Los embates naturales parece que no se sumergen del todo. La sequía ya genera preocupaciones, sobre todo al sector del transporte fluvial que hoy en día tiene que agregar gastos a su logística por esta problemática. De acuerdo a análisis, dicho sobrecosto se podría trasladar a los precios finales de los productos.

La economía paraguaya apuntaba a “emerger” levemente en este segundo semestre, luego de registrar una caída en la pri­mera mitad del 2019. Cuando ya se parecía ver la luz en el fondo del túnel, un nuevo fac­tor aparece y vuelve a compli­car la situación de recupera­ción. Esta vez, la sequía que persistió en el territorio local y regional hoy provoca una bajante importante de los ríos, en especial el de Paraguay, y deja a flote más problemas para la recuperación prevista, según los agentes del sector.

El nivel de las aguas del río Paraguay continúa descen­diendo y es alarmante, ya que obliga al transporte flu­vial a sobrecostos para lle­gar a los puertos de Villeta y Asunción. Desde el portal chileno Portuario, especiali­zado en la industria, destacó en su artículo que la bajante del río afecta a la navegación fluvial en la zona. Esto, ya que en la dársena de la ANNP, ubi­cada en Pilar, se procederá a reducir las cargas para que se pueda navegar y transportar por tierra los contenedores, de acuerdo al portalportuario.cl.

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Según el último reporte de la Gerencia de Navegación e Hidrología (GNH) sobre el nivel de los ríos, actualizado al 4 de noviembre, el puerto de Concepción retrocedió 2 cm y quedó en 1,74 metros, mientras que el Puerto Rosa­rio e Itá Enramada bajaron 3 y 4 cm cada uno. En Asunción, el puerto quedó en menos de un metro, en 0,82 cm, con un retroceso de 1 cm. El puerto de Villeta en este caso bajó 4 cm, mientras que el de Alberdi, 5 cm. En Ciudad del Este el agua bajó 30 cm, pero todavía tiene 9,42 metros.

En ese sentido, el empresario naviero, Guillermo Ehrecke, señaló que la importación se verá más que afectada por esta situación actualmente, ya que se está en plena temporada en la que se traen mercaderías para fin de año.

Por su parte, el presidente del Centro de Armadores Fluvia­les y Marítimos del Paraguay (CAFyM), Esteban Dos San­tos, admitió que de continuar con esta problemática, que se prevé sea así, afectará a los precios del mercado, princi­palmente en los combustibles, ya que se corre el riesgo de que­dar desabastecido.

También agregó que se complica aún más la exportación de productos y la importación, que incidirá en el mediano plazo en el encarecimiento de los productos en el mer­cado local.

Desde Clarín, el portal de noti­cias de Argentina, ya se hicie­ron eco de la situación crí­tica que afecta a Paraguay. La bajante del río Paraná pone en alerta a la agroindustria para­guaya, titula su material, en el cual explica que ya preo­cupa la posibilidad de que se generen problemas logísticos con las flotas de barcazas que transportan unas 3 millones de toneladas de soja cada año por la hidrovía.

El transporte fluvial de Para­guay, que mueve el 90% de su comercio internacional, está muy complicado por la bajante de los ríos Paraguay y Paraná, que sirven como ruta de salida y entrada de pro­ductos a Argentina, Bolivia y el sur de Brasil. “Lo que está pasando es que se agravan las incidencias, hay mayores tiem­pos, mayores costos logísticos de entre un 20% y 30% que lo pagan todos, el consumidor, el productor, y lo pagamos noso­tros como prestadores de ser­vicios”, enfatizó Juan Carlos Muñoz, vicepresidente del Centro de Armadores Fluvia­les y Marítimos del Paraguay.

En prensa local dijo que actualmente se sufre por la irresponsabilidad ya desde hace 30 años, con la masiva deforestación que se hace. La solución es reforestar todo lo que se tiró abajo en la década del 80 y 90, en la cuenca alta de los dos ríos. “El río Paraná hace 4 años no tiene lluvias impor­tantes en la cuenca alta y ahora estamos sufriendo eso”, dijo.

El también miembro del directorio de la Administra­ción Nacional de Navegación y Puertos (ANNP)añadió que desde el 2015 el Ministerio de Obras Públicas se encargó del dragado de los ríos, pero la ANNP sigue siendo respon­sable de eso. Hoy la institu­ción estatal está elaborando un plan integral y participa del socorro del sector. Los arma­dores fluviales estima que se tendrá un impacto negativo del 30% en el costo logístico.

Las barcazas de gran porte son las que mayor dificultad atra­viesan para la navegabilidad y el tránsito fluvial. A consecuencia de esto el transporte de materia prima de la Industria Nacional del Cemento se vio afectado.

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