Esta localidad de Caacupé, cuya actividad principal gira en torno a la producción y venta de plantas y flores, propone una experiencia única con motivo de la festividad de las madres. Se trata de un recorrido por el circuito de los diferentes viveros que hay en esta pujante zona y que, sin lugar a dudas, regalará mucha alegría a las mamás amantes de la naturaleza.

  • ­Por Paul Fernández
  • paul.fernández@nacionmedia.com
  • Fotos Nadia Monges

¿A quién no le pasó que al llegar el Día de la Madre, una de las fechas más importantes del calen­dario, uno se ve en medio de la interminable duda sobre qué regalar a mamá? Siem­pre queremos agasajarla con algo especial, algo que la llene de alegría y le haga brillar los ojos. Bueno… si todavía no te decidiste, y si ella es de las que aman rodearse de plantas, te pasamos el dato de que en la localidad de Cabañas, en Caa­cupé, hay una actividad muy especial, única en su tipo, que podría llenar todas las expec­tativas de la mujer que te dio la vida. Se trata de un paseo por el denominado “jardín del país”, donde ella misma podrá elegir sus regalos entre miles de especies de plantas y flores. En efecto, la propuesta es llevarla a disfrutar de un tour de plantas por los princi­pales viveros de este enclave dedicado a un rubro que en los últimos años creció nota­blemente.

El vivero San Rafael es otro de los locales con mucha actividad comercial en Cabañas.FOTO:NADIA MONGES

Ubicada en el departamento de Cordillera, ocupando parte de la Capital Espiritual del país, Cabañas propone vivir una experiencia que se convirtió en toda una atrac­ción turística en los últimos años debido a la gran cantidad de viveros que están ubicados en toda la extensión de esta compañía, lo que demuestra el extraordinario avance de la floricultura en la zona.

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Los fines de semana y feriados, estos viveros se con­vierten en ferias gigantes en donde los visitantes no solo tienen la oportunidad de comprar a muy buenos pre­cios, sino también de aden­trarse a la ciencia de las plan­tas mediante las exposiciones de los viveristas cuyos cono­cimientos pasan de genera­ción a generación. “Esta es la compañía de las plantas, los precios y la calidad son los mejores, no se compara con otra ciudad”, enfatizó Fabiola Benítez (26), inge­niera agrónoma y viverista, quien comentó a La Nación del Finde que la zona creció bastante en infraestructura, por lo que implementan tours de plantas a fin de darle más valor al sector de flores.

El tour de plantas que implementan los establecimientos ayudó al incremento de las visitas desde todas partes del país. Llegan incluso desde el exterior, según comentaron en el vivero María Cristina.FOTO:NADIA MONGES

“VIENEN DE TODAS PARTES”

“La mayoría de las perso­nas se dedican a las plantas, es el sustento de cada fami­lia. Cabañas es la compañía de las plantas. Recibimos la visita de mucha gente de todo el país. Vienen de Asun­ción, de otros países, vienen alemanes, especialmente”, resaltó Benítez. A lo lejos, entre las plantas ornamen­tales sobresalen las copas de las palmeras que es una de las especies más elegidas por los turistas, según lo mencionado por la experta.

En el vivero El Brasilero, donde trabaja Fabiola, existe una gran variedad de palme­ras, entre las que se destacan la Yucca Rostrata y Licuada, dos especies que forman parte de la selectiva exhibición de plantas exóticas provenien­tes principalmente del Bra­sil. La atención de los turistas se centra cuando los viveris­tas comienzan a hablar sobre estas plantas que si bien tie­nen orígenes en selvas gran­des y húmedas, van adaptán­dose rápidamente al clima de Paraguay.

No resulta extraño que en los viveros la flora viva en agradable armonía con la fauna formando, en muchos de estos sitios, una suerte de minizoológicos que hace más adorable aún el paisaje en estos verdes sitios. “Tene­mos faisanes, cacatúas, coto­rritas, patos y hasta tuca­nes. Las personas hacen su recorrido y pueden ver cómo estos animales se sienten en su hábitat con la naturaleza que tenemos acá”, destacó Fabiola.

“A las cuatro ya me levanto para mirar cómo están mis plantas; les riego y mimo un poquito para que se mantengan lindas. Todo hay que hacer con cariño”, expresó Marcial Figueredo.FOTO:NADIA MONGES

COMO UNA TERAPIA

Emilio Cáceres lleva ya más de 50 años en medio de las plantas y a través de eso pudo determinar el gran valor que tiene la flora para el mundo y las personas. En su vivero también hacen un tour, pero más allá de mostrar plantas y sus diferentes especies lo que quieren es transmitir senti­mientos y emociones hacia la naturaleza. Cada espacio de su vivero busca generar una sensación de tranquilidad mediante un silencio abso­luto en donde solo resuena el silbido del viento y el trinar de los pájaros en un escenario que tiene el poder de sanar almas.

Para él y su familia, el vive­rismo es una terapia; a través de él lograron conducir a las personas hacia una paz abso­luta curando cualquier tipo de dolencia en los visitantes que van hasta ahí en busca de un remedio, según comentó a La Nación del Finde. “Reco­rrer entre las plantas es como una terapia para la gente, nosotros somos testigos de eso, vimos como la gente pudo sanarse después de recorrer por acá, sobre todo las perso­nas mayores y los que sufren de depresión. Las plantas dan tranquilidad y paz”, aseveró el productor.

Las orquídeas están siempre entre las plantas de predilección para regalar a mamá en su día.FOTO:NADIA MONGES

ESENCIA DE BLANCA ROSA

Blanca Rosa es el viverismo personificado en la compa­ñía Cabañas. Su especialidad es la producción de rosas de todo los colores. “Nosotros nos dedicamos exclusiva­mente a la producción de todo tipo de rosas. Nues­tro sector creció bastante ahora. Estamos implemen­tando nuevos injertos de donde tenemos nuevos colo­res, nuevas combinaciones”, señaló a nuestro medio.

Con su familia vive en el barrio Yvoty de esta compañía en donde trabajan incansablemente en la tarea de mejorar la calidad de todas las rosas que después llegan hasta todas las ciudades del país. Doña Blanca también dedica su tiempo en recorrer, junto con los turistas, los campos de rosas en donde enseña sobre el cuidado de cada pétalo de estas flores.

“Mayo es un tiempo muy importante para nosotros, ahora estamos haciendo los cortes para que después vuelvan a crecer. La producción va a ser muy buena para los próximos tres meses, vamos a tener muchas rosas”, apuntó entusiasmada.

PAISAJISMO: ARTE CON LAS PLANTAS

Emmanuel Cáceres (25) también es ingeniero agró­nomo y trabaja en su propio vivero en Cabañas junto con su padre, don Emilio Cáceres. Las plan­tas forman parte de la historia familiar con los más de 30 años desarrollando el sector y ahora, impul­sándose en el rubro del paisajismo que derivó del viverismo. “Nosotros estamos haciendo paisajismo ahora, es algo nuevo en nuestro país pero está cre­ciendo mucho. Es un gran proyecto que llevamos adelante y que nos hacen llegar a más ciudades del país”, subrayó don Emilio.

Tanto para el padre como para el hijo, la botánica se convirtió en un arte desde que ingresaron al diseño de jardines ya que a través de ella van dando vida a las casas y edificios que día tras día van levan­tándose en todas las ciudades. “El paisajismo es nuevo, pero está creciendo en un 30% en nues­tro país. Lo que hacemos es armar los proyectos y desarrollarlos ni bien las personas acepten. Lo que estamos experimentando con San Bernardino y sus condominios es demasiado importante para nosotros”, mencionó.

Los fines de semana y feriados, estos viveros se convierten en ferias gigantes en donde los visitantes no solo tienen la oportunidad de comprar a muy buenos precios, sino también de adentrarse a la ciencia de las plantas a través de los viveristas.

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