Una conexión de alegría y esperanza para la abuelita ña Justa Aguilera de 87 años, internada en el servicio de Clínica Médica del Hospital Ingavi del Instituto de Previsión Social (IPS) en la sala 238, cama 1, tras realizar una videollamada a su familia vía WhatsApp.

La siesta transcurría como cualquier otra, hasta que la enfermera Luz Daiub, en medio de su recorrida, se encuentra con ña Justa y tras intercambiar saludos, la profesional le consulta qué se le ofrecería, que ella está ahí para poder ayudarla.

La abuelita ña Justa respondió: “Me siento sola y no quiero regresar a mi sala”, contestó la abuelita, quien salió de su sala y se encontraba cabizbaja en el pasillo del hospital, para después pedir ver a su familia y comenzar a llorar.

La licenciada ofrece entonces una videollamada y contacta con sus familiares. La alegría de ña Justa fue tan grande al ver a sus familiares del otro lado del teléfono. La conversación en todo momento fue amena y agradable entre ellos, gracias al espíritu humanitario del personal de blanco y la posibilidad que la tecnología ofrece.

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Posteriormente, la licenciada reportó que ña Justa quedó tranquila, satisfecha, alegre y volvió a su sala, donde ya no quería estar. Ella, como muchos pacientes, se encuentra aislada en el hospital por precaución ante la pandemia del COVID-19 y extraña el calor de hogar y sobre todo a sus seres queridos, más aún a esta edad donde requieren de mayor cariño y atención por parte de la familia.

La enfermera Luz Daiub fue la gran heroína en esta historia, que no dudó en utilizar su propio teléfono celular para contactarse con sus familiares y pintar una enorme sonrisa en el rostro de la abuelita que se encontraba triste extrañando a sus seres queridos.

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