El Ministerio Público imputó este miércoles a los primeros seis detenidos en el marco de la operación Dakovo, desplegada este último martes en Paraguay, Brasil y Estados Unidos, contra el tráfico de armas, que tuvo como resultado a varios militares, que eran del círculo de confianza del anterior gobierno, implicados.

Los hechos punibles atribuidos son por tráfico internacional de armas, tráfico de influencia, soborno y alteración de datos. Los primeros imputados son los generales Jorge Antonio Orué Roa y Arturo González Ocampo, además del coronel Bienvenido Santiago Fretes González.

Los otros tres son Paulo César Fines Ventura, Rodolfo Samaniego Lezcano y Victorino Gómez Paredes. El operativo arrojó hasta el momento un total de 14 aprendidos en territorio paraguayo, mientras que los sindicados de ser los líderes del esquema, el empresario argentino Diego Hernán Dirisio y su pareja, la exmodelo paraguaya Julieta Nardi, se encuentran prófugos de la justicia.

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Según una publicación periodística realizada por el medio de comunicación brasileño Globo, el argentino se dedicaba a la comercialización de armas mediante su empresa International Auto Supply (IAS), asentada en Asunción, la capital paraguaya.

De acuerdo a las informaciones proveídas por la Policía Federal entre noviembre de 2019 y mayo de 2022, la firma de Dirisio importó 7.720 pistolas de un fabricante de Croacia, donde se ubica una ciudad llamada Dakovo, que da nombre a este operativo.

El ciudadano argentino es considerado como el presunto mayor contrabandista de armas de Sudamérica, al develar que sus negocios movilizaron 43.000 armas en los últimos tres años, por valor de 240 millones de dólares, para facciones criminales brasileñas como el Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho.

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