Afirma que escuchar es una parte fundamental para comunicar. Además, le genera optimismo que la gente se esté animando más, especialmente la juventud, a cualquier cosa, incluso a tener opiniones sociales y políticas.
Los grandes desafíos empresariales y personales son el día a día de aquellos que asumen riesgos para llegar a los objetivos con base en sus conocimientos y lo que aprendieron por el camino. Una de estas personas es Marcos Tatijewski, asesor de empresas, quien compartió en esta entrevista sus experiencias, ideales, su visión como empresario, la manera de comunicarse con la gente, entre otros aspectos.
Además, Tatijewski habló sobre sus éxitos y sus fracasos como emprendedor, en los inicios de su carrera.
–¿Cómo se llama lo que hace en el mundo?
–Ufff… Buenísima pregunta. Creo que se llama comunicar y enseñar, es muy parecido, comunicar con sentido. Es lo que considero que siempre hice. Hice muchas cosas, trabajé de muchas cosas, pero siempre comunicando y hablando con la gente. A veces con metodología, a veces sin ello, pero siempre comunicando.
–Que paradójico que en un mundo donde nos hipercomunicamos, pero como que no nos dejamos comunicar, ¿no?
–No sé si nos hipercomunicamos. Yo hago mucha fuerza con el tema de escuchar como parte fundamental de comunicar, y escuchamos muy poco. Recibimos muchos mensajes así como enviamos, pero comunicarse es también escuchar.
–Eso es un asunto, digo. En el sector privado hay como una tendencia, en el sector público es como una cosa más chamánica, ¿o se encuentra con problemas por todas partes?
–Encuentro problemas por todas partes e infelizmente a gente que trabaja con lo que yo trabajo; nos llaman cuando ya hay problemas. Soy como un médico o una suerte de mecánico de auto, solo voy cuando existen problemas. Creo que no es tanto una cuestión de espacio de lo que está alrededor, sino que es un problema de personas. Estamos malacostumbrados. Nos desacostumbramos a comunicar, tal vez porque hay demasiada comunicación o demasiados mensajes.
–A veces, cuando veo y admiro la tarea que hace, se me hace que al mundo le bastó durante la civilización representar ciertas cosas, digamos en la política, en el negocio, y de repente no se tenía exigencia de interrelación con los trabajadores, ¿hoy el mundo cambió bastante al respecto, no?
–Por lo menos hay esa demanda de interrelación, tal vez porque a los trabajadores sí les llega la información y también llega esa información en sentido contrario, lo que es muy importante. Hoy no solamente la masa puede escuchar más, sino también puede emitir mensajes, muchas veces no tan buenos o de la forma correcta, pero hay una democratización en la información y de la forma de comunicarse que abrir el juego para todo el mundo.
–¿Cuánto se puede confiar en los instintos? Más aún en una época tan altamente tecnificada, ¿cuándo está bien o está mal no darle lugar a lo técnico?
–Mi opinión es que está mal no dar lugar al instinto. El instinto viene con la experiencia y el desarrollo del propio instinto, pero por lo menos en mi experiencia vi empresas, países, personas que solo ponen atención a lo técnico y el resultado no es precisamente lo mejor que podría ser. Soy un fan del instinto, creo en lo técnico, creo en los datos, creo en mirar, pero también creo en el olfato. Esto es importante en todo, en las relaciones, en la política, en el comercio, el olfato, el instinto, el sentir, es muy importante, especialmente porque es lo que menos desarrollamos.
–¿Qué cosas le ponen optimista y qué cosas le generan cierto temor en relación a lo que en fútbol se llama las divisiones juveniles?
–Hoy existe mucho coraje que antes no había. Es hasta fashion emprender, empieza a ser en Paraguay cool equivocarse, lo que es bueno. Me pone optimista que la gente se está animando más, especialmente la juventud, a cualquier cosa, incluso a tener opiniones sociales, políticas, entre otros.
–¿Cuáles son los mejores fracasos de un proyecto de emprendedurismo?
–Lo importante es fracasar atento. Es la palabra correcta. Yo siempre busqué eso. ¿Y qué es? Es aprender de lo que salió bien y de lo que salió mal para que en una próxima oportunidad puedan apuntar a la dirección correcta.
–¿La universidad aplica a estas cuestiones principalmente?
–Sí, a estas cuestiones en particular. Creo que nuestras universidades todavía enseñan a ser empleados, todavía enseñan lo que siempre funcionó. Tal vez sea un problema, más de los profesores que de los alumnos. El tema es que los profesores tienen un poco de miedo de cosas que experimentaron. Estuviste en un período y ver el aterrizaje del internet. ¿Podés llegar a ver lo que pasaba el día anterior en Paraguay, lo que está pasando y el después del internet? El antes data es difuso. El tema empezó en el 95, cuando un amigo me dice: ‘Vamos a abrir un proveedor de internet’, y le respondo que sí. Y le pregunté qué es internet y me respondió: ‘No sé’. Luego, con un grupo de amigos fundamos el primer proveedor de internet sin saber qué era el internet.
Recuerdo que vendimos las primeras 150 conexiones en Paraguay y no había internet en el país. Vendimos algo que no había. Subimos las antenas parabólicas al piso 12 del edificio donde estábamos. En aquel período fuimos a pedir permiso al presidente de Antelco para usar espectro de satélites y la respuesta fue que sí nos darían el permiso y que internet era cosa para gente tekorei.
–¿Es doloroso ver a alguien con un vagón de plata y no saber por dónde empezar un emprendimiento por falta de conocimiento?
–Tuvimos una experiencia interesante con el mismo grupo que inició el internet en el Paraguay. A fines de los 90 fuimos a la Argentina a conversar con un inversionista de primer mundial, solo que para Paraguay era una locura un proyecto de US$ 12 millones y entonces fuimos con mucho miedo a hablar de plata con este señor. La plata y el proyecto es lo que menos le importaban. Él nos había preguntado qué es lo que habíamos hecho antes. Entonces creo que hay mucho dinero disponible, ideas disponibles. Ese mismo señor nos comentó que tenía carpetas de buenos proyectos, pero que ellos compraban buenas cabezas, se ponían de socios con buenas cabezas y es eso lo que más falta.
PERFIL
MARCOS TATIJEWSKI
Cargo actual: Asesor de empresas. Es actualmente director de Business Action SSP desde hace más de 20 años. Además se encuentra al frente de la consultoría Business Action, con experiencia en gestión del conocimiento e innovación.
Es egresado de la Universidad de la Integración de las Américas, fue parte de la Fundación Carolina de España.