Por Gloria Ocampos Prieto, gloria.ocampos@nacionmedia.com - Fotos: Nadia Monges

Nuestras ganas de conocer y hacer conocer destinos turísticos no muy alejados de la capital nos llevaron esta vez a una tierra de prodigiosa naturaleza, de gente amable y muy laboriosa. Es la segunda ciudad con mayor población del departamento de Cordillera, cuna de artesanos de renombre y enclave de miradores que permiten el goce de paisajes soñados que invitan a olvidarse de todo y dejarse llevar por el hipnótico horizonte mientras una suave brisa acaricia el rostro y el alma.

Sobre el ramal de la ruta PY02 que nos conduce desde la ciudad de Caacupé, un imponente monumento nos impresiona. “Jaikatu”, del escultor Juan Pablo Pistilli, nos indica que hemos llegado a nuestro destino: Tobatí. La espectacularidad de esta magistral obra, inaugurada en el 2017, no nos deja pasar de largo, llama a ser contemplada en todo su esplendor e inmortalizada por la cámara de La Nación del Finde. Vía telefónica, “Juanpi” nos explica luego que se trata de un homenaje a la familia, la educación, la ecología y al amor. Tiene 12 metros de altura, es de hierro forjado y la base del conjunto escultórico presenta círculos que hacen alusión a hornos de leña.

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Seguimos nuestro camino y en el trayecto las olerías o pequeñas fábricas de ladrillos y tejas nos saludan con el humo de sus hornos artesanales, a uno y otro lado de la ruta, una escena que no varía hasta casi llegar al casco urbano. Ninguna otra localidad está tan asociada a la producción de cerámica y materiales de construcción como Tobatí. De hecho, el país se nutre de lo que los pobladores de esta zona producen en lo que se trata del principal motor económico de este distrito de más de 30.000 habitantes.

Sobre la misma ruta Caacupé-Tobatí, el mirador Virgen del Camino, con una gruta-oratorio custodiada por una majestuosa formación rocosa, es una parada obligada. Visitada a diario por turistas nacionales y extranjeros, ofrece cinco miradores que representan diferentes estaciones del vía crucis, con imágenes santas a gran escala que aportan un aire de espiritualidad a ese instante mágico de conexión con la naturaleza. Los paisajes que se disfrutan desde este punto son una ofrenda para los ojos y el alma. Es un momento en el que el tiempo parece detenerse y la experiencia queda anidada para siempre en el corazón.

A los pies de este peñón también se puede encontrar un espacio para el descanso y una galería de arte con todo tipo de productos artesanales que van desde cántaros y jarras de barro, pasando por artículos de cuero, ysypo, karanda’y y tallados en madera, además de souvenirs de todo tipo para llevar como recuerdo de la visita al lugar, como detalla Christian Areco, el artesano que atiende el local.

Sobre la ruta que une Caacupé-Tobatí, una parada obligada es el mirador Virgen del Camino con una gruta-oratorio escoltada por un imponente peñón.

MÁS ATRACTIVOS

Sobre el mismo itinerario, otro de los paisajes más singulares es el que brinda el Castillo Caballero Templario, al costado del conocido mirador del cerro, casi a la entrada de la ciudad. Se trata de un emprendimiento turístico de arquitectura medieval que ofrece al visitante hospedaje y actividades varias como un paseo ecológico, rodeado de prodigiosa naturaleza, donde también se puede hacer ciclismo o acampar.

El circuito turístico de Tobatí también ofrece otros sitios que conquistarán a todo visitante como la Gruta Mirador Museo Abierto Divino Niño o el Cerro Mirador Tres Américas, más conocido como Tres Caras, que es todo un emblema de la localidad y que da la bienvenida al casco urbano. Cada fin de semana, esperando a los turistas, en las faldas de esta colina rocosa los artesanos locales se reúnen para exponer sus trabajos. Pero el principal sitio de exhibición y venta de este tipo de productos es la Villa Artesanal de la Fundación Tobatí, donde exponen más de 80 artistas locales como de otros puntos, según señala la encargada Graciela Villalba, quien también sugiere dar un paseo cultural por la Galería Artesanal Zenón Páez, donde sus herederos continúan con el rico legado del desaparecido maestro del tallado en madera.

Los amantes de la naturaleza por su parte tienen muchas otras opciones más para visitar como la caverna Mbopikua, el Paso Laguna, el Cerro Arapyry (en la compañía del mismo nombre donde nació el prócer Pedro Juan Caballero) y el Salto Cabello de Ángel. La compañía Rosado es también muy visitada por tener algunos de los atractivos turísticos más famosos como Cerro Arco, Cerro Yvytu Silla y el Salto Rosado o Salto Escondido. Son apenas algunos de los sitios de la amplia oferta turística que ofrece la denominada “capital de la artesanía y la cerámica”. A todo ello se suma Tobatí Aventuras Aéreas para una experiencia de alto vuelo y, para quienes quieran disfrutar de apacibles estancias en la zona, hay hoteles y varias posadas rurales de singular encanto.

Vale destacar que los jóvenes de la ciudad se hallan organizados para promocionar el turismo local, ofreciendo itinerarios y servicios de guía para acompañar ecoaventuras inolvidables por estas bendecidas tierras cordilleranas que alguna vez inspiraran emotivos versos como los de la canción “Tobatí, pueblo de amor” que forma parte del rico repertorio folclórico de nuestro país.

En el mirador Virgen del Camino se puede acceder, entre las aberturas de las formaciones rocosas, a cinco puntos estratégicos para disfrutar de espectaculares paisajes. Cada mirador representa distintas estaciones del vía crucis

MAGIA CON YSYPO

El poblador más conocido de la compañía Potrero es sin dudas Diego Esquivel (33), quien el año pasado se hizo de fama a través de las redes sociales cuando se socializaron sus increíbles creaciones en ysypo. Orangutanes, elefantes, jirafas, rinocerontes, jacarés, venados, monos y conejos a escala real impactan a todo aquel que visita la casa familiar del joven artesano, en unas tierras de privilegiada naturaleza, rodeadas por el cerro y travesada por arroyos, donde elegantes cocoteros pintan un paisaje ensoñador. En este escenario, según adelantó a La Nación del Finde, Diego proyecta crear un paseo mitológico con los siete monstruos hijos de Tau y Kerana, para convertirse en un atractivo que ayude a potenciar la industria turística de Tobatí. “Ese es mi sueño y ojalá se concrete a fin de año. En eso estamos trabajando con mi cuñado que es el que me ayuda en este emprendimiento que felizmente está teniendo mucho aceptación”, mencionó Esquivel, radiólogo de profesión, quien encontró en la artesanía con ysypo –recurso con el que su padre sostuvo siempre a la familia– en una manera de llevar su arte a otro nivel.

Un punto de encuentro muy concurrido por los jóvenes es el mirador municipal.

ESCUELA-TALLER DE SABERES ANCESTRALES

Cada compañía o población rural de Tobatí se destaca por un tipo de artesanía; por ejemplo, Rosado es famosa por el tallado de la raíz del timbó. Uno de sus principales cultores es el maestro Néstor Portillo, quien hace poco inauguró, con el apoyo del Fondec, su anhelada Escuela-Taller de Saberes Ancestrales. Aquí, niños y jóvenes de la comunidad y de otros lugares aprenden a dar forma de animales, flores o rostros a pedazos de la raíz del timbó. Coloridas máscaras son las piezas que cobran mayor notoriedad y fama, especialmente, porque son la principal atracción en las fiestas patronales de San Baltasar, cada 6 de enero, un acontecimiento donde la fe cristiana y los ritos prehispánicos se amalgaman y ofrecen un espectáculo digno de verse. El maestro Portillo explica que se trata de una antigua tradición indígena, un legado que busca trascender de generación en generación, de ahí la importancia de haber recibido el valioso apoyo gubernamental para seguir con la tarea de transmitir los saberes ancestrales.

El maestro Néstor Portillo es el principal referente del tallado de máscaras de timbó.


El artesano Diego Esquivel hace magia con ysypo (lianas) creando colosales obras.
En la entrada al casco urbano de Tobatí, el mirador municipal Tres Américas, más conocido como Tres Caras, honra a los pueblos originarios.
La Villa Artesanal de la Fundación Tobatí acoge obras de más de 80 artesanos locales.
El artista enriquece su legado con una escuela-taller.

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