La atleta de Ciudad del Este fue número uno mundial y medalla de oro Panamericano y en Odesur ASU-2022.
Con la humildad que caracteriza a los grandes, Érika Alarcón, número uno mundial de patinaje artístico en el 2024, la primera en Paraguay, no se consideró la indicada para dar un mensaje por el Día Internacional de la Mujer, especialmente a las atletas mujeres, pero consideró un halago tener esa posibilidad. “Hay mucha gente que tiene más historia que yo, y darle un impulso para seguir adelante es un peso para mí, pero a la vez es un halago.
En un país como Paraguay cuesta un montón crecer, porque estamos en una precariedad mental e infraestructura, pero precisamente por eso se nos conoce como raza guerrera y más que nada, la mujer paraguaya siempre estuvo presente para impulsar a toda la familia. Yo sin el apoyo de mi mamá y de mi abuela, quienes me impulsaron en todo, me inculcaron cómo hay que luchar hasta el final, que la vida nunca será fácil, más si querés lograr algo.
Gracias a ellas aprendí la disciplina, porque hay una frase muy interesante que dice que el exitoso no es el que hace las cosas cuando tiene ganas, sino cuando no la tiene. Ellas siempre me animaron a más y sobre todo cuando vine para entrenar acá en Argentina a vivir sola. Se sentaron, bajaron la cabeza y me dijeron, andá mi hija, cumplí tus sueños y metas y gracias a ellas pude hacer. Entonces, quiero decir a todas, que sí se puede.
Que la mujer paraguaya siempre es una guerrera. Más que nada en los Juegos Odesur ASU-2022, en donde demostra-mos con medallas que las mujeres estamos sobresaliendo y que nos tenga como ejemplo de que se puede llegar y que no hay límites para soñar”, aportó Érika, la patinadora de Ciudad del Este, quien llena de orgullo al Paraguay con un podio mundial en el 2023, dos oro Panamericano y otro en los Juegos Odesur, que dejó un gran impacto en su vida.”Ganar el oro en los Juegos Odesur fue como un antes y un después en mi carrera, fue como un evento icónico muy grande, que me hizo vivir muchas emociones en ese momento. Cuando terminás te quedás con la depresión pos competencia de los deportistas, cuando dejás todo y cuando terminas te agarra ese vacío, porque toda tu vida estuviste enfocada en ese objetivo y cuando conseguiste sentís esa felicidad, la liberación de dopamina, pero pasa y te preguntás, qué pasa ahora, que sueño me resta y es súper duro.
Es más, después de los Juegos quise dejar de patinar, porque realmente sentía que nada más me iba a llenar como ese momento. Fue un momento de tanta felicidad que dije, nunca más voy a vivir esto y no, por suerte pude vivir el tercer puesto del mundo después y luego ser la número uno, pero nada fue tan choqueante ese podio de Odesur, por que viví en mi país, con mi familia, fue como combo perfecto, increíble”, recordó Érika, rememorando el evento de deportes colectivos más emblemático en Paraguay.
La atleta de 24 años sueña con volver al podio mundial este año.”El año pasado me quedé en deuda, que era volver al podio mundial, me quedé quinta, no estuvo nada mal, pero yo quería más y este año quiero la revancha y voy a trabajar con todo lo que tengo para volver a pisar ese podio. Es lo que estoy soñando, pero voy paso a paso, porque va ser un año muy complicado, además del deporte tengo la universidad, estoy estudiando arquitectura”, contó la paraguaya, quien tiene bien dibujada su hoja de ruta para el presente año.Sus grandes conquistas no le trabaja mucho en la cabeza, porque se siente una más de las competidores, aunque reconoce que cuando viene al Paraguay, su familia, la gente le tiene arriba, aunque ella no siente así. No obstante, le gusta esa presión: “Soy una persona que funciona mucho bajo presión, y eso me motiva a seguir creciendo, como lo está haciendo todo el país con muchos atletas y lo vamos logrando”, destacó.
La semana entrante llega al país a Paraguay para realizarse el evaluativo para representar a Paraguay en las competencias internacionales del año, porque vive en Argentina para entrenar y estudiar.