Gloria Ocampos Prieto, gloria.ocampos@nacionmedia.com - Fotos: gentileza

En la Ciudad Creativa arrancó esta semana un ciclo de talleres barriales de compost y elaboración de compostera artesanal, una iniciativa de valioso aporte ecológico del proyecto Abono Renda que surge de una afirmación que se convirtió en una premisa inspiradora: “Muchas veces sabemos lo que hay que hacer, pero no sabemos cómo lo tenemos que hacer”. A partir de ahí se sintió la necesidad de transmitir conocimientos sobre el compostaje utilizando recursos amigables que colaboren con el mantenimiento de un entorno saludable.

El taller arrancó el pasado miércoles con la presentación del proyecto a los vecinos del barrio Santa Librada. A la tarea de generar conciencia en la comunidad y contribuir con la educación ambiental se ha unido el grupo Teatro Areguá con la obra “No estamos de balde”. Se trata de una puesta con tinte social, escrita y dirigida por Natalia Benítez, quien explica a La Nación del Finde que la idea es realizar intervenciones teatrales breves como parte de una campaña que abarca los barrios de la ciudad de Areguá, y que, a través de una dinámica entretenida y creativa, invita a incorporar nuevos hábitos en la vida cotidiana.

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En la divertida puesta “No estamos de balde”, don Valdez, Pireka y Papo se explayan alrededor de tres baldes y se mezclan entre el razonamiento profundo y la locura genuina del absurdo que los caracteriza

LA OBRA

Acerca de la obra, Natalia dice que la misión y las ganas de empezar a hacer algo bien motivaron el nacimiento de “No estamos de balde” y que ese conjunto de ideas se plasma en tres personajes caricaturescos sin perder la naturalidad de la humanidad. A continuación, relata: “Don Valdez, Pireka y Papo son los personajes; se explayan alrededor de 3 baldes y se mezclan entre el razonamiento profundo y la locura genuina del absurdo que los caracteriza. Papo y Pireka se conocen y, aunque constantemente se expongan a extrañas situaciones cotidianas, estos mismos generan sus propios microquiebres humorísticos con las peculiaridades de una vecindad”.

“Al contrario de estos dos, don Valdez es el jardinero, experto en compostaje, cuya experiencia lo posiciona como un catedrático que va desenlazando sus saberes hasta llegar al punto neurálgico de la idea: cómo crear una compostera y qué tipos de restos de alimentos deben ir en ella”.

“Pireka, automáticamente asume el rol de discípula, donde va captando rápidamente las enseñanzas de don Valdez; sin embargo, Papo, un poco más lento, va cuestionado todos los pasos, y ambos terminan de entender todo el proceso que explica el compostero, las utilidades y los beneficios que esta práctica trae al medioambiente y a la calidad de vida de las personas, como así también a las plantas que aprovechan el abono generado con este sistema”.

Natalia subraya que en esta breve intervención teatral los personajes no relatan una historia, pero sí dibujan situaciones que despertarán la curiosidad del público e invitará a la búsqueda del conocimiento sobre el tema.

ARTE SOCIAL

La autora y directora de “No estamos de balde” tiene una importante trayectoria en la creación e interpretación de obras que generan conciencia social. “A mí, particularmente, me inspira todo lo que sea arte social, como actriz y dramaturga. Esto me invita a involucrarme con las personas y, por ende, con las comunidades. Me nutre saber cómo son, qué piensan y por qué actúan de tal o cual forma”, expone.

“Vivenciar y empatizar con un modo de vida y su medioambiente sin abrir tela de juicio, sino más bien humanizarme desde la perspectiva de cada uno, hablar y contar algo desde la vivencia en carne propia, apreciar las fortalezas y analizar las debilidades de manera asertiva y, por qué no, desde el humor, reírnos de nosotros mismos y de nuestra idiosincrasia”, agrega.

Lo que le apasiona es contar una historia desde el conocimiento, “entonces se puede decir que para mí es una herramienta de la que me agarré y que funciona para contar cosas, ya que hace casi 20 años vengo haciendo trabajos de campo adoptando el ejercicio de la comunicación como otra de mis pasiones”.

La bióloga Julia Pineda y el técnico Andrés Mendoza de Arigua Granja Agroecológica dirigen el taller de compost y elaboración de compostera artesanal que llega a los barrios Santa Librada y Las Mercedes de Areguá

RESULTADOS POSITIVOS

“Creo que el teatro, sobre todo, logra que el público se identifique con un personaje o simplemente con una situación sin la necesidad de usar el dedo acusador, sino más bien captar el mensaje y trabajar lo interno. Desde mi experiencia, el arte siempre trajo resultados positivos y ha cambiado mentalidades”, expresa.

La actriz Andrea González, conocida como “la baronesa”, secunda las afirmaciones de Natalia y añade que al contar una historia surge también el desafío de ampliar el mundo y la forma de pensar de las personas. A su vez, el actor Sur Fernández sostiene que para él, el teatro es una herramienta artística para compartir información, renueva las ideas y formas de pensar.

José Caballero, el sonidista del equipo, también coincide con los sentires y pensares del elenco y a todo ello le suma que “el arte nos ayuda a crear otras formas de comunicarnos si sabemos cómo dirigirnos”. Mientras, para Jandro Villamayor el teatro es un espejo que puede amplificar las problemáticas para verlas, entenderlas y asimilarlas por lo que puede ser una herramienta para cambiar mentalidades o lógicas culturales.

“Pienso que el espectador se envuelve en un halo mágico extracotidiano que le sensibiliza y concientiza, pero sobre todo le identifica con su realidad. A veces puede hacer sinapsis y otras no, pero luego de una función en el cual estoy espectando y me hace sentido o lógica lo que vi, puede servirme para modificar acciones o conductas que me sean significativas a partir del observar”, sostiene el actor.

El grupo Teatro Areguá está conformado por Jandro Villamayor, Andrea González, Natalia Benítez, José Caballero y Sur Fernández, profesionales de las artes escénicas que habitan la Ciudad Creativa

TRANSFORMADORA

Sostiene que la obra nos modifica y nos transforma “pues en la búsqueda del personaje, de darle sentido a la historia, acciones físicas, partitura vocal y la sinergia colectiva en el relacionamiento con el otro y el público, vamos adquiriendo nociones de vidas que si no fuera por el arte de actuar, no lo tendríamos como ejercicio”, aduce.

“De por sí creo que un personaje nos habita cuando entendemos una lógica en toda la trama que implica una obra. Le prestamos el cuerpo a un ente que está descrito en el papel y lo humanizamos. Mas también nosotros como obreros de la palabra, como trabajadores de la escena, vamos entendiendo mucho más los aspectos de nuestra propia humanidad que pueden ser maleables, capaces de interpelar las convicciones profundas arraigadas en nuestra idea de ser para rehacernos”, concluye.

“Creo que todos tenemos un objetivo individual, pero cuando este objetivo individual nos sorprende con coincidencias, ya no soy yo, Natalia, soy yo el elenco, y esto nos anima a avanzar juntos, y creo que vamos por buen camino”, finaliza Natalia Benítez.

ARTES ESCÉNICAS PARA LA COMUNIDAD

Conformado por artistas profesionales de las artes escénicas que habitan la ciudad, Teatro Areguá nació hace dos años y desde entonces viene realizando intervenciones artísticas en campañas medioambientales, socioambientales, y proyectos sociales que incentiven a generar nuevos agentes de cambios. El grupo fusiona cuatro expresiones artísticas: el teatro, la narración oral de cuentos, el circo y la música.

La creación de este elenco surgió al advertir la necesidad de que el arte llegue a las comunidades, menciona Laura Ferreira: “Hemos percibido que en Areguá, aunque cerca de la capital, no se han generado políticas artísticas en los barrios. Existe una necesidad imperiosa de cultivar el arte de la belleza en las comunidades. Nosotros, los artistas que la habitamos, nos unimos para generar esos espacios de arte y cultura. Areguá, Ciudad Creativa, nombrada por la Unesco, debe sentipensarse también desde las artes escénicas”.

APROVECHAMIENTO DE RECURSOS

Acerca del taller de compost, Natalia Benítez menciona que no solo se busca ganar aliados que se sumen a esta campaña, “sino también que se entienda de qué se trata esto y de los beneficios que trae la educación ambiental. Hay muchos métodos para realizar un sistema de compostaje, pero buscamos practicidad para lograr la sostenibilidad, y que más familias puedan implementar este sistema”, dice.

En esta misión transformadora, los técnicos de Arigua Granja Agroecológica, Julia Pineda y Andrés Mendoza, juegan un papel fundamental para la mitigación y el aprovechamiento de los recursos que aparentemente ya no nos sirven, en este caso, los materiales orgánicos que se generan en el hogar tales como semillas, cáscaras o descomposiciones de frutas, verduras, huevos, y que su mala administración forja un ambiente contaminado, hediondo e insalubre.

Serán tres semanas de encuentros; en la pasada primera reunión estuvieron con los vecinos del barrio Santa Librada y se habló de todo lo que es el compostaje y los beneficios. “En la segunda jornada vamos a elaborar el compostaje y en la tercera, haremos la práctica”, puntualiza Natalia Benítez al tiempo de destacar que esta misma dinámica se aplicará posteriormente en el barrio Las Mercedes.

Quienes quieran adherirse a estos talleres, pueden comunicarse al (0994) 703-533. Abono Renda es un proyecto financiado por la Global Greengrants Fund y cuenta con el apoyo de El Cántaro Bioescuela Popular y Arigua Granja Agroecológica.

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