Terracota: Comer en una casona restaurada de Areguá y desconectarse de la ciudad
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Una amplia casa de la época colonial fue restaurada para dar vida a Terracota, un nuevo local gastronómico en la zona céntrica de Areguá y que abre en horario completo. Su hermoso jardín delantero e interno, una cava en expansión y un ala completamente nueva son los diversos espacios que dispone para sus comensales.
Por Jazmín Gómez Fleitas
Terracota abrió sus puertas hace casi dos meses, luego de un año completo de remodelación y construcción. La casa estaba abandonada hace ya varias décadas, tanto que su propietario actual, Gino Mateucci, recuerda que su abuelo ya le contaba historias sobre la casa.
Una de ellas, por ejemplo, señala que la casa le pertenecía al vicepresidente Sánchez. “Es una de las historias que cuentan los vecinos, pero sí estamos tratando de dar con más detalles de la casona”, señala Mateucci sobre estar tratando de contactar con un historiador arquitectónico especializado en Areguá.
La casona tiene su encanto, y eso se aprecia desde su entrada con jardín y la amplia escalera que recibe. Sus techos altos, sus baldosas originales, muebles antiguos restaurados, una fiambrera de madera, todo hace que uno se sienta detenido en el tiempo y lo disfrute.
Tiene tres espacios interiores bien delimitados y una puerta trasera que da al hermoso patio interno. Se baja de vuelta por el mismo diseño de la escalera de la entrada principal para dar con una parralera que cubre completamente el jardín, y juega con las sombras de la abundante luz solar que se cuela entre las hojas.
Al costado está la nueva ala construida que cuenta con climatización y amplios ventanales que dejan ingresar mucha luz natural. De camino al acceso de esta ala se ven las escaleras que bajan a la cava, y que la casona ya tenía desde un principio.
En la cava, la temperatura desciende unos cuantos grados y se nota. Se puede apreciar los ladrillos que dan forma a la bóveda baja que crea un ambiente íntimo. Gino Mateucci nos confirma que allí dispondrán de mesas con reserva previa para disfrutar de un menú degustación de tabla de quesos y jamones, cuando ya esté la cava terminada. Ahora le falta el mobiliario y llenarla de mayor variedad.
Además del interior agradable, Terracota cuenta con hermoso espacio exterior.
MENÚ COMPLETO
El menú es sumamente completo, ya que el horario de atención va de 8:30 hasta las 22:00 de martes a jueves; así como de 8:30 a 00:00 los viernes, sábados y domingos. Se puede desayunar o brunchear en el jardín, almorzar el menú especial de los fines de sábados, por ejemplo, cordero al tatakua, merendar, postrear y cenar.
Te recomendamos que cuando vayas, pidas la selección de tapas como entrada porque la de queso roquefort con la vinagreta de frutilla, es una combinación inolvidable. También la tapa cuadril con la guarnición de papas y batatas asadas, que es deliciosa. Su variedad es muy amplia: aves, pescados, cerdo, sopas, fritos, grillados, cafetería, postres, tragos, vinos, etc.
Desde la casa recomiendan los jueves de promo, sus menús de almuerzos durante la semana y que estés atento a sus redes para las actividades culturales que tienen como conciertos o stand up y los menús especiales de fines de semana.
Si querés escaparte un ratito de la ciudad, a Terracota lo encontrás sobre la Avda. Mariscal Estigarribia esquina De la Candelaria. Cuentan con estacionamiento al dar la vuelta en la esquina y se pueden hacer reservas con anticipación al Whatsapp (0983) 777-810.
Variedades de platos, entradas y ensaladas y carnes como tapa cuadril con batatas.
“La casona tiene su encanto, y eso se aprecia desde su entrada con jardín y la amplia escalera que recibe. Sus techos altos, sus baldosas originales, muebles antiguos restaurados, una fiambrera de madera, todos hace que uno se sienta detenido en el tiempo y lo disfrute”.
La víctima fatal, identificada como Tomás Daniel Fleitas (36), recibió una estocada a la altura del pecho en el lado izquierdo durante la gresca. Foto: Gentileza
Areguá: joven mató a un hombre por piropear a su novia
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Un hombre falleció luego de una gresca con un joven, quien se molestó por un piropo lanzado por el fallecido hacia su novia. El atacante fue identificado, pero continúa prófugo y es buscado por la Policía Nacional.
El hecho se registró en la villa Salvador en la ciudad de Areguá, donde se encontraba el fallecido en un grupo de amigos, cuando un joven y su novia pasaron por el lugar y la mujer recibió un piropo del hombre, hecho que molestó a su pareja, quien inició una pelea en el lugar.
La víctima fatal, identificada como Tomás Daniel Fleitas, de 36 años, recibió una estocada a la altura del pecho en el lado izquierdo durante la gresca. El hombre fue trasladado por sus amigos hasta el Hospital Ingavi del IPS, donde se confirmó su muerte.
Tras el hecho el atacante, identificado como Pedro Fabián Martínez, de 21 años, se dio a la fuga. Primero fue hasta la casa de su madre y luego al cementerio de la ciudad. En todo momento, el mismo fue perseguido por la Policía, pero logró huir del campo santo a bordo de una motocicleta y posteriormente fue visto hacia una vivienda abandonada donde también fueron los intervinientes.
Si bien la persecución se dio por varias horas y contó con la ayuda de los vecinos de la zona, no se logró detener al joven, por lo que se dio una alerta a las comisarías de la zona, ya que se considera al mismo bastante peligroso e impulsivo.
“La novia del fugitivo dio la misma versión de que la pelea se habría iniciado a raíz de unos piropos dados por la víctima. La misma sostuvo que no sabía dónde estaba su pareja y que él mismo no le dijo nada. Este joven no tendría antecedentes, pero según las informaciones, sería un conocido adicto del lugar”, señaló el comisario José Giménez en conversación con canal Trece.
La casona, construida allá por 1920, fue anteriormente propiedad de Concepción Leyes de Chaves y hoy ya forma parte del patrimonio arquitectónico del “nuevo viejo” barrio San José, de Asunción.
Era una noche fría de viernes de junio en la casona Brun Vierci, hoy edificio del Taller Integral de Actuación, convertido en “escenario natural arquitectónico” del proyecto Teatro Mbyky. Ahí, los altillos, salones, habitaciones y semisótanos cobijaron las cuatro obras de una duración de quince minutos cada una, el espacio perfecto para el tema Homenaje al Centenario de la Guarania; dramaturgos y escritores de todas las edades presentando obras breves inspiradas en la guarania, cada una de las actuaciones me transportaron a recovecos de la memoria no escrita de la vida urbana de muchos paraguayos de otras épocas y la emoción de saber que me encontraba en una casa llena de historias.
LA CASONA, PATRIMONIO DEL BARRIO SAN JOSÉ
A veces la memoria nos lleva a otras historias y esa es la que hoy intento contar. Los recuerdos parten a 1965, cuando fallece el Dr. Luis Cáceres Carísimo, connotado médico pediatra de Asunción, quedando muy joven viuda Margarita “Pelusa” Brun Vierci. Por ello y en el afán de juntar la familia, sus padres, Sebastián Brun y Judith Vierci, compran aquella casona construida allá por 1920, que anteriormente fuera propiedad de Concepción Leyes de Chaves y que hoy ya forma parte del patrimonio arquitectónico del “nuevo viejo” barrio San José, de Asunción.
Casa Brun Vierci. Construcción c. 1920. Asunción. Fuente: Rosa Laconich.
LA CALESITA Y EL COLEGIO DE LA ASUNCIÓN
La casa, de estilo semirural inglés, originalmente contaba con un solo altillo a la izquierda, que es donde vivieron los Cáceres Brun. En un almuerzo familiar Margarita le dice a su padre que quería fundar una guardería, a lo que el padre le responde que ella no necesitaba trabajar, pero la tenacidad de esta mujer paraguaya hizo que inicie aquella recordada institución a finales de los años 60, convirtiéndose en una de las primeras de la ciudad. Así por muchísimos años siguieron viviendo en la planta alta, ella y sus hijos Luis, Rosarito, Pedro y Joaquín, funcionando al mismo tiempo la legendaria guardería La Calesita y después el Colegio De La Asunción, hasta aproximadamente 1995 año en que se mudan a Fernando de la Mora.
JOAQUÍN CÁCERES BRUN Y LA MEMORIA FAMILIAR
Siempre en las familias hay alguien que atesora los recuerdos familiares, en este caso es Joaquín Cáceres Brun, quien nos cuenta una hermosa historia en el caserón un inolvidable domingo 20 de julio de 1969: “Mis hermanos y yo estábamos jugando fútbol con nuestros primos Miguel Abente Brun y Carlos “Patapila” González Brun en un pequeño terreno conectado a la casa sobre la calle San José, a su vez el terreno lindaba con una pequeña casita que nos separaba de la casa de los Palau. En un momento del partido, mamá se asomó a la ventana que daba al terrenito y nos anunció la gran noticia: ¡El hombre llegó a la Luna! Recuerdo que tenía la pelota bajo los pies hasta que alguien me gritó: ¡Pasame la pelota, Joaquín!”, recuerda como si fuera ayer esa hazaña humana.
SIEMPRE DE MAÑANITA…
Aquella casona que cobijaba la legendaria guardería de la que muchos de mi generación recuerdan por ese famoso jingle radial de los años 70: “Siempre de mañanita voy a La Calesita” y que fuera cantada originalmente por los primos Rosarito Cáceres y Bruno Masi, hoy termino parafraseándolo: “Siempre de mañanita, todos podemos tener recuerdos de una calesita, ahí donde jugábamos de niños, donde éramos felices y que recuerdan los vericuetos de nuestras infancias, en mi caso, a partir del Teatro Mbyky, al que me invitó gentilmente Pili Ortiz Ruffinelli y que motivó un viaje al pasado de la vieja casa de los Brun Vierci.
El lugar recientemente habilitado en la Ciudad Creativa propone una interacción entre artistas y la comunidad.
“Siempre hay una necesidad de abrir un centro cultural nuevo, especialmente deslocalizado, fuera de Asunción, donde tenemos varios centros culturales. Este se quiere focalizar hacia el arte contemporáneo, hacia la creación de nuevas técnicas de arte, y también la experimentación con artistas emergentes, que van a ir trabajando con gente local, con la comunidad y la red de Kunumi”, comenta Octavio Caballero Yegros, gestor del recientemente habilitado Areté Centro Cultural, ubicado en Mariscal Estigarribia y Domingo Martínez de Irala, ciudad de Areguá. Se trata de una iniciativa concebida por la artista Lucy Yegros, su madre.
Lucy Yegros es una reconocida artista visual paraguaya de múltiples lenguajes
Es un nuevo espacio dedicado a la creación, experimentación e intercambio cultural, con el objetivo de fortalecer el sector cultural y fomentar la participación ciudadana. “Es un espacio de creación, de experimentación artística y un legado de la memoria de una artista que es Lucy Yegros”, explica Octavio.
Cada rincón celebra el universo creativo de Lucy Yegros
En Areté se habilitó una sala de exposición permanente dedicada a Lucy, reconocida artista visual de múltiples lenguajes, investigadora de las formas primigenias, que combina instalación de objetos, literatura y performance.
DESARROLLO LOCAL
“Es un espacio donde apostamos al desarrollo local a través del turismo, a través de muestras culturales de diferentes actividades. Cada semestre tendremos diferentes actividades: cerámica, pintura, fotografía, charlas sobre la gestión cultural y una muestra mensual sobre un artista, y generalmente se va a trabajar con artistas locales o internacionales que no tienen una gran visibilidad en Paraguay, pero que son paraguayos y viven en el extranjero”, agrega Caballero.
El nuevo centro ofrecerá un espacio de encuentro del universo creativo de Yegros con los visitantes, buscando propiciar un diálogo constante entre arte, identidad y memoria colectiva. “Areté fue una idea de mi madre. Hace muchísimos años ella ya venía con la idea de dejar ese espacio para la comunidad, para el pueblo, para la nación y bueno... ahora tenemos esa oportunidad. Yo volví después de vivir 26 años en Europa y me estoy dedicando un poco a la gestión cultural”, narra Octavio.
El centro cultural habita una casona de aire colonial de la ciudad de Areguá
EJE FUNDAMENTAL
El espacio, que otrora fue y por décadas el taller de Lucy, abrirá sus puertas al público los sábados y domingos de 10:00 a 17:00. La relación con la comunidad y nuevos artistas es eje fundamental dentro de esta iniciativa.
“Un centro cultural siempre visto como un espacio público, como más accesible a la gente, y en cambio otros formatos como pueden ser asociaciones culturales, galerías de arte, siempre se ven más como lugares de venta, privados y también de consumo, en cambio siempre el centro cultural es como un espacio donde la gente puede entrar libre gratuitamente, y eso hace mucha falta”, señala.
“Además, tener un espacio cerrado dentro del eje patrimonial y el eje central de Areguá es un pecado, pudiendo dejar eso accesible a todas las personas que vienen y aportar al desarrollo local, al desarrollo nacional también, porque ahí se viene mucha gente a hacer turismo”, añade Octavio.
Octavio Caballero Yegros, gestor cultural
ACTIVIDADES
Areté será en adelante un espacio que convoque a diversas actividades, que tendrá al arte y a los artistas como eje, convocándolos a “experimentar en otras técnicas que no son las suyas, pero que les gustaría aprender a través de talleres y bueno se acercan y van conociendo y se crean nuevas propuestas”, agrega el gestor.
En las siguientes semanas arrancará una agenda de actividades que incluirán talleres de cerámica ancestral, pintura, fotografía y charlas sobre gestión cultural. “La idea es crear una red a través de las charlas de gestión cultural donde otros centros culturales del país tengan una misma estructura, una organización”, dice Octavio.
“Y que este centro Areté sirva un poco de ejemplo en el futuro, porque ahora estamos recién comenzando, de lo que es una gestión autosostenible de un centro cultural, a través obviamente de fondos, de fundaciones, de mecenas que quieren aportar también al centro”, concluye.
Muestra aniversario de Amigos del Arte
Una veintena de obras pictóricas de los integrantes de Amigos del Arte componen esta exposición conmemorativa.FOTO: GENTILEZA
Celebrando sus 78 años de creación, la asociación Amigos del Arte inauguró esta semana una exposición denominada “Tradiciones del Paraguay”. La Galería Agustín Barrios del Centro Cultural Paraguayo-Americano (avenida España entre Brasil y Estados Unidos) alberga esta significativa muestra conmemorativa que cuenta con la curaduría de María Eugenia Ruíz. La misma se mantendrá vigente hasta el próximo viernes 25 de julio, y puede ser visitada de lunes a viernes, de 10:00 a 16:00.
La muestra quedó inaugurada en la Galería Agustín Barrios del CCPA
En esta exhibición se pueden apreciar obras pictóricas de Beatriz Holden, Horacio Guimarães, Norma Annicchiarico, Osvaldina Servián, Osvaldo Albert, Aida Ruíz, Amalia Wagener, Anabella Pérez, Dante Manfredi, Gloria Pistilli, Gloria Valle, Marta Caggiano, Nannina Galluppi y Marthú Rodríguez Alcalá. También creaciones de Diana Rossi, José Sequera, María Villalba Torres, Martín Vallejos, Stella Martino y Verónica Fernández.
Un espacio artístico sumó brillo a la habilitación de la exposición
Amigos del Arte es una asociación sin fines de lucro, creada a fines de julio de 1947, por un grupo de paraguayos diplomáticos y extranjeros, con la finalidad de impulsar toda manifestación artística y cultural, así como de promover a jóvenes valores en un esfuerzo por elevar todas las disciplinas del arte en nuestro país.
Este año cuenta con una nueva Comisión Directiva para el periodo 2025-2027, encabezada por la presidenta Nannina Galluppi de Evaly ; la vicepresidenta es Marta Caggiano de Rovira.
Tour Ruta de la Artesanía en Carapeguá
La artesanía textil es uno de los mayores legados de Carapeguá.FOTO: EMILIO BAZÁN
Como parte del programa festivo por los 300 años de la ciudad de Carapeguá, mañana, domingo 20 de julio, se realizará un recorrido por la Ruta de la Artesanía de la localidad. La salida está prevista para las 8:00 desde la iglesia principal. La idea es conocer la ciudad, desde sus tradiciones, artesanía y naturaleza, en especial su legado textil, transmitido de generación en generación, a través de las manos de las maestras artesanas que salvaguardan su identidad cultural. En este tour se podrá disfrutar de un paseo en canoa por el lago Ypoá, hacer senderismo del Karaja y participar de una experiencia vivencial en el taller de la maestra artesana Mirtha Orihuela. Igualmente, se degustará la gastronomía local y se conocerá más sobre la diversidad de la artesanía local en la Posada Barbarita.
Los interesados en participar pueden obtener más información en el (0991) 772-290.
SOBRE LUCY YEGROS
Artista visual de múltiples lenguajes, Lucy Yegros (Areté) es investigadora de las formas primigenias: combina instalaciones de objetos, literatura y performance. Nació en Paraguay en 1940 y se formó en varios talleres de arte de Sudamérica, Estados Unidos, Japón y Europa.
Lucy dedica su vida a la investigación y transformación de papeles, fibras vegetales y reciclaje de objetos, sin descuidar las técnicas clásicas de pintura. Su incursión en la orfebrería la realizó en el taller del maestro Michael Oliver, experiencia que la artista aplica a la reinterpretación de diseños de joyería colonial, y en el desarrollo de objetos de su vestuario personal.
CERÁMICA ANCESTRAL
Como una de sus primeras actividades, en la fecha Areté Centro Cultural inicia un taller de cerámica ancestral. Serán cuatro encuentros dónde se experimentará en contacto directo con la arcilla y se crearán piezas artesanales para uso personal con técnicas ancestrales de modelado a mano.
No se necesita experiencia previa. Como guías y facilitadoras, Fátima Acosta y Mapi Mendoza acompañarán a los participantes a realizar un proyecto cerámico con terminaciones escultóricas y/o utilitarias. La quema se realizará en el último día de taller donde se hará un horno efímero para transformar el barro con el fuego. El cupo es para 15 personas. Más informes en el (0991)703-711.
Crimen de alemanes en Areguá inspira novela de misterio
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El escritor y empresario Alejandro G. Roemmers (Buenos Aires, 1958) firma “El misterio del último Stradivarius” (Planeta), una novela que cuenta con el prólogo del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Roemmers ha explicado que se trata del último libro que leyó y sobre el que escribió el peruano antes de su fallecimiento el pasado 13 de abril.
“Me lo trajo (el prólogo) el hijo Álvaro, me dijo: ‘Mira, mi papá se empeñó en escribir esto. Después ya no podía escribir porque le temblaba mucho la mano y me llamó para dictarme. Me dictó en Perú el final y me dijo que, si él no podía estar en la presentación de tu novela, que tenía que ir y leer este escrito’. Me dijo que es el último libro que leyó y lo último que escribió es esto", ha explicado Roemmers en un encuentro con los medios en Cremona (Italia), ciudad en la que transcurre su novela.
Vargas Llosa y Roemmers mantenían una relación cercana, aunque el Premio Nobel no le había visto siempre como un empresario. “Aunque me conoció como empresario nunca le hablé de negocios. Siempre hablamos de literatura, de temas espirituales o de poesía”, ha añadido el autor.
Así, el prólogo, del que se publica un extracto por exigencias editoriales, fue una sorpresa para Roemmers, quien le envió su obra a Vargas Llosa para que le diese su opinión. “Sabía que estaba ya un poco mayor y un poco afectado. Nunca más llegué a hablar con él personalmente, de lo que le mandé, así que tampoco se lo pude realmente agradecer como hubiera querido. Quedé muy, muy conmovido”, ha explicado.
Otra figura que marca ‘El misterio del último Stradivarius’ --y que en esta ocasión sí aparece como un personaje en las últimas páginas del thriller histórico-- es el Papa Francisco. El autor le dedica el libro a él. “A su Santidad el Papa Francisco por su incansable labor en favor de la Paz y la Fraternidad Universal”, se puede leer.
Roemmers ha explicado que, además de mantener una relación cercana, le une a Bergolio el “deseo” de que la paz que consiguió Europa tras la Segunda Guerra Mundial, se mantenga. Cinco días antes de la muerte del Pontífice, Roemmers soñó que Francisco le “pedía” que le incluyese en la dedicatoria, y así lo hizo. “Bergolio era muy abierto a la integración de las religiones”, ha recordado.
‘El misterio del último Stradivarius’ narra dos historias paralelas: la parte histórica cuenta el devenir del último violín construido por el lutier Antonio Stradivari en el siglo XVIII, mientras que por otro lado sigue la investigación de un doble asesinato en una pequeña ciudad de Paraguay.
Este suceso parte de hechos reales. Se trata del asesinato del científico, arqueólogo, músico y lutier alemán Bernard Raymond von Bredow y su hija de catorce años, ocurrido en 2021 en su casa de Areguá. Su causa fue relacionada con el robo de los violines Stradivarius que tenía en su propiedad. Este hecho marcó a Roemmers hasta el punto de hacer esta novela en la que, por el contrario, el violín es el objeto “pacificador”.
Pasión frustrada
Aunque el dramaturgo y poeta no está desvinculado completamente del mundo empresarial --si bien es una relación “distante y trimestral”--, ha reiterado en varias ocasiones que su pasión es la literatura y ha abogado por seguir los deseos propios. “Hay mucha gente que dice que si hubieran admitido a la Academia de Pintura a Adolf Hitler no habría destruido gran parte de Europa. Y es probable, porque él quería ser pintor. A veces frustrar a una persona en lo que quiere realizar, tiene consecuencias. Hay que seguir lo que es la pasión de uno”, ha precisado.
Su investigación sobre los Stradivarius ha llevado a Roemmers hasta Cremona (Italia), ciudad natal del famoso lutier y que en la actualidad cuenta con la mayor densidad de talleres de lutiers del mundo --concretamente 180 negocios--, según han explicado el maestro Sperzaga del Instituto de Enseñanza Superior ‘Antonio Stradivari’ de Cremona en declaraciones a Europa Press. Esta entidad ha formado a 1.400 alumnos desde su creación, hace 87 años. Muy cerca de los escenarios de la novela --la casa de Stradivari o el Museo del Violino--, a esta escuela siguen llegando estudiantes de todas partes del mundo en la actualidad para aprender un oficio artesanal para el que “sigue habiendo mercado”.