Liz Ávalos volvió a nacer tras recibir el corazón de Gloria Arce hace 7 años. En el día de sus 15 años, médicos del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu ofrecieron una misa y organizaron una fiesta para festejar su vida.

“Estoy emocionada porque sé que el corazón de Gloria está latiendo en Liz”, dijo Norma Arce recordando a su hermana y mirando a Liz Ávalos durante la misa por sus 15 años celebrada en el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu. Ella fue la primera paciente en ser trasplantada en dicho centro asistencial.

Ayer, en horas de la mañana, se realizó la misa y en horas de la noche el festejo, que fue organizado por un gran equipo de doctores, enfermeras y funcionarios administrativos del hospital. Los mismos se pusieron en campaña para recaudar fondos e incluso recibieron muchas donaciones, desde peluquería, una torta de Pederzani, bocaditos dulces y salados de parte de Liliana Villalba y la familia González Meyer prestó una casa quinta para realizar los 15 años de Liz.

“Esta noche empieza el alboroto”, indicó Liz con una sonrisa en el rostro y agregó que iba a compartir con todos sus seres queridos, “familia, amigos y doctores que estuvieron apoyándome todo este tiempo estarán conmigo, estoy muy emocionada y feliz, además, estoy contenta con la presencia de la familia de mi donante”.

Freddy, otro hermano de Gloria, reveló que solían tener conversaciones sobre la donación de órganos y ella siempre manifestaba su deseo de hacerlo. “Ella era estudiante de enfermería, estaba en tercer año de la facultad. Por suerte, nos había manifestado su deseo”, reiteró el joven y agregó que como hermanos apoyaban su decisión.

“Ahora podemos ver a una adolescente crecer, al principio no fue fácil tomar la decisión, más para nuestros padres, el dolor era muy grande y no sabíamos qué hacer. Si bien sabíamos que Gloria así lo quería, igual costó por lo que uno siente en el momento, perder a alguien importante dentro de la familia. Es probable que este sea uno de los motivos por los cuales más cuesta que se presenten donantes”, explicó.

HITO EN LA MEDICINA

La adolescente relató que está muy bien de salud, que acude al colegio y estudia, además de hacer actividades físicas siguiendo las indicaciones de los doctores.

De acuerdo al ministro de Salud, Julio Mazzoleni, quien también participó de la misa,

Liz marcó un hito para toda la medicina paraguaya. “Hoy estamos festejando su juventud, sus 15 años y estamos muy contentos con todo el equipo médico del Hospital Acosta Ñu que formó parte de su intervención y cuidado. La sonrisa que ella tiene nos llena de alegría”, subrayó.

Precisó que el año pasado se tuvo un avance importante en el área con el desarrollo de la Ley Anita. “Con el apoyo de la ciudadanía, a partir de Liz, hubo muchos trabajos de concienciación y cada vez más el sector de salud pública puede ofrecer a toda la ciudadanía una serie de ofertas de medicina de alta complejidad, pero sobre todo, se pudo generar conciencia en la población, que permitió multiplicar los trasplantes”, recalcó.

Por su parte, la doctora Soledad Álvarez, quien se desempeñaba como acompañante de Cardiología durante el trasplante de Liz y que actualmente se desempeña como encargada de pacientes con trasplante cardiaco, recordó que la paciente había llegado en estado muy crítico e ingresó directamente a la unidad de cuidados intensivos cardiovasculares, donde tuvo que recibir medicación para el corazón para poder resistir.

Álvarez relató que en ese momento en el hospital todavía no se habían hecho trasplantes cardiacos y que ya se habían perdido pacientes, entonces, el equipo liderado por los doctores Nancy Garay y Marcos Melgarejo propusieron ser un hospital trasplantador.

“Liz estuvo dos meses en espera y el 21 de setiembre del 2012 nos avisaron que se tenía una donante. Se inició el proceso y hubo una movilización de todo un plantel de médicos, enfermeras, parte administrativa y limpiadoras”, narró y agregó que la joven quedó bajo estricto cuidado tras la operación, aunque su situación económica no le permitía hacerse el respectivo seguimiento y verificación de su evolución.

La profesional recordó que la abuelita de Liz tuvo que vender su celular para poder venir hasta el hospital cuando la niña se encontraba en estado delicado. “Se hicieron muchos cambios, notamos que la casa donde vivía la paciente no era apta para recuperarse, entonces, se le consiguió una casita cerca del hospital a través del hoy Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat, hecho que ayudó a su evolución”, señaló.

Afortunadamente, el cuerpo de Liz aceptó el corazón de Gloria y si bien deberá tomar un medicamento de por vida, así como hacerse controles mensuales y análisis, ella está viva y goza de buena salud dentro de lo que significa portar un nuevo corazón. “Su vida es como la de cualquier otra niña de su edad, puede jugar, hacer deportes e ir al colegio”, recalcó.

RESTRICCIONES

“Posee algunas restricciones, sobre todo, debe tener cuidado con las infecciones, le cuidamos mucho, como ella toma medicamentos para que su cuerpo no rechace el nuevo corazón, está expuesta a infecciones, entonces, siempre estamos atentos y ella ya sabe cómo debe cuidarse, sabe que debe comer bien. Ahora, por ejemplo, estamos con una epidemia de dengue y Liz sabe que debe usar sí o sí repelente y ante el mínimo síntoma debe acudir al hospital más cercano”, agregó Álvarez y añadió que en el transcurso de estos 7 años la joven se tuvo que internar porque padeció de dengue y otras infecciones oportunistas, pero logró superar todas.

INICIATIVA SOLIDARIA

La casa donada en la que vive Liz y su abuela es muy pequeña, tiene solo dos habitaciones, por lo que los médicos tienen la intención de construirle una sola para ella y para ello están pensando cómo hacerlo. “Nuestro anhelo es que ella pueda conseguir esa habitación y por eso se solicita a la ciudadanía la donación de materiales de construcción y un arquitecto o ingeniero que quiera unirse a la causa y ayudarnos con el proyecto”, concluyó la profesional.

SOLICITAN TRASPLANTE

Según los registros del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante del Ministerio de Salud, actualmente están en lista de espera para un trasplante 349 personas a nivel país. De esta lista, encabezan los pacientes que requieren trasplante renal, que suman 198 en total. Les siguen 141 personas en espera de córneas, 6 en espera de un corazón y 4 de un hígado.

Los órganos que se pueden donar incluyen corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas e intestino. Así también, los tejidos, como córneas, piel, huesos y médula ósea, vasos sanguíneos, válvulas cardiacas, cartílagos, tendones y nervios.

Si bien, la ley establece que toda persona viva, o después de muerta, sin importar la edad ni el sexo, puede ser donante de órganos, son los médicos quienes determinan si son aptos o si existe alguna contraindicación para ello.

La cartera sanitaria sostiene que más allá de los avances médicos de infraestructura, el proceso de donación y de trasplantes depende 100% de los donantes. Sostienen que donar es la posibilidad de multiplicar vida, así como de mejorar la calidad de vida de muchas personas.

CONTROVERTIDA LEY ANITA

El Decreto 2162/19, que reglamenta el trasplante de órganos y tejidos anatómicos humanos en Paraguay, establece que todos los ciudadanos mayores de 18 años son donantes de órganos, salvo quienes dejen expresa constancia de negación, trámite que será gratuito y personal. Con la normativa se busca facilitar la donación y respetar la decisión del donante. En caso de fallecimiento y de que no haya constancia escrita, se informará a los familiares y se les brindará apoyo y contención.

Las personas que no quieran ser donantes, deben acudir hasta el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante, principal centro de registro, a fin de manifestar su oposición. Incluso, puede que la prohibición sea de uno o dos órganos, dejando la posibilidad de la ablación de otros. Esta voluntad será respetada en todos los casos.

A futuro, el trámite podrá realizarse en Identificaciones o en el municipio donde la persona tenga su registro de conducir. En el caso de los menores de edad, la donación quedará en manos de los padres.

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