Los ministros de la Corte Suprema de Justicia decidieron suspender las visitas carcelarias que normalmente realizaban todos los meses, debido al riesgo que representa para ellos. Esto tras desatarse la crisis penitenciaria debido a los últimos acontecimientos relacionados a la fuga masiva y las condiciones de hacinamiento.
El caso se debatió hoy en el pleno de la máxima instancia judicial, donde el ministro e integrante de la Sala Penal, Luis María Benitez Riera explicó a sus colegas que se tienen informes de inteligencia donde se recomienda suspender las visitas carcelarias, que normalmente se venían haciendo a todas las cárceles del país.
A raíz de ello, los altos magistrados Carolina Llanes, Luis María Benítez Riera y Manuel Ramirez Candia y los demás ministros no podrán visitar a los presos que están recluidos en las diferentes penitenciarias del país.
Durante estas visitas, los ministros de Corte se entrevistan con los reos a fin de conocer el estado de sus respectivas causas, lo que ayudaba para agilizar los trámites de los expedientes. Los miembros de la máxima instancia judicial también aprovechaban para indagar si se cumplían los derechos humanos de las personas privadas de su libertad.
Más sobre la crisis: https://www.lanacion.com.py/pais/2020/02/01/buscan-reinstalar-mesa-interinstitucional-para-enfrentar-crisis-penitenciaria/
VIAJARÁN EN CLASE ECONÓMICA
Por otro lado, el pleno de la Corte Suprema de Justicia ratificó la decisión del Consejo de Superintendencia de la Corte Suprema de Justicia, de que los ministros de la máxima instancia judicial viajen en clase económica o turista cuando tenga que trasladarse al extranjero en una misión oficial. Anteriormente, los ministros tenían el privilegio de viajar en primera clase.
La decisión fue había sido tomada por el Consejo de la Superintendencia, integrada por los ministros Alberto Martínez Simón (Presidente), Antonio Fretes y Carolina Llanes.
De acuerdo a fuentes judiciales, la determinación no cayó muy bien para algunos ministros que pretendían seguir con el privilegio de viajar en primera clase para sus misiones oficiales, a costa del erario público.