Se presentará en la ciudad de Loma Plata, el próximo jueves, bajo la dirección de Ernesto Estigarribia Mussi.
La Orquesta Sinfónica Nacional del Paraguay (OSN) ofrecerá el próximo jueves 12 de junio un concierto en la ciudad de Loma Plata, departamento de Boquerón, para conmemorar los 90 años de la firma del protocolo de paz que diera fin a la Guerra del Chaco, en la que se enfrentaron Paraguay y Bolivia (1932 - 1935). La presentación tendrá lugar en el Centro Cultural Chortitzer, a partir de las 19:00, con acceso libre y gratuito.
En su primera presentación en suelo chaqueño, la OSN subirá a escena bajo la batuta de su director invitado principal, el maestro Ernesto Estigarribia Mussi, e interpretará obras del repertorio universal y nacional.
Victoria Sosa, directora general de la Orquesta Sinfónica Nacional, destacó la trascendencia de este logro: “La histórica presencia de la OSN en el Chaco paraguayo es posible gracias al apoyo invaluable de la Secretaría Nacional de Turismo, el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación y del Conservatorio de Música de Loma Plata.
Es un reflejo de nuestro firme compromiso por la descentralización del desarrollo de la música sinfónica a lo largo del territorio nacional, llevando el arte a cada rincón de nuestra patria".
REPERTORIO
En la ocasión, la Sinfónica Nacional interpretará un repertorio que fusionará obras universales con joyas del acervo musical nacional, prometiendo una velada emotiva y de alta calidad artística.
La presentación de la OSN rescata el valor nacional de la agrupación, recorriendo el amplio territorio nacional en el marco de la conmemoración del fin de las hostilidades entre Paraguay y Bolivia.
El espectáculo promete ser una experiencia inolvidable y una invitación a explorar la riqueza de las tierras chaqueñas.
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Desarticulan en Loma Plata, Chaco, un punto de microtráfico
Los Agentes Especiales del Departamento Regional N° 11 de la Senad, con apoyo de Fuerzas Especiales, llevaron a cabo un allanamiento en una vivienda de la ciudad de Loma Plata, departamento de Boquerón, donde fue detenido Arnaldo Ariel Ruiz Rolón, paraguayo, por presunta venta de sustancias estupefacientes.
Durante el procedimiento fueron incautadas dosis de cocaína y marihuana listas para la venta, además de dinero en efectivo Cn billetes de baja denominación, aparatos celulares y otros elementos vinculados al fraccionamiento y comercialización de drogas.
Este tipo de operativos, aunque no representen grandes volúmenes de droga, constituyen un golpe importante al esquema del microtráfico, un delito que opera con pequeñas cantidades pero que genera un alto impacto negativo en los entornos comunitarios, especialmente entre jóvenes y adolescentes.
La intervención fue realizada bajo la dirección del agente fiscal Armando Benítez, de la Unidad Especializada en la Lucha contra el Narcotráfico de la ciudad de Filadelfia.
Ahora el representante del Ministerio Público tendrá que presentar la imputación contra el detenido. Una vez que se le impute, el detenido deberá comparecer ante un juez Penal de Garantía para la audiencia de imposición de medidas cautelares.
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El arpa, el alma de la música paraguaya
- Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos: Néstor Soto
El Día Nacional del Arpa Paraguaya se celebra el 9 de junio en recordación a la fecha de fallecimiento de Félix Pérez Cardozo, el creador del arpa paraguaya, en 1952. Un equipo de La Nación/Nación Media visitó el Museo del Arpa para mostrar su acervo y mantener una charla musical con el arpista guaireño Francisco Giménez, quien comparte sus vivencias, su arte y su valoración sobre el inmenso aporte de Pérez Cardozo.
La fría media mañana se trocaba en calurosa y los rayos del sol asaltaban a través de los cristales y se volvían a replegar detrás de las nubes.
Francisco cruza el dintel de la puerta ataviado completamente de negro como aquella ave que irrumpe en la lúgubre medianoche y se posa en el busto de Palas. Afina el arpa y lanza algunos acordes.
Nacido un 12 de agosto de 1972 en la compañía Caroveni de la ciudad de Villarrica, departamento del Guairá, su primer contacto con el arpa se dio a temprana edad a partir de un triste pero emotivo episodio familiar: en su lecho de muerte un tío afectado por una grave enfermedad heredó su arpa a su sobrino y pidió que en su memoria el pequeño Francisco sea instruido en la ejecución del instrumento.
PRIMER CONTACTO
Fue un día antes de la Navidad de 1984. Un vecino solidarizado con el difícil momento que atravesaba su familia los invitó a pasar con ellos las fiestas. En un momento de la noche, Francisco quedó enfrascado en los sonidos que emanaban del tocadiscos. Se trataba nada más y nada menos que los villancicos interpretados por el maestro Luis Bordón.
“Che ra’y, ¿nde gusta pio la arpa?” (mi hijo, ¿te gusta el arpa?), lo inquiere su padre al notar el vivo interés del niño.
“Ha la péicha ambopútaramo ambopuse” (si es que voy a tocar así, quiero hacerlo), le respondió el niño.
Como un buen padre paraguayo de clase trabajadora, su ternura nunca está exenta de dureza, por lo que su apoyo estuvo seguido de una tajante advertencia: “Ejededicaro embopu va’erã la péicha (si te dedicás, vas a poder tocar así). Tu tío te dejó el arpa. Si te gusta, mañana mismo vamos a hablar con el maestro Herminio Careaga. Te voy a dar tres meses de tiempo. Si en tres meses veo que no vas a tocar nada, vas a volver conmigo a la carpintería, pero en estos tres meses te voy a dar el tiempo necesario para que practiques”, rememora.
Como el joven Francisco no tenía vocación de carpintero, se puso a practicar hasta diez horas al día. En ese breve lapso, cuenta que avanzó a lo equivalente a un año de estudio hasta convertirse en un virtuoso intérprete que recorrió escenarios de los cinco continentes, además de una residencia de varios años en Europa y estancias como instructor en Japón. Así, de niño se puso a practicar como si fuera un concertista profesional.
NUEVO MATERIAL DISCOGRÁFICO
Sobre su próximo material, explica que es el primero con obras exclusivamente suyas. Se trata de 10 tracks, una zamba, una guarania y ocho polcas. En conjunto constituyen un homenaje a figuras muy influyentes en su vida como su madre y sus maestros, además de una pieza compuesta para una obra teatral. Cada obra está hecha al estilo del homenajeado.
La producción fue realizada con un apoyo que brinda Autores Paraguayos Asociados (APA) para incentivar las nuevas creaciones.
“Espero que sea del agrado de la gente. Es un disco de homenajes. Hay canciones para mi madre, a maestros como Luis Bordón, Enrique Samaniego, Cristino Báez Monges, Herminio Careaga, que fue mi primer maestro. Por supuesto, a Félix Pérez Cardozo, Óscar Nelson Safuán y una obra que compuse para una obra de teatro, ‘Gaucho gua’i’, dirigida por Pedro Paredes. Son temas instrumentales con acompañamiento de guitarra, bajo y algunos temas incluso con orquesta. Son grabaciones de distintos momentos”, expresa.
–¿Qué tiene de especial para vos este disco con respecto a los otros?
–A este disco le tengo un cariño especial porque son composiciones mías. En la composición uno expresa realmente lo que siente. En el caso de la interpretación, uno tiene que respetar al compositor que está interpretando. Tratar de transmitir el espíritu y la esencia del que compuso el tema. Por eso se denomina intérprete. Pero en el caso de este disco yo compuse los temas de aquello que yo sentía. Yo respeto mucho a los creadores y entonces trato de mantener la esencia de cada compositor. Siempre sostengo que si uno quiere innovar, tiene que crear algo propio, así como lo hizo Safuán. Crear algo propio y respetar la composición de los autores anteriores. En cambio, la composición te da una libertad absoluta.
EL CREADOR DEL ARPA PARAGUAYA
–¿Qué representa para vos la figura de Félix Pérez Cardozo para el arpa y para la música paraguaya en general?
–Félix Pérez Cardozo es el taita guasu del instrumento, es el cimiento, el comienzo. Él es el creador del arpa paraguaya como la conocemos hoy en día, porque él transformó físicamente la antigua arpa india a lo que conocemos como arpa paraguaya. Él hizo algunas transformaciones físicas, aumentó la cantidad de cuerdas, creó una técnica que antes no existía. Él lo prefiguró todo y posteriormente cada artista fue evolucionando también de acuerdo a su tiempo. Creó un amplio repertorio para solistas, que anteriormente eran muy escasos. Solamente había temas tradicionales y el arpa no se tocaba tanto como instrumento solista, era más bien un instrumento de juglaría, de acompañamiento. El mismo artista cantaba y contaba relatos, sucesos, crónicas a través de sus canciones, los famosos compuestos. Y se acompañaba con el arpa y era muy limitada la técnica, porque el arpista cantaba y se acompañaba. El guarambareño Tacho’i fue el último exponente de este estilo. Él cantaba los compuestos acompañándose del arpa y a veces improvisaba en el momento. Contaba algunos sucesos que ocurrían en un pueblo y después seguía en otro pueblo y contaba cantando.
–¿Cuál es el principal cambio que se da con Pérez Cardozo?
–Pérez Cardozo lo transformó en instrumento solista, compuso solos de arpa y otro aporte fundamental fue la musicalización de versos de Emiliano R. Fernández y otros poetas que hoy forman parte del repertorio clásico como “Che la reina”, “Adiós che paraje kue”, etc. Además, casi todas las arpas del mundo se tocan con la yema de los dedos, pero Pérez Cardozo incorporó las uñas, lo que le da la posibilidad de hacer los trinos o trémolo, el acompañamiento con el bajo. También cambió la posición de los dedos. El cabezal del arpa india es semirrecto y las cuerdas van a los costados, mientras que el arpa paraguaya tiene un arco más pronunciado y las cuerdas entran por el centro.
NECESIDAD
–¿Conocés cómo fue este proceso?
–Yo tuve la suerte de estar en comunicación con varias personas de la generación de Pérez Cardozo y Flores, por ejemplo. Uno de ellos fue el doctor Carlos Federico Abente, Elvio Romero, mucha gente en Argentina y a través de ellos me enteré de que, por ejemplo, Pérez Cardozo estaba desarrollando el arreglo del “Pájaro campana”, que es como si fuera de él también porque es una recreación. O sea, es como si volviera a crear nuevamente una obra que ya existía. “Pájaro campana” era un temita de dos partes nomás y Pérez Cardozo le hizo el arreglo, le puso una introducción, desarrollo, variaciones y un final con las bordonas. Y cuando estaba desarrollando ese arreglo se dio cuenta de que al final no alcanzaba, le faltaban los bajos, algunas notas. Le hizo escuchar a Flores y le dijo “kóa ko ndaikatúi amboapu’a hína opa haguã porque opa ápe chehegui las cuerdas. Mba’e cheaconseja, maestro” (esta obra no puedo cerrar porque terminan de mí las cuerdas. ¿Qué me aconseja, maestro?).“Y chamígo, emo’îve chupe las cuerdas ehupyty haguã las notas ofaltaba” (amigo mío, póngale más cuerdas para alcanzar las notas que faltan).
–Imagino que no fue algo que se hizo de la noche a la mañana.
–Claro, no es así nomás. Ahí cambia la tensión y al agregar las cuatro cuerdas se puede desarmar el instrumento. A partir de ahí Pérez Cardozo buscó la manera de agregarle más cuerdas, se fue junto a un luthier, un físico matemático, hicieron los cálculos y vino con la idea desde Buenos Aires junto a su amigo de infancia, Epifanio López, que fue su luthier y le dijo a Epifanio “péa la che idea” (esta es mi idea). Y así Epifanio López y Pérez Cardozo lograron transformar aquel instrumento denominado arpa india a lo que actualmente conocemos como arpa paraguaya. Cristino Báez Monges también en su último tiempo empezó a fabricar arpas. Compuso un tema que se llama “Lo mitã sapukái” y se dio cuenta de que le faltaba una cuerda para poder imitar el grito del campesino que él buscaba y le aumentó una cuerda más. Entonces, de la de 36 de Pérez Cardozo se pasó a 37 y actualmente ya hay de 38, 40 y hasta 50 cuerdas, pero la de 37 es la básica actualmente y ahí ya está todo.
CONCIERTO DE PRESENTACIÓN
El próximo jueves 12 de junio (Día de la Paz del Chaco), a las 19:00, en el auditorio del APA (Chile 850 e/ Piribebuy y Humaitá) Francisco Giménez realizará la presentación de su disco titulado “María Elva” en honor a su madre.
“No se cobra entrada, pero sí la salida”, dice entre risas Francisco a la espera de que el público que asista a su concierto adquiera su material discográfico, que tendrá un costo de G. 50.000 en formato físico y habrá una oferta especial de cinco discos grabados en un pendrive a un costo de G. 100.000. Sin duda será una gran ocasión para incluir en el setlist estos tesoros de la música paraguaya. Muy pronto también estará disponible en todas las plataformas digitales. “Les espero a la gente a la que le gusta el arpa, que le gusta sentir el sonido auténtico del arpa sin mucho acompañamiento, como base arpa y guitarra. Vamos a hacer un concierto no muy largo con repertorio del disco. Voy a estar acompañado de Cacho Cords en guitarra, Pedro Domínguez en guitarra y Luisinho Bordón, el hijo de don Luis Bordón, en el bajo”, invita.
FIGURA CLAVE
Félix Pérez Cardozo nació el 20 de noviembre de 1908 en Hyaty, departamento de Guairá, una localidad que hoy lleva su nombre en su homenaje. Fue un destacado arpista, compositor y figura clave del folclore paraguayo, reconocido por su virtuosismo y por haber elevado el arpa paraguaya a un símbolo nacional.
Hijo de Teodoro Pérez y Cándida Rosa Cardozo, se casó con la argentina Avelina Victoria Sánchez Saenz, con quien tuvo una hija, Ángela Rosa, quien le sirviera de inspiración para sus composiciones, “Bienvenida”, “Ángela Rosa” y “El sueño de Angelita”. Aprendió a tocar la guitarra y el arpa de forma autodidacta, como era común entre los músicos rurales de la época. Pérez Cardozo es autor de numerosas obras que enriquecieron el repertorio del arpa paraguaya como “Tren lechero”, “Mi despedida” y el archifamoso arreglo de “Guyra campana”. Su estilo personal y su técnica innovadora lo convirtieron en una figura central en la evolución del arpa paraguaya. Modificó la estructura del instrumento, aumentando el número de cuerdas a 36 y rediseñando el cabezal, lo que definió la identidad sonora del arpa paraguaya moderna. Falleció en Buenos Aires el 9 de junio de 1952 y en recordación a esta fecha se recuerda en nuestro país el Día Nacional del Arpa.
Fuente: ChatGPT
EL RINCÓN DEL ARPA
El Museo del Arpa funciona en la casa Ballario del Centro Cultural de la Ciudad Carlos Colombino - Manzana de la Rivera y está ubicado sobre la calle El Paraguayo Independiente esquina Juan E. O’Leary. Es un edificio patrimonial de estilo neoclásico italiano construido a inicios del siglo XX.
Heddy Benítez, jefa de museos del centro cultural, reseña que el espacio se originó en el Centro Paraguayo-Japonés (CPJ) en 2008 hasta su traslado al espacio que ocupa actualmente hacia 2016. En el lugar están expuestos arpas, fotografías, publicaciones, partituras, tapas de discos, vestuario, placas, reconocimientos, estatuillas y otros objetos que pertenecieron a grandes cultores del instrumento como Félix Pérez Cardozo, Alberto Romero Ruiz Díaz, Luis Bordón, Nicolasito Caballero, Tito Acuña, Lorenzo Leguizamón, Cristino Báez Monges, Digno García, Ismael Ledesma, César Cataldo, entre otros.
“Hablar del arpa paraguaya es hablar de la esencia de nuestra cultura y de lo que amamos, que es la música. Nuestro país es muy musical. Todos los artistas que están expuestos acá han cumplido un papel muy importante haciendo conocer la música paraguaya y particularmente el arpa, que es la expresión más genuina de este país”, señala Benítez. Además de las reliquias expuestas, también hay disponible un instrumento nuevo que está a disposición de los visitantes que sepan tocar el instrumento. El horario de atención es de lunes a viernes de 8:00 a 16:00.
Los responsables del museo aprovecharon la ocasión para invitar al público al concierto que se realizará mañana 9 de junio, a las 19:00, en el auditorio Ruy Díaz de Guzmán del citado centro cultural.
Los protagonistas de la velada serán el Conjunto Folklórico Municipal, el Ballet Folklórico Municipal y Arpistas Paraguayos Asociados. El acceso al espectáculo es libre y gratuito.
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Un punto de encuentro entre dos espiritualidades sonoras
- Jimmi Peralta
- Fotos: Gentileza
Envueltos de espiritualidad, admiración mutua y prestigio, la guitarrista paraguaya Berta Rojas y el músico argentino Gustavo Santaolalla grabaron una versión de “The Last of Us”, la música del popular videojuego y serie televisiva. Rojas habló con El Gran Domingo de La Nación sobre esta nueva colaboración, su búsqueda compartida con el argentino, su experiencia con el trabajo en equipo y más.
Los caminos que se trazan en las búsquedas de la identidad son finitos, como finito es el número que da cifra a la especie. El decir lo que se es, el nombrarse es una parada más de un viaje sin final. Estos caminos y estos decires no dibujan en el suelo líneas paralelas de un ejército guiado por su estrella polar, sino que, por su condición de esquivos, se trazan con garabatos, que al tiempo de buscar el destino lo crean andando para heredar nuevos surcos para los que vendrán, no sin antes cruzarse en el hacer.
La guitarrista paraguaya Berta Rojas, y el músico y productor argentino Gustavo Santaolalla lanzaron recientemente su último trabajo, “The last of us”, interpretado a dúo de guitarra y ronroco, que fue grabado en Los Ángeles, Estados Unidos.
Dos ávidos buscadores de la identidad de la música y el sonido de Latinoamérica a través de la creación y la interpretación se encontraron por primera vez para versionar la popular obra Santaolalla, con arreglos y producción de Sebastián Henriquez y Popi Spatocco.
El ronroco es el instrumento de cuerdas que Santaolalla rescató de la tradición del sur del continente y al cual hizo familiar al mundo a través de obras que llegaron al cine y al mundo de los videojuegos.
IDENTIDAD
Gustavo y Berta se interceptan en una búsqueda de ambos: tratar de nombrar a través de su sonido la identidad y, al mismo tiempo, recrearla en procura de nombrarse y de conectar con el continente.
Santaolalla es una figura fundacional del rock en Argentina y durante décadas fue productor de las bandas y los solistas más importantes de la música en habla hispana, persiguiendo el acento latinoamericano en cada proyecto.
Por su parte, Rojas, quien viene de presentar “Legado” en 2022 y de ganar con él su primer Latin Grammy para Paraguay, es emblema de la guitarra clásica paraguaya.
Aunque su travesía profesional en un primer momento la tuvo embanderada con la puesta en valor de la obra de Agustín Barrios, su obra es transversal al sonido del continente, con discos que rescatan obras guitarrísticas con ritmos del Brasil, Perú, Argentina, Centroamérica y el Paraguay. En este derrotero trabajó en colaboraciones inolvidables junto a grandes como Paquito D’Rivera, Juan Cancio Barreto y la Camerata Bariloche.
La grabación “The last of us” es el punto de encuentro entre dos espiritualidades que trazan una búsqueda en la metáfora del sonido, en el diálogo entre pueblos hermanos y vinculados por un mundo cultural como hogar común.
–¿Cuál fue el flujo de trabajo que abordaron con Gustavo respecto a los arreglos, ensayos, el tiempo de interacción para la grabación y qué sensibilidades los conectaron en el estudio, ya sea desde lo humano, lo profesional y sonoro?
–Trabajar con Gustavo fue un placer, ya que cuenta con una calidad humana notable. Nada más verlo llegar al estudio con flores acompañado de su esposa fue un gesto tan cariñoso como inesperado. Trabajamos en una jornada de grabación en Westlake Studios en Los Ángeles el pasado diciembre. Popi Spatocco y Sebas Henriquez estuvieron a cargo de los arreglos, nosotros teníamos un plan de acción muy bien trazado para optimizar nuestro tiempo en la sesión de grabación.
BÚSQUEDA
–¿Qué preguntas, inquietudes o certezas te deambulan actualmente?, ¿qué provocan, inspiran y/o acompañan estos nuevos trabajos?
–Este es un momento de mucha búsqueda en la bajada a tierra de un nuevo disco que vengo soñando desde hace tiempo y que cuenta muchas historias nuevas. En este momento estoy en plena tarea de estudio y descubrimiento, de muchas y extenuantes jornadas y de ese cansancio feliz que te da la satisfacción del trabajo bien hecho.
–Cuando hablamos de identidad muchas veces intentamos rastrear en el pasado un origen “puro”, que finalmente se diluye en mezclas anteriores.
–Somos los nativos americanos mezclados con los africanos esclavizados y los europeos que vinieron a hacerse también de un sueño en nuestras tierras. Somos todas esas mezclas y a su vez los europeos también cuentan con sus propios orígenes y ascendencias tan variadas que es imposible distinguirlas con precisión. Los latinoamericanos somos fusión de tantas culturas e identidades que han forjado lo que somos. La pureza no existe y es con el tiempo que estas fusiones van formando nuestra propia identidad.
–¿Qué tan conciente sos de que tu producción también forma parte de la identidad de la guitarra paraguaya y que sos un espejo para otros guitarristas de nuestro país?
–Nuestros orígenes son difusos y está bueno recordarlo, porque es así que podemos abrazar al hermano que llega buscando el amparo que como nación podamos ofrecerle, como también nuestros compatriotas van por el mundo buscando ser cobijados por otras culturas. Bien lo dice Jorge Drexler en una de sus canciones: “De ningún lado del todo y de todos lados un poco”. Y así vamos en un constante migrar hasta que finalmente en algún lugar nuestras almas quizá encuentren un hogar y un descanso. Si estas preguntas que me hago sirven para que otros jóvenes también se las hagan, siento que sí está bueno invitar a la reflexión. Hasta ahí el aporte que puedo hacer. Las respuestas que lleguen después son personales, como el arte mismo que hacemos. Ojalá, como decía el gran Agustín Barrios, “esté preñado de sinceridad”.
CONEXIÓN
–El trabajo de una instrumentista solista es un repetido ejercicio de esfuerzo individual. A contramano de eso, tu hacer lo venís desarrollando en equipo, pensando con otros y tocando con otros… ¿Qué relevancia tiene para vos esa interacción?
–Ese es el aprendizaje más lindo; el hacer música con otros, conectar con el otro a través del lenguaje de la música. Se abre un espacio de resonancia con el otro que de alguna manera te permite poner en ejercicio la empatía, tan necesaria en el mundo que vivimos hoy.
–La guitarra de Berta dialoga desde hace años con la música del continente. ¿Qué trascendencia tiene para vos que se “hermanen” las músicas y los sonidos de nuestro pueblo?
–Los latinoamericanos tenemos que transitar orgullosamente la música de nuestras tierras, porque allí es donde radica el sentido de pertenencia, ese algo tan fresco y estimulante intrínsecamente relacionado con lo que hablábamos antes sobre nuestra esencia, nuestras raíces (todas ellas), nuestras identidades. Hay una suerte de certeza cuando dialogamos con la música tan cargada de la identidad que hemos ido forjando con el tiempo. En ese espacio de encuentro con Gustavo a través de esa chacarera hay un 6/8 y un 3/4, compases que son afines a nuestra música paraguaya, pese a las diferencias en cuanto a las articulaciones que son muy particulares de esa forma. El 3 contra 2 resultante es la matriz de mucha música producida en nuestro continente. Gustavo dice con mucha sabiduría que “tenemos que tocar con nuestro acento”. La chacarera y la polca se encuentran con esa raíz común y así con tantas otras músicas de nuestra América Latina.
–Sé que del nuevo disco no se puede decir mucho aún, pero igual pregunto si se puede tener algún adelanto, ¿fecha?, ¿nombre?
–Muero de ganas de contarte sobre el disco, pero iremos de a poco, como quien va abriendo sin apuro un presente. Fue hermoso para mí compartir la grabación con Santaolalla, un moño hermoso de un paquete que poquito a poco lo iremos mostrando con el cariño que merece el oyente, que es el primer y gran receptor de lo que ya empezamos a soltar al viento.
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Studio Ghibli celebra 40 años de animación
- Tokio, Japón. AFP.
El estudio de animación japonés Ghibli celebra este mes su 40º aniversario, con dos premios Óscar y generaciones de fieles seguidores, conquistados por sus relatos y su universo visual únicos, completamente dibujados a mano. Fundado en 1985 por Hayao Miyazaki e Isao Takahata, fallecido en 2018, Studio Ghibli se ha convertido en un fenómeno cultural mundial gracias a obras maestras como “Mi vecino Totoro” (1988) y la oscarizada “El viaje de Chihiro” (2001).
“La historia es cautivadora y los dibujos son magníficos”, explica Margot Divall, una fanática de 26 años. “Probablemente veo Chihiro diez veces al año”, agrega. El éxito de Ghibli se vio recientemente honrado con un segundo Óscar, otorgado en 2024 a “El Niño y la Garza” como mejor película de animación. Su estilo nostálgico es tan reconocible que las redes sociales se han inundado recientemente con imágenes “al estilo Ghibli”, generadas por la última herramienta de inteligencia artificial (IA) de OpenAI, reavivando el debate sobre los derechos de autor.
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“Un olor a muerte”
Provenientes de la generación que conoció la guerra, Takahata y Miyazaki integraron elementos oscuros en su narrativa, explicaba Goro Miyazaki, el hijo de Hayao, en una entrevista reciente con la AFP. “No hay sólo dulzura, sino también amargura y otras cosas que se entrelazan magníficamente en la obra”, añadía, evocando un “olor a muerte” que impregna las películas.
Para los jóvenes que crecieron en tiempos de paz, “es imposible crear algo con el mismo sentido, el mismo enfoque y la misma actitud que la generación de mi padre”, afirmaba Goro Miyazaki. Incluso “Mi vecino Totoro”, con sus espíritus del bosque, es una película “aterradora” en ciertos aspectos, que explora el miedo a perder a un ser querido.
Susan Napier, profesora en la universidad norteamericana de Tufts y autora del libro “Mundo Miyazaki. Una vida dedicada al arte” (Dolmen editorial) comparte esta interpretación. “En Ghibli hay una cierta ambigüedad, complejidad y una aceptación del hecho de que la sombra y la luz a menudo coexisten”, explica, en contraste con los dibujos animados estadounidenses que separan claramente el bien del mal.
Por ejemplo, la película posapocalíptica “Nausicaä del Valle del Viento” (1984), considerada como la primera película de Ghibli, no tiene un verdadero “villano”. Ese largometraje, donde una princesa independiente se interesa por insectos gigantes y un bosque tóxico, era según Susan Napier “de una gran frescura (...) a mil leguas de los clichés habituales”. “Estábamos lejos de la mujer pasiva que necesita ser rescatada”, añade.
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Un universo aparte
Las películas de Ghibli también dibujan un universo donde los humanos mantienen un vínculo profundo con la naturaleza y el mundo de los espíritus, como en “La princesa Mononoke” (1997).
Esta fábula, en la que una joven criada por una diosa loba intenta defender su bosque amenazado por los humanos, es “una película seria, sombría y violenta”, opina Napier.
Las obras del estudio japonés tienen “una dimensión ecologista y animista, muy pertinente en el contexto actual del cambio climático”, añade, precisando que los dos hombres también estaban “muy comprometidos políticamente”.
Miyuki Yonemura, académica en Tokio y especialista en la cultura de la animación, destaca la riqueza de las películas de Ghibli. “Cada vez se descubre algo nuevo”, asegura. “Por eso algunos niños ven Totoro 40 veces”, agrega.
Influencia francófona
Si Hayao Miyazaki e Isao Takahata pudieron crear mundos tan originales, es gracias a su curiosidad por otras culturas, subraya Miyuki Yonemura.
Entre sus influencias se encuentran el escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, el director Paul Grimault e incluso el artista canadiense Frédéric Back, galardonado con un Óscar por “El hombre que plantaba árboles” (1987).
Takahata había estudiado especialmente la literatura francesa, “un factor determinante”, afirma Yonemura.
Ambos leían muchísimo, lo que también explica su talento para la escritura y la narración. Para “Nausicaä”, un nombre extraído de la Odisea, Hayao Miyazaki se inspiró en la mitología griega y en numerosas obras, incluyendo “La dama que amaba a los insectos”, un cuento japonés del siglo XII.
Según la profesora, “el estudio Ghibli nunca será el mismo después del retiro de Miyazaki, a menos que surjan talentos comparables”. El futuro del estudio sigue siendo incierto: “El Niño y la Garza” (2023) podría ser la última película de su fundador emblemático Hayao Miyazaki, de 84 años.
Miyazaki es “un artista increíble con un imaginario visual excepcional”, señala Napier. “Ghibli es tan querido que creo que seguirá viviendo”, concluye Margot Divall, una fanática desde hace mucho tiempo. “Sobrevivirá mientras no pierda su belleza, y mientras el esfuerzo, la atención y el amor que lo sostienen permanezcan intactos”, agrega.