Por Marcelo Tolces, cineasta, gerente creativo de canal GEN

¿Qué hace a un buen villano? ¿Es su manera de actuar, su forma de hablar? ¿Su carisma, su inteligencia, sus planes maestros? Arrancamos este top 5 de películas, con 5 villanos que quedaron en la historia.

1- Terence Fletcher (“Whiplash”)

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“Whiplash” no es una película de género y Terence Fletcher no es un villano arquetípico. Un profesor de jazz que pone al arte por encima de las personas no suena en principio a alguien terriblemente aterrador. Pero J.K. Simmons interpreta al personaje con tanta ferocidad, en la que es posiblemente la mejor película del siglo XXI, que dota al personaje de un magnetismo y una profundidad única. Muchas veces ni siquiera sabemos cómo nos sentimos respecto a él; por momentos lo percibimos como un mentor, o hasta como un héroe. De a poco nos vamos enfrentando con la realidad: Fletcher es un sociópata; abusivo, manipulador y maltratador, un profesor que tortura a sus alumnos justificándose en la búsqueda de la excelencia. Pero hay otra cosa que diferencia a Fletcher de los otros villanos de esta lista: es el único que se sale con la suya. En el clímax de la película empuja a Andrew Neiman (impecable Miles Teller) hasta su límite, haciéndole llegar a un solo de batería épico y excelente, que en otra película podríamos interpretar como el momento que el artista logra finalmente realizarse. Solo que no es otra película, es “Whiplash”, y entendemos que lo que estamos viendo es a una persona perdiendo/vendiendo su alma, por su arte y por el reconocimiento. Exactamente lo que Fletcher quería.

2- Hans Landa (“Bastardos sin gloria”)

El segundo Hans, y el segundo personaje creado por Tarantino en esta lista va para “El cazador de judíos”. Hay algo perturbadoramente encantador en la sonrisa maligna de Hans Landa. Siempre en control, orgulloso de su apodo, Landa hace su trabajo con dedicación y placer. Un jugador de ajedrez que siempre está tres movimientos adelantados que el resto, el personaje fue tan icónico, que convirtió en figura al instante a Cristoph Waltz. Carismático y articulado, Landa maneja a la perfección el arte de la conversación. Casi que toda la película está sonriendo. Un villano al que le sale todo bien, y que se hubiera reinventado al final como un héroe, si no fuera por los bastardos sin gloria y su dedicación de dejar marcados a los nazis como la peor y más nociva fuerza del mal de la historia.

3- Hannibal Lecter (“El silencio de los inocentes”)

“Un encuestador del censo me quiso hacer unas preguntas. Me comí su hígado acompañado de habas y un buen chianti”. Terrorífico, inteligente, culto. Hannibal Lecter es el psicópata en su máxima expresión. Un manipulador narcisista que se deja llevar por sus deseos. Si bien fue encarnado por distintos actores en múltiples películas y series, su versión definitiva es la de Anthony Hopkins en “El silencio de los inocentes”. Hannibal Lecter aparece solo por 24 minutos en esa película, lo que demuestra lo poderosa que fue la actuación de Hopkins, dejándonos en tan poco tiempo un personaje memorable, que entró en la historia del cine.

4- Hans Gruber (“Duro de matar”)

Quizás interpretado por otro actor Hans Gruber no hubiera logrado entrar a esta lista. Finalmente, mucho del personaje es caricaturesco. Pero la voz, la mirada y el delivery de Alan Rickman hacen que Hans Gruber sea un villano de leyenda y es en gran parte responsable, junto a Bruce Willis, que más de 30 años después, una simple película de acción como “Duro de matar”, sea considerado un clásico del cine. Hans Gruber es frío y calculador, no siente ni culpa ni conciencia a la hora de apretar el gatillo, y es capaz de construir un plan maestro y de planear el asesinato de cientos de personas para poder cumplir su plan. Con lo único que no contaba, es que Jhon Maclane iba a estar atrapado también en ese edificio.

5- Vic Vega alias Mr. Blonde (“Perros de la calle”)

“No me importa lo que sabes, yo solo quiero torturarte”. Vic Vega bailando “Stuck in the midle with you” con una navaja de afeitar, mientras le tortura a un policía convaleciente, es una de las escenas más icónicas de la filmografía de Tarantino, lo cual ya es decir mucho. Desde su primera aparición uno tiene la sensación de que algo no está bien en la cabeza de Mr. Blonde. Si bien es un ladrón con códigos, todas sus respuestas y reacciones son agresivas o violentas, y parece siempre a punto de explotar. La interpretación de Michael Madsen, dirigido por Tarantino, es tan perfecta, que Madsen nunca volvió a llegar a esa altura interpretativa en ninguna otra película.

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