El torneo que se jugará del 15 de junio al 13 de julio de 2025 en EE. UU. marcará una nueva era para los clubes más importantes del mundo.
Por Juan Vicente Duarte
Periodista - Nación Media
Fotos: AFP
El Mundial de Clubes que se tiene previsto jugar a mediados de 2025 es la nueva gran apuesta de la FIFA. El evento a desarrollarse en los Estados Unidos entre el 15 junio y el 13 julio del año entrante, congregará a los clubes más importantes de todos los continentes y, por ende, marcará un hito en estos nuevos tiempos de competiciones.
Serán 32 los equipos que estarán presentes en esa gran cita, de los cuales 30 ya tienen su cupo asegurado. El último que se anotó fue Boca Juniors de la Argentina, uno de los clubes más grandes de nuestro continente, que por cierto, todavía tiene reservado un lugar, además de un anfitrión, que surgirá de la Major League Soccer.
Europa, como siempre, tendrá la mayor cantidad de representantes, 12 en total, que doblará a los clasificados de la Conmebol (6). Concacaf dispondrá de 5 cupos, incluyendo al club anfitrión, África 4, Asia 4 y Oceanía 1.
Grandes clubes como el Real Madrid, Bayern Múnich, Juventus, Manchester City, River Plate, Flamengo, Palmeiras, entre otros, dirán presente en esta cita, por lo que la lucha por lograr ese primer cetro tendrá, sin duda alguna, partidos de altísimo nivel, ante otros equipos más modestos que buscarán hacer lo suyo por llegar a las instancias finales.
OLIMPIA, EXPECTANTE
El sorteo de grupos y los enfrentamientos se conocerán en el mes de diciembre de este año. Para entonces, ya se sabrá el sexto equipo clasificado de la Conmebol, una vez finalizada la Copa Liberadores.
Ese equipo surgirá de un nuevo ganador del torneo, siempre y cuando no sean River Plate, Fluminense o Flamengo, clubes ya clasificados. En caso de que uno de estos tres equipos gane el cetro, automáticamente se recurrirá al ranking de clubes, que favorecerá a Olimpia, que está expectante del desenlace, teniendo en cuenta que este año no participó del torneo continental, aunque gracias al puntaje acumulado y sus buenas participaciones en anteriores torneos, lo posicionan mejor que el resto.
Si por el contrario, Atlético Mineiro, Colo Colo, São Paulo, Botafogo o Peñarol gana el torneo, accederá a ese cupo. La fase de cuartos de final de la Copa Libertadores comenzará a jugarse desde la semana que viene.
Gianni Infantino, presidente de la FIFA
LA MENTIRA DE LOS 50 MILLONES
Pese a que la FIFA nunca informó sobre montos, ni por intermedio de sus dirigentes y tampoco por sus canales de comunicación, surgió la teoría que cada club recibiría 50 millones de dólares por el solo hecho de participar de este Mundial de Clubes. Nada más lejos de la realidad. Es más, la matriz del fútbol mundial todavía está enmarcado en conseguir patrocinadores para el torneo, pero muy lejos de ese monto que se viralizó en todos los medios del mundo. Además, ya se sabe que el reparto del dinero no será lineal, o sea a montos iguales. Los clubes europeos recibirán un monto superior al resto de los competidores por una cuestión deportiva y comercial. Porque son los equipos que mayor cantidad de jugadores de élite aportarán al torneo y porque en el viejo continente se manejan montos distintos en cuestiones de patrocinio, salario de sus jugadores, etc.
Lanús de Argentina recibe al Fluminense de Brasil este martes, desde las 21:30 en el estadio Ciudad de Lanús, en partido de ida de cuartos de final de la Copa Sudamericana 2025, que se definirá el sábado 22 de noviembre en Paraguay en el estadio La Huerta de Libertad, o Defensores del Chaco, dependiendo de la convocatoria de los finalistas.
Mañana miércoles, Bolívar de Bolivia recibirá al Atlético Mineiro de Brasil, a partir de las 19:00 y el ecuatoriano Independiente del Valle lo hará ante el colombiano Once Caldas (21:30).
El jueves chocan el peruano Alianza Lima frente a la Universidad de Chile (21:30). En 2024, Racing, que participa en la Copa Libertadores actualmente, se coronó campeón al vencer en la Nueva Olla de Cerro Porteño al Cruzeiro de Brasil por 3-1.
Precisamente, este miércoles por los cuartos de final de la Libertadores, confrontan los argentinos Vélez y Racing, a partir de las 19:00.
Rumbo al Mundial 2026: cómo solicitar una visa, el costo y qué tener en cuenta
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La fiebre mundialista se apoderó de los paraguayos en la noche de este jueves luego de que la selección paraguaya clasificara con un empate ante la selección ecuatoriana. Ahora, los paraguayos que deseen acompañar a la Albirroja en esta travesía en los Estados Unidos deberán contar con una visa.
Para todos aquellos que quieran ingresar al gran país del norte, la visa es un requerimiento obligatorio; este documento, una vez emitido por la Embajada estadounidense, es anexado junto con el pasaporte del viajero.
Según la página de informaciones de la Embajada de EE. UU. en nuestro país, existen cinco tipos de visas: la de turismo y visitas, estudios e intercambios, negocios, inmigración y empleo, y todas cuentan con requerimientos diferentes según el estatus del solicitante.
En este caso, un paraguayo que quiera viajar a los Estados Unidos durante el Mundial de Clubes 2026 deberá solicitar una visa de visitante, la que es de inmigrante, para personas que desean ingresar a los Estados Unidos temporalmente por negocios (visa B-1), por turismo (visa B-2) o por una combinación de ambos propósitos (visa B-1/B-2).
Cabe destacar que cada persona que necesite una visa debe presentar una solicitud por separado, incluyendo cualquier miembro de la familia que figure en su pasaporte, realizando todos los pasos solicitados anteriormente.
En las visas de visitantes, los motivos pueden variar entre una visita corta al país por vacaciones, visita a familiares o amigos o para recibir un tratamiento médico. Para la solicitud, el interesado debe completar el formulario DS-160 en línea https://py.usembassy.gov/es/, imprimir la página de confirmación de formulario para llevarla a su posterior entrevista y debe subir una foto al completar el formulario.
Los solicitantes de una visa generalmente requieren acudir a una entrevista programada, aunque existen excepciones limitadas, como si el solicitante tiene 13 años o menos o tiene 80 años o más; no es necesario y pueden llegar a aplicarse excepciones también para renovaciones para personas de entre 14 y 79 años.
Desde la embajada estadounidense remarcan que los tiempos de espera para las citas de entrevista varían según la ubicación, la temporada y la categoría de visa, por lo que recomiendan solicitar su visa con anticipación y que no se genere ningún interés económico, como la compra de pasajes y otros, sin contar con la confirmación de la obtención de la visa para evitar inconvenientes.
Documentos requeridos para solicitar una visa:
Pasaporte válido para viajar a los Estados Unidos: Su pasaporte debe ser válido por al menos seis meses más allá de su período de estadía en los Estados Unidos.
Recibo de pago de la tarifa de solicitud; se debe pagar antes de la entrevista.
También pueden ser solicitados documentos adicionales que puedan comprobar el propósito del viaje, la intención de salir de los Estados Unidos después de la fecha de su viaje (contrato de empleo, comprobantes de alquiler de residencia, entre otros) y la capacidad con la que se cuenta para costear el viaje.
Costo de una visa
Hasta el momento, el costo de la visa sigue siendo de 185 dólares, que serían 1.335.700 guaraníes; sin embargo, hay una disposición de reajuste que, si bien todavía no tiene fecha de implementación, se estima que será antes de fin de año. Por lo tanto, se recomienda a los interesados iniciar las gestiones lo antes posible.
Para aquellas personas que cuenten con una visa válida en un pasaporte vencido, la misma no debe ser retirada a menos que el pasaporte haya sido cancelado o revocado, ya que la visa es válida hasta la fecha de vencimiento y puede ser usada en un pasaporte vencido junto con un pasaporte nuevo válido para viajar a los Estados Unidos.
Viajes
Si bien se espera que existan diferentes promociones y oportunidades para que los paraguayos puedan viajar hasta los Estados Unidos con aerolíneas y entidades financieras, actualmente un viaje al destino mundialista tiene un costo promedio de entre 12.000 y 15.000 dólares.
El VAR llega a la Intermedia para elevar el torneo
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La Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) implementará del Sistema de Asistencia Arbitral por Video (VAR) en algunos partidos del campeonato de la División Intermedia, marcando un paso hacia la jerarquización de la categoría. Se trata de un gran esfuerzo y decisión del presidente de la APF Robert Harrison para elevar el torneo con recursos generados por la entidad matriz del fútbol paraguayo.
El plan piloto se inicia en los siguientes partidos de la fecha 25: Rubio Ñu vs Sol de América (viernes 29 de agosto, estadio la Arboleda a las 18:30); Deportivo Capiatá vs 12 de Junio (sábado 30 de agosto, Erico Galeano a las 15:00) y Sportivo San Lorenzo vs Resistencia (domingo 31 de agosto, Gunther Vogel a las 10:00).
La continuidad del plan se dará en la fecha 26, en la que también se contará con el VAR en estos compromisos: Encarnación FC vs Deportivo Capiatá (viernes 5 de setiembre, Villa Alegre a las 18:30); 12 de Junio vs Sportivo San Lorenzo (domingo 7 de setiembre, Facundo de León Fossati a las 10:00) e Independiente CG vs Rubio Ñu (lunes 8 de setiembre, Ricardo Grégor a las 18:30).
El VAR que será utilizado en la Intermedia es el mismo sistema que se aplica en los partidos de la División de Honor, asegurando calidad tecnológica.
El objetivo es ir midiendo los costos y gastos operativos de manera progresiva, de modo a posibilitar su implementación en un mayor porcentaje de partidos desde la próxima temporada.
Este plan busca ofrecer mayores garantías en las decisiones arbitrales, en un paso muy importante para jerarquizar la categoría, en lo que representa un gran esfuerzo en recursos aportados por la APF, en una decisión del presidente Robert Harrison para elevar el certamen.
Por otro lado, hoy arranca la fecha 25 con los siguientes cotejos: Santaní vs Carapeguá (Juan José Vázquez 15:30) y River Plate vs Fernando de la Mora (Jardines del Kelito 18:30).
De viejas y viejos en plenitud. Edadistas, abstenerse
Ricardo Rivas
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Ricardo Rivas
Periodista
X: @RtrivasRivas
Fotos: Gentileza
El edadismo es una patología social que da cuenta de quienes victimizan y discriminan por edad sin observar la condición humana ni respetar la dignidad infinita de cada persona.
La semana que viene –el domingo– finalizará el Mundial de Clubes de la FIFA (Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol). Habrá terminado también esta suerte de ensayo general de otro campeonato “mundial”, el de selecciones nacionales, que durante el 2026 se desarrollará en México, Canadá y Estados Unidos.
Es preciso, entonces, para las entidades organizadoras, capacitar a quienes tendrán la responsabilidad de aportar sus conocimientos para que ese evento cuatrienal –deportivo y cultural– sea estupendo y, finalmente, un meganegocio brillante.
También es preciso capacitar a los públicos que –por qué no decirlo– tienen prácticas sociales diferentes para consumo y disfrute de ese tipo de espectáculos. No es sencillo, por cierto. El encuentro en el que se definirá el campeón se realizará en el Metlife Stadium de Nueva Jersey, a las cinco de la tarde de la hora del este.
Los múltiples ecosistemas comunicacionales –con medios tradicionales o no– también son parte de tales aprendizajes que se realizan sobre la marcha. Las narrativas –en línea con lo dicho– también serán diferentes ante tanta diversidad. Con esos objetivos obvios entre tantos otros que solo conocen unos pocos, desde el 14 de junio último –cuando el Inter de Miami y el Al-Ahly empataron sin goles en el Hard Rock Stadium de Miami Gardens– 32 formaciones constituidas con destacados deportistas disputaron y disputan sin descanso, aunque algunos, por los avatares de las competencias, ya volvieron a casa porque sus formaciones quedaron en el camino.
DATOS, METADATOS Y CURIOSIDADES
Entre los 230 futbolistas de alta competencia que se enfrentan en cada disputa, 80 de ellos tienen 22 años; 77, más de 21; 69 superan los 25 y 64 son mayores de 29. En este último grupo se encuentran Lionel Messi (38), Luis Suárez (38), Sergio Busquets (36) y Jordi Alba (36). Seguramente, ese cuarteto bien podría devenir en quinteto si añadiéramos a Cristiano Ronaldo (40), que no participa de la copa en juego, pero claramente son gigantes profesionales de altísima competencia con máxima visibilidad –entre aficionados y quienes no lo son– desde poco más de un par de décadas.
Sin embargo, no son pocas ni pocos aquellos que no dudan en llamarlos viejos y criticarlos por ello, dado que “ya no juegan como antes”. Para muestra alcanza con un botón. Apenas un año atrás, el periodista Dylan Hernandez (36), en el diario Los Angeles Times, enlazó apenas once palabras para decir de sus contemporáneos futbolistas que “Messi es viejo. Luis Suárez está viejo. Sergio Busquets está viejo”. Pese a ese parecer, su mirada crítica fue benevolente con Jordi. “El único miembro del (ex) cuarteto de Barcelona que no parecía estar jugando con el depósito de gasolina vacío fue Alba, el lateral izquierdo de 34 años que corría de un lado a otro de la banda como si fuera 10 años menor que él”.
Bordeó el edadismo, esa patología social que da cuenta de quienes victimizan y discriminan por edad sin observar la condición humana ni respetar la dignidad infinita de cada persona. “Es preciso comprender y comprehender que desde el mismísimo momento en que se abandona la vida intrauterina comienza el envejecimiento, también llamado senescencia”, decía el bien querido Helvio “Poroto” Botana, uno de mis maestros de vida que me indujo al periodismo. “Es inevitable”, advertía.
Hay quienes, pese a ello, se animan a explicar que la vejez comienza en torno de los 60 años. Eufemistas, muchas y muchos, nos dicen que somos parte de la llamada tercera edad, mientras que otros nos señalan como “adultos mayores”. En China, no son pocas las y los periodistas con los que compartimos 15 años de trabajo en la agencia de noticias Xinhua que me apodan lǎo . Veterano. Confieso que me divierte. Y, cuando los tiempos dan tiempo para la reflexión, me sorprendo y asombro de ser tan viejo como lo era don Ricardo, nuestro querido viejo. ¡Y que mis hijos me llamen amorosamente “viejo” como llamábamos a mi viejo!
ESPERANZA DE VIDA
Allá por 1951 –cuando nací, en Buenos Aires, Argentina, unos 1.250 kilómetros al sur de mi querida Asunción, un viernes 12 de enero, tal vez, cerca de las cuatro de la tarde– médicos, médicas y expertos en estadísticas explicaban que la esperanza de vida era de 65 años. Especificaban también que ese dato era “un promedio” (¿cuándo no lo es el resultado de un trabajo estadístico?) porque los estudios de entonces precisaban que las mujeres llegaban hasta los 68 y los hombres hasta los 63.
Esperanza de vida… Curiosa expresión. Aunque –ahora que lo pienso, en esta noche de viernes arropado por la silenciosa paz de la nocturnidad, muy cerca de los leños crepitantes, sentado en mi exclusiva silla mecedora– la esperanza era de ellos y ellas, productores de estadísticas. Sonreí.
Afuera, en las calles desiertas los termómetros marcan -6°. La ola polar pega con la fuerza. Veintisiete mil doscientos cuatro días pasaron desde entonces hasta este domingo. La luz encandiló mis ojos por primera vez hace ya seiscientos cincuenta y dos mil ochocientas noventa y seis horas. La curiosidad me llama.
DeepSeek –la IA (inteligencia artificial) china de código abierto– me dice que las niñas y niños que nazcan este domingo, siempre según los estudios de aquellas y aquellos que todo lo miden– en promedio vivirán 77,5 años. La vida se prolonga. “¡Ahora vivimos más y mejor!”, escuchamos una y otra vez. ¿Será tan así? No puedo con el oficio. Siempre me emergen preguntas. Nunca respuestas. Esas solo aseguran tenerlas los que se dedican a la política o a las creencias. Pensamientos y recuerdos vuelan por sobre mí. Descubro que no tienen techo.
PLENITUD
No son pocos los viejos y viejas que aparecen y desaparecen luego de entrecerrar mis ojos. Ringo Starr (84), Paul MacCartney (83), Mick Jagger (81), Keith Richards (81), Ronnie Woods (78), Bill Wyman (88), Mick Avory (81), Ricky Fenson (80), Palito Ortega (84), Yoko Ono (92), Raúl Lavié (87), Amelita Baltar (84), Arnaldo André (82), Joan Manuel Serrat (82), Joaquín Sabina (76), Pedro Almodóvar (76) y millones más de anónimos que –como como ellos, ellas, Lionel, Luis, Sergio y Jordi– no son viejos ni viejas, sino que están en otra etapa de sus vidas y en plenitud.
¿Qué es lo que no se entiende? “Este día no significa mucho para mí… Cuando cumplí un año, seguramente mi madre (Leonor Acevedo Suárez) celebró. Aquellos doce meses eran toda mi vida. Hoy, usted me pregunta qué significa cumplir 85… Debo decirle que… muy poco. Se trata solo la 85ava parte de mi vida”, me dijo Jorge Luis Borges, el gran maestro, durante una entrevista para la tele.
Era el 24 de agosto de 1984. Después de aquella respuesta que –palabras más palabra menos– recibí en silencio y, lo aseguro, sin comprender, me reuní con él socialmente unas pocas veces más para compartir momentos simples, sencillos, graciosos (el viejo maestro era un fino humorista). Profundos, inolvidables. Sé que algo –no mucho– conocí a Borges y que me aceptó como tertuliano.
Matusalén (3074-2015 antes de nuestra era), el abuelo de Noé, según el libro del Génesis, murió a los 969 años. ¿El más longevo de la historia?
Algunas veces dialogábamos en el tan mítico como histórico café La Biela, frente al mismísimo cementerio de la Recoleta, hacia donde don Jorge miraba sin ver con sus manos apoyadas en descanso sobre el cayado de su bastón. Siempre inconsulto, Ricardo, el calvo mesero, servía un café ristretto y un té en hebras. Yo iba por el primero. Con las campanas de la iglesia Nuestra Señora del Pilar, ubicada allí, a unos 200 metros, donde los jesuitas la construyeron en el 1732, sabía que eran las seis de la tarde. “Hora del Ángelus…”, recordaba que decía su madre. También era el momento de desandar el camino. Lentamente lo acompañaba. Caminábamos primero unos pocos pasos hacia el Paseo de Chabuca Granda y –desde allí– hasta el 994 de la calle Maipú, donde vivía en el sexto piso.
TIEMPO DE DICHA
“La vejez (tal es el nombre que los otros le dan) / puede ser el tiempo de nuestra dicha. / El animal ha muerto o casi ha muerto. / Quedan el hombre y su alma. / Vivo entre formas luminosas y vagas / que no son aún la tiniebla…”, dije una tarde en su presencia. ¿El tiempo de la dicha? “Sí, Cicerón estaba equivocado cuando escribió, en ‘Senectute’, que ‘la vejez es la peor edad del hombre’”, respondió.
Guardé silencio. Recordé, mientras andábamos, que aquel poema –“Elogio de la sombra”–, que Borges escribió en 1969, concluía con cuatro sencillas palabras: “Pronto sabré quién soy”. Casi finalizaba agosto de 1985. Nos despedimos con un afectuoso apretón de manos. En el fin de aquel año marchó a Suiza, donde también viviera cuando quinceañero entre 1914 y 1919. No regresó. Su noche eterna transcurre – desde el 14 de junio de 1986– en el cementerio de los Reyes, Ginebra. Allí fue inhumada toda su vida, aunque sobrevive en sus obras y legado.
Desde su ausencia comprendí que Borges, cuando aquel último paseo, me indujo a reflexionar sobre el paso de los años. Sobre el envejecimiento. En la senectud. Inusual, tal vez, a los 35. Cuando don Jorge nació, la esperanza de vida en la Argentina la medicina la estimaba en torno de los 40 años. Borges partió cuando le faltaban pocos días para cumplir 87.
A quienes inevitablemente alguna vez lo consultamos sobre la muerte, con ironía solía responder que “no” podía imaginar, “siendo tan viejo, que pudiera conocer algo nuevo”. Sospecho que su encuentro con la Parca hubo de ser “para alquilar balcones”. Especular sobre el paso de la vida a la muerte o… a la otra vida, para quienes creen en que la hay en un posible más allá, desde siempre es un tema atrapante. Envejecer, también. Aunque en ambas situaciones es común que se vean esos temas como propios de las otredades.
MATUSALÉN
¿Qué es lo viejo? ¿Qué es ser viejo? ¿Quién es viejo? Aunque casi es una expresión caída por derribo, hasta no mucho tiempo atrás ser señalada o señalado como “más viejo que Matusalén” socialmente determinaba y no positivamente. Así llamado, el hijo de Enoc, el padre de Lamec y, también, el abuelo de Noé –el constructor del arca antediluviana– en el libro del Génesis, al parecer, nació en el Antiguo Oriente Próximo en el 3074 y murió en el 2015 antes de nuestra era. No es un error. No. Según esos textos sagrados para cristianos, judíos y musulmanes, vivió 969 años. Existen aún quienes lo señalan como “el hombre más longevo de la historia”. ¿Habrá sido así? ¿Será así o solo será una relevante y muy respetable cuestión de dogma o fe? ¿Será acaso metafórico?
PENUMBRA
Vuelvo a Borges y a su “Elogio de la sombra” que fragmentariamente recuerdo… “Siempre en mi vida fueron demasiadas las cosas; / Demócrito de Abdera se arrancó los ojos para pensar; / el tiempo ha sido mi Demócrito. / Esta penumbra es lenta y no duele; / fluye por un manso declive / y se parece a la eternidad. / (…) Mis amigos no tienen cara, / las mujeres son lo que fueron hace ya tantos años, / las esquinas pueden ser otras, / no hay letras en las páginas de los libros. / Todo esto debería atemorizarme, / pero es una dulzura, (…) pronto sabré quién soy”.
Sospecho que Borges sentía que aquel del 85 era parte de su último viaje. Tal vez, sus ojos que no veían se miraban en aquel Hamlet que, atormentado –como William Shakespeare lo creó– sostiene que “la conciencia, así, hace a todos los cobardes y, así, el natural color de la resolución; se desvanece en tenues sombras…”.
El relato de los tiempos produce sentido. Lionel, Luis, Sergio y Jordi no son viejos. Diego Bernardini, médico que recorre una y otra vez la aldea global para explicar de qué se trata la “nueva longevidad”, suele comentar que “en la adolescencia, te preguntas qué quieres ser de mayor; a los 40 años, miras qué has hecho con tu vida; cuando ya has cumplido con los demás, te planteas qué quieres hacer con el tiempo que te queda”.
Lionel Messi (38), Luis Suárez (38) y Sergio Busquets (36), en otra etapa de sus vidas, según el periodista estadounidense Dylan Hernandez, están “viejos”. Jordi Alba (34) no tiene aún “el depósito de gasolina vacío”