Hoy, con funciones a las 16:00 y las 19:00, se presentará en el Teatro Municipal Ignacio A. Pane la obra teatral “Elisa Lynch y el mariscal López: historia de un amor sin límites”, bajo la dirección de Margarita Franco y Juan Aveiro.
La obra narra una historia de amor apasionado e intenso, originado en uno de los salones más glamurosos de París, entre un joven llamado Francisco Solano López, y una bella irlandesa llamada Elisa Alicia Lynch.
Elisa Lynch será interpretada por la cantautora y actriz paraguaya Margarita Franco, mientras que el mariscal Francisco Solano López por el cantautor y actor Marcelo Monraht.
Las entradas tienen un costo de G. 100.000 para el público en general. Mientras que los niños y estudiantes abonan G. 50.000.
ZELDA
Por otra parte, regresa a la cartelera la obra “Yo, Zelda”, de Luz Saldívar, inspirada en la vida de Zelda Sayre, escritora y bailarina norteamericana. El elenco está compuesto por Eli Caballero, Ruth Ferreira y Arianna Jiménez. Las funciones serán hoy, a las 20:30, y
mañana, a las 20:00, en Espacio Casa Mayor (Malutín entre Guido Spano y Andrade). Entradas anticipadas cuestan G. 60.000; hay promo de 2 x G. 100.000, y en boletería tienen un valor de G. 70.000. Reservas e informes en el (0981) 605-737.
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Orgulloso heredero de un nombre que marcó su historia
Descendiente de don Carlos Antonio López, el ilustrador argentino Francisco Solano, homónimo del mariscal paraguayo, vuelve a obtener el reconocimiento por su trabajo, 14 años después de su muerte, al popularizarse la serie argentina protagonizada por Ricardo Darín.
- Por Jimmi Peralta
- Fotos Gentileza
El pasado 30 de abril tuvo su estreno a través de Netflix la serie “El Eternauta”, convirtiéndose rápidamente en tendencia global al alcanzar el primer puesto en reproducciones entre las realizaciones en español dentro de la plataforma. Se trata de una producción argentina basada en la historieta de igual nombre, publicada en el vecino país en su primera entrega entre 1957 y 1959 a través del suplemento semanal Hora Cero, con guion de Héctor Oesterheld (1919-1977) y dibujos de Francisco Solano López Fontaine (1928-2011).
Esta coincidencia de nombre con el mariscal paraguayo no es una mera casualidad, pues se trata del tataranieto del primer presidente constitucional del Paraguay, don Carlos Antonio López, y bisnieto de Venancio López. Fue en honor al máximo héroe paraguayo que sus padres, Carlos Antonio López Blomberg y Carmen Fontaine, lo hicieron heredero del nombre Francisco Solano, una marca que atravesó su historia familiar y que en las últimas semanas resonó nuevamente, evocando a la vez el origen de este sello que lo vincula con el Paraguay.
“Mi padre tenía mucha ilusión de hacer por lo menos una historia, aunque no fuera completa, del mariscal y me encargó a mí escribirla”, comenta Gabriel Solano López, guionista e hijo de López Fontaine.
LA GUERRA DEL PARAGUAY
El dibujante de “El Eternauta” y de un sinnúmero de publicaciones más trabajó a fines de los 70 en la historieta “La guerra del Paraguay”, con guion de su hijo Gabriel, quien habló con La Nación/Nación Media sobre la figura y el legado dejado por su padre.
“La historia se concentró en el último periodo de la guerra, cuando el mariscal estaba en medio de la selva, escapando, intentando que no lo descubrieran en su odisea con 400 supervivientes. Entonces, un poco nos concentramos en ese periodo porque mi padre tampoco tenía tiempo porque estaba con sus compromisos editoriales, entonces a poco podía proyectar una historia así a largo plazo”, explica Gabriel Solano López.
La historieta realizada entre padre e hijo marca una mirada respecto a la historia no popularizada en el vecino país. El material fue varias veces reeditado. “Ambos disfrutamos mucho de ese trabajo. Lo disfrutamos mucho porque hemos sido muy estudiosos de la guerra del Paraguay para hacerlo, mi padre por orgullo y yo también. Lo hicimos a partir de un historiador que en su momento fue muy popular en Argentina, que era José María Rosa”, agrega.
NARRATIVA
La narrativa predominante en el vecino país respecto a la contienda, conocida en Paraguay como guerra contra la Triple Alianza, estaba marcada por el sesgo justificador de la acción de los aliados, pero la mirada de Rosa no coincidía de pleno con ella. “Con respecto al mariscal, en principio mi opinión era, como la de mi padre, con ese orgullo de nuestra ascendencia y por el carácter heroico del mariscal y de cómo murió también, eso fue realmente un espectáculo muy bárbaro. Pero ya con el tiempo fui cambiando mi perspectiva”, explica el guionista.
Gabriel Solano López está cerca de cumplir 50 años de vida en España, donde lo llevó en principio su padre luego de rescatarlo de la prisión en el contexto de la dictadura militar argentina, la que se cobraría la vida del guionista de “El Eternauta”, Héctor Oesterheld.
UN TRABAJADOR
“Yo me he criado desde muy niño viendo a mi padre trabajar sin descanso, trabajar, trabajar y trabajar. ‘El Eternauta’ se empezó a publicar el mismo año que yo nací. Entonces, cuando terminó, en el 59, yo tenía 2 años. O sea, testigo de su trabajo en ‘El Eternauta’ no podría haber sido. Lo que yo recuerdo es verlo a él trabajando continuamente”, comentó Gabriel.
Francisco Solano López Fontaine firmó publicaciones de diversas temáticas en Argentina, Reino Unido y EE. UU. Su carrera se inició en la década del 50 y siguió hasta sus últimos días, abarcando géneros como la ciencia ficción, la épica histórica, el drama, las aventuras eróticas, entre otros.
Gabriel trabajó en su juventud con su padre como guionista y, si bien señala que actualmente su única relación con la escritura la mantiene en su condición de lector, según la crítica de entre aquellos trabajos “Ana” e “Historias tristes” lo inscriben entre los más destacados del género en Argentina.
“‘Historias tristes’ las escribí más como relato, como cuento en prosa y entonces lo que hizo mi padre fue seleccionar los textos, asegurándose de que se veía un hilo argumental y dibujaba las viñetas. Y luego ‘Ana’ ya lo escribía directamente con forma de hilo, con sus viñetas y sus cantidades de páginas, hacia el concepto de página. El concepto de página me lo enseñó Carlos Sampayo”, comentó.
Gabriel Solano nunca volvió a vivir en Argentina. Su padre lo acercó a la producción de historietas, pero él no le dio continuidad a ese camino. Al parecer, el mundo de certezas propios de la juventud que lo marcaron dentro de la militancia política se pusieron entre paréntesis en el contexto de su formación en filosofía.
LA SERIE
La serie “El Eternauta” vuelve a poner sobre la mesa la historia de sus creadores: Héctor Oesterheld y Francisco Solano López Fontaine, dos personajes icónicos en el mundo de las historietas, que tal vez reciben el reconocimiento de una nueva generación a través del ejercicio de la memoria.
“Una pena que yo siento es que mi padre no esté presente, porque el reconocimiento que tiene ahora de todos los medios dedicados al género mi padre nunca lo recibió directamente. Alguna vez tuvo un premio. Fue en una feria de historietas de Barcelona y él comentó entre sus amigos de la profesión que era la primera vez que le daban un premio. Llevaba mucho tiempo en la profesión y tenía su nombre, pero no obtuvo el reconocimiento que se está dando ahora, que se está haciendo justicia a posteriori”, comenta.
“El Eternauta” se enmarca dentro de una narrativa de ciencia ficción que se desarrolla en Buenos Aires de los 50, una temática que atrapó a los lectores de varias generaciones. La publicación tuvo tres partes y llegó a ser editado sin la autorización de los creadores y herederos.
“A mí la serie me gustó mucho, primero porque se animaron, se atrevieron a hacerla ubicándola en la actualidad y me parece que ese fue un acierto. Funciona a la hora de captar público juvenil que podrá sentirse identificado. Hacer toda una reproducción de la época de los años 50 y 60 sería un esfuerzo quizá necesario y, aunque hay también muchos cambios en el guion, creo que esos cambios son positivos, porque lo exige también lo que es el lenguaje cinematográfico, que es distinto. Lo que es el espíritu y el argumento que quería transmitir el dibujo de mi padre yo creo que está respetado en la serie y, claro, con los límites de distintos géneros, pero está respetado y logrado”, refiere Gabriel.
La producción audiovisual de “El Eternauta” tuvo cerca a los herederos de Solano López y de Oesterheld, quienes estuvieron de alguna forma en la custodia del legado artístico. La serie vuelve a plantear una valoración sobre las historietas, que décadas atrás marcó una forma de consumo de la ficción y la no ficción en la cultura masiva. La producción ya anunció la realización de una segunda temporada, que mantendrá en alerta al público de habla hispana.
GÉNERO EN BOGA
En el último par de décadas las historietas volvieron a tener un papel protagónico en las narrativas de ficción, retroalimentándose con la pantalla, proveyendo al cine y a las plataformas de personajes y reavivando la dinámica del papel. “En aquel momento y hasta hace relativamente poco, se planteaba que la historieta era un género menor. Y había por las clases pretendidamente cultas como cierto desprecio a la historieta, tanto del guionista como el dibujante. Pero desde hace ya bastantes años ha habido una corriente de reconocimiento y ahora se le llama noveno arte a las historietas”, explica el guionista.
“Y de ahí vienen también los intentos de prestigiarla llamándola novela gráfica, que yo creo que no es necesario. La historieta se puede considerar como un arte y valorarla sin necesidad de ponerle nombres supuestamente más honoríficos. Las buenas historietas, las grandes historietas, aunque tengan el nombre de historieta o de cómic, es un arte ya masivo y no necesita que se le ponga ese suplemento”, remata.
Francisco Solano López Fontaine es uno de los representantes más destacados de la ilustración argentina en el mundo de las historietas, y fue un orgulloso heredero de un nombre familiar que marcó la historia del Paraguay y la suya.
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Hace 160 años, Paraguay le declaró la guerra a Argentina y se oficializó el peor conflicto regional
El 29 de marzo de 1865, el gobierno de Paraguay le declaró la guerra a Argentina, oficializando el inicio de la Guerra de la Triple Alianza, hace 160 años. El 18 de marzo de 1865, el Congreso paraguayo autorizó esta decisión al presidente Francisco Solano López, quien once días después publicó los motivos de la declaración, ante la negativa de Argentina para permitir que tropas paraguayas crucen su territorio rumbo a Uruguay, invadido por Brasil el 12 de octubre de 1864. Contra Brasil ya se había declarado la guerra, tres meses antes, el 13 de diciembre de 1864.
“La verdad es que la guerra empieza con una fase ofensiva por parte del Paraguay, primero tomando el territorio que le correspondía a Mato Grosso (estado brasileño), justamente para cubrirse la espalda, y después fue en ayuda del Uruguay y ahí entró en conflicto con Argentina. O sea, el inicio de la guerra marca la etapa ofensiva paraguaya, pero una vez que ellos ingresaron a territorio paraguayo, todo se hizo muy difícil para nuestro país”, explicó el historiador y profesor Fabián Chamorro, en conversación con La Nación/Nación Media
El detonante local que habría llevado a que se desatara la Guerra de la Triple Alianza fue la intervención militar del Brasil, que invadió el Uruguay, donde el gobierno uruguayo pidió ayuda al Paraguay, cuyo presidente era el entonces general Francisco Solano López, que decidió atacar al Brasil, temiendo que la invasión militar brasileña fuese el primer paso para una ocupación definitiva del Uruguay, lo cual rompería el equilibrio del Río de la Plata y pondría en peligro la independencia del Paraguay, proclamada el 14 y 15 de mayo de 1811, cinco décadas antes.
Campaña de Mato Grosso
El 27 de diciembre de 1864, las tropas paraguayas atacaron el Fuerte de Coímbra y en unos meses vencieron toda resistencia, ocuparon las principales ciudades del Mato Grosso, como Corumbá, Dourados, Nioaque, Anhambai, Miranda, Coxim y Laguna; y se apoderaron de una considerable cantidad de armas. Esta etapa fue conocida posteriormente como la Campaña de Mato Grosso, la cual terminó con una victoria paraguaya, que se extendería hasta abril de 1868.
López pensaba enviar tropas al Uruguay para expulsar a los invasores brasileños. Esto finalmente no ocurrió, puesto que, en febrero de 1865, los brasileños comenzaron el sitio de Montevideo y controlaban los puntos estratégicos del Uruguay. Tras el reemplazo del presidente uruguayo Atanasio Aguirre, quien era afín con el gobierno paraguayo, por Venancio Flores, con simpatía hacia el Brasil, el entendimiento bélico entre el Paraguay y el Uruguay se vería completamente modificado.
Solano López decidió atacar Río Grande del Sur y solicitó permiso al presidente argentino, Bartolomé Mitre, para que sus tropas accedieran por la zona de Misiones, petición que le fue negada por el mandatario argentino, tras lo cual el presidente paraguayo sospechó de la existencia de un acuerdo entre el jefe de Estado argentino y el emperador Pedro II de Brasil, y decidió tomar la iniciativa de la invasión.
En represalia a la negativa de Argentina, el 13 de abril de 1865, la marina paraguaya se apoderó de embarcaciones de guerra argentinas ancladas en el puerto correntino y ocupó Corrientes. El 1 de mayo del 1865, los representantes de Brasil, Argentina y Uruguay firmaron el tratado de la Triple Alianza en Buenos Aires.
Desventajas
Fabián Chamorro comentó que el Paraguay debía de lidiar con varias desventajas, como el hecho de que quedó aislado, el salto tecnológico que habían causado la guerra de Secesión estadounidense (1861-1865), donde muchos armamentos se habían modernizado y a los cuales Paraguay no tuvo acceso. Además de las reservas ilimitadas de hombres con que contaban los aliados, ya que Paraguay tenía una población muy pequeña (365.000 a 450.000 habitantes, según proyecciones científicas, y no la versión de Du Graty, de 1.337.000 habitantes), hecho que de alguna manera terminó definiendo la contienda.
Al hablar respecto a la realidad nacional en aquel momento, el historiador subrayó a LN el hecho de que el 95 % de la población se dedicaba a las tareas agrícolas, por lo que era una zona conocida por su trabajo rural, pero que se veían ciertos elementos de progreso importantes, como el ferrocarril que, si bien aún no llegaba a todo el país, abarcaba las principales localidades de la época.
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Así también mencionó que existían ciertos avances en materia de producción de armas y arsenal, teniendo en cuenta el astillero y la fundición de hierro de Ybycuí, los cuales generaban un impacto positivo en el desarrollo macroeconómico nacional. Respecto a los objetivos de la contienda bélica en general y por sobre todo la de los aliados, Fabián Chamorro comentó que la finalidad de las guerras, en su gran mayoría y en esta en específico, el panorama lo marcaba la política emergente.
“Brasil, que creo que era el que tenía mejor panorama y sabía lo que quería, logró primero su pretensión territorial, que hoy sería un tercio del Mato Grosso del Sur, y evitar que Argentina se vuelva un Estado más fuerte, porque en aquella época se hablaba todavía de la posibilidad de que lo que son Paraguay y Uruguay se vuelvan parte de lo que hoy es Argentina, viendo así que el único país que logró todos sus objetivos políticos fue Brasil”, expresó Chamorro a La Nación.
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Madame Lynch al Panteón: se abre una nueva polémica histórica
- por Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Archivo/Gentileza
La Cámara de Diputados dio media sanción a un proyecto que otorga a la irlandesa Elisa Alicia Lynch la ciudadanía honoraria y pide el traslado de sus restos desde la Recoleta al Panteón de los Héroes. Historiadores analizan la idea y reviven la polémica que las figuras del mariscal Francisco Solano López y su inseparable compañera provocan en la lectura del pasado nacional.
La condición de mujer separada de Elisa Alicia Lynch le causó más de un problema en la sociedad de su tiempo histórico. Increíblemente, algunos de ellos sobreviven hasta nuestros días.
Recientemente, a instancias de los diputados colorados Rocío Abed y Rodrigo Gamarra, la Cámara Baja dio media sanción a un proyecto que pide su inclusión en el Panteón de los Héroes, situación que despierta ya algunas polémicas.
Se estima que durante este 2025 será analizado por el Senado para ver si procede o no. Esto atendiendo a que hay voces que señalan que en el emblemático oratorio del centro de la capital no están los próceres de la Independencia u otros héroes de la Guerra del 70, o la del Chaco, e inclusive otras mujeres que tienen mérito suficiente.
DISCUSIÓN PÚBLICA
Para el historiador Herib Caballero Campos, “el tema de quién debe estar o no en un sitial destacado como el Panteón de los Héroes siempre abre una discusión pública. En el caso concreto de Elisa Alicia Lynch, la justificación presentada en el proyecto de ley habla de su rol de pareja del mariscal Francisco Solano López. En ese caso ella tiene como méritos reconocidos por los que escribieron su biografía que introdujo una serie de costumbres y modernizó en parte la vida social asuncena a fines de la década de 1850. Asimismo, tanto en vida como con posterioridad tuvo muchos detractores que cuestionaron su accionar en materia de rubros como el negocio y, por sobre todo, por las críticas que recibió López sobre su mandato y la represión a las principales familias asuncenas y concepcioneras en el marco de la guerra”, recuerda.
Su colega, Eduardo Ortiz Mereles, presidente de la Asociación Cultural Mandu’arã, entiende que “Elisa Lynch no debe estar en el Panteón de los Héroes porque hay otras mujeres paraguayas que sí se merecen. Podemos hablar de las enfermeras de la guerra del Chaco, las residentas, las hermanas Adela y Celsa Speratti, la profesora Rosa Peña de González, y otras mujeres que reconstruyeron y que siguen construyendo nuestro país hasta la fecha”, expone.
“Desde mi punto de vista, tampoco debería estar Julia Miranda Cueto, que fue la esposa del mariscal José Félix Estigarribia (y falleció junto con él en el accidente de avión, ndr), y esto no es una cuestión de género”, plantea.
“Para mí no corresponde que los restos estén en el Panteón de los Héroes porque ella tuvo una conducta inapropiada en cuanto al manejo de los bienes del Estado. Ella reclamó muchísimas leguas de territorio y ya en la época de Patricio Escobar, en 1885, se dejó en claro que esas tierras que ella reclamaba como suyas eran del Estado”, agrega.
En tanto, para Caballero “es importante que, además de figuras históricas que estén vinculadas a ambos conflictos bélicos (guerra contra la Triple Alianza y del Chaco), se contemple desde el Congreso la introducción de personalidades que representen la cultura, la educación y la ciencia. Es necesario que también reconozcamos el rol de otros personajes históricos que sirvieron al país más allá de las situaciones extremas que implican las guerras. Durante la pandemia, por ejemplo, se habló, pero luego perdió fuerza, el hecho de introducir a algún representante de las profesiones de salud en el Panteón”, comenta.
CIUDADANÍA
Al hablar de la ciudadanía paraguaya que le brinda a Elisa Alicia Lynch el proyecto de marras, Caballero entiende que es algo habilitado por la Constitución y que ya existen antecedentes como “el otorgamiento al jurista argentino Juan Bautista Alberdi por haber defendido la causa paraguaya justamente durante la guerra contra la Triple Alianza”.
En este sentido, coincide Ortiz Mereles en que la ciudadanía “realmente podría dársele sin mayores dramas. Ella es una mujer que vino a cambiar las costumbres en un Paraguay semicolonial allá por mitad del siglo XIX, en los años 1854 y 55. En una pequeña ciudad cuyos habitantes iban máximo a la plaza Uruguaya, que en aquel tiempo era la plaza del convento San Francisco y de ahí hasta el Puerto, ella introduce costumbres muy a la europea y eso fue positivo para el Paraguay, aunque es cierto que las propias mujeres de la alta sociedad tenían un recelo hacia ella”.
Entiende que la situación se daba porque “ellas estaban con la intención seguramente de tenerle al soltero más codiciado de la época, que era justamente Francisco Solano López, de quien ella vino embarazada de Francia y luego dio a luz al famoso Juan Francisco López Lynch, Panchito, que muere también en la batalla de Cerro Corá aquel 1 de marzo de 1870 en defensa de su madre”.
POLÉMICA
Para Caballero, la “polémica surge no tanto por su propia actuación, sino más bien por la figura de Francisco Solano López, que luego de más de un siglo y medio sigue siendo un personaje histórico que genera encendidos debates en torno a su actuación pública, principalmente como jefe de Estado durante un proceso histórico que cala hondo hasta hoy en día en la memoria colectiva de nuestro país”.
Agrega que “en ese sentido la polémica tiene diferentes orígenes. En el caso de Lynch, hay trabajos muy interesantes que se han escrito recientemente desde la academia en los que se revisan todas las obras que se escribieron sobre ella, tanto históricas como literarias. En este sentido, el trabajo de Luis Arroyo es sumamente esclarecedor. Por otro lado, trabajos como los de Ana Barreto o de Michael Lillis y Ronan Fanning son obras que aclaran mucho la polémica en torno a la figura de la señora Lynch”.
Por su parte, Ortiz Mereles recuerda que hasta el día de hoy “se siguen reproduciendo mentiras en torno a su figura. Para mí es una mujer que supo hacerse querer por un grupo de personas, fue muy admirada por las mujeres de clase media para abajo, de la clase popular, porque buscaban imitarla en la moda, pero en la alta sociedad asuncena no la querían porque ella era divorciada”.
“También muchas veces la culpan de ciertas cuestiones en las que ella no tuvo nada que ver como que por culpa de ella Paraguay fue a la guerra, pero eso no tiene asidero historiográfico porque fueron una conjunción de factores los que determinaron el inicio de la contienda en diciembre de 1864″, apunta el historiador.
REPATRIACIÓN
Ortiz Mereles recuerda que los restos de Elisa Lynch fueron repatriados en el año 1961 por la dictadura de Alfredo Stroessner en el marco de la recordación del centenario de la epopeya nacional.
Recuerda que ya en aquel tiempo de la llegada de sus restos, “ella estuvo sin poder entrar en el Panteón en aquel año 1961 porque la Iglesia católica se opuso porque no estaba casada con Francisco Solano López y era su concubina. Por eso, el propio Estado deja los restos de Lynch en el Museo del Ministerio de Defensa y estuvo ahí hasta casi fines de la década del 60, cuando se le construye un mausoleo finalmente en el cementerio de la Recoleta, donde hasta la fecha están sus restos”.
Para el historiador, Lynch es “sin ninguna duda una mujer que hizo historia en Paraguay, para bien o para mal. Recomiendo el libro ‘Calumnia’, de los muy buenos historiadores irlandeses Lillis y Fanning, para conocer un poco más de su vida, incluyendo también lo escrito por ella misma, que es ‘Exposición y protesta’, como se llama un pequeño folleto de no más de 25 páginas en el que sentó sus posiciones”.
EXPOSICIÓN Y PROTESTA
Aquí un extracto de “Exposición y protesta”, de Elisa Alicia Lynch, escrito publicado en la Imprenta Rural de Buenos Aires en 1875:
“No he podido ser la mujer a quien han pintado mis enemigos.
El antecedente más desfavorable a mi reputación ha sido el hecho de mi matrimonio. Casada y pasando a ser la compañera del mariscal López, era autorizar el cargo de adúltera.
Hasta hoy no he querido desmentir esa acusación por motivos de delicadeza que me obligaban a no perjudicar la posición que ocupa Mr. Quatrefages. Pero ahora estoy obligada a romper ese silencio; porque me debo a mis hijos, y mi nombre está ligado a una época histórica, para que consienta sea atacada tan despiadadamente por personas que buscaban un lenitivo a sus escándalos y liviandades, ensañándose contra el nombre de una mujer.
Mi matrimonio con Mr. Quatrefages fue considerado nulo por no haberse cumplido las formalidades exigidas por la ley; y la prueba más concluyente de ello está en que él se volvió a casar en 1857 y tiene varios hijos de este matrimonio.
Dados estos antecedentes respecto a mis primeros años, no necesito detenerme a dar cuenta de mi vida durante los 15 que residí en el Paraguay; porque nadie, nadie se atreverá ni se ha atrevido a acusarme de una vida desleal al hombre al cual ligué mi porvenir.
(…) El 1º de marzo de 1870 caí prisionera del ejército brasilero en Cerro Corá, después de haber visto caer atravesados por las balas al mariscal López, a mi hijo mayor, Francisco, y a muchos fieles compañeros de campaña.
De Cerro Corá fui llevada a bordo del vapor Princesa, habiendo cumplido con el deber más doloroso y tremendo de dar sepultura con mis propias manos a los míos.
Largo tiempo he guardado un silencio profundo, a pesar de haber sido mi nombre explotado durante seis años por enemigos de causa, por personas que buscaban un lucro escribiendo folletos y libros que revestían de escenas espantosas, presentándome como el tipo de la prostitución y del escándalo, y como a una de esas fieras humanas que se complacen y deleitan en el exterminio de la sociedad.
He sido el blanco de los furores aparentes de los hombres que han subido al poder en el Paraguay para gobernar sobre las ruinas de su opulencia y grandeza, sacrificadas a la defensa de su independencia y dignidad.
(…) Ajena a los hechos de la administración del mariscal López, a su política, sin mezclarme en otras cosas durante la guerra que, en atender a los heridos, a las familias que seguían al ejército y procurando disminuir las penalidades de la situación; no por eso dejo de aceptar la responsabilidad que quiera dárseme en la defensa que el pueblo paraguayo hizo de sus derechos y territorio.
No conocía los libros que se han publicado en mi contra, y de ellos he tenido conocimiento al llegar a Buenos Aires. Si los hubiese conocido en tiempo oportuno, antes del plazo señalado por la ley para poderlos acusar, mi vindicación la habría hecho ante los tribunales, marcando a mis difamadores con el estigma de calumniador.
(…) Los falsos telegramas que se han publicado respecto a mi viaje, las narraciones inexactas que se han dado a luz, los actos que han tenido lugar y que han sido desfigurados, todo ello me obliga a consignar en este escrito la verdad de lo ocurrido, una protesta respecto al despojo de mis propiedades y una vindicación de las calumnias prodigadas en libros, diarios y folletos, que si bien han podido formar una creencia desgraciada respecto a mi persona, no han podido anonadarme ni quebrantarme; porque mi conciencia me levanta sobre todos y me fortalece para afrontar la difamación”.
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Diputados aprueba otorgar nacionalidad honoraria póstuma a Elisa Lynch
En la última sesión ordinaria, la Cámara de Diputados otorgó la media sanción al proyecto de ley “Que otorga la nacionalidad paraguaya honoraria en carácter póstumo a Elisa Alicia Lynch, y dispone el traslado de la urna al Panteón Nacional de los Héroes”. El proyecto fue presentado por los legisladores Rocío Abed y Rodrigo Gamarra. La propuesta fue aprobada con las modificaciones planteadas por la Comisión de Equidad, y pasa a la Cámara de Senadores.
En la presentación de la iniciativa parlamentaria, la proyectista señaló que más allá de homenajear a la figura histórica, se busca reivindicar a la figura de Elisa Alicia Lynch por su lealtad a la patria y amor incondicional al héroe nacional el Mariscal Francisco Solano López.
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“En ella se concentran virtudes de una estoica y verdadera mujer paraguaya que soportó la guerra y la persecución, sufriendo calumnias e injurias a su nombre. Acompañó al héroe máximo hasta sus últimos días, luchó y cayó por esta patria que amó. Trasladar su urna, con sus restos al Panteón Nacional de los Héroes es una reivindicación de justicia y reparación histórica ”, comentó la proyectista.
Por tanto, la diputada solicitó la aprobación con las modificaciones planteadas por la Comisión de Equidad, para que se le otorgue la nacionalidad paraguaya honoraria póstuma y que sus restos sean trasladados al Panteón Nacional de los Héroes con los Honores de Jefe de Estado que se merece y se constituya esa ocasión en un gran día de reparación histórica y de celebración.
Homenaje a otras mujeres
La diputada Jazmín Narváez destacó por su lado, que esta propuesta es un acto de justicia a la imagen del Mariscal López, así como de la propia Elisa Alicia Lynch, que fue esposa, madre de héroe y a la vez heroína. “Durante el tiempo de estudio de este proyecto se ha hecho mención de la existencia de otras mujeres valiosas que han entregado y contribuido a nuestra historia. Espero, que esta no sea un reconocimiento para ella, sino que sea el comienzo de un reconocimiento a otras mujeres valiosas de nuestra historia”, acotó.
A su turno, el diputado Carlos López, en virtud de vocero de la Comisión de Educación, manifestó que la mesa asesora analizó el proyecto de Ley, y también acompañó la propuesta de otorgar la nacionalidad paraguaya.
El diputado Carlos López aconsejó en su dictamen que sus restos permanezcan en el Panteón ubicado en el cementerio de la Recoleta donde descansa actualmente, porque también constituye un sitio de cultura y fomenta el turismo. Sin embargo, esta moción no prosperó.
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