El embajador Badreddine Abd El Moumni y su esposa, Laura Sánchez, fueron anfitriones de una agradable experiencia en su residencia donde compartieron las tradiciones de su país.
- Por Gloria Ocampos-Prieto
- Fotos Cristóbal Núñez
En el contexto de las celebraciones por el Día Internacional de África, el representante de su majestad el rey de Marruecos ante el Paraguay, embajador Badreddine Abd El Moumni, ofreció una recepción en su residencia. El diplomático, acompañado por su esposa, Laura Sánchez, recibió en los salones de su residencia a un selecto grupo de invitados entre quienes estuvieron algunas autoridades nacionales, embajadores de varios países, empresarios, representantes de medios de comunicación, amigos de los anfitriones, entre otras personalidades.
El encuentro, más que un acto de conmemoración, fue un cálido acercamiento a la cultura y las tradiciones del pueblo marroquí, principalmente a través de su colorida y elaborada vestimenta, y de su exquisita y mundialmente celebrada gastronomía.
INICIATIVA ATLÁNTICA
Al expresar su contento por poder celebrar por tercer año consecutivo el Día Internacional del África rodeado de amigos, el embajador Moumni compartió con los presentes los detalles de un auspicioso proyecto marroquí de gran envergadura, la Iniciativa Atlántica, impulsada por el rey Mohammed VI, que abrirá perspectivas prometedoras en términos de integración económica, estabilidad política, paz y desarrollo para los países africanos y sus socios.
“Nuestro objetivo es poder unir a los países africanos ribereños del Atlántico, pero también asociar a los países sin litoral del Sahel. Esta visión está animada por la convicción de que nuestro futuro común depende de nuestra capacidad para crear sinergias y fortalecer nuestros lazos económicos, culturales y humanos, más allá del simple enfoque de seguridad, que es necesario pero insuficiente”, dijo el diplomático.
VALIOSO PUENTE
“Al fortalecer los lazos entre los países africanos y el espacio atlántico, la Iniciativa Atlántica también ofrece oportunidades de cooperación incrementada con las naciones latinoamericanas. De hecho, el Atlántico que nos une puede servir de puente para intensificar los intercambios comerciales, las inversiones y la cooperación entre nuestras regiones”, agregó, entre otras cosas, el anfitrión del encuentro. Cerrando su discurso, enfatizó que trabajando juntos se podrán abrir nuevas rutas marítimas y comerciales que beneficiarán a todas nuestras naciones, estimulando las economías locales, creando empleo, abriendo nuevos mercados y promoviendo un crecimiento sostenible e inclusivo. “Unidos lograremos hacer de la Iniciativa Atlántica un verdadero motor de desarrollo y paz para nuestras respectivas regiones”, concluyó.
DESFILE
El embajador dio lugar, posteriormente, a la exhibición de indumentarias tradicionales de su país, un petit desfile organizado y presentado por su propia esposa, la embajadora Laura Sánchez. Se vieron tres tipos de atuendos que no faltan en el armario de toda mujer marroquí. “Son ropas que se utilizan en el día a día dependiendo del momento y la ocasión”, explicó la anfitriona.
En primera instancia, se apreciaron tres opciones de la Gandora, un “básico” de la indumentaria marroquí, tanto para hombres como para mujeres. Se trata de una túnica larga que puede tener o no mangas y que, por lo general, se utiliza en casa. Las hay más o menos trabajadas o lujosas, pero lo que más caracteriza a esta prenda es su comodidad.
El Caftán hizo luego su aparición, también con tres diseños. “Es la estrella de la indumentaria femenina marroquí ya que es mundialmente conocida”, remarcó la embajadora, al tiempo de detallar que la pieza está compuesta de una túnica larga con mangas. “Se caracteriza por sus ricas telas, así como por las decoraciones de pasamanería que bordean bajos, mangas y costuras, y por el uso de un cinturón ancho”, describió.
VERSIÓN MODERNA
Mencionó que el caftán moderno marroquí es una versión actualizada del tradicional que incorpora nuevos tejidos y diseños a los que se unen los bordados y la pasamanería más artesanal. “Esta prenda traspasa las fronteras de Marruecos, ya que muchos diseñadores de moda han incluido el caftán dentro de sus colecciones más icónicas”, subrayó. El desfile cerró con tres propuestas de la prenda marroquí más lujosa de todas: la takchita. Este vestido está compuesto por dos túnicas largas con mangas y un cinturón ancho. Se confecciona en telas ricas, coloridas y de muy alta calidad, ornamentadas con bordados y adornos muy vistosos, por lo que es un atuendo utilizado para las ceremonias o festejos más importantes como las bodas.
“La novia suele cambiarse de takchita varias veces durante la fiesta de celebración, llegando incluso a lucir 4 o 5 o más, diferentes”, comentó Laura Sánchez al final de un despliegue muy admirado por los asistentes, quienes, posteriormente, degustaron delicias tradicionales del país ubicado en el extremo noroeste del continente africano.
DEGUSTACIÓN DE PLATOS TÍPICOS
La gastronomía marroquí es muy refinada y elaborada. Conocida a nivel mundial, algunos de sus platos más emblemáticos se pueden encontrar ya adoptados por grandes chefs o introducidos en las cartas de restaurantes de diversos países. En la celebración del Día Internacional de África, en la residencia de la Embajada del Reino de Marruecos se presentaron dos de los platos más típicos de la cocina marroquí: el méchoui o asado de cordero y la pastella. El méchoui de cordero es un asado que se realiza al horno a fuego medio durante unas seis horas. No lleva ningún tipo de especia, tan solo manteca, y se sirve presentado en un lecho de verdeo (lechuga o perejil) con unos pinchitos variados como decoración. Al momento de comer, se le añade sal y comino al gusto.
La pastella de pollo es un “pastelón” que combina el dulce y el salado. Hecha básicamente de pollo, almendras, huevos y cebollas caramelizadas, los ingredientes se van superponiendo en capas de hojas de brik. Sus sabores con azahar, canela y cúrcuma sorprenden en el paladar. El resto del buffet dispuesto para este festejo estaba compuesto por ensaladas variadas marroquíes de locotes, berenjena y remolacha, pancitos “batbouts” rellenos de pollo y de atún y tabulé o ensalada de sémola con locotes, cebollitas, aceitunas y tomates cherry. Los convidados también disfrutaron de un pequeño toque español, con tortilla de papas y croquetas y, por supuesto, exquisitos bocaditos típicos paraguayos.