Por Jorge Zárate, jorgezarate@nacionmedia.com - Fotos: gentileza de Javier Medina Verdolini y Lucas Núñez

La cantautora regresa con un álbum de gran factura que involucró a 31 músicos de jazz.

“Es el momento más feliz de mi vida adulta”, cuenta Yenia Rivarola, abocada a la promoción de su flamante disco “Paraguay Delta” que se podrá escuchar en plataformas desde este lunes 14.

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“Estoy superemocionada en estos días que trabajo lanzando día a día los nuevos temas en redes sociales. Me quedo exhausta de la emoción y la felicidad”, dice contenta.

La cantautora revela que en el tema “Las manos y el río” cuenta la génesis de este nuevo disco que reúne a “Yenia, sus canciones & jazzistas de esta tierra”, como reza la tapa de bello diseño.

“Después de un largo silencio musical desde mi disco “Febrero” (2005), cuando me regresa el deseo de volver a cantar y estar en la música, ocurrió que estaba en su momento más florecido la escena de jazz con espacios como Drácena, Mburukujazz, no llegué a participar de Jazz a la Calle, pero era una efervescencia, fue la escena más vibrante y diversa que he visto”.

LA GÉNESIS

En esos días en que el ambiente alentaba ocurrió algo importante. “Entonces, me encuentro en medio de esa gente y había una conversación que tenía con Germán Lema sobre la posibilidad de mejorar las pistas de “Febrero” en la que él me decía: “No toques nada, eso es el registro de una época. El día que vuelvas a grabar esas canciones tienen que ser versiones”. Entonces me digo, ¿Qué hago? Acá hacen falta más canciones y es allí donde pensé hacer una mitad versiones y la otra mitad nuevas y esta última parte luego crece de manera hermosa, de una forma que siempre voy a amar”, cuenta de la génesis.

Del disco participan 31 músicos de Jazz, en un despliegue de talentos, que visten a la entrañable voz de la cantante: “Imagino que el disco está hecho, al tomarlo los jazzistas, con una nueva lectura, una nueva estética, porque al final, el tema del jazz, comienza a entrar en mis canciones. Por ejemplo en “Una órbita para Ananías”, me permite contar una historia en el lenguaje musical de una superbanda como es Guerrilla Soul, con una estética puntual de jazz”, describe.

La Band’Elaschica, pioneras del jazz instrumental, cobran protagonismo en el nuevo material de la cantautora.

UNA ANÉCDOTA

La canción parte de “una anécdota de cuando como periodista entrevisto a Ananías Maidana (dirigente del Partido Comunista Paraguayo) tratando de quitarle un dato emotivo de los 24 años que pasó en prisión durante la dictadura de Stroessner. Él me respondía que lo que había hecho fue simplemente cumplir un deber acorde a las convicciones e ideales que tenía. Cuando me pongo de pie, ya para irme, le digo Ananías, ¿cuál fue el momento más feliz de todo ese tiempo que pasaste recluido? Y él me responde: “El día que (el cosmonauta soviético Yuri) Gagarin subió al espacio”. Ananías era mayor que mi papá, pero recuerdo que todo ese tema del espacio conmovía a los hombres de esa era y causaba una enorme emoción en mi padre”, recuerda.

Entonces “mientras Gagarin subía al espacio, había un niño, un baterista en el Paraguay que encontraba su libertad en su instrumento, que sería uno de los mayores bateristas que vio este suelo y esa canción hace ese hilo de historia y termina con un memorable solo de Víctor Morel”, anticipa.

Yenia comenta que las canciones nuevas fueron apareciendo en el proceso hacia el disco al punto que “haciendo esta canción de Ananías me apareció la canción para ‘Beto’ Ayala, me vino el coro, parte de la letra, y cuando estaba en eso me voy al Asu Jazz y conozco a la Band’Elaschica, pioneras del jazz instrumental, que terminaron grabando este tributo al gran actor de teatro, buscador de un lenguaje contemporáneo y paraguayo, Carlos Alberto conocido como ‘Beto Ayala’”, al que homenajea en “Beto left town”, un tema de exquisita factura.

REMEROS DEL RÍO

“Finalmente, hay una canción ‘Paraguay Delta’, que termino de componerla en el camino, recibo el apoyo del baterista y productor musical Víctor Morel, porque quería que la misma sirviera para ser tocada por Joaju Cuarteto, como un standard de jazz, así que él me mostró cuestiones estructurales y también se sumó el gran pianista Víctor Álvarez que me ayudó a terminarla. Es fue otro delta que me sumó esta experiencia, la posibilidad de componer con esta generación de músicos y músicas”, agradece.

“En la canción uso imágenes que mis hermanos percibieron como remeros del río Paraguay, porque cuando quise hacer una canción sobre el río, pensé inmediatamente en ellos, en las cosas que siempre me habían hablado, es gracias a ellos que yo conozco más el río”, destaca.

Morel juega un rol fundamental en la hechura de estas 12 canciones muy especiales. “Víctor no solo ha configurado la sonoridad de este disco, su conocimiento armónico fue fundamental en los arreglos, los solos, en fin fue clave”.

Rivarola entrega también una canción en portugués, “Filigrana” y aparecen algunos versos en inglés en pasajes del álbum, que ayudan a la musicalidad natural que la caracteriza. “Me vi obligada a cantar de un cierto modo al que no estaba tan acostumbrada. La pandemia me dio un tiempo para buscar un lenguaje intermedio entre la manera en que siempre canté una canción y el género en que se hizo este disco amado”, celebra.




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