto: Vía BOL Notícias – Uol
Rocha Loures, el hombre de la maleta
"El hombre de la maleta". Así fue bautizado este exdiputado después de que fuesen divulgadas en mayo imágenes en las que se le ve llevando una valija con medio millón de reales (150.000 dólares).
Según la delación de Batista, el dinero era parte de un soborno ofrecido al gobierno para favorecer los negocios de la empresa.
Rocha Loures fue designado por Temer para intermediar con los representantes de la compañía, según se desprende de la conversación grabada entre el mandatario y Batista, presentada como evidencia en el marco del acuerdo con la justicia suscrito por el empresario.
Preso desde comienzos de junio, este cercano colaborador y hombre de confianza de Temer ha reiterado que no negociará una delación, que podría ser el tiro de gracia para el mandatario.
Rodrigo Maia. Foto: VEJA.
Rodrigo Maia, un posible recambio
Comenzó la legislatura como diputado del derechista DEM, entonces un partido menguante, y puede acabarla como presidente de Brasil.
Jefe de la Cámara de Diputados desde julio de 2016, Maia, de 47 años, también investigado por corrupción, asumirá el poder en caso de que la Cámara de Diputados valide la denuncia contra Temer.
Y muchos lo mencionan como un posible presidente de transición para concluir el actual mandato, a fines de 2018.
Hijo del exalcalde de Río de Janeiro César Maia, lleva media vida en política y conoce con detalle la Cámara que tiene ahora en sus manos.
Aliado de Temer, ha mantenido reuniones con varias fuerzas políticas desde que comenzó la crisis.