¿Tenés un almuerzo con amigas o querés darle un toque de flores frescas a la casa? Una excelente idea para la que no es necesario gastar una fortuna, sino usar la magia de la creatividad que todas tenemos dentro. Y para ello, muchas veces la mejor opción es recorrer con “ojos nuevos” el jardín de casa, el de toda la vida, en busca de hallazgos como unas bellas ramas con hojas singulares, partes de trepadoras que quedan muy bien y hasta pequeñas flores silvestres. También las hojas de plantas tropicales que se tiñen de bordeaux o verdes, partes de hierbas y ramas secas.
Con esa idea, y tal vez alguna pequeña compra de pocas flores, hay que encarar la tarea de disponerlas de la manera más creativa posible. Y aquí te damos algunas ideas para reciclar y, sobre todo, aprovechar la frescura de la naturaleza en nuestra mesa o en cualquier rincón de casa.
FLORES FRESCAS
El efecto beneficioso de las flores frescas es mucho más que un detalle de color. Se trata de lograr sentir el bienestar que ellas producen y refleja en los demás, los que vienen a casa a disfrutar con nosotros, con la idea de que han sido agasajados desde el corazón, con esa actitud de bienvenida y sencillez a la vez.
Todo es cuestión de mirar a nuestro alrededor y descubriremos tesoros escondidos, tanto en algún armario o espacio de la casa, como en el jardín. Es cuestión de estar atentos y ¡éxitos!