Destacan calidad, comodidad y el precio para este tipo de productos. La demanda ya se expande en el interior del país y alegan que puede ser una buena inversión para los alquileres.
Desde el 2010 se produce a nivel local una nueva tendencia de los food parks con la llegada de los contenedores adaptados para los negocios de comidas rápidas, principalmente, en la zona del barrio Villa Morra de Asunción. Sin embargo, esa aceptación se acrecentó e incluso en un par de años más migró a otros segmentos. En la actualidad ya se pueden admirar construcciones de viviendas, depósitos, oficinas corporativas, cybers y hasta moteles utilizando estos tipos de contenedores.
“Es un segmento que viene en crecimiento, cada día gana más terreno y se expande incluso al interior del país. Tenemos clientes que solicitan para su casa de campo o en las estancias para que vivan los cuidadores de las estancias”, manifestó Marco Kroker, director de Multitainer, una de las empresas pioneras en la adaptación de los contenedores marítimos a nivel local.
El director de Multitainer indicó que arrancaron con el emprendiendo en el 2010, cuando empezó a darse el auge con los food parks, pero con las nuevas tendencias lograron diversificar su producción. “Tenemos el privilegio de haber trabajado en varios proyectos y con una gran variedad de clientes. Nos adecuamos a las necesidades de oficinas, viviendas, casetas de obras, vestuarios, depósitos, cámaras refrigeradas y más”, agregó.
Encarnación, Ciudad del Este, Pedro Juan Caballero, Pilar, Misiones, Cordillera, son las zonas donde hoy en día se tiene una importante demanda, según los representantes.
COSTO Y RAPIDEZ
Por su parte, Manuel Quintana, representante de Protainer, explicó cuáles son las principales bondades que se tienen al optar por este tipo de obras. “Las principales diferenciales son el costo y la rapidez. Por ejemplo, un food park se construye en una semana como máximo, de un tamaño convencional, mientras que la construcción de una oficina puede tardar hasta 10 días como máximo. En el caso de las viviendas ya dependen del tamaño, eso lleva más trabajo”, señaló.
Resaltó también que hoy en día, gracias al avance de los materiales de aislación, las construcciones a base de contenedores están preparadas para soportar el intenso calor o el frío.
En lo que respecta a la vida útil, señaló que pueden durar muchísimo tiempo, ya dependiendo del cuidado y el mantenimiento que se les dé como cualquier vivienda convencional. En promedio, el mantenimiento se debe realizar cada 5 años. “El contenedor es un material diseñado para el envío en condiciones muy adversas. Y aunque tiene una vida útil, en una parcela, si se hace un mantenimiento adecuado, puede durar generaciones”, dijo.
LOS PRECIOS
Consultamos con empresas que se dedican a este rubro para conocer los precios que se manejan a nivel local. En el caso de los food parks, tienen un costo aproximado de entre G. 22 y G. 25 millones, ya con el sistema de electricidad incluido, pero sin cartelería. Por su parte, las oficinas corporativas, con un baño incluido, cuestan entre G. 34 y G. 36 millones.
En el caso de las viviendas que se construyen de los contenedores marítimos, ya tienen otro valor. Se cobra por metro cuadrado y van desde G. 1,6 millones hasta G. 2,6 millones, dependiendo de la terminación.
Las empresas también alquilan los contenedores. En ese sentido, cuestan mensualmente entre G. 1,5 millones y G. 4 millones, dependiendo del equipamiento que soliciten.
ALQUILERES
Los representantes de las empresas dedicadas a este rubro coinciden también en que puede ser una buena inversión para los alquileres como viviendas, como se da en otros países. “Es una inversión que puede ser muy importante, por ejemplo, para los estudiantes que vienen a formarse del interior del país y muchas veces no cuentan con importantes recursos para poder alquilar un lugar. Entonces, esto puede ser más barato”, recalcó el representante de Protainer.
Con respecto a cómo se iniciaron en este segmento, explicó que fue en el 2013, cuando con un socio implementaron un local para vender carnes premium en San Bernardino, luego notaron la gran aceptación por la presentación del contenedor y decidieron dedicarse a comercializar este tipo de productos. Posteriormente, su socio decidió dejar el rubro, sin embargo, él siguió en este segmento.
Uno de los primeros emprendimientos de hospedajes por hora bajo esta modalidad es es Containner Inn, que desde el 2017 opera de forma ininterrumpida en el mercado.
ECOLÓGICO
Según sus creadores, las casas a base de contenedores son particularmente atractivas para personas que tienen conciencia ecológica y quieren obtener una vivienda en poco tiempo y a un precio más bajo.
Un estudio publicado en Research Gate, con el objetivo de analizar y especular sobre la posibilidad de reutilización del contenedor marítimo, reveló que en el rescate de la basura industrial, como lo son los contenedores, es una contribución más para la disminución de la huella ecológica de la humanidad. De este modo, este tipo de construcciones se convierte en un aliado para el medioambiente.
La reutilización del contenedor para fines residenciales es una tendencia europea que surgió en el 2001 en Holanda y que hoy triunfa en todo Europa, América del Norte y también en Argentina. En el mundo ya hay hoteles, shoppings, tiendas y restaurantes que funcionan en contenedores.
CONSIDERAN COMO INICIATIVA ECOLÓGICA
La construcción de viviendas con los contenedores marítimos es algo que se da ya desde hace varios años, principalmente en Europa, la idea surgió como una iniciativa ecológica, ya que aprovecha materiales que están en desuso. En España por ejemplo, más específicamente en Ciutat Vella, Barcelona, impulsaron un programa de viviendas temporales construidas con materiales sostenibles para familias en situación de vulnerabilidad.
“Además de ser una alternativa a las obras de vivienda pública tradicional, tiene muchísimo menos costo de tiempo, dinero, y es mucho más sostenible que una obra definitiva”, sostiene una publicación del medio español La Vanguardia de Barcelona.
Asimismo, a nivel regional expertos en construcción interesados en cuidar el medio ambiente comenzaron a diseñar casas, utilizando como materia prima los contenedores que eran desechados.
“Es como jugar con Legos”, le dijo a BBC Mundo la arquitecta uruguaya Paola Rossi Pastor, creadora de Project Container, un emprendimiento que ofrece casas hechas a base de contenedores en Uruguay, Argentina y Brasil.