Por Mabel Gómez, mabel.gomez@gruponacion.com.py - Fotos: Tomás Bogado

Goles por mi barrio. Una competencia deportiva que aborda la problemática de las adicciones en los menores y a la par les cumple sus sueños.

“Ama tu vida y no la destruyas con vicios”, “Tú tienes la fuerza para cambiar, asume el reto de vivir sin drogas”, son algunos mensajes de Goles por mi barrio, competencia que tiene como objetivo principal la prevención de adicciones en menores de edad mediante el deporte, al tiempo de cumplir el sueño de los competidores para sus respectivos barrios.

Un ejemplo es el barrio Sagrada Familia, uno de los más humildes de Encarnación. Allí, los niños anhelan convertirse en futbolistas profesionales a futuro y sus padres alejarlos de las drogas y los vicios mediante el deporte. Tanta es la motivación que tienen para mejorar, iluminar y hacerle un vallado perimetral a la precaria cancha que tienen, que lograron conformar tres categorías para participar de la competencia deportiva.

“Estamos en una zona humilde y muy afectada por la drogadicción y los vicios. Con la participación de los niños logramos que quieran madrugar y practicar, también la unión entre ellos, habían chicos agresivos y violentos que con el correr del tiempo cambiaron bastante de carácter. Desde el primer año estamos participando en este evento”, cuenta Raúl Aguilera, uno de los padres y técnicos que acompañan al grupo de jugadores.

Josías Aguilera, alumno del sexto grado de la escuela San Roque, integrante del equipo de fútbol del barrio Sagrada Familia, dice que se preparan para lograr el campeonato y así mejorar la cancha. Sueña con ser futbolista profesional y vestir la casaca de Cerro Porteño, el club de sus amores, para lo cual está practicando.

GOLES POR MI BARRIO

Se trata de un torneo de fútbol interbarrial en tres categorías: Sub 9, Sub 11 y Sub 13, que involucra a cerca de 2.000 niños y niñas de 35 barrios de Encarnación bajo el lema “Sí al fútbol y no a las drogas”. Cada equipo presenta un sueño para su barrio, consistente en obras, como ser plazas o canchas, por un monto de G. 20 millones. Al finalizar el campeonato, se le construye al ganador de cada categoría.

Alfredo González, jugador de la categoría Sub 13, quiere lograr el campeonato y arreglar la cancha de fútbol de su barrio, Santo Domingo, para que él y sus amiguitos sigan creciendo como futbolistas. De hecho, a futuro se ve como futbolista profesional en el club Olimpia.

La competencia se desarrolla en el área verde de la costanera República del Paraguay los días sábados, y tiene una duración de tres meses. En este tiempo, los niños y sus padres participan de charlas preventivas sobre competencia sana, juego limpio, alimentación saludable, sueño e higiene personal, autoestima, influencia de los medios de comunicación, alcoholismo y tabaquismo, ludopatía y consumo de drogas ilícitas, tecnologías versus deportes.

Este programa fue realizado por la Universidad Autónoma de Encarnación. Así lo precisa el concejal municipal Sebastián Remezowski, impulsor del proyecto, que demanda una inversión de entre G. 350 y G. 400 millones.

“Por tercer año consecutivo estamos haciendo este hermoso y noble trabajo de acompañar a los chicos en su formación, de que a través del deporte podamos combatir los vicios, las drogas, hacerle frente a ese flagelo y con eso cosechar buenos ciudadanos para nuestro país”, detalla Remezowski.

Consultado sobre la experiencia de Goles de mi barrio en cuanto a la prevención de drogas, refiere que en la primera edición se logró la recuperación de 6 niños consumidores de drogas, y en la segunda edición, de 3 menores que actualmente están en tratamiento en la Comunidad Terapéutica Vida Sana y en Fazenda la Esperanza.

“También mediante este evento conocimos casos de violencia intrafamiliar, que con el plantel de psicólogos pudimos solucionar, nuestra tarea es la prevención, tenemos que buscar que estos niños entiendan que el consumo de droga y cualquier vicio, que hoy se encuentran en todos los bares y kioscos, es dañino. Apostamos a construir familias mejores para nuestro país”, subraya.

Diego Melgarejo, de la Comunidad Terapéutica Vida Sana y parte del staff de charlas del comité organizador del evento, explica que actualmente tienen tres niños que participaron en Goles por mi barrio que están en tratamiento de adicciones.

“Primero ellos fueron partícipes de las charlas de sensibilización dentro de la competencia y luego entraron en tratamiento, eran adictos a crack, marihuana y otros tipos de estupefacientes. Tenemos dos niños que están en tratamiento y que están participando de esta tercera edición del torneo. Ellos forman parte de la Escuela Taller Municipal. Terminan su tratamiento de adicciones y salen con un oficio para su reinserción positiva en la comunidad”, enfatiza.

Considera que es de suma importancia la prevención para combatir el flagelo de las adicciones. “La Organización de las Naciones Unidas, por ejemplo, habla de que si se invierte un dólar en prevención, se está ahorrando 10 dólares en tratamiento, entonces, esa es la importancia y por lo que nosotros trabajamos en estos tipos de programas que hay”, dijo.

LA ORGANIZACIÓN

La indumentaria deportiva, el traslado desde sus barrios hasta la costanera, la alimentación y los premios para hacer las mejoras correspondientes a cada barrio son proveídos por la organización de Goles por mi barrio.

Un gran equipo apoya al emprendimiento, entre ellos, Codeni, Vida Sana, la Municipalidad de Encarnación y otras instituciones públicas y privadas. Este año se sumó el Hospital Pediátrico Municipal, donde se realizaron más de 1.800 atenciones para tener las fichas médicas de los chicos, de manera que puedan estar en condiciones para competir.

Raúl Aguilera.
Josías Aguilera.
Alfredo González.
Diego Melgarejo.
Sebastián Remezowski.

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