En víspera del Día del Padre, desde La Nación del Finde queremos destacar la emoción tan particular que se vive en el Karting Club Paraguayo donde los papás de los minicorredores del campeonato nacional juegan un papel fundamental en el desempeño de sus hijos. En pocos deportes esta relación parental es tan estrecha como en el kartódromo donde los padres muchas veces también hacen de couch, mecánico y asistente, al tiempo de brindar lo esencial: el apoyo emocional que necesitan los chicos en esta exigente disciplina individual, sobre todo para superar las adversidades.

Son las 16:00 y es tarde de entrenamiento en el Karting Club Para­guayo, en Luque, donde el rugir de motores hace que la adrenalina suba espon­táneamente ni bien se llega al lugar. Ubicados en el pad­dock, observamos que Nel­son Segovia, Iván Samaniego, Javier Campos, Gabriel Terra y Ricardo Clari tienen algo en común: la misma expre­sión, la misma mirada cuando observan correr a sus hijos en el circuito. La emoción que los embarga es tan palpable que hasta contagia y es inevi­table sentir la intensa pasión que rodea a esta práctica deportiva donde el papel de los papás es gravitante en el desempeño de los chicos que se van abriendo paso en esta disciplina.

Ricky (7) y Christian Clari.

Como decíamos, en pocos deportes la relación paren­tal es tan estrecha como en el kartódromo donde papá, además de sponsor, muchas veces también hace de couch, mecánico y asistente, pero al mismo tiempo están para brindar a sus pequeños pilo­tos el apoyo emocional que necesitan en esta desafiante disciplina individual donde pueden haber tantas victo­rias como derrotas.

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“Yo soy un apasionado del mundo motor y ahora veo que mi hijo puede realmente ser un piloto, así es que me alegra poder compartir con él esta misma pasión. Es un deporte donde se necesita saber mane­jar las frustraciones porque muchas veces las cosas no salen como uno esperaba y es ahí donde papá y la familia tie­nen que estar para contenerlo, dar vuelta la página, y comen­zar todo de vuelta pensando en la próxima carrera. Pero también se trata de divertirse como siempre yo le digo a mi hijo: Entrá, divertite y disfrutá”, expresa Nelson Segovia, papá de Nelson Mateo, de 7 años.

Javier Campos y Renato (5).

El pequeño conoce la emoción de hacer karting desde los 5 años y le va cada vez mejor. Está en su segundo año de compe­tencia en la categoría semillero que es la categoría menor en el kartódromo, y, si todo va bien, el próximo año saldrá al exte­rior para competir. Su padre comenta que entrena cuatro veces a la semana, pero tam­bién hace otros deportes por eso a veces es difícil dedicarse a tiempo completo.

“Pero este es el deporte que realmente le emociona. Vemos todas las carreras de Fórmula 1 juntos, sea la hora que sea, nos levanta­mos temprano para compartir ese momento y eso hace que nos acerque mucho más como padre e hijo”, manifiesta Nelson Segovia.

SALIR ADELANTE JUNTOS

“Es un deporte muy lindo y com­partimos el mismo sentimiento, la misma emoción lo que per­mite que nuestra relación de padre e hijo se fortalezca. Sen­timos la misma alegría cuando ganamos, pero también la misma tristeza cuando no nos salen las cosas, pero lo impor­tante es estar ahí para ayudar a levantar la cabeza y salir ade­lante juntos, no solo en esta acti­vidad, sino en todas las cosas de la vida ese acompañamiento tiene que estar”, señala, por su parte, Iván Samaniego, padre de Alejandro Samaniego, todo un campeón juvenil del deporte motor que a los 8 años descubrió que quería ser piloto de carrera.

Hoy, a los 15 años, Ale es ya un consagrado en su categoría no solo a nivel nacional –tiene cinco títulos– sino también en el extranjero. Es el campeón sudamericano de Karting 2021y ahora sus preparativos se enfocan en su próximo viaje a Colombia donde defenderá su título en pocos días más. El equipo también buscará clasi­ficar para ir a un mundial nue­vamente y hacer un podio.

Ale, considerado un prodigio del karting, señala que sus logros se basan en el acompa­ñamiento y la confianza que le transmite su padre: “Mi papá es mi principal motiva­ción, si estoy mal siempre me dice “vos tranquilo, hacé lo que podés, sabés que estás dando todo de vos”. Es mi mayor apoyo y estoy muy agrade­cido por todo lo que hace por mí y si seguimos trabajando de la manera en que lo hace­mos y con todo lo que ya logra­mos hasta acá, yo creo que con mi papá vamos a seguir obte­niendo grandes cosas”.

TERCERA GENERACIÓN

Ricky Clari, de 7 años, comenzó a dar sus primeros pasos prácticamente en el pad­dock del karting pues es hijo y nieto de corredores de rally. Su abuelo, Ubaldo Clari, y su papá, Christian Clari, son los mayores fans de Ricardito, quien a su corta edad ya tiene experiencias en competen­cias en el exterior, especial­mente en el Brasil. “Está cam­peonando para el certamen Metropolitano de Cascavel donde está primero en su cate­goría y el año pasado ya corrió entre los 30 mejores pilotos de Sudamérica. Ahora apunta­mos al Paranaense”, menciona con orgullo el papá de Ricky, quien lidera el equipo técnico de esta promesa del deporte motor del país.

SENSACIÓN ÚNICA

“Es una sensación única”, dice por su parte Javier Cam­pos al referirse a la emoción que siente al ver a su pequeño de tan solo 5 años, Renato, corriendo en la pista, enfun­dado en el diminuto traje de piloto con toda la personali­dad de un verdadero campeón. “Yo le traje a los 4 años acá al Karting Club Paraguayo para que haga una prueba sin con­tarle nada, y cuando llegó ya se puso a saltar y dijo “ya estoy listo, ya estoy listo”. Creo que su nacimiento y el momento de su primera carrera fueron las sensaciones más increí­bles que me tocó vivir porque amo este deporte y que a mi hijo también le guste me llena de emoción”, destaca.

Campos subraya que si bien a Renato también le gusta el fútbol, ve en su hijo mucho potencial para ser piloto de carreras. “A su corta edad es extraordinario cómo él se desenvuelve en esto, la personalidad que tiene, su capacidad de reacción ante las situaciones y práctica­mente se mueve solo junto a los demás chicos. Por eso digo que tiene futuro en este deporte. Nosotros no lo pre­sionamos para que elija esta disciplina y lo apoyaremos mientras le guste, pero ojalá sigamos en esto y podamos lograr grandes cosas”, afirma el entusiasta papá quien también hace de couch de su talentoso minicorredor .

Nelson Segovia y Nelson Mateo (7).

“Es un deporte donde se necesita saber manejar las frustraciones porque muchas veces las cosas no salen como uno esperaba y es ahí donde papá y la familia tienen que estar para contenerlo y dar vuelta la página”

NELSON SEGOVIA

PAPÁ DE NELSON MATEO (7)

Alejandro (15) e Iván Samaniego.

“Mi papá es mi mayor apoyo y estoy muy agradecido por todo lo que hace por mí. Si seguimos trabajando de la manera en que lo estamos haciendo y con todo lo que ya logramos hasta acá, yo creo que vamos a seguir obteniendo grandes cosas”

ALEJANDRO SAMANIEGO (15)

CAMPEÓN SUDAMERICANO 2021

CON FÁTIMA, CORRIENDO DETRÁS DE UN SUEÑO

Gabriel Terra y Fátima (15).

Las mujeres son también grandes protagonistas del mundo karting en nuestro país y este el caso de Fátima Terra, de 15 años, quien hace tres años quedó flechada por este deporte al que desde entonces le dedica varias horas al día durante casi toda la semana. Y su papá, Gabriel Terra, está ahí, acompañándola en todo momento en su sueño de llegar muy lejos en ese desafío. “Su idea es competir en karting internacionalmente y aspira a llegar algún día a la Fórmula 1 o, por lo menos, a la Fórmula 3. Eso dependerá de su esfuerzo individual y también de nuestro acompañamiento como familia que es fundamental. Incentivarla en algo que le gusta y, además, porque es un deporte muy lindo y emocionante”, sostiene el papá.

Terra subraya los beneficios de este deporte para los chicos. “A mi hija al menos le da una disciplina de entrenamiento, le enseña a conducir, a manejar las emociones y le gusta el ambiente de compañerismo que hay acá en el Karting Club. Ella busca superarse día a día porque no lo toma ya como un juego, sino que está enfocada en hacer de esto algo profesional y para eso se está preparando con el gimnasio y entrenamiento en el karting, por supuesto sin abandonar sus estudios que es su principal responsabilidad”, refiere.

“UNA ACTIVIDAD MUY COMPLETA”

Juan Pablo (8) y Andrés Bogarín.

“Los chicos comienzan aquí con lo más básico: con una cuerdita se le ata y se le persigue por cualquier cosa, pero rápidamente entran en confianza y uno se da cuenta de que la habilidad está dentro de cada niño y hay que explotar bien nomás esa cualidad”, explica Andrés Bogarín, directivo del Karting Club Paraguayo. “El deporte tiene un componente muy físico, no es subirse nomás al kart y acelerar. Los brazos, todo el torso superior, la espalda, inclusive las piernas trabajan muchísimo, por eso hay que entrenar como en cualquier otra disciplina deportiva”, añade.

Bogarín, papá de Juan Pablo (8), sostiene que esta actividad une mucho a las familias. “Los niños tienen la posibilidad de integrarse también con sus pares, con el entorno del karting, con los preparadores, con los mecánicos. Somos una gran familia acá. Es una actividad muy completa que termina generando un desarrollo importante de un área de la personalidad y de las capacidades, porque uno compite, pero no siempre se gana y hay que saber manejar las emociones. Obliga a aprender a tolerar situaciones adversas y, obviamente, a esforzarse para lograr el triunfo”, remarca.

El Karting Club Paraguayo está también abierto al público en general que puede alquilar los karts de miércoles a sábados, desde las 18:00; y los domingos, desde las 15:00. Más informes en el teléfono (0972) 500-740.

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