La fiscala Marlene González durante la exposición de los alegatos finales solicitó cuatro años de cárcel para el ex ministro del Ministerio de Educación y Ciencias Luis Alberto Riart, quien enfrenta un juicio oral y público por lesión de confianza tras la compra del edificio Excelsior ubicado en el centro de Asunción.
Asimismo, el Ministerio Público pidió la misma pena que Riart para el ex de Administración y Finanzas José López Pistilli. Igualmente, se solicitó tres años de pena privativa de libertad para el ex coordinador de la Unidad Operativa de Contrataciones Luis Fretes y el ex asesor jurídico del MEC, Marco Ferreira Basualdo.
El tribunal de sentencia que juzga a Riart y a los demás acusados está integrado por las juezas Gloria Hermosa, Mesalina Fernández y Alba González. Las mismas ya ingresaron a analizar lo que será la sentencia definitiva. En el presente juicio declararon varios testigos que mencionaron la inocencia del ex secretario de Estado.
Por su parte, el Ministerio Público sostiene que se pagó G. 14.045.123.400, cuando que el valor real era de G. 12.579.600.000. La adquisición se hizo por la vía de la excepción durante la gestión de Riart. Basándose en varios argumentos presentados durante el desarrollo del juicio, la fiscala González pidió al tribunal la pena de cuatro años de cárcel para Riart.
DEFENSA PIDIÓ ABSOLUCIÓN
Por su parte, el abogado José Domingo Almada solicitó la absolución de culpa y pena del ex ministro del MEC debido a que no se configuró ningún delito. Asimismo, días atrás, Riart declaró ante el tribunal de sentencia que tiene a su cargo juzgarlo por el supuesto hecho punible de lesión de confianza.
El ex secretario de Estado aseguró que no cometió ningún delito y que durante su gestión se dedicó a mejorar la educación de nuestro país. Acotó “algo que me dolió mucho es cuando se usó la palabra lesión de confianza. A mí se me confió mejorar la educación y eso hice. En todo momento traté de trabajar con mi equipo y seguir la normativa”, manifestó Luis Riart. Refirió que su interés es probar que no lesionó la confianza de nadie.