Llegó la temporada de las flores, días soleados y la última etapa del año. Muchos festejaron el equinoccio primaveral junto al Día de la Juventud, pero otros tienen que enfrentar lo negativo de esta temporada: las alergias.

• Por Natalia Delgado

Si bien las redes sociales se llenan de memes parodiando estas molestias que se pre­sentan con los cambios de estación, la realidad es que genera un gran malestar en quienes las padecen. Estor­nudos, picazón de garganta y ojos, rinitis, dermatitis, son solo algunos de los síntomas.

“Las alergias son reaccio­nes del sistema inmune ante la presencia de alérgenos. El proceso se da en dos partes: la primera sería la sensibi­lización, cuando el cuerpo libera histaminas para crear anticuerpos y la persona tiene síntomas desagrada­bles como estornudos exce­sivos, tos, erupciones en la piel y/o irritación ocular. La segunda ya sería el ataque de alergias, cuando el cuerpo se reencuentra con dichos alér­genos”, explica Luis Martínez Valiente, médico clínico.

El especialista menciona que los alérgenos se pueden encontrar en muchas par­tes: el polen de los árboles, el pasto, esporas de moho, insectos, polvo, ácaros, ani­males y otras especies de plantas. Los síntomas más comunes se vinculan a las vías respiratorias, los ojos y luego en la piel a través de erupciones.

“La persona puede creer incluso que se trata de una gripe porque tiende a sen­tirse decaída, puede presen­tarse secreción nasal, dolor de garganta y hasta de oído”, agrega el especialista y conti­núa mencionando que tanto para la rinitis alérgica como para las molestias en los ojos o erupciones en la piel, lo pri­mero que hay que hacer es evitar los alérgenos.

Limpiar el lugar y no expo­nerse a los ácaros que pueden estar incluso en las mascotas; también consumir un anti­histamínico de venta libre, infusiones como la manza­nilla, lavarse bien el rostro con abundante agua, mucha hidratación y evitar tocarse los ojos o la piel si hay irrita­ción ¿Lo primordial? Buscar a un especialista para una evaluación.

“En el caso del asma bron­quial, que también es otro tipo de alergia donde se infla­man las vías respiratorias, hay que llevar un cuidado más intensivo. La persona afectada puede tener dificul­tad para respirar, por lo que es fundamental la eliminación de alérgenos, control ambien­tal y, durante estas épocas del año, visitar habitualmente a su médico de cabecera para un tratamiento específico”, finaliza.

“La persona puede creer incluso que se trata de una gripe porque tiende a sentirse decaída, puede presentarse secreción nasal, dolor de garganta y hasta de oído”.

La limpieza semanal o regular del hogar es una forma importante de control de alergias. Incluso el acto de limpiar, especialmente si no se ha hecho durante bastante tiempo, puede desencadenar síntomas de alergias a medida que se agita el polvo y otros alér­genos. En este caso es mejor utilizar una máscara protectora para evitar inhalar todo el polvo acumulado.

A los ácaros del polvo y las esporas de moho les gusta el calor y la humedad. Si mantiene una temperatura entre 20 y 22 ˚C y un nivel de humedad de no más del 50%, puede reducir su crecimiento. Utilice filtros de partículas pequeñas en los sistemas de calefac­ción, refrigeración centrales y en los acondicionadores de aire de las habitaciones. Bañar a los peludos al menos semanalmente y lavar su ropa de cama con frecuencia.

Las sábanas, fundas de almohadas y frazadas deben lavarse al menos una vez a la semana con agua caliente.