La naturaleza “sufrida” los hace ideales para quienes no tienen mucho tiempo para cuidar de las plantas y se olvi­dan de regar a diario. Pero, en realidad ahora están de moda y, como son tan originales en formas y tamaños son ideales para decorar ambientes, ya que se convierten en verda­deros “objetos de deco” a la vista. Lo que se llama “escul­turas vivas”.

CUIDADOS

Es imposible enumerar la enorme cantidad de cactus que podemos incluir en nues­tro hogar, desde las especies “mini” para un escritorio o agrupadas en una mesa hasta los ejemplares más grandes que alcanzan altura sufi­ciente como para conver­tirse en centros de atención de interiores y exteriores.

Son muy nobles y solo nece­sitan algunos cuidados evi­tando principalmente regar de más. A diferencia de otras plantas, si se riegan mucho, el agua se acumula en la base de la maceta y acaba pudriendo las raíces y muchos cactus mueren por “exceso de cui­dado”. Solo hay que regarlos cuando toquemos el sustrato, y este esté totalmente seco. Si la planta está en el interior de la casa, necesitarán menos agua aún. Algunos expertos aconsejan no regarlos con manguera o regadera sino pulverizar con agua la super­ficie del sustrato , nunca a la planta. Y, en los meses de pri­mavera y verano, regar por la mañana y no más de una vez cada semana o cada dos.

Otro problema es la falta de luz. Los ambientes lumi­nosos son especiales para ellos, la humedad y el frío les hacen daño.

“No necesitan más que pocos cuidados y ‘casi nada’ de agua y decoran maravillosamente cada espacio”.

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