A través de un llamativo “jueves para recordar” o TBT publicado este jueves, Malala Olitte hizo una retrospectiva a su vida profesional, recordando cómo fueron sus inicios ante las cámaras, de los cuales ya han pasado más de una década. “Mirar mi pasado es solo para ver lo mucho que he crecido, sintiéndome más que orgullosa, porque mi pasado es lo que me ayudó a ser hoy lo que soy”, escribió Malala al pie de una producción fotográfica realizada en aquella época.
Al mismo tiempo de revelar que empezó a soñar en lo que podría ser su futuro: “capaz de una forma que no muchos estaban de acuerdo, pero recuerdo que había pasado por momentos tan difíciles que lo único que quería era independizarme, empoderarme, y llegar a ser la persona que siempre soñé”.
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Seguidamente puntualizó: “En estas fotos, con 10 años menos trataba de posar lo más sexy que podía” dijo entre risas, aunque luego aseguró que no lo lograba y continuó diciendo: “porque mi única intención era cumplir mis sueños, de mostrarme y demostrar otros talentos guardados que en 13 años quemando cada etapa en TV, chismes, cantos, bailes hasta así poder lograr y llegar a conducir un programa de televisión”.
Para finalmente cerrar con broche de oro al destacar: “Capaz, para muchos no sea gran cosa lo que hago, pero ¿Saben qué me enorgullece? Que he logrado el cariño incondicional de la gente, que puede ser motivación para muchas personas y eso, eso para mí ya es una gran bendición. Creo que lo estoy haciendo bien”. De esta manera, una vez más La Olitte logró capturar la atención de los internautas, ya que el posteo superó rápidamente las 14.000 reacciones, al mismo tiempo de recibir decenas de mensajes de apoyo y cariño.
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La marca de Lívio
- Por Toni Roberto
- tonirobertogodoy@gmail.com
Con motivo de la muestra “Huellas de Lívio Abramo”, que se inauguró el pasado viernes en el Centro Cultural de la Embajada del Brasil, Instituto Guimaraes Rosa, en el barrio Ciudad Nueva, Toni Roberto hace la primera parte de los recuerdos de aquella institución que primeramente se llamara Misión Cultural Brasileña y que formara a tantos paraguayos en la modernidad, en una nueva manera de pensar.
Se abre la puerta y entro al histórico “setentoso” consultorio del Dr. Amado Gill Pessagno, en Pa’i Pérez y Cerro Corá. Me siento, en la pared un dibujo arquitectónico de la casa familiar del Dr. Gill, en la esquina de México y Rca. de Colombia, del estilo de los que le llevaba a Lívio a mostrar qué hacía con regla y escalímetro. Al instante me vinieron a la mente sus palabras, cortas y concretas: “Capitán, rompa todo eso y empiece de nuevo, cree su propia línea”.
Inconcientemente, sin saberlo, estaba asistiendo a una experiencia de la modernidad de parte de uno de los padres del arte moderno latinoamericano, cuñado de uno de los tres creadores de nada más y nada menos que la ciudad de Brasilia. Estaba marcando en mí huellas que serían imborrables para siempre.
La tinta convertida en gubia me lleva a marcar a fuego la cartulina. Quien escribe estas líneas siempre iba contra la corriente y la dispersión hacía que en plenas clases de grabado tome una hoja empezando a dibujar como si fuera que estuviese grabando la madera. Corría el año 1980 y había llegado a aquel oráculo sagrado de la modernidad paraguaya de la calle Eligio Ayala esquina Irrazábal, antiguamente llamada calle Santa Fe, en la ”planta baja” del barrio Ciudad Nueva.
La experiencia de haber decidido ir a los 14 años por cuenta propia a aquella vieja casona del fondo de lo que fuera la residencia de Anselmita Heyn marcó a fuego las huellas de mi pensamiento, una vieja casa devenida en taller de arte, unos simples tablones de madera, unas austeras sillas y unos focos colgantes unidos por unos cables era todo lo que se necesitaba para aprender a entender la nueva manera de educar.
Las viejas convenciones que traía de las clases de arte del colegio, el punto de fuga perfecto para el rancho perfecto, habían quedado atrás y la mirada del mundo había cambiado no solo para mí, sino para una pléyade de personas, muchas de ellas nacidas a principios del siglo pasado. La variopinta asistencia enriquecía la escena y se convertía en la misma clase, siguiendo el pensamiento del maestro, que decía: “Yo no quiero dar técnicas de dibujo ni de grabado, vengo antes que nada a formar seres humanos que aporten a la sociedad desde donde les toque, si salen artistas o no, ese ya es otro tema”.
1972
En la nómina de alumnos exponentes del año 1972 que se exhibe en un viejo catálogo podemos encontrar a personas venidas de las más variadas disciplinas y de diferentes edades; desde Blanquita Martínez, una hacendosa ama de casa de la calle Montevideo que se convirtió en una crítica de arte oral; pasando por Mabel Valdovinos, una hermosa mujer llegada desde el Chaco argentino que se enamoró de un joven ingeniero paraguayo, que luego llegó a ser figura clave en el dibujo paraguayo desde mediados de los años 70; pasando por Marta Barudi, una señorita que estudiaba psicología en la Católica y que fuera parte de los movimientos sociales de finales de los años 60; Cristina Osnaghi, una reina de belleza; Nelly Bareiro, una antigua funcionaria de Naciones Unidas.
En algunos casos madres e hijas, como Carmen Dora Pérez y su hija Greta o Margarita Sánchez Minella, a quien Lívio le había conocido en las pintatas de la calle Palma siendo ella lustrabotas y otros que con el correr de la década y la siguiente consolidaron su obra como Lucio Aquino, Alberto Méndez, Viviana Ocampos o Rubén Milessi.
Llegaron los primeros años 80 y todavía recuerdo las huellas de Lívio en cada pensamiento, en la manera de analizar los temas, en la manera de dibujar. En aquellos años, la riqueza también se daba por la diversidad de concurrencia, muchos de los que empezaron en los años 70 se convirtieron en una especie de ayudantes naturales del maestro y los alumnos seguíamos llegando.
Un destacado ingeniero como Luis Fernando Meyer, los hermanos Fátima y Carlos Martini, Alejandra García, connotados abogados como el Dr. Alejandro Herrera, señoras de la alta sociedad de la época como Pomposa Leoz, Marta Brugada. Siguiendo con Genara, una señora en situación de calle que era alumna y el maestro la ayudaba, hasta mozalbetes que tuvieron la suerte de llegar casi al final de la vida de Lívio, entre finales de los 80 y principios de los 90, como Martita y Marquitos Benítez, Karina Adam o la hoy destacada arquitecta Mate Filippini. Todos, siempre tratados con la misma atención, desde el más pobre hasta el más rico.
Estoy seguro de que todos los que están y los que ya no estarían soñando un viaje en la vieja combi azul del maestro, preparados, como una gran familia, a recorrer las muestras, algún café o simplemente un paseo por Asunción, capitaneado por el jefe del viaje, Lívio Abramo, su inseparable Dora Guimaraes, su adelantada alumna Edith Jiménez y las otras mujeres de la epopeya del arte y el pensamiento moderno paraguayo.
Todo empezó con la primera visita de Abramo desde Sao Paulo a la Madre de Ciudades allá por 1956 y terminó sus días en estas tierras en 1992, en la ciudad donde dejó la mitad de su vida, la mitad de su pensamiento la mitad de su obra, la mitad de su corazón, instalados para siempre entre rojos chivatos y azules jacarandás en alguna esquina, en algún rincón de la ciudad que tanto amó.
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Yolanda Park compartió sus recuerdos de Semana Santa: “Que no mueran las tradiciones”
La periodista Yolanda Park se mostró nostálgica este Jueves Santo y compartió sus mejores recuerdos de cómo se vivía la Semana Santa en el interior del país: el tradicional chipa’apo no faltó entre sus memorias. Al reflexionar, la famosa instó a sus seguidores a incluir a los más chicos en las costumbres populares a fin de que trasciendan a través de las generaciones. “Que jamás mueran las tradiciones”, pidió.
“Todavía recuerdo los olores. A esta hora, los vecinos llegábamos con nuestros ingredientes para hacer la chipa comunitaria. Una vez que la masa estaba lista, todos los niños estábamos convocados a darle forma a las chipas. Todo el ruido es hoy, porque el Viernes Santo es de silencio absoluto. Son esos recuerdos imborrables de nuestro Paraguay de tierra adentro”, señaló la conductora de “Será Un Gran Día” del Trece al recordar cómo vivía la Semana Santa durante su infancia en Ñati’ûrymi, Caaguazú.
Según señaló la periodista en Instagram, la Semana Santa es de las festividades más importantes en la tradición paraguaya, por lo que es importante esforzarse por cultivar las tradiciones. “Te cuento todo esto porque me agarra la nostalgia, pero sobre todas las cosas, porque está en nosotros, en esta generación que tenemos hijos chicos, seguir manteniendo nuestras hermosas tradiciones. No hay nada más lindo que eso”, agregó.
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La famosa pidió a sus seguidores incluir a los niños y niñas en costumbres tan lindas como el chipa’apo para que no se pierdan con el tiempo. “Ya sé, estás cansado. A veces, hasta puede ser hincha hacer la masa, la chipa no te sale rica. No pasa nada. Comprá no más hecha, pero por favor no dejes de hacerlo, de compartir momentos y que jamás mueran nuestras tradiciones”, recalcó.
El mensaje cargado de nostalgia de Yolanda Park generó gran repercusión en redes sociales. Fueron varios los internautas que aprovecharon la publicación de la famosa para recordar cómo se vivía la Semana Santa en tiempos pasados. “Yota, al leer tu posteo me llegan recuerdos de la reunión familiar gigante del Jueves Santo” y “Qué lindos recuerdos, Yota”, comentaron.
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“Gracias por enseñarme el amor propio”, dijo Malala a su novio por San Valentín
La conductora de TV Malala Olitte publicó un romántico post por el Día de los Enamorados en su perfil de Instagram, este miércoles. La presentadora de “Tercer Tiempo” reveló algunos detalles sobre su vida antes de compartir su tiempo con Agustín Barreto. Destacó cómo el empresario le ayudó a cultivar el amor propio.
“Y cuando ya no creía en el amor, cuando ya no confiaba ni en mí misma y cuando dije mirando hacia arriba, ya nunca más confiaré en nadie, apareciste con un mensaje diciendo: `Necesito saber de dónde sacas tanta energía, necesito eso mismo para continuar`. Me abriste de nuevo la puerta de la esperanza, y me diste la oportunidad de conocer tu corazón”, escribió la mediática.
“Gracias por enseñarme a sentir el amor propio y el amor de a dos, ese amor de compinches, de amigos, de amantes, de locos, de ser nosotros mismos juntos. Que digan que soy cursi, que es todo pura mentira, digan lo que digan, vos y yo sabemos lo que somos juntos. Por muchos, San Valentines a tu lado, mi amor”, concluyó la Olitte.
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El mensaje se acompañó de una tierna imagen, donde Barreto besó la frente de Olitte. En el escrito, la famosa señaló que su pareja posee un corazón puro, noble, sensible y fuerte a la vez. Ante el trato que recibió del empresario, desde mediados del 2021, la conductora de TV afirmó que el amor en pareja sí existe.
El empresario comentó el post por el Día de los Enamorados: “Pensé que sabía todo, pero llegaste vos como un tornado, removiste todo lo que tenía y me enseñaste algo que no sabía, disfrutar de esos pequeños detalles que es ahí, donde está todo. Vos y yo sabemos lo que pasamos y dónde estamos ahora, como siempre dije, esto es un equipo”.
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La tierna dedicatoria que recibió Malala Olitte por su cumpleaños
La conductora de TV, Malala Olitte estuvo de parabienes este miércoles último, pues cumplió 42 años. La famosa, en medio de tantos agasajos, recibió una romántica dedicatoria de Agustín Barreto, el empresario que se robó su corazón; el hombre confesó en sus redes que le gustaría que los momentos con María Laura fuesen eternos.
Barreto publicó en línea una fotografía con la conductora de “Tercer Tiempo”, la instantánea se acompañó del siguiente mensaje: “¿Sabes cuando quieres que un momento dure para siempre? Así es como me siento contigo Feliz cumpleaños @laolitte8 mi amor”. Este escrito enterneció a Olitte, quien se hizo presente en la sección de comentarios.
“Muchas gracias mi amor. Me haces demasiado feliz, te amo”, escribió la mediática. Para el empresario no fue suficiente publicar una imagen con Olitte en redes, también la llenó de obsequios, entre ellos, un arreglo de rosas rojas con chocolates, que se entregó con una esquela, que rezó: “¿Por qué te amo? Porque sin intentar cambiar nada en mí, llegaste y lo cambiaste todo”.
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Más felicitaciones
Otras personalidades paraguayas felicitaron a Olitte por su cumpleaños, como Dany Pereira, compañero de conducción de “Tercer Tiempo”, asimismo, se sumaron al saludo: Leo Rivas, Toñito Gaona, Jazmín del Paraguay, Silvia Flores, entre otros. La mediática celebró su nuevo año, en una terraza en la ciudad de Asunción; en el agasajo participaron sus hijos Gael y Bruno, su novio Agustín Barreto y sus familiares más cercanos.
La mediática publicó un mensaje en Instagram sobre su cumpleaños: “Otro año más, vuelvo a sumar un año de edad y vuelvo a hacerlo con mayor satisfacción y mayor felicidad. Me enorgullezco de haberme convertido en quien soy, y de lograr todo lo que siempre soñé. Agradezco de corazón a todos mis seguidores, amigos, familiares por tenerme en cuenta, y darse ese tiempo para enviarme tantos hermosos deseos”.
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