Hace cinco meses abrió tímidamente su perfil en Tiktok para compartir su arte, promocionar la cultura de su etnia a través de la moda y generar ingresos. Pero no fue sino hasta hace unos días que la red social empezó a dar sus frutos y hoy el artesano Éver Vera (21) del pueblo indígena mbya guaraní es toda una sensación mediática. Gracias al apoyo que está recibiendo, el joven va cristalizando de a poco sus más caros anhelos.
- Por Gloria Ocampos Prieto
- gloria.ocampos@nacionmedia.com
- Fotos: Roberto Zarza
Es una de las cosas maravillosas que tienen las redes sociales: conectarnos y visibilizar historias de vida únicas. Y uno de estos casos es el del joven nativo mbya guaraní Éver Vera, quien desde la más tierna edad supo lo que quería ser: diseñador de moda y modelo. Quiere romper esquemas llevando la bandera de su pueblo en pasarelas y, por qué no, como bien lo dice, mostrar al mundo su arte desde el Paraguay.
La Nación del Finde lo visitó en su hogar de la comunidad Tarumandy de Luque, donde se asientan casi un centenar de familias de la etnia mbya guaraní, donde el joven artesano nos aguardaba impaciente junto a su tía Silvia Portillo, unas de las personas que lo alienta a trabajar en el bordado sobre lienzo, el arte por el que hoy Éver se ha convertido en foco de noticia.
Son las ocho de la mañana. El día se muestra espléndido. Llegamos a una casita de material otorgada por el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH). En el fondo, una humilde pieza de tabla donde vive Éver desde hace casi un año. El muchacho dejó su comunidad, la de Santa Teresita del distrito Paso Yobái, en el norte del Guairá, en busca de una vida mejor dada las pocas oportunidades de progreso para los jóvenes en aquella localidad donde quedaron sus padres, hermanos, tíos y abuelos que tratan de sobrevivir trabajando en la chacra.
SUS TESOROS
Con ayuda de otros jóvenes que van acercándose a la reunión, Éver saca de la pieza una mesa de palet y una gran bolsa blanca con todos sus trabajos. Se le nota muy entusiasmado. Su tía le acerca un añoso mantel de encaje blanco y empieza a ordenar sobre el mismo cada uno de sus preciosos tesoros mientras pide disculpas por la improvisación. Cuenta que su primer contacto con el bordado se dio a los diez años, con una tía artesana llamada Elida Giménez de Eusebio Ayala, quien le enseñó las intrincadas y mágicas puntadas sobre telares típicos.
Extiende más de un centenar de piezas ornamentadas con hilos de varias tonalidades; hay camineros, manteles, mantelitos, individuales, cartucheras y retazos de telar de bonitos bordados que podrían utilizarse y decorar con buen gusto cualquier indumentaria. En eso, nos enseña unas piezas de cestería de donde saca las muestras de sus diseños. Cabe el dato de que los mbya guaraní se dedican especialmente a la confección de cestería con tejidos de takuapi y guembepi, utilizando tintes naturales y ecológicos para obtener los distintos colores y crear su iconografía característica.
Entre tanto se realizan las tomas fotográficas, empezamos a charlar. De una humildad conmovedora, de sonrisa fácil y sensibilidad a flor de piel, Éver comienza la entrevista en guaraní, aunque maneja estupendamente el castellano. “Ché cherera Éver Abraham Vera Centurión ha aguereko 21 años. Che artesano mbya guaraní”, dice con orgullo.
EJEMPLO DE RESILIENCIA
Cuenta que es estudiante del octavo y noveno grado del colegio Don Fabián Cáceres de Luque. Este año decidió retomar sus estudios después de haberlos dejado. Como muchos niños nativos de nuestro país, la infancia de Éver no fue fácil en medio de muchas necesidades; él, particularmente, atravesó por muchas situaciones dolorosas que lo sumieron en una depresión por mucho tiempo. “Dejé la escuela y ya no tenía ganas de vivir”, confiesa al punto de las lágrimas.
Pero con la ayuda de sus abuelas pudo levantarse de a poco y hoy es un ejemplo de resiliencia. Aquí está para contarle al mundo que es un joven valioso y con aspiraciones, que pese a los obstáculos, la esperanza de una vida mejor está más latente que nunca. “Mis abuelas, tanto de parte de mi mamá como de mi papá, fueron siempre mi mayor apoyo. Ellas me animaron a venir para seguir mis sueños. Me dieron la bendición y eso me da la fuerza para seguir”, manifiesta.
Al poco tiempo de llegado a Luque empezó a trabajar como empaquetador y carritero en un popular supermercado de la ciudad. A la par empieza a ayudar a su tía Silvia en los trabajos de bordado que ella hacía para unos pedidos de una promotora cultural de la comunidad nativa.
PROMOVER EL LEGADO
Éver también llevaba algunos bordados que hacía para ofrecer frente al local donde trabaja, pero no lograba vender casi nada, según cuenta. “Pero yo nunca me rendí”, señala. Tras ahorrar durante algunos meses, pudo comprarse un celular para promocionar su arte y ayudar a mantener viva la identidad de su pueblo.
“A través de la moda quiero promover nuestra cultura y deseo ser también ejemplo para otros jóvenes nativos, para la nueva generación, para que valoren nuestra artesanía y no dejen morir el legado de nuestros ancestros”, subraya y añade: “Se dicen mucha cosas de nosotros, se ven cosas muy tristes en los medios sobre la realidad de los jóvenes indígenas, pero no todos estamos metidos en cosas malas”.
Su tía Silvia Portillo refrenda estas palabras y destaca la personalidad de Éver: “Él es demasiado bueno y correcto. Le queremos mucho porque es respetuoso y tiene ganas de salir adelante. Nosotros le vamos a seguir apoyando para que pueda lograr todo lo que quiere y salir adelante”, dice.
“MUY EMOCIONADO”
Sobre el momento que está viviendo y todas las muestras de apoyo que recibe tras saltar a la fama en las plataformas sociales y los diferentes medios de comunicación solo repite: “Emocionado, estoy emocionado, muy emocionado”.
Pero, inmediatamente, hace la salvedad de que él todavía no es un diseñador, pero que ese es su sueño más anhelado. Explica que lo que ahora hace, específicamente, es bordar sobre lienzo y otros telares, basándose en la iconografía ancestral del pueblo mbya guaraní.
“Lo que más deseo es ver algún día mis bordados en las ropas de un diseñador o una diseñadora, porque yo todavía no sé nada sobre confección. Mi tía Silvia suele coser algunas ropas con mis bordados, pero no tenemos los recursos como para hacer en cantidad y cumplir con los pedidos”, expresa.
CAMINO AL ÉXITO
Más rápido de lo que esperaba, Éver podrá ver uno de sus sueños cumplidos hacia finales de este mes. En el marco del Paraguay Fashion Week se exhibirán algunos de sus bordados plasmados en piezas de diseñadores que protagonizarán el evento de moda en el Paseo La Galería. “Me reuní con el organizador, Rangel Barreto, y estuvimos viendo eso. Todavía no sé quién va a ser el diseñador que va a presentar mis bordados, pero seguro que va a quedar hermoso. Ya quiero ver”, dice entusiasmado.
Vestir a Nadia Ferreira, la miss paraguaya más exitosa en la historia de los concursos de belleza, es otro deseo que atesora el corazón del joven artesano. En uno de sus tantos videos en Tiktok, dice: “Quiero conocer a Nadia Ferreira y si por ahí le interesa, para usar mis bordados con sus prendas”. Y aunque todavía no tuvo un contacto oficial por parte de la novia de Marc Anthony con Éver, al parecer la celebrity ya se hizo eco del mensaje enviado por el artista, y en cualquier momento habrá novedades al respecto.
Mientras, en estos momentos, está abocado producir la mayor cantidad de piezas bordadas para la exposición que hoy lo tendrá como protagonista junto con otros artesanos de otras comunidades nativas. La Feria Ore del Instituto Paraguayo de Artesanía será hoy y mañana en el Paseo La Galería, presentará los trabajos de Éver cuya “propuesta ofrece un lenguaje contemporáneo, creativo e innovador”, refiere el IPA.
A través de mi arte y la moda quiero promover nuestra cultura y deseo ser también ejemplo para otros jóvenes nativos, para la nueva generación, para que valoren nuestra artesanía y no dejen morir el legado de nuestros ancestros”.
MÁS APOYO PARA EL EMPRENDEDOR
Transcurría la nota con el joven cuando una camioneta se acercó lentamente hasta la casa. “Seguro es Laurys Diva. Me dijo que iba a venir esta mañana”, indica Éver. Y, efectivamente, era la popular y sexy modelo que traía en las manos dos obsequios para el famoso artesano: un maniquí (Éver utilizaba un multiuso colgante para crear diseños) y un bolso con varios metros de telar para sus tejidos. La paraguaya con más seguidores en las redes sociales quiso conocerlo y motivarlo en su emprendimiento. “Yo se que esta herramienta va a ser muy importante para vos, para que sigas trabajando”, le dice ella, al momento de darle un cálido abrazo al artesano.
Éver, sin dudas, está tocando el cielo con las manos. Y en este tren de buenas nuevas para él, también recibió la invitación oficial del Centro Tecnológico de Avanzada para asistir a la clase de diseño de moda. El director del CTA, Nelson López Irala, se comunicó con él para invitarlo a participar de los cursos modulares con miras a ser parte de la nómina oficial de alumnos de la carrera de Técnico Superior de Diseño de Moda una vez que culmine la secundaria.
Hoy es la Feria Indígena Ore
Impulsada por cuarto año consecutivo por el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA), este fin de semana se realizará la tradicional Feria Ore, la exposición de arte indígena más importante. Se celebrará hoy, sábado, y mañana, domingo, en el hall central del Paseo La Galería, en el horario de 10:00 a 21:00.
En la presente edición, la segunda del año, se exhibirán piezas únicas y representativas de algunas comunidades; estarán persentes con sus artesanías los pueblos Ava Guarani, Guaraní, Aché, Paî Tavytera, Mbya Guaraní, Nivaclé, Ayoreo, Maka, Manjui, Enxet Sur, Enhlet Norte, Ishir, Qom. Como uno de los principales atractivos estará el joven artesano Éver Vera con sus bordados.
“La Feria Ore se realiza dos veces al año con el objetivo de poner en valor las piezas de artesanía de nuestros pueblos indígenas, con una variedad de productos en las modalidades de textiles, tallados en madera, dibujos, cestería, lana entre otras modalidades que estarán a disposición para la venta en la feria”, señala el IPA en su invitación a participar de esta feria.
La idea es acercar al público para la venta piezas únicas de pueblos indígenas traídas por artesanos desde distintos puntos del país.