Aunque el pillo es él, trascendió que Mauro Icardi (28) le habría puesto condiciones a su esposa, Wanda Nara (34), quien también es su representante, para volver al trabajo ya que él está “atrincherado” en su casa de París desde que estalló la bomba del affaire virtual que tuvo el deportista con la actriz China Suárez (29).
Los programas de farándula de la Argentina se hicieron eco de unas supuestas negociaciones, muy insólitas por cierto, entre el futbolista del PSG y su empresaria que en este caso es Wanda.
“Ellos dos empezaron a dialogar, ella necesita tener un vínculo laboral porque hay una sociedad en donde ella es la representante de él, tiene un contrato firmado y tiene que hacer que él vaya al club. Hoy lo llevó al club, pero él antes de ir le puso condiciones, él a ella, para volver a trabajar porque está atrincherado en la casa”, contó la panelista Yanina Latorre en el programa Los Ángeles de la Mañana.
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“Las condiciones serían las siguientes: que los dos cierren la cuenta de Instagram, o sea el pirata es él y ella tiene que cerrar su Instagram, pero antes de cerrarla ella tiene que postear una foto de la pareja por la familia. A partir de ahí él le promete portarse bien, fidelidad eterna, pero no quiere que ella trabaje fuera de lo que es su vínculo. Viste que ella hace eventos, la contratan en la tele, influencer en Europa es otra liga; y tampoco quiere que viaje sola en el avión privado”, detalló Latorre.
La pareja habría ido a almorzar este jueves a un conocido restaurant argentino ubicado en el centro de París. Kenny Palacios (30), el estilista de Wanda, los habría acompañado en la comida, donde al parecer se habló de este acuerdo.
“Laboralmente fueron los dos (este jueves) al París Saint Germain. Wanda a tratar de ver la parte contractual, porque a él le estarían debiendo 20 millones de euros que a ella la tiene preocupada... como su manager es responsable de que él cumpla su contrato”, explicó la comunicadora y esposa del exfutbolista, Diego Latorre.
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A cada hora que pasa, el culebrón del Wandagate se sigue ramificando y salen a luz otras cuestiones que rodean al mediático caso que, cual telenovela turca, no tiene visos de que vaya acabar pronto.