El joven cantautor paraguayo se encuentra trabajando con el productor argentino Germán Reccitellie en un nuevo material discográfico, que presenta una renovada propuesta sonora y una búsqueda temática más profunda que revelan el camino andado hacia la madurez artística.

  • Por Jimmi Peralta
  • Fotos Gentileza

Iván Zavala, joven figura musical de la escena local, prepara un nuevo álbum discográ­fico, a casi una década de su última producción de estudio: “Ida y vuelta”.

El más reciente adelanto de este nuevo material es “Fantasmas”, una can­ción tranquila, cercana al género folk, grabada en Plaza Siberia Estudio, bajo la producción del argen­tino Germán Reccitelli. El tema cuenta además con un video dirigido por Matías Maluff, grabado en la estan­cia Laguna Karê.

Iván, quien presenta una nueva propuesta sonora y una búsqueda temática más profunda que devie­nen del paso del tiempo y su mayor madurez, habló con La Nación del Finde sobre sus primeros pasos en la música, su nuevo tra­bajo y cómo influyó su con­dición de padre en su que­hacer artístico.

El disco fue grabado en Plaza Siberia Estudio, bajo la producción del argentino Germán Reccitelli

–¿Cómo se dio tu pri­mera relación con la música?

–Fue con el piano de mi abuelo. Me fascinaba sen­tarme y tocar las teclas, nada más que eso. Un día mi mamá se dio cuenta y me puso una profesora. Creería que ahí fue donde empezó todo. Desde chico empecé a intentar sacar canciones de oído, más por curiosidad que por disci­plina.

–¿Te acordás de tu primer momento composi­tivo?

–Sí, tenía algo así como 10 años. Fue una canción muy simple, creo que ni siquiera tenía estructura definida, pero sentí esa magia de crear algo que antes no existía. Ahí me di cuenta de que quería con­tinuar haciendo eso.

–¿Cómo sentís que enve­jecieron tus primeros setlist de influencia o de referencia viéndolo desde hoy?

–Algunos envejecieron muy bien, siguen siendo referentes. Otros los veo como un momento de ins­piración. Igual, todos son parte de la historia que me trajo hasta acá.

PATERNIDAD

–La experiencia de ser padre ¿te cambió la forma de encarar tu vida artística?

–Muchísimo. Ser papá me dio una nueva perspec­tiva sobre el tiempo, sobre la paciencia y sobre lo que realmente importa. Ahora creo que soy más selectivo con mis proyectos y más conciente de lo que quiero dejar en mis canciones.

–¿Se viene un nuevo disco? ¿Qué trae con­sigo?

–Sí, se viene. Va a salir a mediados de septiembre y es un álbum muy especial para mí. Tiene 11 canciones que fueron tomando forma el año pasado y que siento que resumen una etapa muy especial de mi vida. Lo produje junto a Germán Reccitelli, también cono­cido como Sir Hope, con quien encontré una quí­mica muy particular. El nombre del álbum va a ser “Basado en hechos reales”.

–Ya presentaste nuevos temas… ¿Estás mar­cando bandera desde un nuevo lugar, perspectiva o etapa con estos senci­llos?

–Totalmente. Siento que cada sencillo fue escrito desde un lugar más honesto, con menos fil­tros, sin miedo a mostrar lo vulnerable y lo que a mí me gusta expresar.

EXPLORACIÓN

–¿Qué de diferente tiene este nuevo trabajo con relación a los anterio­res? ¿Fue algo pensado o espontáneo?

–Creo que es más arries­gado y más libre que mis discos anteriores. No fue algo calculado. Más bien nació de un proceso per­sonal en el que me per­mití explorar sonidos y estructuras que antes no me animaba a tocar. Hay una búsqueda más pro­funda en las letras y tam­bién en las texturas musi­cales. También aprendí a soltar el miedo de tener que presentar cosas que “estén de moda”. Para este nuevo proyecto me per­mití hacer simplemente lo que me gustaba, lo que sentía.

Zavala afirma que persiguió un sonido más maduro que no necesita impresionar, sino emocionar

–¿Podrías hablarnos de “Fantasmas”? ¿Cómo nació y cómo resolviste su arreglo final?

–“Fantasmas” es una can­ción muy especial para mí, ya que fue la primera que compuse con Germán. Nació en una noche fría, entre historias que pesan y heridas que no siempre se ven. Es una canción sobre lo que nos duele sin saber por qué. Sobre los silencios que también gritan. Decidimos desde el inicio que esta canción tenga ese sonido más íntimo, gra­bada con una guita­rra de nylon, agregando unos efectos ambientales, voces con mucho reverb y efecto para darle ese sonido de “fan­tasmas” y otros detalles.

–¿Cuál es tu flujo de trabajo con miras a este nuevo disco?

–Por el momento es sim­plemente compartir las canciones nuevas hasta llegar al lanzamiento del álbum. De ahí hacer un show de lanzamiento, donde voy a estar cantando todas las canciones de este nuevo proyecto y también algunas de pro­yectos pasados.

–¿Para este disco pri­mero estuvieron todas las composiciones antes de entrar al estudio o se fueron grabando de a uno?

–Hubo un núcleo de can­ciones que ya estaban listas antes de entrar al estudio, pero también se sumaron otras que nacieron en el proceso. Me gusta dejar espacio para que la inspi­ración de último momento se meta en el disco.

EL RÍO QUE PASA

–¿Qué preocupaciones o temas atraviesan este nuevo disco?

–Creo que habla mucho del paso del tiempo, de la memoria, de cómo cambia nuestra forma de mirar el pasado. También hay canciones sobre el amor, especial­mente las que escribí para mis hijos Cruz y Mila, y también por supuesto para mi esposa, Paulina.

–A veces es más fácil ver cómo madura un artista a través de sus letras. ¿Cómo pensás que pasa eso a través del sonido?

–En el sonido creo que se nota cuando uno se anima a tomar más riesgos, a dejar espacios en blanco, a no llenar todo de capas innecesarias. En este disco hay más respiración, más intención en cada arreglo. Siento que es un sonido más maduro porque no necesita impresionar, sino emocionar.

–En tus primeros discos ¿qué esperabas de un álbum y qué esperás del actual?

–En los primeros creo que esperaba que un disco me abriera todas las puertas. Recuerdo que me preocupaba mucho porque quería que cada canción sea popular. Hoy día espero que cada canción me represente, que sea honesto con lo que soy y que pueda acompañar a la gente en momentos de su vida. El éxito para mí ahora es que alguien se sienta tocado por una canción.

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