En un hotel del microcentro de Villarrica, Guairá, ubicado sobre las calles Pa'i Anasagasti casi Comunero, del barrio Ybaroty, detuvieron a Gregorio Ramón “Papo” Morales Macchi, quien era buscado tras la difusión de un video en el que supuestamente se lo ve torturando a un peón de estancia.
El fiscal de Caacupé, Benjamín Beltrán Vera Báez, pidió su detención por los expedientes “Hecho punible a determinar, siendo víctima Antonio Talavera” en Guairá y por “Hecho de coacción grave y otros” en Caacupé. Tras responder por la causa que tiene en la capital espiritual del país será trasladado a Guairá por el caso difundido en el video.
En el audiovisual, que circuló en las redes y fue difundido por los medios, presuntamente se observa a Morales apuntando con un arma de guerra a la cabeza de Antonio Talavera, quien arrodillado ruega por su vida. Posteriormente, la víctima fue golpeada y obligada a introducirse al río. Morales lo creyó muerto, por lo que Talavera pudo zafar.
“PAPO” SE DEFIENDE
Morales, un conocido estafador, señaló que el video en el que se lo ve amenazando y torturando al peón de su estancia pertenece a una producción cinematográfica y que el mismo fue montado por una persona que le debe dinero. “La intención solamente era filmar una producción cinematográfica”, sostuvo “Papo” en declaraciones a la prensa tras su detención.
Sin embargo, el informe policial dice lo contrario. El comisario Francisco Gómez, de la Dirección Policial del Guairá, explicó que ya venían manejando la información del paradero de Morales y cuando se comprobó su presencia en un hotel se procedió a su detención. Gómez explicó que Morales intentó huir a bordo de una lujosa camioneta.
Por otro lado, resaltó que su detención se dio luego de la orden de captura emitida por la Fiscalía de Caacupé, en relación a un caso de coacción grave en dicha ciudad. “Están saltando más causas. Inclusive, se menciona que tiene 17 antecedentes, la mayoría por estafa”, señaló. Incluso, se menciona que “Papo” mantenía una relación de sistemática tensión con la Policía, a raíz de que robaba arena lavada de la playa para abastecer a su arenera particular.