Por décima vez fue suspendida la audiencia de Gregorio “Papo” Morales, acusado por la muerte de Robert Fabián Marín Caballero, de 23 años, quien fue asesinado el 23 de noviembre del 2020. La misma es crucial para determinar si el caso es elevado a juicio oral y público.

La familia Marín lamenta esta situación y asegura que ya están hartos de todas las chicanas presentadas por la defensa del acusado, que incluso ya recusaron al fiscal interino de la causa. Robert Marín, padre de la víctima, exige celeridad a la justicia y que se dicte sentencia al presunto responsable de la muerte de su hijo.

“Una vez más recusaron al fiscal interino, ya esta vez se valen de todo tipo de artimañas para tratar de evadir a la justicia y el sistema está obrando también de mala manera, porque esto debía estar resuelto con mucha anterioridad. Mi abogada por segunda vez solicitó la sanción tanto para el asesino como para el defensor”, indicó Marín a Telefuturo.

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El presunto autor del crimen de Marín sería Gregorio Ramón Morales, más conocido como Papo, hay imágenes de las cámaras de circuito cerrado del momento mismo en que ocurría el crimen frente una la discoteca en el barrio San Pablo de Asunción. Morales, quien registra casi 20 denuncias en el sistema de la Policía Nacional, se encuentra detenido desde hace más de un año por este suceso.

“Sabemos que este asesino cuenta con bastante caudal económico y aún así seguimos pidiendo justicia, queremos que se haga justicia y vamos a llegar hasta el final con esto”, manifestó Marín en compañía de sus familiares, todos ellos portando una remera con la foto del asesinado Fabián Marín y la insignia justicia para Fabián.

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El nombre de Papo Morales saltó también en otro caso, el atentado contra el intendente de Pedro Juan Caballero, José Carlos Acevedo; desde que ayer jueves fuera allanada la vivienda de su madre, Vilma Lucila Macchi de Morales, en el barrio Los Laureles, siguiendo los rastros de una de las armas presuntamente utilizadas en el ataque del martes último en Amambay.

La pericia de los casquillos levantados en el sitio donde atacaron jefe comunal, en inmediaciones del Palacio de Justicia, encontró una aparente coincidencia con un arma levantada en el 2017, cuando la familia de Papo Morales contrató guardias privados para despejar una propiedad ocupada en Villarrica, de donde el preso es originario. El arma pertenecía a Fernando Javier Lezcano, alias Gordo, quien fue asesinado en el 2017, en Pedro Juan Caballero.

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