El agente fiscal Ever García, de la Unidad Zonal de San Pedro del Paraná, departamento de Itapúa, tiene a su cargo la investigación del homicidio de una niña de 10 años, ocurrido en la localidad de Potrero Benítez. La muerte de la víctima fue producida por el disparo de un fusil, cuyo calibre será determinado.
Según las pesquisas iniciales, el arma fue disparada a unos 300 metros del lugar donde se encontraba la niña. Para ello igualmente se dio intervención a los especialistas para que se pueda tener más información sobre lo que pudo haber ocurrido.
El agente fiscal realizó varios allanamientos entre la noche del viernes y sábado, en busca de los hermanos Sergio y Derlis Bareiro, quienes cuentan con orden de captura tras ser sindicados como presuntos responsables del hecho.
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Una vez que los buscados sean detenidos, tendrán que ser traslados a la Fiscalía, donde deberán declarar sobre el hecho registrado.
Versión
Los antecedentes de la causa señalan que la niña estaba en el patio de su casa cuando se escucharon disparos de arma de fuego. La víctima recibió un disparo en el abdomen. Sus familiares la trasladaron al Hospital Regional de Encarnación, donde los médicos realizaron todo lo que estaba a su alcance para salvar la vida de la niña, pero sin embargo se constató su muerte.
Los familiares exigen justicia por el fallecimiento de la niña y piden al Ministerio Público llegar hasta los autores del terrible suceso. En caso de que se llegue hasta los autores del hecho, la Fiscalía tiene que presentar la imputación y luego los procesados serán convocados por el Juzgado de Garantías para la audiencia de imposición de medidas cautelares.
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Sexagenario muere en hospedaje tras ingresar con joven de 19 años
Un hombre de 63 años de edad falleció en un hospedaje ubicado en el barrio Residencial de la localidad de Carlos A. López, en el departamento de Itapúa. El hombre fallecido fue identificado como Pascual Brunaga Zárate. El hecho se registró a las 15:00, de este domingo último.
El reporte policial señala que “se tuvo conocimiento del hecho a través de una llamada telefónica recibida por parte de la señora Felisa Almada de Díaz, comunicando que una persona se había descompensado en su hospedaje”.
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También dice el parte policial que inmediato el agente del orden acudió al lugar, donde dialogaron con la dueña del hospedaje quien manifestó que día de la fecha, siendo la 15:30 horas, una persona de género masculino había ingresado en su hospedaje acompañado de una persona de 19 años edad y minutos después le tocaron el timbre como para avisarle que la persona de género masculino se había descompensado. Los intervinientes observaron en unas de las piezas el cuerpo recostado sobre la cama, sin remera y ya sin signos de vida.
Se dio intervención a la agente fiscal de turno, Giovanna Vera así como al médico forense Darío López, quien inspeccionó el cuerpo diagnosticando como probable causa de muerte infarto agudo de miocardio.
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“Vamos a estar a la altura”: comerciantes de Encarnación se alistan para la llegada del Mundial de Rally
A poco más de dos meses del arranque del Mundial de Rally en Itapúa, el sector comercial y turístico de Encarnación celebra la llegada del evento y afirma estar a la altura para brindar lo mejor a los visitantes, que según estimaciones rondarían las 300 mil personas.
“El Mundial de Rally para nosotros es una verdadera maravilla que se haga semejante evento tan importante en Itapúa, nosotros celebramos eso y estamos muy felices”, dijo a La Nación/Nación Media el presidente de la Cámara de Comercio de Encarnación, Conrado Kiener.
La expectativa económica por la llegada del evento es alta. Kiener aseguró que el impacto será en todos los sectores de la zona. En este sentido, estiman que se necesitarán grandes cantidades de productos de primera necesidad como, por ejemplo, carne, pan, artículos de higiene, entre otos.
A esto se suma la posibilidad de que muchos visitantes compren ropa y productos locales. “Normalmente, si vienen a un evento así, a veces no traen ni siquiera ropa y sabiendo que en Encarnación hay una posibilidad de adquirir productos de calidad y a buen precio, capaz que vienen a comprar acá”, señaló.
“Hay gente que está acopiando agua para revender, gente que vende chipas, empanadas, los hoteles están con capacidades completas, los restaurantes… todos nos vamos a beneficiar”, auguró el titular del gremio.
Desafíos
Sin embargo, Kiener reconoció que este acontecimiento los toma en un momento económico complejo. “Nosotros veníamos saliendo de una importante crisis financiera y económica en la zona”, refirió.
A esto se suma la pandemia y la posterior asimetría económica con Argentina que afectaron a Encarnación. “En Encarnación sufrimos distinto la época de pandemia que el resto del país, estuvimos dos años sin actividad económica”, remarcó.
En este contexto, refirió que es les hubiera posicionado mejor que haya más créditos gubernamentales con beneficios especiales para la fuerza comercial y turística de la zona, de cara a este importante evento.
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Preparados
A pesar de esto, el presidente del gremio aseguró que los comerciantes están a la altura de lo que implica el Mundial de Rally que se llevará a cabo del 28 al 31 de agosto en el departamento de Itapúa.
“Nosotros vamos a estar a la altura de la circunstancia, que quede bien claro. Nos estamos preparando y va a salir todo muy exitoso, indiscutiblemente, lo único que tengo que manifestar que hubiera sido distinto si hubiéramos contado con un aporte de parte del Estado (en materia financiera)”, expresó.
Reconoció que instituciones como la Senatur, el Ministerio de Industria y Comercio, entre otras, “están haciendo un trabajo impecable” en la organización del evento.
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Vida, muerte, fantasía, ilusión, deseo… pulsiones y condición humana
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
Vida, muerte, ilusión, deseo... pulsiones incrustadas en la condición humana, aunque “reyes y peones, al final de la partida, vuelven a la misma caja”.
“¿Fantasear o desear...?”. Ese era el dilema que, en frecuentes charlas de café, proponía un tan veterano como anónimo polemista que habitaba, cuando la tarde agonizaba, algunas de las selectas mesas en el mítico café La Paz, en la esquina de la avenida Corrientes 1593, cuando esa arteria cordial se cruza con la calle Rodríguez Peña, muy cerca del Obelisco, en Buenos Aires, unos 1.300 kilómetros al sur de mi querida Asunción.
Era los años 70, en el siglo pasado. Enfrente –justo en diagonal– intentaba competir el bar Ramos. En concurrentes habituales estaban cabeza a cabeza. Inolvidables, por cierto. Pero el caso es que, luego de encender la polémica con aquel interrogante, con impostado tono académico, intentaba, aquel sanatero, zamarrearnos.
¡Me parece verlo! Acomodaba prolijamente los dos o tres libros de Sigmund Freud o de Foucault que siempre llevaba con él y lentamente –como buscando las palabras más adecuadas– iba al punto. Fumaba tabaco inglés en una pipa muy gastada y sobre su prominente nariz montaba espejuelos redondos tonalizados verde oscuro.
“El tío Segismundo –ironizaba mientras revoleaba sus manos refiriéndose a Freud– cuando compartíamos algunos puros con amigos en el Café Frauenhuber, en la inolvidable Viena, nos explicaba con claridad, jóvenes amigos, palabra más, palabra menos, que solo fantasean las personas insatisfechas”.
PULSIÓN
Lo seguíamos en silencio. Algunas veces –como la ignorancia nos impedía responder y/o, mucho menos, poner alguno de sus dichos en duda, hacía una pausa que disfrutaba y, si la memoria no me falla, en aquel caso puntual remató: “Cada fantasía surge de una pulsión para cumplir con un deseo insatisfecho, muy deseado, que corrija la realidad”.
Nunca recuerdo su nombre. En verdad, no tengo claro si alguna vez lo supe. Pero sí, sus anécdotas con pretensiones académicas y que se definía como “un libre pensador, diletante”. ¡Nos maravillaba! Aunque –debo admitirlo– teníamos dudas que no confesábamos sobre su presunta sabiduría por aquello de que entre los ciegos un tuerto es rey.
“¡Déjese de joder, farfullante…!”, recuerdo que le dijo –indisimuladamente molesto y a voz en cuello– un reconocido profesional y estudioso freudiano, de quien exclusivamente consignaré sus letras iniciales (G.G.), que incontenible por lo que también escuchó abandonó su café en una mesa cercana y lo increpó sin miramientos.
Un pesado silencio cubrió todas y cada una de las mesas. El increpado no atinó a responder. Se retiró cabizbajo –con sus tres libros bajo el brazo– enmudecido y sin plantarle cara. El increpante nos miró, se disculpó “por interrumpir la conversación sin que nadie me llame” y fue al punto: “Simple y sencillo, muchachos. La fantasía tiene que ver con el imaginario. Con lo que creemos o sabemos que muy difícilmente suceda. Con aquello que suponemos imposible y que, de alcanzarlo, imaginamos sería placentero, pero sabemos que no podrá ser. Desear es converger la fantasía con la realidad más deseada en algún momento de tu vida. ¡No entender esa diferencia es grave… y, pretender explicar desde la ignorancia y la confusión, no lo puedo dejar pasar!”.
Renovó su disculpa y volvió a su mesa. “Como una escuela de todas las cosas...”, como nos enseñó Discépolo cuando escribió aquel tangazo que llamó “Cafetín de Buenos Aires”, así era el bar La Paz. Fantasías. Deseos. Ilusiones. Me atrevo a añadir que, como entonces, en estos tiempos de imágenes exacerbadas y exacerbantes que circulan y atropellan en los avasallantes ecosistemas digitales que facilitan las comunicaciones reticulares contemporáneas, aquellas –junto con la vida y la muerte– emergen como inevitables pulsiones incrustadas en el día a día de nuestros días.
OXÍMORON
Claramente, forman parte de la condición humana. Pese a que, con el correr de los tiempos y a la democratización de las monarquías (¿oxímoron?), con mucho menos frecuencia que algún tiempo atrás y, en aquel contexto, escuchar decir “vida de príncipes”, sorprende porque pareciera ser una expresión que cae en desuso.
Aun así, hay quienes insisten con ella cuando se procura producir sentido respecto de alguna persona que –a juicio de quien así se expresa– tiene allanado el acceso a poderosos y poderosas o cuando dispone de bienes materiales en abundancia o cuando no debe preocuparse por necesidades que –como tales– sí lo son para la mayoría de la humanidad.
En ese contexto, tampoco el futuro debiera ser preocupante para quienes tienen –siempre a la vista de las otredades– tránsitos principescos o, acaso, propios de las realezas. Hambre, desocupación, falta de salud, de educación. En aquel contexto, se suponen alejados de aquellos y aquellas minorías vistosas. Sentires y decires. Pareciera, incluso, que nada ni nadie está exento, alguna vez, de emitir esos juicios o ser depositario de ese tipo de expresiones.
Hasta la muerte –en ciertas ocasiones, por la forma en que se produce y a quien afecta– hace que no sean escasas las voces que se atreven a afirmar que Mengana o Fulano “murió como un príncipe”. En el siglo XIX y buena parte del XX era frecuente que así se significara la partida de este mundo cuando las y los finados eran considerados socialmente como “patricios” o “ricos”.
Curioso, por cierto. Y tanto lo era (y es) que vaya a saber a quién y en qué situación tuvo la lucidez para destacar que “al final de la partida, reyes y peones vuelven a la misma caja”. ¿Sabiduría popular? Tal vez.
LA BODA DEL SIGLO
Aún recuerdo cuando el 29 de julio de 1981 –la tele satelital cuando el mundo era mundial y para nada global– puso “en el aire” (vieja expresión de uso común en la radiotelefonía de entonces, hoy casi olvidada), desde la catedral de San Pablo, en Londres, la que fue llamada como la “boda real o del siglo” porque, aquel día, el príncipe Carlos (32) –hijo primogénito de Isabel Alejandra María Windsor (1926-2022), la reina Isabel II del Reino Unido y de la Commonwealth desde 1952 hasta su muerte– contrajo matrimonio con la joven aristócrata llamada Diana Spencer (20).
Cerca de 800 millones de televidentes lo vimos. “¡Parece un cuento de hadas...!”, escuché decir a dos mujeres que – como otros muchos, frente a una vidriera colmada de televisores– vimos pasar a Carlos, por entonces príncipe de Gales, y Diana recién casados, a bordo del 1902 State Landau, como se conoce al carruaje que, en aquel año, el rey Eduardo VII –tío del contrayente– ordenó construir para ceremonias relevantes.
En la Argentina, desde poco menos de tres años, teníamos tele en colores. La novia, tanto en el ingreso a San Pablo –luego de descender junto con John, su padre, VIII conde de Spencer, de un carruaje vidriado– como en el momento en que salió de esa catedral con su esposo convertida en “alteza real”, tuvo que detenerse varios minutos para que las “damas de honor” acomodaran la cola de su vestido “de casi ocho metros de largo”, relataba la transmisión oficial.
¡Hermoso para ver! Un año y 22 días después –el 21 de julio de 1982– se anunció el nacimiento del príncipe Guillermo, heredero de la corona británica. El 15 de setiembre de 1984 –setecientos ochenta y siete días después que su hermano mayor– nació el príncipe Enrique.
Sin embargo, y como sostiene el dicho popular, “no todo lo que reluce es oro”. El 28 de agosto de 1996 –cinco mil quinientos nueve días después de aquella boda principesca– Diana y Carlos se divorciaron. Con el paso del tiempo la fantasía pública trocó en públicos desatinos vinculares. La princesa descubrió y confirmó que el príncipe tenía como amante a Camilla Parker-Bowles, una amiga de la Casa Real. ¡Crisis!
MULTITUD
Carlos pasó –para muchas y muchos– a ser el “realmente odiado”. Diana, en el transcurso de 1995, decidió no ocultar la situación. Habló con la BBC, la tele pública en el Reino Unido. “¿Cree que Camilla Parker-Bowles fue el factor que desencadenó el fracaso de su matrimonio?”, preguntó el periodista Martín Bashir a “su alteza real”. La respuesta fue simple, breve y clara: “Bueno, éramos tres en mi matrimonio. Y eso es una multitud”. El 31 de agosto de 1997, Diana, Dodi Al-Fayed (1955-1997), multimillonario egipcio, y el chófer, Henri Paul, murieron en un accidente de tránsito ocurrido en el interior del túnel del Pont de l’Alma, en París.
Aquel príncipe, Charles Philip Arthur George (77), desde el 8 de setiembre de 2022, es Carlos III, rey del Reino Unido y de los otros reinos de la Mancomunidad de Naciones. Camilla Rosemary Shand, luego Parker-Bowles (78) –la tercera de aquel matrimonio principesco que “era multitud”, como lo sentenció Diana, “la princesa del pueblo”, como la categorizó para siempre el ex primer ministro Tony Blair, el 31 de agosto de 1997– es reina consorte.
Fantasías. Deseos. Ilusiones. Condición humana. Fantasías. Deseos. Ilusiones. “Cambia, todo cambia”, canta como nadie Mercedes Sosa. Los khasi –una minoría étnica originaria que habita en el estado de Meghalaya, noreste de la India desde antes de las invasiones dravídicas pobladoras del sur en ese mismo país– desconocen quiénes de sus antecesores y cuándo comenzaron a orientar las raíces de los árboles para construir con ellas “puentes vivientes”.
Lejos de aquellas selvas inigualables, recién se supo algo de los que se conocieron entonces también como “los puentes de raíces vivas de Sohra (Cherrapunji)”, cuando era avanzado el siglo XIX. Los exploradores occidentales se asombraron con aquel descubrimiento. En La Sociedad Asiática, un histórico periódico que se publicaba en Calcuta en 1844, se consignó la información. Desde aquellos tiempos, es polo de atracción hasta nuestros días.
“AMOR RECÍPROCO”
Hacia allí, unas tres semanas atrás, partieron en luna de miel el príncipe Raj Raghuvanshi (21) y la princesa Sonam Raghuvanshi (24). Eran marido y mujer porque sus madres –en esa sociedad matrilineal– así lo acordaron. Ambos pertenecían a la misma clase social y casta. Aquel enclave natural que, además, con unos 12.000 milímetros de lluvias anuales es, según Guinness, el lugar más lluvioso de cada año, era perfecto para manifestarse amor recíproco sin interferencias. La actuación crucial de la mehndi, la celebración musical previa, la ceremonia principal, la fiesta posterior quedaron atrás.
Me explican –por Whatsapp, desde Nueva Delhi, tres diplomáticos chimenteros que me pidieron anonimato– que los fastos nupciales se extendieron por cuatro días. Las dos familias en estado de tranquilidad. Espiritual, social y económico. No faltó nada. Se observaron todos los rituales. Homa (la ofrenda al fuego) se concretó. El Panigrahena, los unió como nunca antes. Las siete vueltas al fuego –el Satapadi– hizo celebrar a muchas y muchos, sonreír a las y los más refinados y desear, ilusionarse... soñar, a otros y otras.
Samskara se instaló en la flamante pareja. Luego, silencio. Los días pasaban y... más silencio. Pero irrumpió la angustia. Primero en el que fue el pueblo de ambos, luego en la provincia, la región y, finalmente, en todo el país. “¿Dónde están?” “¿Qué se sabe?”. La falta de novedades fue parte de las informaciones de la agencia de noticias nacional. Se iniciaron las búsquedas. Los supuestos ganaron el espacio público. Las ideas conspiranoides de poderosos y poderosas ingresaron en los circuitos informativos.
Nadie respondía a las incesantes llamadas a los móviles de Raj y Sonam. La policía y los servicios de inteligencia de la India los monitoreaban inútilmente. También el de uno de los hermanos de la princesa. ¡Nada! Pero, cuando nadie lo esperaba, todo cambió. El domingo pasado aquella novia obediente de los acuerdos y mandatos familiares que se mostró alegre, ilusionada, ante los unos y los otros; que fue objeto de los comentarios de sus vecinos e incluso blanco preferente a la vista de aquellas y aquellos que por ser de clases inferiores o de castas poco respetables no debieran haberla mirado, trocaron interrogantes y angustia sociales.
DIMES Y DIRETES
Desde algunos anocheceres en las sacudidas calles de aquel país con 1.400 millones de habitantes, se sabía por trascendidos –que más tarde se confirmaron– que el cadáver de Raj fue encontrado y recuperado de las profundidades de un precipicio con abundante vegetación. Fue el momento de los dimes y diretes. Se conoció el escabroso detalle de que el cuerpo lo encontraron con el cráneo partido con dos golpes duros aplicados con algún objeto contundente y cortante.
¡Horror! Rescatistas e investigadores tuvieron la convicción de que fue asesinado. Así lo dejaron trascender. No murió como un príncipe. Pero las honras fúnebres sí lo fueron para despedir a su alteza real. Sonam, esposa por un breve tiempo –geolocalizada desde el momento en que se comunicó con uno de sus hermanos– supo por quienes la hallaron que era viuda.
Gritó. Se ahogó en llanto. Insistió con el deshilachado argumento de que fueron víctimas de secuestro. Pero no tenía una coartada que generara, por lo menos, una duda. También supo que Rai Kushwaha, un chófer a su servicio, estaba preso en otra celda. Fue apresado en su pueblo natal, Madhya Pradesh. Contrastaron sus respuestas. Eran amantes desde tiempo antes de que Sonam y Raj protagonizaran una boda principesca.
Como en el caso de Carlos y Diana –con Rai– también se constituyeron en multitud. El amante capturado también confesó. Señaló a los tres criminales que asesinaron al príncipe –sus cómplices– a los que convenció para que ejecutaran al joven esposo de la mujer que también amaba.
Los sicarios fueron apresados. Abrumados, admitieron. La exprincesa viuda dejó de ser víctima para ser victimaria. La justicia la acusa de ser quien incitó a su frustrado enamorado de la necesidad de asesinar a Raj. Vida, muerte, ilusión, deseo... pulsiones incrustadas en la condición humana, aunque “reyes y peones, al final de la partida, vuelven a la misma caja”.
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Peña da la bienvenida al Mundial de Rally: “Paraguay recibe al mundo con los brazos abiertos”
Por primera vez en su historia, Paraguay será sede de una fecha del Campeonato Mundial de Rally (WRC, por sus siglas en inglés), marcando un hito sin precedentes para el deporte motor nacional y la proyección internacional del país. La competencia tendrá como epicentro al departamento de Itapúa, reconocido por sus caminos de tierra roja y paisajes que ofrecen el escenario perfecto para un desafío de alto nivel.
En la antesala de este evento, el presidente de la República, Santiago Peña, celebró la llegada del WRC a tierras paraguayas. “Desde el corazón de Sudamérica, recibimos con los brazos abiertos al Campeonato Mundial de Rally. Esta es una oportunidad para mostrar al mundo la pasión, el talento y la hospitalidad de nuestra gente. El rally forma parte de nuestra cultura, y hoy Paraguay se consolida como protagonista del automovilismo internacional”, expresó el mandatario en su mensaje de bienvenida.
Como parte de los avances en la organización, ya fue publicada oficialmente el Rally Guide, el documento fundamental que reúne toda la información preliminar del evento. Este material es clave para equipos, pilotos, medios de comunicación y fanáticos, ya que contiene detalles técnicos, cronogramas, rutas, reglamentos y aspectos logísticos esenciales para la competencia.
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Además, se lanzó el canal oficial del rally en la aplicación Sportity, una plataforma digital que funcionará como el tablero oficial durante todo el evento. A través de esta app gratuita, disponible para Android e iOS, los usuarios podrán acceder en tiempo real a documentos, comunicados y actualizaciones oficiales. La iniciativa representa un paso más hacia la modernización y eficiencia en la comunicación durante el desarrollo de competencias internacionales.
“Aquí, el rally no es solo un deporte. Es parte de nuestra cultura. La llegada del WRC a Paraguay nos posiciona en el calendario internacional del automovilismo. Somos un país con juventud, talento y una energía única que conecta oportunidades, culturas y experiencias inolvidables como las que ofrece el WRC”, añadió el presidente.
Con una infraestructura robusta, servicios reforzados, seguridad garantizada y una afición apasionada como pocas en el mundo, Paraguay busca no solo organizar una carrera, sino dejar una marca imborrable en la memoria de todos los que lleguen al país, manifestó también el mandatario.
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“Hace tiempo venimos preparándonos con entusiasmo para estar a la altura de este gran desafío. Infraestructura, seguridad, servicios y una afición apasionada como pocas en el mundo, junto con la hospitalidad que caracteriza al pueblo paraguayo, harán que todos se sientan como en casa. Nuestro objetivo no es solo organizar una carrera. Es dejar una huella en la memoria de los pilotos, equipos y fanáticos”, sostuvo.